Читать книгу Técnicas para el diagnóstico de endoparásitos de importancia veterinaria - Efraín Benavides Ortiz - Страница 7
Introducción
ОглавлениеLa parasitología es la ciencia que estudia los parásitos; organismos que viven dentro o sobre otros organismos vivos, obteniendo de ellos nutrientes sin brindar compensación a cambio. De cualquier forma se entiende que el asunto se trata de la convivencia entre diversos organismos animales, en la que existe un componente coevolutivo, por lo cual se habla de diversos niveles de esa asociación y se describe la ocurrencia de comensalismo, mutualismo, simbiosis, foresis y parasitismo propiamente dicho, lo cual, por lo general, ha implicado que el parásito viva a costa del animal del que obtiene su sustento. Sin embargo, en la naturaleza, la convivencia tiende a llegar a niveles de equilibrio por lo que no necesariamente el parasitismo es perjudicial para el animal con el que convive. En consecuencia, se ha sugerido (Soulsby, 1982) que se debe entender el concepto de parasitismo como una relación en la cual un organismo (el parásito) es dependiente metabólicamente en mayor o menor extensión de otro organismo (el huésped). En términos biológicos se considera que un parásito está más adaptado a su huésped, cuando le produce menor daño (Botero y Restrepo, 1999).
En términos amplios, las definiciones de parasito y parasitismo abarcan todas las asociaciones biológicas entre organismos vivos, también pueden involucrar a organismos patógenos de distintos niveles del árbol de la vida, virus, bacterias, hongos, etc., pero, por costumbre, en las ciencias médicas y en las veterinarias generalmente se ha restringido el término parásito solamente para organismos eucariotas y metazoarios, es decir, los protozoarios, helmintos y artrópodos (Soulsby, 1982; Botero y Restrepo, 1999).
Aunque existen diversas formas de clasificar los organismos parásitos, generalmente estos se catalogan de acuerdo con su ubicación, es decir, pueden ser parásitos externos o ectoparásitos y parásitos internos o endoparásitos. Mientras los artrópodos, en su mayoría, actúan como ectoparásitos, los endoparásitos están representados por los protozoarios, organismos eucariotas unicelulares microscópicos y por los helmintos, organismos metazoarios que están actualmente agrupados en tres filos del reino animal: Acantocephala, Platyhelmintes y Nematoda (Soulsby, 1992; Bowman, 2009).
Los ciclos de vida de estos organismos son diversos y complejos. En la evolución conjunta se han embebido en las cadenas alimenticias y hábitos de los huéspedes e incluyen componentes parasíticos dentro del animal y de vida libre en el ecosistema; sin embargo, su entrada y salida del organismo parasitado ocurre a través del sistema digestivo —con excepción de los organismos que son transmitidos por la picadura de un vector artrópodo o los que penetran activamente a través de la piel—. Entonces, en las materias fecales de las diversas especies animales se pueden encontrar huevos, larvas, trofozoítos, ooquistes y ocasionalmente parásitos adultos de endoparásitos que habitan en el tracto digestivo y en el sistema biliar, pero también de los parásitos pulmonares y del sistema nervioso y circulatorio (Sloss, 1970; Thienpont, Rochette y Vanparijs, 1979). Esto brinda la oportunidad de utilizar las heces como punto importante de partida para el diagnóstico e investigación parasitológica; la descripción de estas técnicas es un componente central de este manual, el cual se acompaña de imágenes ilustrativas.
La primera experiencia del autor de este manual con las técnicas parasitológicas requeridas para el examen coprológico fue en el Laboratorio de Investigaciones Médicas Veterinarias (LIMV) del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), a inicios de la década del ochenta. En este laboratorio estaban en curso diversas investigaciones sobre la epidemiología de parásitos en rumiantes (Rivera, Parra, García y Aycardi, 1983) y se procesaban las muestras que llegaban al centro de diagnóstico de Bogotá. Las técnicas allí utilizadas eran las recopiladas a partir del texto de Parra y Vizcaíno (1979), el cual es una referencia imprescindible para el parasitólogo veterinario en Colombia. Esas técnicas se estandarizaron en Colombia en el marco de proyectos de cooperación internacional, particularmente, gracias a los convenios del ICA con Texas A&M y el convenio colombo-inglés.
Posteriormente en el Centro de Medicina Veterinaria Tropical (CTVM), de la Universidad de Edimburgo, en el marco de la maestría en Ciencia Veterinaria Tropical se volvieron a retomar estas técnicas en el curso de helmintología aplicada (Sewell, Hammond y Wright, 1983). En esta ocasión fue interesante estudiar diversas modificaciones de las técnicas, principalmente para permitir su aplicabilidad bajo diversas y adversas condiciones en el trópico, con énfasis especial en las condiciones de los servicios veterinarios de las excolonias británicas en Asia y África, donde los problemas parasitarios son de primera importancia en animales domésticos y silvestres. Las técnicas desarrolladas en el ctvm son concordantes con aquellas recomendadas por el Central Veterinary Laboratory en Gran Bretaña (MAFF, 1977) y que han sido publicadas en el Manual de investigación veterinaria (Davies, 1990); ahora bien, estas técnicas son ligeramente diferentes de las desarrolladas en Norteamérica, pero conservan similares principios (Sloss, 1970). En este caso, las técnicas tienden a adquirir formatos para ser comercializadas, adquiriendo nombres específicos y desarrollando variaciones comerciales para ser aplicadas en finca o consultorio.
Desde la coordinación de los centros de diagnóstico veterinario del ICA, donde actué como coordinador de la red a inicios de la década del noventa, fue posible constatar que existía una gran diversidad de protocolos de prueba para el diagnóstico de parásitos internos de animales. Mientras unos centros proferían resultados de forma cuantitativa (huevos por gramo: hpg), otros solo indicaban la presencia o la ausencia de huevos de parásitos y otros lo hacían en forma semicuantitativa utilizando cruces (+, ++, -) para indicar la intensidad de presencia de huevos o larvas de parásitos en una muestra. Este deficiente método de diagnóstico sigue siendo la forma principal de entregar los resultados de análisis coprológicos en el territorio colombiano. Se sabe que un certero diagnóstico cuantitativo es requerido en diversas especies animales, principalmente en herbívoros (Sloss, 1970; MAFF, 1977; Thienpont et ál., 1979).
De esa deficiencia surge la primera motivación para la preparación de este texto, ya que se requiere estandarizar métodos de diagnóstico en los laboratorios de parasitología veterinaria, de forma que los resultados de esos análisis ayuden a racionalizar el uso intenso, muchas veces innecesario, de antihelmínticos que se realiza en el campo colombiano. La necesidad de un diagnóstico certero es reafirmada por la aparición y la confirmación de la presencia de poblaciones de endoparásitos resistentes a diversos grupos de antihelmínticos en varias especies animales, pero con énfasis en pequeños rumiantes y en equinos, en diversas regiones del globo: Taylor y Hunt (1989), Kaplan, Klei, Lyons, et ál. (2004); en Sudamérica: Waller, Echevarria, Eddi, Maciel, Nari y Hansen (1995), Almeida, García, Torgerson y Amarante (2010); y en el país: Márquez, Jiménez, García y Garzón (2008), Barragán y Benavides (2011).
La elaboración de este manual se retomó como parte de actividades académicas en el programa de Medicina Veterinaria, de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de La Salle, en la que se tiene a cargo la cátedra de parasitología veterinaria desde el 2004. Con la presente publicación se quiere brindar una base textual y de imágenes que faciliten la formación del estudiante de Medicina Veterinaria y ciencias relacionadas; asimismo, se quiere iniciar el diálogo necesario que se requiere para que en el territorio nacional exista una homologación de procesos y estandarización de técnicas en nuestros laboratorios veterinarios, de forma que se llegue a protocolos unificados y criterios claros de interpretación de resultados. Por otra parte, fuera de los textos básicos de parasitología veterinaria que se han tenido como base para el afinamiento de estas técnicas y que se describieron en párrafos precedentes, se han consultado diversas fuentes de información en Internet y se ha tratado de poner información para los estudiantes en estos medios, ya que actualmente se ha sugerido el amplio uso de tecnologías de la información y la comunicación (tic) para la enseñanza de la parasitología veterinaria (Vercruysse y Eckert, 2002). Las principales fuentes consultadas en la Web incluyen el proyecto cal Diagnostics of Veterinary Endoparasitic Infections, de la Universidad de Pennsylvania (Nolan, 2004) y la Guía del Royal Veterinary Collegue (RVC)/FAO: Diagnostic Veterinary Parasitology. Las técnicas se han adaptado bajo nuestras condiciones y las que aquí se recomiendan han sido seleccionadas por su robustez, facilidad de aplicación y por la capacidad de reproducción de los resultados, además de tener como premisa el uso de materiales de fácil consecución en cualquier lugar de nuestra geografía.