Читать книгу Magia más allá de esta vida - Enrique Garcés de los Fayos - Страница 6
ОглавлениеPRÓLOGO SEGUNDO
En la senda de la vida nos vamos encontrando con personas que, como en una obra de teatro, van apareciendo y desapareciendo, jugando diferentes papeles. Unas personas son figurantes, otras, actores secundarios, y unas pocas conforman el elenco principal de nuestras vidas. En el reparto de papeles de la obra de mi vida, una de estas personas (¿o debería decir “almas”?) significativas e imprescindibles es Enrique. Lo conocí en 1993 como mi profesor en la Facultad y se ha acabo convirtiendo en mi “maestro de vida”.
Sería imposible enumerar en este prologo las causas que me llevan a describir a Quique de esta manera. No solo por extensión, sino también por prudencia e incluso por pudor. Pero sí que quiero referirme a dos de ellas.
La primera causa de la que hablaré la he compartido en varios de los talleres sobre Amor y Duelo que estamos desarrollando últimamente. Mi marido murió de madrugada. En ese momento no podía hablar con nadie. La desolación y el terrible vacío me impedían compartir la noticia. De hecho, no quería comunicar a nadie su muerte, como si no hablar de ello pudiera revocar la realidad de su desaparición. Solo tuve fuerzas para enviar dos mensajes: uno de ellos a mi madre quien a varios cientos de kilómetros cuidaba de mis hijos. El otro mensaje fue a Quique. Su respuesta dice tanto de él, de su sensibilidad y de su tremendo sentido de la amistad, que lo define como el gran ser humano que es. Realmente me “acompañó en mi sentimiento”. Me envió una foto de ese amanecer, justo de la primera vez que salía el sol tras la muerte de mi marido. La foto iba acompañada de un breve texto: “Cada día amanece”. Y así ha sido. Esa frase resumía tantas cosas: sigue adelante, sigue viviendo, llena tu vida, no dejes de soñar… cada amanecer a partir de ese día ha tenido sentido.
La segunda causa es esta obra de teatro. En el monólogo que acompañó la presentación del libro Más Allá de esta vida, Quique empezaba diciendo “En este teatro que es la vida, me ha tocado representar muchos papeles”. Leyendo Magia, más allá de esta vida he sido consciente de uno de esos papeles que me ha tocado representar en esta obra, pero sobre todo en esta vida, en mi vida: soy la madre que acompaña a sus hijos, que les enseña a ver las señales de esperanza, que hay vida más allá de esta vida, que el amor es eterno, que volveremos a juntarnos, que estamos acompañados, que nos guían y que nunca nos dejan solos, que podemos contar con ellos, que debemos sentirnos seguros, que nos aman…
El Universo “Más allá de esta vida”, es decir, Quique, le ha dado sentido a mi vida, le ha dado sentido a la vida. Se han ido encajando las piezas, también las que explican el sufrimiento, las que explican el dolor que solo puede ser curado con amor, los errores que acaban teniendo sentido y que nos ayudan a crecer a través del aprendizaje y la desolación, la tristeza que permite que aparezca la belleza oculta de un amanecer.
He tenido la oportunidad de vivir de cerca el proceso creativo de esta obra de teatro. Y os puedo decir que ha sido mágico. No solo por la celeridad con la que las escenas iban apareciendo en la mente y en el papel de Quique, sino por cómo ha ido captando la “esencia”, el alma de sus protagonistas. Inma, Marta y Miguel existen en la vida real, y son tres de las personas de ese elenco principal de mi vida que comentaba antes. Quique no las conoce personalmente, pero ha ido describiendo situaciones y conversaciones de una forma asombrosa. Esto no quiere decir que Magia más allá de esta vida esté basada en hechos reales. Eso sería tanto como decir que la realidad existe y de eso no estoy segura. Creo que ha sido al revés, se ha construido una realidad previamente que ha permitido que esta obra aparezca.
La Vida, el Universo o algún tipo de estrategia diseñada quizá en otro plano han ido creando un Universo que Quique ha sabido canalizar y convertir en palabras. El Universo, compuesto en el momento de escribir estas líneas por Más Allá de esta Vida y Magia más allá de esta vida se expande como el universo de verdad, va creciendo, tomando forma. Pronto es posible que más títulos vayan aclarando otras partes del Universo, le vayan dando más sentido a la vida de las personas que lean sus obras y asistan a sus talleres y a quienes tengan la inmensa suerte de compartir un ratito del camino de la vida con él.
Solo me queda dar las gracias infinitas porque este Universo me haya atrapado, me haya permitido fundirme con él, entenderlo, vivirlo, sentirlo, amarlo. Gracias Quique por ser mi Universo.
A quienes leáis esta obra, dejaros llevar, dejaros atrapar por la magia. Leed con el corazón abierto.
Ana Peinado