Читать книгу Vuelo Sanitario - Carlos Miguel Landi - Страница 8
Capítulo segundo
ОглавлениеSe abre la puerta de la radio y entra el doc., siempre sonriente y alegre.
Doc.: Buenas, muchachos, Juan, voy a cubrir terapia, el doc. que tenía que venir llegará tarde si lo dejan pasar en los cortes.
Y recuerda que está de guardia en los vuelos, ya pegando la vuelta para salir del recinto de la radio, dice Pamela:
Pamela: Disculpe, doc. ¿Por casualidad usted sabe dónde queda el paraje la pluma?
Doc. (tardó en responder unos segundos, como recordando el lugar del que le preguntaban): Si mal no recuerdo creo que queda cruzando el río al sur, unos treinta y cinco a cuarenta kilómetros, y ahí, hay que pasar una cañada que cuando viene crecida agárrate. Pregúntenle a Florencio, él seguro que lo recuerda mejor que yo, trabajó conmigo en el cólera y recorríamos todos esos lugares. Como quien va para la finca de don Moreno, pero hay que desviarse por un camino que es una huella, se sale del camino ancho. Algo así, pero el que sabe bien es él.
Pamela: Y cómo se acuerda de los lugares. La memoria que tiene es fantástica.
Juan: Sí. Tiene mucho amor por lo que hace, y además siempre está alegre, creo que se debe conocer todos o casi todos los parajes de la zona. Y acordarte que él fue el que trabajo en el cólera, y si no me equivoco fue el primero. Estuvo como tres o cuatro meses en medio del Chaco recorriendo todo, a pata, a caballo, en helicóptero, también anduvo por otras provincias ayudando. Ojalá venga el otro doc., porque seguro que nos pedirán un vuelo sanitario una vez que mandemos la información para la capital. Avisa a gerencia por las dudas, mientras atiendo esta llamada.
A todo esto, ya la lluvia casi era imperceptible y el doc. ya en terapia con los quehaceres propios de una terapia polivalente, donde se atiende tanto a un infartado como a un séptico o accidentado y el saber debe estar a flor de piel en todo momento para ayudar a esas personas que por diversas circunstancias perdieron su salud y necesitan de alta complejidad para recuperarla. Es así, debió de poner en respirador a dos pacientes que estaban muy delicados y con la mascarilla no les es suficiente el aporte.
Ya más calmado y luego de varias horas, el doc. pregunta:
Doc.: ¿Se sabe algo del médico que tiene que venir o continúo yo?
La enfermera de turno pregunta a la radio si saben algo, se escucha “está subiendo”.
Pamela: Doc., ya son casi las once de la mañana y viene el doctor que lo reemplaza, así que venga, tomemos unos mates y de paso me actualiza y hace las indicaciones de las carpetas porfa.
Doc.: Bueno, ya voy. Termino de ajustar los parámetros de este respirador y voy, listo. A ver esos mates, reclama amablemente, mientras que ingresa el reemplazante.
Dr. Giménez. Hola, doc. Disculpe la demora, pero los cortes son infernales, un par de horas en cada uno, gracias a Dios en el último me dejaron pasar, acá nomás antes de llegar.
Así charlaron y tomaron unos mates, mientras se pasaba la guardia y los requerimientos de laboratorio, radiografías, electros y dos tomografías para paciente con ACV, terminado esto, el doctor Giménez, el medico recién llegado, le dice:
Dr. Giménez: Gracias, doc. Vaya a descansar.
Saludó a todos y como era propio de él con un fuerte abrazo y deseándoles buena jornada.
Doc.: Nos vemos gente, bye, bye.
Tomó el ascensor y se dirigió a planta baja, pasando por la radio e informando que estaría en su domicilio.
Doc.: Nos vemos, Willy.
Juan: Che, doc. ¿Dónde queda ese paraje la pluma?
Doc.: Como “rompes los cocos con la pluma”, qué pasa, ahora es imposible llegar por tierra, ni siquiera creo que en tractor, es una zona muy jodida, si mal no recuerdo. ¿Por qué preguntas tanto, Juan?, ¿hay algún requerimiento?
Juan: Todavía no, doc., estamos esperando la confirmación de Salta.
Doc.: ¿Sabes al menos de qué se trata?
Juan: Parece que hay una niña que tiene un golpe en la cabecita y aparentemente está inconsciente o muerta.
Doc.: La pucha, che, no le pudo tocar peor tiempo. Si es que salimos, deberemos ir volando bajito en modo “juntando semilla”, ja. Fíjate quién está de enfermero y me voy a bañar y descansar un rato, cualquier cosa manda la ambulancia a buscarme con el enfermero que esté de turno y el radiograma de requerimiento, así vamos directo al aeropuerto, pregúntale al piloto si es posible volar con estas condiciones, ya que creo que deberemos esperar alguna mejora, tanto para acá como para allá.
Llegó a su casa con el cansancio propio de alguien que estuvo trabajando largas horas, giró la llave y abrió la puerta.
Su esposa lo espera con un café caliente con leche y unas tostadas con dulce casero hecho por ella misma y naranjas de la finca propia.
Doc.: Amore, me doy un baño rápido y desayuno, parece que tendremos que salir a volar con este tiempo. A un paraje que fui alguna vez en los tiempos del cólera, cuando volaba todo el día.