Читать книгу Colores descomunales - Christian Anwandter Donoso - Страница 9

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Perdí la edad de huir –o no lo sé, la perdimos–

a los cielos destrabados de la infancia,

ciego de sus rodajes, cielo abajo

rodando el cuerpo

como agua derramada de la fuente,

adosándose desagües…

Y quedé como en tugurio, en olla enclenque,

a merced de este caldo de temores

que secreta olores agrios, y que se pasa,

ruina del estofado…

Colores descomunales

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