Читать книгу Versos Breves Sobre Delfines Juguetones - Juan Moisés De La Serna, Dr. Juan Moisés De La Serna, Paul Valent - Страница 7

2. Tranquilamente mirando

Оглавление

Tranquilamente mirando

ella iba entretenida

cuando escuchó a lo lejos

una voz que conocía.

Enseguida a volar

la palomita echaba

y a encontrar a su amigo

deprisa se acercaba.

Porque nuestra amiguita

en el mar había escuchado

a alguien que la llamaba

y acudía a su lado.

Era la voz del delfín

la que le había llamado

estaba entrando a puerto

en una red enganchado.

La paloma vio enseguida

el peligro que había

piensa lo que puede hacer

y a quien se lo decía.

Por más que le daba vueltas

no encontraba solución

y el tiempo se pasaba

cuando se le ocurrió.

Buscaría a un amigo

ese que ella tenía

un anciano que la daba

de comer todos los días.

Volando hasta el balcón

la paloma ha llegado

y picotea el cristal

y el anciano se ha enterado.

¿Qué te pasa palomita?

no es hora de comer

le dice el ancianito

cuando la acaba de ver.

Ella sigue con el pico

no se quería parar

tiene que decirle algo

y se tiene que enterar.

Y como era muy lista

se ha hecho comprender

ha avisado al anciano

que rápido va a ver.

En el puerto que está cerca

el anciano está mirando

y ha visto al delfín

las penas que está pasando.

No se podía soltar

pues la red le retenía

el anciano con presteza

rápido lo arreglaría.

El barco es de su hijo

y enseguida él soltó

a aquel delfín chiquito

que nadando se marchó.

Y gracias a la paloma

que la forma encontró

de ayudar a su amigo

este feliz se sintió.

AMOR

3. Los acantilados llenos

Los acantilados llenos

esta mañana estaban

de foquitas aburridas

que por allí se encontraban.

Una pequeña foquita

quería juguetear

y corriendo se metió

de un salto en el mar.

Nadaba por esas aguas

buscando un jugador

alguien que quiera hacerlo

para encontrarse mejor.

De pronto vio a lo lejos

un pequeño pececillo

nadó corriendo al verlo

aunque no fue tan sencillo.

El pez que la había visto

se puso fuerte a nadar

pues comida no quería

ser allí en el ancho mar.

Sabía que si la foca

llegaba a donde él estaba

esta abriría la boca

y del pez nada quedaba.

La foquita agotada

de tanto nadar allí

se paró ya no quería

seguirle y llegó un delfín.

―Foquita te veo rara

y muy agotada vas

¿por qué has nadado tanto?

muy lejos de casa estas.

La foquita no había visto

en su vida a un delfín

pero le pareció bueno

para jugar por allí.

―¿Quieres tú jugar conmigo?

―rápido le preguntó―,

no tengo ningún amigo

y mucho me aburro yo.

El delfín dijo, ―Encantado.

Se pusieron a jugar

el pececillo de lejos

no dejaba de mirar.

Un poco envidia tenía

porque él solito estaba

aburrido se sentía

pues él con nadie jugaba.

La foquita y el delfín

jugando se divertían

y el pececillo allí

mirando se aburría.

Desde lejos el delfín

al pececillo allí vio

―Vente a jugar con nosotros

―corriendo le indicó.

El pececillo con miedo

pues muy grandes eran los dos

se acercó un poquito

y esto les preguntó.

―Si juego yo con vosotros

me tenéis que prometer

que porque sea pequeño

no me vais luego a comer.

La foquita extrañada

se acercó al pececillo

y dijo ―Yo no hago nada

no eres un bocadillo.

Y jugando, y jugando

se perdieron en el mar

una foca, un delfín

y un pececito allá.

No sabían dónde estaban

ni conocían el lugar

la corriente los llevaba

y fueron aquí a parar.

A esta playa tan bonita

donde los encontré yo

jugando con la foquita

con el delfín nadador.

El pececito contento

porque no estaba aburrido

ahora en el mar adentro

o en la playa han salido.

Así se pasan la vida

los amiguitos aquellos

su vida no es aburrida

porque mucho juegan ellos.

AMOR

Versos Breves Sobre Delfines Juguetones

Подняться наверх