Читать книгу Versos Breves Sobre Hormiguitas - Juan Moisés De La Serna, Dr. Juan Moisés De La Serna, Paul Valent - Страница 6
Оглавление1. LA HORMIGUITA SONRISITAS
Un día de lluvia hacía
y no podía salir
en el hormiguero estaba
y yo pasé por allí.
Sentada en aquel banco
me puse a descansar
y de pronto en el zapato
me la vine a encontrar.
La miré con atención
algo de ella me extrañó
y al volver a mirar
la hormiga me sonrió.
¡No me lo podía creer!
estaría yo soñando
pero lo volvió a hacer
y se quedó esperando.
Muy quietecita estaba
en lo alto del zapato
y yo allí la miraba
y así pasé un buen rato.
Estando ya más tranquila
con el dedo la cogí
y me la puse en la mano
y yo también sonreí.
―¡No me vayas a aplastar!
―al pronto yo escuché
no me lo podía creer
y muy fija la miré.
―Sí, es que tú eres grande
y hasta me puedes matar
y yo que soy pequeñita
sólo quiero pasear.
―¿Es cierto estás hablando?
pues te puedo escuchar
estate aquí tranquila
que no te voy a dañar.
»Pero dime cómo es
que tú me puedes hablar
las hormiguitas no hablan
seguro que no es real.
―Mira si quieres te digo
algo para que tú sepas
pero mejor ven conmigo
y obtendrás más respuesta.
»Pues veo que eres curiosa
y te quieres enterar
por qué una hormiga habla
y te lo quiero mostrar.
Con ella sobre mi mano
hacia allí me dirigí
donde ella me indicaba
ahora te lo digo a ti.
El aspersor se paró
el agua ya no caía
y de llover ya dejó
eso la hormiga creía.
―Ahora verás salir
a todas mis hermanitas
que van a buscar comida
y se ponen en filita.
Yo miré atentamente
donde ella me indicaba
y al pronto apareció
una así asomaba.
Salió con mucho cuidado
lentamente apareció
y fuera del agujero
y a otra le precedió.
Al ratito eran muchas
las que allí se veían
y una filita puesta
en el suelo se movía.
Las seguí atentamente
no quería molestar
y llegando a una planta
se pusieron a buscar.
Pero lo que me extrañó
era que ellas hablaban
y allí estaba yo
escuchando y me miraban.
La que tenía en la mano
me dijo, ―¡Baja y verás!
cómo todas dicen algo
y te quieren enseñar.
Yo no salía de mi asombro
y a mi amiga pregunté
―¿Qué me enseñará una hormiga?
¿Qué puede ella saber?
Con su sonrisa en la boca
que aún no había dejado
me dijo, ―Escucha atenta
y mira para ese lado.
Un gatito allí había
que antes no me fijé
hablando con una hormiga
y yo bien los escuché.
Aquello no era cierto
y los ojos me froté
“Debía de estar durmiendo”
eso es lo que pensé.
Pero sí, era bien cierto
el gatito allí estaba
charlando con la hormiguita
mientras ella trabajaba.
Y los dos amigos eran
y se llevaban muy bien
esa hormiga y el gato
me hicieron comprender.
Que todos si lo queremos
amigos podemos ser
y no pelearnos nunca
eso debemos hacer.
Que siendo todos amigos
felices vamos a ser
estaremos más unidos
y nos podremos querer.
AMOR