El Viaje De Los Héroes
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Cristian Taiani. El Viaje De Los Héroes
Índice
CAPÍTULO 1. La última visión
CAPÍTULO 2. El Mercado Oscuro
CAPÍTULO 3. La Academia de Magia
CAPÍTULO 4. El Tomo de la Terra
CAPÍTULO 5. La sombra danzante
CAPÍTULO 6. La Isla Alquímica y el secreto de la ruina
CAPÍTULO 7. El metal rojo de los Jardines de Piedra
CAPÍTULO 8. El reloj de arena del tiempo
CAPÍTULO 9. La niebla negra
CAPÍTULO 10. Los lobos no tienen nombre
CAPÍTULO 11. El actor, el marido y la mujer
CAPÍTULO 12. El regreso de Rhevi
CAPÍTULO 13. El viaje en el tiempo
CAPÍTULO 14. El incubo de Breno
CAPÍTULO 15. El valor de los sentimientos
CAPÍTULO 16. El regreso a Vesve
CAPÍTULO 17. Elficidio
CAPÍTULO 18. El funeral verde
CAPÍTULO 19. Los orígenes del mal absoluto
CAPÍTULO 20. Las tierras de la oscuridad
CAPÍTULO 21. En presencia de la Venerable Tasha
CAPÍTULO 22. La estirpe de los enanos
CAPÍTULO 23. El dolor de Agata
CAPÍTULO 24. Adivina esto
CAPÍTULO 25. Adalomonte contra Talun
CAPÍTULO 26. La tormenta perfecta
CAPÍTULO 27. Leviatán
CAPÍTULO 28. El renacimiento del Baluarte Negro
CAPÍTULO 29. Merope, la ciudad submarina
CAPÍTULO 30. Los ojos de un asesino
CAPÍTULO 31. Las reliquias divinas
CAPÍTULO 32. El único rey de las montañas
CAPÍTULO 33. El grano y Agata
CAPÍTULO 34. Adios, amigo mío
CAPÍTULO 35. Talun se reúne con Talun
CAPÍTULO 36. El encuentro con Galvano
CAPÍTULO 37. La era de la oscuridad
CAPÍTULO 38 ¡En marcha, héroes!
CAPÍTULO 39. Gli Eldar
CAPÍTULO 40. Kiron
CAPÍTULO 41. El soldado
CAPÍTULO 42. Sangre de hierro
PERSONAJES DE INGLOR
AGRADECIMIENTOS
Tabla de contenidos
Отрывок из книги
Transformaré
lo que es imposible, inevitable.
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Un turbante color marrón cubría su rostro, sólo sus brillantes ojos estaban descubiertos, su cuerpo estaba envuelto en una túnica blanca de seda, de la cual sobresalía un segundo atuendo de color azul oscuro.
"Lo siento, no era mi intención, quédese con esto como compensación". Le arrojó una bolsa al comerciante. Brillantes monedas salieron lanzadas por todas partes, atrayendo la mirada de los curiosos, quienes inmediatamente corrieron hacia el mostrador como buitres hambrientos. No había rastro del joven del turbante.
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