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ОглавлениеCAPÍTULO I
Introducción
Existen en la vida dos grandes experiencias: Sexo y Muerte que implican mecanismos de Creación. La muerte es la más profunda experiencia de vida. Si se ha vivido plenamente, se puede morir verdaderamente.-
Vivimos parcialmente dejando para mañana aquello que deseamos realizar bajo la ilusión de vida eterna. Por ello vivimos incompletos, divididos, mal relacionados, en actos y expresiones inconclusas.-
Debemos aprender a dirigir la Energía de las Emociones pues ellas crean Karma.
Ese deseo-energía debe ser purificado, transformado y elevado, para transmutarse en la suprema energía creadora, el Amor.
La energía generadora de vida y creación es el deseo, el anhelo. Esa energía-deseo está dada por nuestras Emociones que es una energía básica del Universo-Amor.-
Como esa energía es dinámica, el método usado para su transmutación no puede ser Mental (intelectual). El método debe ser el propio sentimiento emocional, el que debe inducir a un salto cuántico a su verdadera naturaleza: la Atracción Universal.-
Solo viviendo intensamente y realizando nuestros deseos podemos morir para interrumpir el reciclar inconsciente de causas y efectos de todo tipo de lazos humanos creados que nos esclavizan y dominan, en vez de liberarnos y ayudarnos a despertar.-
Este método enseña al individuo a despertar para la confrontación inevitable que ocurre en el momento, en la mente, para viajar a través del submundo o bajo astral. Ese mundo es el propio mundo de recuerdos y deseos, entrelazados con toda la Conciencia Planetaria (Mente Colectiva).-
La totalidad de las formas-pensamientos forman los vientos compulsivos del Karma.-
Compulsiones y fenómenos de miedo y duda, de las masas humanas no despiertas, originan mecanismos aprovechados por las fuerzas siniestras.-
Ese mundo es el propio mundo de recuerdos y deseos, entrelazados con toda la consciencia planetaria (mente colectiva).-
Miedo y duda son las puertas de entrada por las que aquellas llegan al inconsciente individual y colectivo.-
Miedo y duda debilitan al individuo y generan estados de dependencia, tornándose el individuo en presa fácil para quien quiera usarlo y dominarlo.-
Debemos adquirir control sobre nuestras facultades, despertar para la conciencia de nuestra real naturaleza, asumiendo el control sobre nosotros y nuestro mundo, siendo para ello el mejor maestro el proceso de la vida bajo la inminencia de la muerte.-
En este proceso, lo que en realidad muere es nuestro ego (conjunto de ideas y pensamientos extraños a nuestro ser), renaciendo nuestra real esencia (nuestro yo), alineándose en diferentes niveles vibratorios de expresión.-
En este tratado el individuo vivirá su propia realidad, su propia profundidad, en la privacidad de su particular creatividad.-
Junto a ese despertar y liberación emocional, realizará ejercicios que estimulan la armonización y refinamiento de sus cuerpos inferiores.-
La secuencia final envuelve la separación temporaria de la conciencia común (corpórea) que no debe ser confundida con proyección astral.-
Este estudio torna familiar la actividad del cuerpo emocional con lo que se inicia su propia transformación. Tornándose más y más consciente. que es lo que importa.-
El «mundo astral» es un campo de naturaleza electro magnética que envuelve al planeta y que se fue creando con la gradual liberación bioenergética de la energía-deseo (mental y emocional) a lo largo de eones de tiempo, (es el mundo esperado de los indoarios, el ángel de ojos muertos de la kabala o la fatal energía OB o mundo de los muertos, de los que jamás despertaron y que vagan en las tinieblas de la inconsciencia). En ese campo energético se alojan corrientes individuales y grupales de miedo, superstición, locura, odio, violencia, fascinación e ilusiones.-
Todos estamos inter-ligados e inter-actuando en esas corrientes astrales a través de emociones y actitudes vibracionales afines que recibimos y emitimos en esa inmensa mente colectiva. Quienes pierden materia y energía, prisioneros de sus pasiones, ilusiones y formas-pensamientos ególatras, caen prisioneros de esas formas energéticas.-
En este proceso de transmutación egoica, cuando está siendo experimentado, participan también miles de entidades astrales. Ellas no son llamadas ni invocadas; se trata sólo de una atracción espontánea por afinidad vibracional, con la energía existente en cada participante en esta experiencia.-
Este proceso interior sensibiliza toda forma de vida corriente, dispuesta a despertar, reconocer y aceptar la asistencia de fuerzas elementales existenciales desde la tercera a la decimosegunda dimensión, sin las cuales ningún trabajo real de transmutación sería posible.-