Читать книгу Los latidos de Yago (Yago's Heartbeat) - Conchita Miranda - Страница 16
ОглавлениеApenas empezaba a desdibujarse la figura de mi viejo amigo, cuando
de pronto, la suave y ágil mano de un niño, llena de dedos inquietos
y algo sucios, me arrancó de aquella melancólica escena. Sopló y sopló.
—¡Qué bonita! —pensó, y me metió en su bolsillo.
Al llegar a su casa y cogerme de nuevo, se dio cuenta
de mi agujerito y me dijo:
—¡Vaya! Eres diferente como Yago. Tienes que conocerle.