Читать книгу Teoría de la información y complejidad - Carlos Eduardo Maldonado Castañeda - Страница 6
Prólogo
ОглавлениеNos encontramos en medio de una verdadera revolución científica, para usar la expresión popularizada por Th. Kuhn pero anticipada también por autores como G. Canguihlem, G. Bachelard y A. Koyré. Ahora bien, como bien señala Kuhn, toda evolución científica es, al mismo tiempo, una revolución política, social, cultural. En las revoluciones, algunos, con las razones correctas se encuentran en el bando equivocado; y otros, a veces, con las razones equivocadas se encuentran en el bando correcto. Ideal, desiderativamente, las gentes deberían estar, con las razones correctas, en el bando correcto.
Hay una particularidad, sin embargo. Asistimos a varias revoluciones científicas al mismo tiempo. Este libro se ocupa de una de ellas: aquella que, cronológicamente es la tercera, la revolución de la teoría de la información, la cual concuerda con la tercera y la cuarta revoluciones industriales.
Se trata de procesos en curso, cuyos desenlaces son imprevisibles, aunque hay cosas que se podrían decir, razonablemente. En las revoluciones, como muchas veces en la vida, hay voces pesimistas tanto como optimistas. No sucede nada diferente con respecto a esta revolución que implica y se expresa al mismo tiempo en aspectos como: internet, las redes sociales, la web 3.0 y la 4.0, la inteligencia artificial, y varios más.
Este libro no es una exposición histórica sobre la teoría de la información, aunque algunos elementos claros sí se plantean aquí y allá. Se trata, más bien, de una apuesta sencilla. La tesis que lo sostiene es que las dinámicas y estructuras actuales y, previsiblemente, hacia futuro, permiten entender más y mejor las propias dinámicas y estructuras de la vida: de la vida humana, tanto como de la vida en general en el planeta; de la vida conocida, tanto como de la vida-tal-y-como-podría-ser-posible.
La ciencia es una actividad humana que trasciende la experiencia meramente humana. Así se tejen las revoluciones científicas.
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Este libro es el resultado de varios procesos paralelos, cruzados que han tenido lugar recientemente. De una parte, es el resultado del seminario institucional sobre complejidad que llevamos a cabo en la Facultad de Medicina de la Universidad y que ya tiene más de dos décadas de existencia. Recientemente hemos trabajado sobre el sistema inmunológico, y también sobre el procesamiento de información en las plantas. Al mismo tiempo, este texto se debe al doctorado en salud pública de la Universidad El Bosque, y en especial a sus estudiantes. Debo expresarles mis agradecimientos.
He sido invitado, en una seguidilla afortunada e inusual a varios seminarios en la Universidad Iberomericana, en León, México, en especial al doctorado en ciencias sociales y complejidad que hay allí. Pues bien, aproveché la estancia allí para compartir varias ideas de este libro y madurar otras. Las discusiones y el diálogo fueron siempre productivos. Casi al mismo tiempo fui invitado a dictar un seminario en el Iteso de Guadalajara en donde expuse y discutimos algunas de las tesis que forman parte de este libro. La Universidad de Nayarit me hizo una amable invitación para un seminario de profundización. El auditorio es de los mejores que he tenido en mi vida. Asimismo, de otra parte, la UTPL, en Loja, Ecuador, me invitó a dictar un curso y unas conferencias sobre complejidad. Fue una oportunidad magnífica para refrescarme en algunas de las ideas que articulan lo acá escrito. De otra parte, la Universidad Santo Tomás, de Bogotá, me invitó a dictar una conferencia en el marco del Seminario sobre Psicología que adelanta la Maestría en Psicología Clínica. Una articulación bastante orgánica de este libro fue presentada ante un auditorio atento y casi ávido. La maestría en complejidad e interdiscipinariedad de la Universidad Surcolombiana, en Neiva (Colombia) también me hizo una amable invitación, que aproveché para presentar y discutir varias de las ideas de un capítulo en particular de este libro.
Por todo lo anterior, quiero expresar mis agradecimientos a Héctor Gómez, V., a Enrique Luengo, a Claudia Cortés y Jesús Puga, a Jorge Benítez, Hernán A. Yaguana, Henry Martínez, Yenny Yaguacha, Luz Marina Moncada, Mauro Montealegre.
Es cierto: un libro no es jamás la obra de un solo autor. Reconocer esto ya es un lugar común. Este libro es el resultado de los seminarios, cursos, conferencias, diálogos y encuentros mencionados. Son mis amigos, colegas y estudiantes quienes son los autores de este libro. ¿Yo? He sido sólo quien ha hecho algunas lecturas y ha fungido como escribano. Nada más.
Argumentativamente, este libro se debe a uno inmediatamente anterior: Sociedad de la información, políticas de información y resistencias, Bogotá, Desde Abajo, 2019. Por tanto este libro presupone a aquel y a la vez lo amplía y profundiza.