DesARMAr

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Автор книги: id книги: 1993018     Оценка: 0.0     Голосов: 0     Отзывы, комментарии: 0 1444,79 руб.     (15,36$) Читать книгу Купить и скачать книгу Электронная книга Жанр: Религия: прочее Правообладатель и/или издательство: Bookwire Дата добавления в каталог КнигаЛит: ISBN: 9781951539627 Скачать фрагмент в формате   fb2   fb2.zip Возрастное ограничение: 0+ Оглавление Отрывок из книги

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DesARMAr reexamina lo que la Biblia dice (y no dice) acerca de la homosexualidad de tal manera que da nueva vida a suposiciones e interpretaciones obsoletas e inexactas.Las iglesias, tanto en América Latina como en Estados Unidos, están experimentando una fractura sin precedentes debido a sus creencias y actitudes hacia la comunidad LGTBIQ+.Armado con sólo seis pasajes en la Biblia, a menudo conocidos como los «versículos garrote», una posición cristiana tradicional ha sido la que se opone a la inclusión total de nuestros hermanos y hermanas LGTBIQ+. DesARMAr reexamina cada uno de esos pasajes de las escrituras que se citan con frecuencia, alternando con la propia historia del autor Colby Martin de haber sido despedido de una megaiglesia evangélica cuando descubrieron su postura sobre la diversidad sexual. «¡Colby ha escrito este libro con un ritmo divertido, inteligente y brillante! Es el libro que le das a tu amigo que sabe que la inclusión es el único camino por delante pero sigue argumentando 'pero la Biblia dice…'. Con el modo fresco y accesible que lo caracteriza, Colby muestra lo que la Biblia realmente dice y despeja las confusiones que aparecen en el camino». ROB BELL, autor de Love Wins, éxito de ventas del New York Times «Miles de cristianos evangélicos sinceros sienten una profunda tensión entre su mente y su corazón. En sus mentes, entienden la Biblia (y a Dios) como el enemigo intransigente de las personas LGBTQ. Pero en sus corazones se les hace difícil condenarlos o excluirlos. Algunas personas les dicen que escojan su corazón por sobre su mente, otros dicen lo contrario. DesARMAr, el nuevo libro de Colby Martin, ofrece una tercera opción a través de una lectura atrapante y llevadera: una nueva manera de alinear mente y corazón a través de una mirada fresca de la Escritura. Escrito con inteligencia de teólogo y sensibilidad de pastor, este libro es el recurso que miles de personas han estado esperando». BRIAN D. McLAREN, autor/activista (brianmclaren.net) «Colby echa una mirada compasiva y erudita de las Escrituras que apuntan hacia las relaciones entre personas del mismo sexo a partir de las cuales muchos cristianos toman posición y proporciona un nuevo marco accesible que extiende la afirmación e inclusión hacia la comunidad LGBTQ. DesARMAr combina un estudio teológico reflexivo con una autobiografía pastoral fascinante para crear un poderoso manifiesto cristiano progresista». KRISTEN HOWERTON, fundadora de Rage against the Minivan «Esta es una autobiografía conmovedora y emotiva de un pastor que perdió su trabajo para encontrar una comunidad llena de gracia, y una travesía profunda e incisiva a través de los „versículos garrote“ de la Biblia. DesARMAr de Colby Martin es un viaje conmovedor y profundo que atrae tanto al corazón como a la mente al núcleo del Reino de Dios». RICHARD BECK, autor, bloguero y profesor de psicología en Abilene Christian University «Este es un libro único, escrito por un autor especial. La percepción, el espíritu encantador y la pasión de Colby se han unido para crear un libro que no solo amo sino del cual estoy orgulloso de compartir con aquellos a quienes amo. DesARMAr es un gran regalo para todo aquel que esté buscando una comprensión, una fe y una compasión más profunda». DOUG PAGITT, pastor, autor y conspirador de la bondad

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Colby Martin. DesARMAr

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This work is published by agreement with the owner Colby Martin -DBA Wholly Living- Esta obra se publica mediante acuerdo con el propietario Colby Martin. Spanish Language Translation copyright © 2020 by JuanUno1 Publishing House, LLC. All Rights Reserved. | Todos los Derechos Reservados

JUANUNO1 EDICIONES, logos and its open books colophon, are registered trademarks of JuanUno1 Publishing House, LLC

Library of Congress Cataloging-in-Publication Data

REL012110 RELIGION / Christian Living / Social Issues

Paperback ISBN 978-1-951539-48-1

Traducción: Ian Bilucich

First Edition | Primera Edición

Cover. Portadas. Legales. Dedicatoria. Introducción: El origen de DesARMAr. Prólogo: Verano del 2005

2- Repensando nuestro mal uso de la Biblia. 3- Cómo me despidió Facebook. 4- Reformulando la historia de Sodoma: Génesis 19. 5- No apto para ser pastor. 6- Redefiniendo los límites: Levítico 18: 22 y 20: 13. 7- En busca del unicornio. 8- Reconciliando una comunidad fracturada: Romanos 1: 26-27. 9- Imagina una iglesia donde… 10- Revisando palabras olvidadas: 1 Corintios 6: 9 y 1 Timoteo 1: 10

REPENSANDO NUESTRO MAL USO DE LA BIBLIA. Torciendo las Escrituras

RECONCILIANDO UNA COMUNIDAD FRACTURADA: ROMANOS 1: 26-27. El otro día tomé un café con Josh. Él es de Texas, pero estaba de visita en San Diego y quiso encontrarse conmigo. Me comentó que había visto algunos de mis escritos y videos en Internet, que estaba agradecido por mi ministerio y que le encantaría contarme su historia porque creía que sería alguien confiable y comprensivo para escuchar.1 Nos reunimos para tomar café, buscamos algo de privacidad en el patio trasero y pasamos rápido por las charlas triviales antes de ir a lo que nos convocaba. Josh sabía que era gay desde joven. Sin embargo, ser criado como hijo del pastor en un hogar cristiano conservador significó ocultar sus pensamientos y sentimientos. Al crecer, nunca encajó como lo hicieron sus hermanos ni conectó con su padre, como también anhelaba. En la escuela secundaria encontró una pasión por el teatro y empezó a soñar con una vida como artista —quería cantar y bailar en un escenario. Los otros niños notaban que era diferente, y se volvió su meta asegurarse de que Josh siempre supiera que no encajaba. El acoso constante lo forzó a educarse en su casa. Me dolía el alma cuando me hablaba sobre “renunciar a sus sueños” y resignarse al hecho de que una carrera teatral nunca sería su vida. Ya de adulto, escuchó el consejo de sus líderes religiosos conservadores, que le dijeron que estaba fallado, y terminó por malgastar años en terapia, tratando de dejar de ser gay.2 Cuando eso “no funcionó”, encontró una mujer con quien casarse porque, como me dijo esa mañana, creía que quizás era “lo que faltaba para quitarse lo gay” Obviamente, sus sentimientos y atracciones nunca cambiaron. Ahora, una docena de años después, él y su esposa tenían una hija de ocho años fabulosa y, como me dijo esa mañana, había empezado el proceso de tratar de indagar sobre cómo reconciliar su realidad como hombre gay con el hecho de estar casado y tener una familia. La última parte de la historia de Josh que quiero mencionar es esta. Me contó que, en el último año, había consumido mucha erudición bíblica sobre los Versículos Garrote. Resultó ser que lo que le fue de más ayuda fue mi serie de videos Unclobbering1 porque, así me lo dijo, “tú no eres gay. No tienes acciones en esta compañía. Por alguna razón, tus palabras y argumentos me llegaron de otra manera”. Le agradecí por sus amables palabras, pero luego agregó: “De todos modos, todavía no puedo pelear con Romanos. Los pasajes del Antiguo Testamento no resultan un problema, y los dos versículos de Corintios y Timoteo parecen fáciles de explicar. Pero todavía no puedo superar el pasaje de Romanos que parece condenarme por ser gay” No estás solo, Josh. Los dos versículos en cuestión, en la carta de Pablo a la iglesia de Roma, es donde muchos cristianos de buen corazón se quedan cortos en sus esfuerzos hacia una inclusión y afirmación total de la comunidad LGBTQ. El pasaje en cuestión ha sido mal usado para etiquetar incontables veces a jóvenes como antinaturales, anormales y estropeados. Han sido las ametralladoras para hacer trizas las esperanzas y los sueños de todos los que se sintieron como Josh alrededor del mundo. Le respondí que, para mí, Romanos también había sido la última ficha del dominó en caer. Era de los versículos más difíciles de leer con ojos renovados y considerar que quizás no significa lo que siempre creí. Romanos es el lugar donde pasé la mayor cantidad de tiempo con las preguntas “¿Hay otro modo de atravesar esto? ¿Estos dos versículos tenían el poder singular de evitar la inclusión plena de millones de hombres, mujeres y niños en el Reino de Dios? ¿Contienen la llave para la cerradura que impide que nuestros hermanos y hermanas gay sean miembros y líderes en nuestras iglesias? ¿Si pudimos DesARMAr todo lo demás, finalmente fuimos derrotados a las puertas de Roma; nos retiramos a casa satisfechos, dejamos nuestras banderas del orgullo y admitimos, de hecho, que la iglesia siempre ha tenido razón en su postura hacia aquellos que nacieron con atracción por el mismo sexo?” Aunque me llevó algún tiempo llegar aquí, ahora respondo esas preguntas con un apasionado y razonado “¡No!” Una lectura renovada de Romanos. Ya que este será el capítulo más denso, permíteme ofrecer una breve reseña de hacia donde nos dirigimos. Primero, desenrollaré el contexto histórico de Romanos para obtener la base necesaria que nos lleve comprender qué esperaba conseguir Pablo con su carta. Segundo, en la sección más larga de este capítulo, pasaré algo de tiempo explorando de manera más amplia el pasaje (Ro 1: 18-32) que contiene estos dos Versículos Garrote. No hay manera de explicitar lo importante que es comprender lo que Pablo hace en dicho pasaje. Tercero, extraeré algunas de las palabras y frases específicas en los Versículos Garrote y demostraré que estaban siendo descritos en su contexto. Finalmente, lo uniré y descubriremos que no solo hemos entendido y usado mal estos pasajes, sino que lo que nos espera del otro lado es un profundo desafío para expandir nuestros corazones y mentes, y permitir que el evangelio, que es “el poder de Dios para la salvación”, nos atraviese de manera transformadora. Todavía recuerdo la primera vez que participé en algo que apenas podría describir como yoga. Fue atroz. En un cuarto lleno de otras personas, se me pidió mover el cuerpo y extremidades en formas que nunca había imaginado. Incómodo, y chocando con las personas que me rodeaban, estaba hiperconsciente de las posiciones antinaturales que mi cuerpo fallaba en imitar. Además, tener a un autor éxito de ventas del New York Times sentado a mi lado, me cohibió aún más. Incluso así, pese a que mi vergüenzómetro estaba por llegar al máximo, soporté hasta el final. Lo que descubrí fue una libertad sorprendente del otro lado del proceso. Luego de terminar, estaba contento de haber soportado, incluso después de haber querido salirme por lo ridículo que me sentí y lo incómodo que estuve. Digo esto porque, tal vez, necesites imaginarme en la situación de intentar hacer una especie de yoga bizarro… espera, olvida eso… quiero decir: te invito a leer este capítulo prevenido de sentir que algunos sectores de tu entendimiento se estiren. Algunas partes quizás se sientan incómodas o absurdas y te sientas en la tentación de salirte. Pero mi esperanza es que, justo allí, resistas hasta el final y consideres que, tal vez, hay una manera de entender este pasaje tan familiar de Pablo sin que resulte en una condena general a la homosexualidad. Así que, primero es lo primero: ¿qué estaba pasando en Roma, y por qué Pablo les escribe una carta? Una iglesia dividida. Gracias a fuentes históricas, aparte de la Biblia, conocemos el clima sociopolítico de Roma justo antes de que Pablo escribiera su carta. En el año 49 d. C., el emperador romano Claudio expulsó a los judíos de Roma porque hacían “constantes disturbios en la instigación de Chrestus”,3 es decir, Jesucristo. Así que entre el 49 y el 54 d. C. (cuando Claudio murió), el pueblo judío —incluyendo a los judíos cristianos— fueron expulsados de la ciudad. Esto tuvo un impacto significativo en las iglesias caseras de Roma. Antes del 49 d. C., las iglesias habían sido una mezcla entre cristianos judíos y gentiles, pero durante un período de cinco años las iglesias consistieron solo de gentiles. Sin sus miembros judíos, estaban destinadas a experimentar cambios. Así que, cuando el edicto caducó con la muerte de Claudio y los judíos cristianos regresaron a casa, hubo un conflicto inevitable con respecto a cómo se dirigían las iglesias, quién estaba a cargo, etcétera. Es a esta comunidad en conflicto, fracturada por líneas étnicas, a la que Pablo escribe su carta. Uno de sus objetivos principales era ofrecer una exposición teológica del evangelio que le recordara a la iglesia en Roma que debían verse como iguales unos a otros en la Mesa de Dios. Con cimientos sólidos —y el recordatorio— de lo que era el evangelio, Pablo podía fomentar la reconciliación entre los cristianos judíos y gentiles. Al contrario de lo que a veces se cree (de hecho, de lo que yo creí durante la mayor parte de mi vida religiosa), Romanos no es una tesis abstracta de la teología de Pablo. No fue escrito para que los cristianos de todos los tiempos tuvieran una explicación teológica de la doctrina de la justificación por la fe (incluso si la carta contiene algo del tema). Tampoco es una carta universal diseñada para ofrecer verdades atemporales sobre el evangelio (incluso si la carta también se refiere a algo de eso). Más bien, está basada en la historia; fue escrita por Pablo para una comunidad de fe en particular en Roma con un propósito específico.4. En parte, Pablo les escribió a los Romanos para explicar el evangelio de una manera que le diera sentido a su misión de ser el apóstol de los gentiles. Los gentiles, como Pablo escribe en uno de los momentos álgidos de la carta, eran los brotes de olivo silvestre injertados en la rama —también conocida como Israel— que demostraban que la misericordia de Dios era para toda la humanidad (ver Ro 11: 17, 32). Esto creó una justificación teológica para los esfuerzos misioneros de Pablo, porque el Reino de Dios estaba abierto a todos, tanto judíos como gentiles (ver Ro 1: 16). Y, aun así, había una comunidad que amenazaba con deshacer ese proyecto porque estaban divididos por su etnia. En la carta, Pablo empujaba, tironeaba y, a veces, pateaba a la comunidad fracturada hacia la reconciliación, con advertencias repetidas de que no se juzgaran unos a otros, sino que vivieran en armonía (ver Ro 12: 5). Solo con este telón de fondo en mente, a medida que leamos el texto nos aseguraremos de darnos la mejor oportunidad para entender lo que Pablo estaba diciendo y por qué. Una pregunta a considerar. Antes de que examinemos la sección de Romanos en donde se encuentra el Versículo Garrote y nos preguntemos cómo es que Romanos 1: 18-32 contribuye al objetivo de Pablo de unir a la fracturada iglesia romana, déjame hacer una pausa y decir esto: hay un motivo convincente para creer que estos quince versículos no fueron escritos por —o, al menos, no son originales de— Pablo. La composición, la elección de palabras y el flujo en general del griego son notablemente no paulinos en comparación con el resto del corpus. Ahora bien, en este punto quizás estés tentado de renunciar tal como yo quería hacerlo en yoga. Resiste. No resulta extraño que Pablo haya incluido citas e ideas famosas no originales en sus cartas, confiando en que su audiencia las reconocería como tales (por ejemplo, 1 Co 10: 23; 15: 33; Tit 1: 12; y de su obra misionera, He 17: 28). Es posible, entonces, que el apóstol inserte este argumento independiente —que describe la difícil situación de los paganos, como veremos— desde una fuente externa. Sin embargo, ya sea que Pablo haya tomado prestados estos quince versículos de otra fuente, que se haya inspirado en una fuente externa o que los haya escrito él mismo, usando un estilo y una sonoridad diferente a los suyos, hay una pregunta a tener en cuenta: ¿Pablo estaba de acuerdo con el contenido de estos versículos? Admito que esta es una pregunta bizarra. Pero creo que es importante, como irá quedando en claro. La perspectiva tradicional sobre este Versículo Garrote asume que claramente estas son las palabras de Pablo, así que es obvio que reflejan sus creencias. Se cree que articulan su posición respecto a los actos sexuales entre personas del mismo sexo, a saber: que son el resultado de la maldad y la depravación. Pero ¿qué si hay algo más que está sucediendo? ¿Qué si Pablo tiene un propósito más amplio (y diferente) en mente? Habéis escuchado decir. Quiero mostrar como este Pasaje Garrote fue parte de un dispositivo retórico más amplio que Pablo usó para sentar las bases de su argumento acerca de que los judíos cristianos no eran mejores (o peores) que los gentiles cristianos en Roma. Para prepararlo, Pablo ofrece una breve introducción de su entendimiento del evangelio: Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree; primero para los judíos y también para los griegos. Porque se revela en la justicia de Dios por fe y para fe, como está escrito: “Mas el justo por la fe vivirá”. (Ro 1: 16-17, ESV) Desde el inicio, oyes a Pablo argumentar que las buenas noticias de Jesús significan salvación para todos, tanto judíos como griegos. Todos los cristianos en Roma que escuchan esta carta deberían inhalar profundamente la verdad de que la inauguración del Reino de Dios en la tierra como en el cielo por parte de Jesús es una invitación para todas las personas. El tono ha sido establecido. Luego, comienza nuestra sección en cuestión: Porque la ira de Dios es revelada del cielo en contra de toda la impiedad e injusticia de los hombres, que por su injusticia suprimen la verdad. Porque lo que de Dios se conoce es claro para ellos, pues Dios se lo manifestó. (vv. 18-19, ESV) Lo que viene a continuación, en los siguientes trece versículos, es una extrapolación de cómo estas personas —los “malvados e impíos”— conocían de Dios, pero no lo honraban. Leemos sobre cómo intercambiaron la gloria de Dios por imágenes de seres mortales, y cómo, en retribución, Dios les entregó a sus deseos pecaminosos, como la impureza sexual y la degradación de sus cuerpos. Se nos dice que ellos intercambiaron la verdad de Dios por una mentira y, en lugar de adorar al Creador, adoraron la creación. Y luego, como resultado del alejamiento de Dios, él les entregó a cosas vergonzosas. Aquí es donde llegamos al Pasaje Garrote. Por esta razón, Dios los entregó a pasiones deshonrosas. Pues sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por aquellas que están en contra de la naturaleza; y de igual modo también los hombres dejaron las relaciones naturales con las mujeres y se consumieron con pasión unos por otros, hombres cometiendo actos desvergonzados con hombres y recibiendo en sí mismos la retribución debida por su error. (vv. 26-27, ESV) La sección continúa con una descripción de cómo estas personas impías abandonaron por completo su conocimiento de Dios, lo que les llevó a una mente depravada, y, como resultado, fueron llenos con todo tipo de perversión, maldad y depravación. Concluye con una lista de descripciones no tan amables sobre en quiénes se convertirían estas personas perversas. En pocas palabras, se enuncian diferentes adjetivaciones para describir a un grupo de personas que ha recibido la ira de Dios derramada sobre ellos. Cuando se toma al pie de la letra y se entiende desde la perspectiva tradicional, no es ninguna sorpresa que incontables líderes cristianos —con grandes plataformas y amplia influencia— hayan culpado a “la depravación de aquellos involucrados en comportamientos sexuales con personas del mismo sexo” por las tragedias tales como los terremotos, tsunamis y tiroteos masivos. Esta sección de Romanos 1 nos muestra un gran retrato no muy alentador de lo que sucede cuando la ira de Dios es derramada en las personas perversas. Y puede ser un poco inquietante ver que, al parecer, justo en el medio de esta sección hay palabras que condenan a las personas que participan en actos sexuales con otras de su mismo sexo. Pero ¿debemos tomar esta sección al pie de la letra? Para regresar a una pregunta previa: ¿estos quince versículos deberían ser entendidos como los pensamientos, sentimientos y creencias de Pablo con respecto a las personas perversas que le dieron la espalda a Dios? ¿Deberíamos, entonces, leerlos y obtener una opinión paulina concluyente sobre cómo se siente Dios con las personas que se involucran en actos sexuales con otras del mismo sexo? No lo creo. Y te digo por qué. Estos quince versículos son lo que se conoce como “discurso de estilo directo”, una manera de argumentar algo prefabricado, por así decirlo. Pablo aprovecha este discurso como un dispositivo retórico para lograr un objetivo más amplio. Y, como estoy por demostrar, tal objetivo no está ligado al pensamiento de Pablo con respecto a las personas perversas e impías ¿Recuerdas que Jesús, en los Evangelios, a veces dice “habéis escuchado decir, pero yo os digo…”? Retén ese concepto en tu mente mientras avanzamos, porque creo que Pablo hace algo similar. Unas palabras rápidas sobre Aristóteles y Salomón deberían ayudar a explicarlo. Acumulando culpa e imponiendo límites. En El arte de la retórica, el tratado de Aristóteles sobre el arte de la persuasión, el filósofo detalla lo que nombró como las tres ramas del discurso retórico. A una de ellas la llamó discurso epidíctico. Los oradores usan este modo en particular de persuasión para alabar o culpar a un individuo o grupo. De particular interés para nosotros, si el objetivo del discurso era acumular culpas, entonces el orador reuniría a la audiencia en torno a un odio compartido por un enemigo común. Piensa en los discursos dados por los candidatos presidenciales cada cuatro años. Aristóteles creía que el “estilo epidíctico es especialmente adecuado para las redacciones, porque su función es ser leídas”.5. Pablo estaba bien entrenado en retórica, y los eruditos han visto desde hace mucho la influencia en sus cartas, incluyendo la sección que analizamos en Romanos 1: 18-32. Resulta que este discurso directo coincide con el tono, estructura y propósito de un discurso epidíctico. En otras palabras, los mencionados quince versículos fueron compuestos para persuadir a los lectores (o, dado que estas cartas usualmente eran leídas en voz alta en las iglesias, a la audiencia) de que amontonaran culpas sobre las personas perversas e injustas descriptas ¿Por qué es importante? Porque, en lugar de aislar dos versículos (26 y 27) para condenar la homosexualidad, necesitamos dar un paso atrás y asirnos con el contexto de una forma que ilumine lo que se estaba comunicando. Entender que estos dos versículos son parte de una sección más grande, compuesta con el objetivo de provocar una respuesta emocional en los oyentes originales —un discurso epidíctico— cambiará la forma en que los entendemos. Más aún, no solo está modelado como un discurso epidíctico, también es subversivamente similar (si no completamente derivado) a pasajes encontrados en La sabiduría de Salomón. La Sabiduría de Salomón era un libro bien conocido y ampliamente difundido dentro del judaísmo en algún momento entre el siglo II a. C. y el año 40 d. C. La meta del libro, a menudo llamado Sabiduría, era, en parte, fortalecer la división entre judíos y gentiles; recordarle al pueblo judío que Dios estaba para ellos y en contra de las naciones paganas. Uno de los puntos clave en Sabiduría era exponer el hilo argumental de la depravación entre los gentiles. Era así: Los gentiles fallaron en conocer a Dios → se volvieron a la idolatría → se involucraron en la inmoralidad → recibieron su debido castigo. Esta teología natural era el procedimiento operativo estándar para la comunidad judía durante el tiempo del Nuevo Testamento. Quizás notaste similitudes de ese hilo argumental con aquellos encontrados en los quince versículos. El tono, el lenguaje y los argumentos de Romanos 1: 18-32 son casi idénticos a los de Sabiduría. Y esto es intencional. El objetivo no era solo provocar una respuesta emocional de culpa (discurso epidíctico); sino también traer a la mente las creencias y presupuestos familiares que se tenían en el judaísmo sobre la inferioridad del mundo gentil. Pablo usa (¿pide prestado? ¿escribe?) este discurso que hace eco de La sabiduría de Salomón para evocar los prejuicios de los judíos cristianos en Roma. Tú y yo, leyendo nuestras Biblias en casa, probablemente no nos dimos cuenta (a menos que suelas leer La sabiduría de Salomón, supongo), pero Pablo asumió correctamente que la audiencia en Roma reconocería estos temas, tono y retórica. Saltando la trampa. Ahora que sabemos qué es este pasaje en Romanos 1, veamos por qué Pablo recurrió a este recurso. En otras palabras, ¿por qué suscitó estos prejuicios profundamente arraigados que el pueblo judío tenía hacia los gentiles, sobre todo si su objetivo final era reconciliar esa comunidad fracturada por motivos étnicos? La clave para entenderlo se encuentra en el siguiente versículo de nuestro pasaje, que inicia el capítulo 2: Por lo tanto, no tienes excusas, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas. Pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo, porque tú, el juez, practicas las mismas cosas. (Ro 2: 1, ESV) Luego de quince versículos dedicados a paganos idólatras, cargados del uso de la tercera persona “ellos”, Pablo da un giro y comienza a utilizar la segunda persona: “Por lo tanto, no tienes excusas… en lo que tú juzgas… te condenas a ti mismo... tú, el juez, practicas las mismas cosas” ¿Qué está sucediendo aquí? ¿Qué está haciendo Pablo y por qué? ¿Y qué (te podrás estar preguntando) tiene que ver esto con la homosexualidad? Ya casi llegamos. Lo prometo. Para lograr su objetivo (unir a los judíos y gentiles cristianos), primero debe nivelar el campo de juego. Debe establecer que ningún grupo es superior a otro. Debe desterrar prejuicios arraigados desde hace mucho tiempo, exponerlos y hacer que todos sean conscientes de su igualdad. Para esto, les pone una trampa a los judíos cristianos a través de un discurso que aprovecha los prejuicios hacia sus vecinos gentiles, como si también simpatizara con su postura. Imagina la intensificación de la energía en aquel cuarto, mientras el lector de la carta relata una lista de personas perversas (a saber, los gentiles) que le dan la espalda a Dios, idolatran, se involucran en actos inmorales y, por lo tanto, cosechan juicio Divino. Imagina a los judíos cristianos viéndose entre ellos, palmeándose la espalda, felicitándose porque Pablo está de su lado, del lado correcto. A medida que las palabras iniciales de Pablo les dan a los judíos cristianos la munición para restablecer su poder y posiciones en las iglesias, se puede sentir el pánico de los gentiles cristianos, que se preguntan si tal vez se habían confundido acerca de lo “bueno” de las buenas nuevas. Pero Pablo, después de atraer a su audiencia a la trampa, aprieta el gatillo y revela su propósito. Pasa de hablar de los gentiles a hablarles a los judíos, insistiendo en que no son diferentes y que ni siquiera son mejores. Al juzgar a sus hermanos y hermanas gentiles, han revelado que están en el mismo barco. Si los gentiles (según el prejuicio popular judío, no según Pablo) suprimieron la verdad de Dios por su injusticia (1: 18), ¡entonces los judíos (ahora según Pablo) deben reconocer que ellos suprimieron la verdad de Dios al juzgar a los gentiles (2: 1)! El campo de juego ha sido nivelado, como Pablo resume en el capítulo 3: ¿Qué, pues? ¿Somos los judíos de algún modo mejores? De ninguna manera. Pues ya hemos acusado a todos, tanto judíos como griegos, de que están bajo pecado, como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda; nadie busca a Dios. (Ro 3: 9-10, ESV) El giro del capítulo 2 es donde Pablo pone su atención en los judíos cristianos que no habían encontrado nada objetable en el discurso de 1: 18-32. El erudito bíblico Calvin Porter lo expresa así: “La redirección hacia una segunda persona del singular, junto con el uso de la conjunción coordinante ‘por lo tanto’, indica que el lector que está de acuerdo o es responsable del discurso en 1: 18-32 es la persona a la que ahora se dirige Pablo”.6. Permíteme decirlo de nuevo: si eras un judío cristiano en Roma y estabas de acuerdo de alguna forma con los prejuicios y creencias erróneas sobre las penurias de los gentiles (como se articula en lugares como La sabiduría de Salomón y ahora se reitera aquí en Romanos 1: 18-32), entonces Pablo te está mencionando a ti como la fuente del problema. Es como si Pablo dijera: “No hay excusa para ti cuando lanzas juicios como ese discurso que acabo de recitar, ¡porque cuando juzgas a los gentiles te estás condenando a ti mismo!”. A lo largo del resto de la carta Pablo enfatiza que las comunidades fracturadas necesitan dejar de juzgarse entre sí, porque el juicio es únicamente de Dios (ver Ro 14: 12-13) En sus capítulos de apertura, Pablo aborda cómo la perspectiva judía tradicional del mundo gentil es en sí misma enemiga del evangelio. Dicha perspectiva, que encontramos en 1: 18-32, se alza en oposición a la misión paulina con los gentiles, y añade combustible al fuego de la ya fracturada comunidad. Así que, comenzando con el capítulo 2, explica cómo las ideas en 1: 18-32 no están de acuerdo con el evangelio que él predica. En otras palabras, en los capítulos 2-4 de dedica un tiempo a deshacer los argumentos y suposiciones afirmadas en 1: 18-32. Por ejemplo:

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Repensar nuestro mal uso de la Biblia sobre la Homosexualidad

de Colby Martin. 2020, JUANUNO1 Ediciones.

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Título de la publicación original: “UnClobber”.

un sello editorial de JuanUno1 Publishing House, LLC.

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