Читать книгу Jamás Tocada - Dakota Willink - Страница 6

PARTE 1
3

Оглавление

FITZ

Cabreado como el infierno, arrojé mi bolsa de lona sobre el colchón en el granero. Llamarlo un colchón era una exageración. En realidad, era solo una gran almohadilla extendida sobre un par de pacas de heno. Si, heno. Iba a dormir como la maldita ayuda contratada de la granja. Supongo que, en cierto modo, lo era. Solo que no me pagaban por estar aquí.

"Esto es tu culpa", le espeté a Devon. “Podrías haber mantenido la boca cerrada, pero no. Tenías que ser un idiota, y ahora, esa chica nos está aniquilando. Quiero decir, ¡ella nos convirtió en jodidos conserjes!".

Me hizo señas para marcharme mientras sacaba algunas cosas de su bolso.

"¿Yo? Creo que la cabreaste primero cuando la llamaste ‘cariño’. En serio, hombre. ¿Viste su cara?".

"Sí, probablemente no debí haber hecho eso", admití.

"Relájate. Esta noche no estuvo tan mal. Todo lo que el Sr. Jimmy nos obligó a hacer fue barrer algo en el salón principal. ¿Dónde más podría habernos asignado la señorita mandona Cadence? ¿Creías que te asignarían a enseñar danza?".

"Sí, claro", me burlé. La idea era risible. "Honestamente, probablemente tengas razón. Escuchaste el currículum de esa chica, Sophie. No nos habrían asignado a ninguno de los estudiantes en ese lugar. No sabemos nada de esta basura artística. Solo la crema de la cosecha enseña aquí".

"Oh sí. Sophie definitivamente era la crema de la cosecha. Algo así me hace desear que me hubieran asignado para ser maestro de baile. No me importaría que bailara alrededor de mi verga".

Alcé una ceja curiosa.

“¿Qué le pasó a la flautista? ¿No era lo suficientemente adulta?".

"Oh diablos, no. Te dije que no cometería ese error. ¿No la viste en la reunión de líderes del campamento? Se llama Jessica y tiene veinte años. Es su segundo verano enseñando aquí. Ella está con los seleccionados de la música", me dijo. Él mostró una sonrisa maliciosa y agregó: "Me voy a reunir con ella en unos minutos".

Yo sonreí.

"¿Va a llevar la flauta?".

"Eso espero", dijo Devon con un movimiento de cejas.

Sacudí mi cabeza y me reí.

“Te mueves rápido, hombre. Que te diviertas".

"¿Por qué no vienes conmigo? Tal vez ella tiene una amiga".

“No, tú ve. Creo que iré a la zona de baños y me daré un baño".

"No seas cobarde. Vamos", presionó Devon. Brevemente consideré ir con él. Si su flautista tenía una amiga, un poco de compañía femenina podría distraerme de la miserable situación en la que me encontraba. El problema era que no quería que ninguna mujer me hiciera compañía. Solo quería una.

Cadence.

No tenía idea de por qué la quería. Era como un grano en el culo, una sabelotodo remilgada. Si su postura rígida fuera algún tipo de perspicacia, yo diría que ella también era una mojigata.

Ella también estaba fuera de los límites. La fruta prohibida.

Sin embargo, no podía dejar de pensar en ella. No tenía sentido, ella ni siquiera era mi tipo.

Eché un vistazo a Devon, que se estaba poniendo un par de zapatos de cuero. Quería decirle lo que estaba pensando sobre Cadence, la chica cuyo olor a vainilla era como una droga adictiva que nunca quería dejar de oler, pero cuando hablé, no pude encontrar las palabras para describir lo que estaba pensando.

"Por lo que dijo el Sr. Jimmy, espera que nos reportemos mañana a las seis de la mañana", respondí. "Quiero dar el golpe al heno temprano esta noche".

Devon se echó a reír.

"¡El golpe al heno! ¡Nunca había entendido esa expresión hasta ahora!".

Mi ceño se frunció en confusión hasta que vi hacia dónde señalaba Devon. Seguí su dedo hacia el fardo de heno que sería mi cama durante los próximos tres meses. La comprensión me llegó, y sonreí.

Jodidamente ridículo.

A pesar de la histeria de Devon, no consideraba nada de esto remotamente divertido. Sentía que vivía en una versión actual de La Pequeña Casa en la maldita Pradera. [Nota de la traductora: Hace alusión a la serie de TV, ‘Little House on the Prairie’].

"No llegues demasiado tarde, amigo", advertí. "No voy a ser responsable de sacar tu trasero de la cama por la mañana".

"Sí, sí. No seas celoso porque estoy teniendo acción en el primer día mientras tú te quedas aquí como un idiota", dijo mientras se balanceaba sobre el peldaño superior de la escalera. "Te veré más tarde".

Vi la cabeza de Devon desaparecer por la escalera y suspiré. Hoy había sido un largo día. Tenía calor, estaba sudoroso y me sentía miserable. La idea de una ducha nunca había sonado tan bien. Abrí mi bolsa de lona, agarré mis artículos de tocador y un par de pantalones cortos de gimnasia, los tiré en una bolsa con cordón más pequeña y seguí el camino de Devon por la escalera.

Después de salir del granero, miré alrededor del campamento. Se sentía pesado y silencioso. Tan tranquilo. Los insectos zumbaban en los enormes árboles que abrazaban la noche tranquila, y el sonido de los grillos era el único ruido que se podía escuchar. Era un fuerte contraste con todo el alboroto durante la hora de la cena. Estudiantes demasiado ansiosos se habían amontonado en el Salón del Creador, actuando como si no hubieran comido en una semana, invadiendo el lugar como buitres. En el momento en que Devon y yo llegamos allí para tomar nuestra cena, ya había escasez. Aprendimos en ese mismo momento, que tendríamos que llegar temprano al salón si teníamos la esperanza de conseguir algo decente para comer.

Ahora, parecía que los estudiantes se escondían durante la noche, pero apenas eran las diez en punto. No me importó. Con suerte, significaría que tendría una ducha pacífica.

Cuando entré en la zona de baños, no era como lo esperaba. Tal vez supuse que encontraría algo que recordara mis acostumbrados arreglos para dormir, pero estaba más acorde con el aspecto moderno del Salón del Creador. Las baldosas de cerámica revestían los pisos y las paredes, los accesorios de baño plateados parecían haber sido recientemente pulidos hasta quedar con una brillante limpieza. La pared a mi derecha tenía estantes forrados con toallas multicolores, mientras que la pared contigua tenía un espejo horizontal largo y una encimera con al menos veinte lavabos individuales. Al frente, había una habitación separada, supuse donde estaban ubicadas las regaderas. Después de tomar una toalla de uno de los estantes, me dirigí en esa dirección.

Veinte minutos después, me había bañado vestido con un par de pantalones cortos de gimnasia, sin molestarme en ponerme una camiseta. Lo más probable era que se iba a empapar de sudor una vez que saliera. No importaba que el sol se hubiera puesto, la noche aún era más calurosa que el infierno. La ligera brisa de más temprano en el día había muerto, haciendo que el aire estancado fuera aún más húmedo y pegajoso.

Al acercarme a las puertas del granero, disminuí mis pasos. Todavía no tenía ganas de acostarme. Me sentía inquieto por alguna razón. Quizás era el silencio de la noche oscura. No estaba acostumbrado. Después de haber pasado los últimos cuatro años en la Universidad de Georgetown, el campus a menudo estaba lleno de algo o de otro, especialmente en los dormitorios. Comencé a lamentar no haber ido con Devon. Por lo menos, me habría dado algo que hacer.

Por impulso, arrojé mi bolso con cordón dentro de las puertas principales del granero. Quería explorar este lugar y ver dónde me encontraba realmente este verano. El campamento estaba rodeado de bosques. Tenía que haber rutas de senderismo de algún tipo. Manteniendo esa esperanza, me dirigí hacia las afueras del campamento.

Mientras caminaba, pasé por numerosas cabañas. Todas tenían nombres artísticos como Clarinet Chalet y Harmony Hearth. Incluso el camino por el que caminaba se llamaba Camino Acuarela. Supuse que algunos lo llamarían encantador. Para mí, solo gritaba aburrimiento. No era como si no apreciara a aquellos con talento. Demonios, la madrastra número tres solía arrastrarme al Centro Kennedy en D.C. para ver actuaciones más veces de las que podía contar. Aunque nunca se lo admití, disfruté las obras y los musicales que vi. Fue un escape de la realidad, incluso si era solo por unas pocas horas. Sin embargo, mirar era una cosa. Estar en medio de una producción era algo completamente diferente, y definitivamente no era lo mío.

Una vez que llegué al borde del campamento, una excitante emoción me atravesó cuando vi un camino de tierra que conducía al bosque. No era muy ancho, se estrechaba en áreas donde el arbusto había crecido demasiado. Aún así, parecía que estaba en uso. Podía ver dónde las plantas habían sido pisoteadas recientemente. Tomando eso como una buena señal, continué.

El camino era sinuoso y cuesta abajo, pero relativamente corto. Afortunadamente, había luna llena, permitiendo que suficiente luz se filtrara a través de los árboles para poder ver a dónde iba. Después de unos diez minutos de caminata, llegué al pie de la colina. Los árboles se separaron para revelar una amplia extensión de tierra plana con un lago de tamaño decente en el medio. La luna se reflejaba en la superficie de vidrio, creando un espejo para los altos robles y pinos que la rodeaban. Miré a mi alrededor, esperando encontrar más edificios con nombre artístico, pero no había ninguno. La única estructura era un pequeño muelle justo delante de donde estaba parado.

Lotería.

La ubicación era increíble. Suponiendo que se me permitiera tiempo libre, pasaría gran parte de él aquí. Podría hacer mi propio retiro, una especie de respiro antes de tener que volver a la realidad de mi vida en septiembre.

Una punzada de temor me golpeó cuando pensé en el futuro que mi padre ya había decidido por mí. La última vez que lo vi, la conversación había sido sombría. Estaba sin opciones. Oficialmente era dueño de mi trasero. Sus palabras de despedida para mí sonaron en mi mente.

"Haremos públicas las noticias una vez que completes tu sentencia. Afortunadamente, nos las arreglamos para mantener tu error fuera de los periódicos. Tu ausencia será una explicación simple. Les diremos a todos que estabas en una misión voluntaria trabajando con niños. La prensa se lo tragará. Luego diremos, ya que hayas regresado, que no puedes esperar para comenzar la siguiente fase de tu vida. La fecha ya ha sido establecida. Los planes se finalizarán mientras no estés. Tienes tres meses. No lo jodas entre ahora y entonces".

Cerré los ojos y sacudí la cabeza. Intentando alejar los pensamientos, di unos pasos hacia el muelle.

Me detuve en seco cuando escuché un crujido a mi izquierda. Una veta dorada surgió del borde del bosque a unos quinientos metros de distancia. Saltó al muelle antes de detenerse en el borde. Era un perro, un golden retriever para ser exactos. Estaba mirando hacia atrás al lugar de donde había venido, moviendo la cola expectante. Mis ojos se dirigieron hacia donde miraba el perro.

Y ahí fue cuando la escuché.

"¡Dahlia, espérame, niña!".

Cadence salió del bosque con un ligero movimiento, su cabello dorado brillaba bajo la luz de la luna. Su mano estaba envuelta alrededor del asa de una caja rectangular de algún tipo, pero no pude distinguir exactamente qué era.

No sé por qué, pero entré en pánico. Era como si tuviera miedo de ser atrapado a pesar de que no había hecho nada malo. Retrocedí unos pasos hasta llegar al camino de tierra. Escondiéndome en la oscura cubierta del bosque, me agaché detrás de un árbol y miré alrededor.

Cuando Cadence llegó al muelle, la perra dio vueltas alrededor de sus piernas con impaciencia mientras colocaba la caja en las tablas de madera debajo de sus pies. Se agachó y rascó al perro detrás de las orejas, luego sacó un palo del bolsillo trasero de sus jeans cortos. Bromeó con el perro por un momento o dos, haciendo que el perro ladrara y saltara. La escuché reír, un sonido gutural y melodioso antes de tirar el palo al lago. El perro salió disparado, saltó del muelle y entró al lago con un fuerte chapoteo, perturbando la calma de la noche.

Observé al perro en medio del agua ondulante por un momento antes de volver mi atención a Cadence. Estaba inclinada sobre la caja a sus pies. Un segundo después, la música comenzó a sonar. Fue entonces cuando me di cuenta de que la caja que llevaba era un Boombox. No pensé que la gente realmente los usara más. Por su tamaño, tenía que ser un modelo más antiguo. El sonido de U2 se vertió a través de los altavoces, la música se transmitió sin esfuerzo en el aire quieto.

El perro regresó y la pareja continuó jugando a buscar. Mis ojos se quedaron pegados en Cadence. No podía dejar de mirarla. Solo hacerlo me quitaba el aire de los pulmones. Estaba hipnotizado.

Su cabello todavía estaba recogido en la parte superior de su cabeza en ese nudo al azar. Con la forma en que la luz de la luna brillaba detrás de ella, pude ver algunas piezas onduladas cayendo alrededor de su rostro, creando un efecto de halo. Su camiseta blanca se aferraba a su cuerpo, metida firmemente en la cintura de sus jeans cortos. Ella era impresionante. Maravillosa. Y tan increíblemente sexy. Todo el paquete enviaba un escalofrío de lujuria por mis venas, pinchando en mi miembro. Ninguna chica había generado una reacción tal en mí.

Inesperadamente, alcanzó el borde de su camisa y se la sacó por la cabeza. Una ráfaga de aire llenó mis pulmones y mis bolas se apretaron. Cuando se agachó para quitarse los jeans cortos, juré en voz baja.

"¡Mierda!".

Lo último que necesitaba era ser atrapado siendo un mirón. Necesitaba salir de allí; sin embargo, me detuve cuando me di cuenta de que llevaba un bikini debajo de la ropa. Incapaz de apartar mis ojos, mi mirada recorrió la forma de sus curvas, completamente fascinado mientras la veía moverse hacia el borde del muelle. Levantando los brazos sobre su cabeza, se zambulló en el agua y desapareció de la vista.

Unos momentos más tarde, ella resurgió y nadó hacia la orilla del agua. Una vez que la alcanzó, salió y regresó al muelle. El perro la siguió, meneando la cola y con el palo en la boca, esperando ansiosamente otro lanzamiento.

Escuché a Cadence reír.

"No, Dahlia. Es suficiente por esta noche".

Parecía que su breve visita al lago estaba llegando a su fin, y sabía que esa era mi señal para irme. No quería que ella me encontrara accidentalmente. Ella probablemente pensaría que yo era un acechador trastornado.

Me alejé de mi escondite detrás del árbol y volví al camino. Justo cuando estaba a punto de irme, escuché un leve grito. El grito fue seguido rápidamente por un chapoteo, y el perro comenzó a ladrar. Me volví, pero no vi a Cadence por ningún lado. Lo único que vi fueron las ondas de agua rodando a la luz de la luna.

¿Se cayó en el lago? ¿O acaba de saltar de nuevo?

Esperé a que reapareciera. Los segundos pasaron, pero parecieron minutos.

No veía a Cadence. El perro continuaba ladrando.

Mierda.

Sin pensar, corrí hacia el agua. A toda prisa me quité las sandalias de cuero y corrí hacia el borde poco profundo del lago. El perro me vio, su ladrido se volvió loco y protector. Ella comenzó a perseguirme en el agua, pero la ignoré. Una vez que llegué hasta la cintura, me zambullí y comencé a nadar hacia el área donde vi ondular el agua.

Comencé una búsqueda inútil. No podía ver nada. Solo oscuridad. Las sombras bailaban mientras los rayos de luna se interrumpían de la corriente con cada brazada que daba. Traté de sentir mi camino alrededor del fondo del lago. Mis manos se abrieron paso entre el grueso lecho de hierba y roca bajo el agua. No pasó mucho tiempo antes de que comenzara a confundirme, ya que las viejas imágenes se enredaban con el presente, salpicando mi visión y haciendo que me desorientara.

Una piscina.

Un par de ojos abiertos llenos de pánico y extremidades hinchadas.

Los gritos.

La policía.

Todo me vino de repente, los recuerdos me persiguieron hasta que perdí por completo mi rumbo. Ni siquiera estaba seguro si ya estaba en el lugar correcto, solo sabía que tenía que encontrarla. Me empezaron a doler los pulmones, necesitaba tomar aire pronto.

Rápidamente resurgí para tragar un soplo de aire y miré a mi alrededor. Estaba cerca del borde del muelle y cerca de donde vi el chapoteo. Respirando profundamente, me sumergí nuevamente en el agua. Fue todo lo que pude hacer para evitar que el pánico me alcanzara.

Me abrí paso por el agua por lo que parecieron eones antes de salir a la superficie una vez más. Mi corazón latía con fuerza y cada vez me faltaba el aliento mientras trataba de hacer retroceder mis miedos. Estuve en el lugar por un segundo o dos antes de decidir nadar a un área menos profunda. Una vez que sentí que mis pies tocaban el fondo fangoso, grité a través de los pulmones roncos: "¡Cadence! ¡Cadence!".

Escuché una fuerte toma de aire por encima de mí y alcé la vista.

"¿Qué estás haciendo aquí?". Exigió Cadence. Se encontraba en el muelle sobre mí, con la cara horrorizada y llena de acusaciones.

El alivio me inundó antes de que fuera rápidamente reemplazado por la vergüenza. Para ella, con mis brazos agitándose en el lago y la forma en que grité su nombre con evidente alarma, debí parecer un completo idiota. Debí haber esperado un poco más para que reapareciera. En cambio, había actuado por impulso, permitiendo tontamente que mi miedo al pasado tomara cualquier tipo de pensamiento racional.

Sin embargo, allí estaba ella. Estaba perfectamente bien, en el muelle, seca, y no se ahogaba en el fondo del lago.

Soy un maldito imbécil.

Intentando recuperar algo de dignidad, la miré intencionadamente y traté de parecer lo más indiferente posible.

"Salí a caminar y terminé aquí. Pensé que te habías caído". Le dije encogiéndome de hombros. Para un efecto adicional, le lancé una sonrisa arrogante a pesar de que sentí todo lo contrario. Cuando mis ojos viajaron a su estómago desnudo, ella jadeó de nuevo. Cruzando los brazos sobre su cuerpo, retrocedió hasta desaparecer de mi vista.

Maldición.

Traté de salir rápidamente del lago, pero la presión del agua contra mis muslos ralentizó mi progreso. Cuando lo logré, Cadence ya tenía los pantalones cortos y la camiseta puestos y se estaba poniendo los zapatos. Su perro, Dahlia, yacía tranquilamente sobre sus talones. Ambos levantaron la vista cuando subí al muelle.

"No es educado espiar a la gente", murmuró Cadence mientras yo caminaba hacia ella.

"No estaba espiando. Como dije, iba a dar un paseo y encontré este lugar", le dije. Ella no respondió. En cambio, se inclinó para silenciar la radio que todavía siguió sonando. "Espera, esa es una buena canción. No la apagues".

Su postura rígida pareció suavizarse un poco cuando me miró con ojos curiosos.

"¿Te gusta U2?", ella preguntó.

"¿A quién no?".

Ella sonrió levemente, parecía relajarse un poco más antes de ponerse rígida de nuevo.

"Es cierto, pero se está haciendo tarde. Debo irme", dijo ella.

No quería que ella se fuera. Quería que volviera a poner la música. Quería quedarme en el muelle con ella, escuchando juntos en la noche tranquila mientras mirábamos las estrellas que salpicaban el cielo. Y si una cosa llevaba a la otra, no me quejaría.

Por mucho que quisiera convencerla de que hiciera exactamente eso, lo pensé mejor. Otro día tal vez. Mi orgullo acababa de recibir un golpe bastante grande después de la tonta búsqueda de su cuerpo potencialmente ahogado. Necesitaba más tiempo para recuperarse antes de hacerle otro pase. Además, obviamente se sentía incómoda en mi presencia. Simplemente no estaba seguro de si había sido por la línea barata que había usado con ella más temprano en el día o por el hecho de que estaba invadiendo su privacidad aquí en el lago.

Se inclinó para recoger su Boombox, luego le silbó a Dahlia. El perro se puso de pie. No estaba seguro de qué me había obligado a hacerlo, pero extendí la mano y envolví con mis dedos su brazo delgado. La electricidad parecía chisporrotear bajo mi palma, sorprendiéndome tanto que casi me alejo. Sin embargo, de alguna manera mantuve mi agarre firme.

"Cadence", dije, su nombre que pareció más como una pregunta.

"¿Sí?".

"Siento haberte espiado. No quise hacerlo".

A la luz de la luna, pude ver su rostro sonrojarse ante mis palabras, y su piel se calentó bajo mi mano.

"Está bien", dijo con timidez, tomándome por sorpresa. "Gracias por intentar… um, salvarme".

Mi mano se mantuvo en su brazo por un momento más, antes de que ella retrocediera lentamente y estuviera fuera de mi alcance. Dejado solo en el muelle, vi como Cadence y Dahlia desaparecían en la cubierta del bosque.

Jamás Tocada

Подняться наверх