Читать книгу Breviario. Libro de los Césares - Eutropio - Страница 5

Оглавление

EUTROPIO

BREVIARIO


INTRODUCCIÓN

1. EUTROPIO : SU VIDA

No es mucho lo que conocemos con seguridad del autor del Breuiarium ab Vrbe condita , por más que varios estudiosos hayan intentado reconstruir su biografía 1 . Entre ellos hay que destacar los últimos artículos sobre este punto de G. Bonamente 2 y de H. W. Bird 3 , autor de diversos trabajos relacionados con este historiador y, en especial, de la última traducción publicada del Breuiarium .

Eutropio nació poco después del año 320; fue, pues, contemporáneo del emperador Valente y de Juliano, quienes habían nacido probablemente después de esa fecha, y murió con posterioridad al año 387 o 390. No tenemos certeza de cuál fue su lugar de nacimiento: se ha pensado que pudo nacer en Italia, pero también es posible que procediera de la provincia de Asia, pues su nombre es griego y vivió gran parte de su vida en el Este. En cuanto a la hipótesis de que fuera un médico, natural de Burdeos, parece que ha de ser descartada.

El que su obra, Breuiarium ab Vrbe condita , esté escrita en latín no nos impide suponer que fuera de origen griego. Pueden aducirse para ello diversas razones 4 : en primer lugar, el emperador Valente (364-378), a quien está dedicada la obra, no sabía griego; en segundo lugar, el latín era la lengua oficial del Imperio y Eutropio, en su calidad de funcionario, debía conocerla, y, por último, no sólo este Breuiarium y el de Festo están escritos en latín, sino también la Historia tripertita , el Epitome de Caesaribus , la Historia Augusta y las Historiae de Amiano Marcelino, lo que hace pensar en que los historiadores de esta época preferían el latín con independencia de la lengua de cada autor. De todas formas, casi todos los investigadores coinciden en suponer que conocía bien el griego, ya porque fuera su lengua materna, ya por haberlo aprendido, como parece demostrar su carrera administrativa en el este del Imperio. Algunas referencias que aparecen a lo largo de su obra lo muestran interesado por el griego, tanto cuando señala que Adriano, Marco Aurelio y Juliano lo conocían bien 5 , como cuando, al contar que Lucio Vero «murió... de un ataque de la enfermedad a la que los griegos llaman apoplejía (apoplexin) » 6 o que la muerte de Constantino fue presagiada «por una estrella de larga cabellera (crinita stella) ... que los griegos llaman cometa (cometen uocant) » 7 , recurre a esta lengua para explicar algunos tecnicismos.

Probablemente perteneció a una familia acomodada, aunque quizás no de rango senatorial, que pudo darle la formación necesaria para llegar a pertenecer al aparato administrativo del estado, pues este tipo de actividad atraía más a los curiales , hombres de clase media, que a la nobleza senatorial. Posiblemente recibió su educación, o parte de ella, en Roma. Su primer puesto en la administración fue como secretario (epistularis) a las órdenes del magister epistularum . La promoción en el scrinium epistularum 8 se hacía por orden de antigüedad, subiendo peldaño a peldaño hasta llegar a ser melloproximus y finalmente proximus , el más antiguo del scrinium . La existencia de este escalafón en la administración imperial del s. IV y el sistema de ir ascendiendo nos puede parecer a nosotros muchos siglos después enormemente familiar, como también pueden serlo las consideraciones hechas por H. W. Bird al tratar este punto: «la muerte, la jubilación anticipada y la fluctuante vida política entre el 340 y el 355 pudo acelerar este proceso» 9 . Se refiere naturalmente al caso de Eutropio, pues parece que llegó a ser magister epistularum con Constancio II antes del 361.

Es posible que desempeñara este cargo cuando el emperador Constancio II murió entre Cilicia y Capadocia en noviembre del 361. Su sucesor, Juliano, llegó en diciembre de ese mismo año a Constantinopla y pronto creó una comisión al mando del nuevo prefecto del pretorio, que tenía por objeto investigar las actuaciones anteriores y las actitudes hacia el nuevo emperador de funcionarios, miembros del gobierno y altos oficiales. Amiano Marcelino nos da cuenta de algunos destierros y ejecuciones 10 ; no obstante, Eutropio, quien presumiblemente sufrió también este tipo de indagaciones, fue exculpado de cualquier acusación; de otro modo hubiera sido difícil que acompañara al emperador Juliano en su campaña contra los persas en el 363 y que retuviera quizás su puesto como magister epistularum . Su presencia en esta campaña pártica de Juliano es el único dato biográfico que incluye el Breuiarium en la narración histórica (X 16: ... cui expeditioni ego quoque interfui) .

Después de la muerte de Juliano en junio del 363, en opinión de H. W. Bird 11 , probablemente Eutropio estuvo entre los militares y funcionarios de la corte que se reunieron para elegir un nuevo emperador y aunque quizás no estuvo entre los partidarios de Joviano, su carrera posterior parece indicar que no se significó excesivamente y no ofendió a ninguna de la facciones en conflicto. Pero no parece haber presenciado la repentina muerte de Joviano con la que termina su obra y sobre la que ofrece diversas hipótesis (X 18).

En febrero del 364 Valentiniano fue elegido emperador por los jefes civiles y militares. Quizás Eutropio no tomó parte en esta elección, pero al final de su obra tras la muerte de Joviano añade que éste fue deificado por la benignidad de los emperadores que le sucedieron (X 18). Esta referencia a Valentiniano y Valente puede indicar que quizás el historiador siguiera trabajando en la administración imperial con Joviano y posteriormente con Valente.

Este último, emperador de Oriente, parece haber gozado de mejor reputación que su hermano Valentiniano; con relación al historiador, la dedicatoria de su obra a Valente es prueba de la gratitud del autor y lealtad hacia el emperador. Durante los años 367-369 Valente estuvo luchando en la región del Danubio contra los godos. Es probable que Eutropio le acompañara, pues demuestra ciertos conocimientos sobre esta región; por ejemplo, nombra las tribus que en el momento de escribir su obra vivían allí (VIII 2: ...in his agris, quos nunc Taifali, Victohali et Teruingi habent) , conoce la extensión de la antigua provincia de la Dacia (VIII 2) y da la impresión de haber visto el lugar donde fue asesinado Aureliano (IX 15). En estos años fue nombrado magister memoriae de Valente, cargo que ocupaba en el 369 cuando le dedicó el Breuiarium . Eutropio entregó su obra al emperador cuando éste había celebrado su triunfo sobre los godos y asumido el título de Gothicus Maximus en el verano del año 369, después de vencer a Atanarico. Nos proporciona estos datos el título de la dedicatoria que encabeza la obra 12 :

DOMINO VALENTI

GOTHICO MAXIMO PERPETVO AVGVSTO

EVTROPIVS V. C. MAGISTER MEMORIAE

Como demuestra C. Bonamente 13 , tanto gracias al conocimiento más detallado del cursus honorum bajoimperial, como al estudio de la transmisión manuscrita de Eutropio, hoy día se puede aceptar definitivamente como auténtico el título de u(ir) c(larissimus) magister memoriae . Son datos que llevan a fechar la publicación de la obra en el 369-370 y, por otra parte, ponen de relieve una vez más las buenas relaciones de Eutropio con la corte y en concreto con el emperador Valente. Existían en la administración del imperio oriental tres sacra scrinia , que podríamos traducir, siguiendo a H. W. Bird, como Secretarías de Estado 14 , que reunían a distintos funcionarios (memoriales, epistulares y libellenses) , cuya función consistía en asistir al magister memoriae, epistularum y libellorum . De éstos, el cargo más importante y el que tenía a sus órdenes un mayor número de funcionarios era el de magister memoriae 15 .

Como ya se ha señalado oportunamente, la relación con la corte y la adquisición de un rango social, evidente en el caso de Eutropio, son una característica común de la mayor parte de los hombres de letras del s. IV , como, por ejemplo, Temistio, Ausonio o Macrobio, y en concreto en el campo de la historiografía, tanto nuestro historiador como Aurelio Víctor o Festo alcanzaron las más altas cimas de la carrera político-burocrática 16 . Por otro lado, como contrapartida asistimos en esta época a una acentuación de los elementos culturales en la propia corte imperial, acentuación que culminará con Juliano, el emperador filósofo, a quien Amiano Marcelino llama con admiración studiosus cognitionum omnium . Este amor por la cultura de los emperadores del s. IV ejerció un influjo benéfico —en opinión de E. Malcovati 17 — en la sociedad e indirectamente estimuló el talento de los hombres de letras.

Esta relación es evidente en el caso de Eutropio, hombre de letras y funcionario de la administración imperial, que había servido hasta entonces fielmente a cuatro emperadores: Constancio II, Juliano, Joviano y Valente y podía aspirar a nuevos cargos. Efectivamente, en el año 371, según nos informa Amiano, era procónsul de Asia 18 . Ésta era, en cierto sentido, una provincia especial que permitía a Eutropio tener acceso directo al emperador, otro privilegio más. Pero su proconsulado no tuvo un buen final, pues se vio envuelto en una trama contra el emperador Valente. Eutropio logró escapar de las acusaciones que se le hicieron, pero su carrera se resintió: fue reemplazado como procónsul de Asia por Festino de Tridentum , quien probablemente puede ser identificado con Festo, el autor de otro Breuiarium también dedicado al emperador Valente.

En el 375 el emperador Valentiniano I murió de una apoplejía y le sucedió en Occidente su hermano Graciano. Tanto éste como Valente tuvieron que hacer frente a los godos, contra los que Valente murió combatiendo en el 378. Graciano escogió como corregente a Teodosio, quien fue proclamado Augusto en el 379. Después de cuatro años de luchas y negociaciones se llegó a firmar la paz con los godos en el 382.

En esos años reaparece Eutropio en Roma, adonde había viajado probablemente después del 372 y donde había conocido a Símaco, uno de los más importantes oradores y escritores de aquel momento, que ejerció la prefectura de Roma en el 384 y el consulado en el 391. Pudo acceder al círculo de Símaco y mantener buenas relaciones con éste, así como con Teodosio. Desempeñó cargos en la administración occidental antes de obtener la prefectura del Este en el año 383.

La culminación de su carrera llegó en el año 387, en el que compartió el consulado con el emperador Valentiniano II. Era, evidentemente, una distinción especial para un hombre que había consagrado su vida a la administración imperial, desde Constancio II a Teodosio. No conocemos la fecha de su muerte; todavía en el 387 le escribió Símaco y en el 390 Libanio; más tarde ya no hay más referencias. Probablemente moriría poco después, sin que podamos fijar una fecha exacta.

El balance final que hace H. W. Bird 19 de la biografía de Eutropio es muy positivo, pero no es el único. Se trataría de una persona competente y leal, y además un superviviente nato. Tuvo que ganarse el respeto no sólo de sucesivos emperadores de carácter e intereses dispares, sino también de jefes militares, funcionarios civiles y destacados senadores, lo que no resultaba una tarea fácil en aquellos tiempos. En relación con su obra, las opiniones al respecto son muy diversas y van desde el desprecio de Sir Ronald Syme, que la califica de pobre y superficial, al encendido elogio de otros investigadores como T. R. Glover, quien alaba la erudición y la inteligencia del autor 20 . Parece oportuno al llegar aquí recordar el viejo aforismo: in medio uirtus , sobre todo cuando no tenemos datos para aceptar el riesgo que supone irnos a un extremo: ni el desdén hacia su vida y su obra ni la alabanza desmedida. Al menos no pecamos contra la prudencia si nos conformamos con la imagen de un hombre que desempeñó distintos cargos en la administración imperial, en la que fue escalando puestos hasta llegar al consulado, sirviendo siempre fielmente a los sucesivos emperadores en una época difícil y cambiante. No hay rastro de su vida privada, sólo nos queda su obra. Pasemos a ella.

2. SU OBRA: EL «BREVIARIVM »

En una de las últimas obras publicadas sobre historia e historiografía en la Antigüedad, la de E. Cizek 21 , se considera la historiografía latina más como un conjunto de géneros que como un género único. Cada uno tendría sus reglas específicas y su propia estructura, que le proporcionarían una entidad propia. Esto no significa que no tuvieran características generales y, por otra parte, que entre los diferentes géneros no hubiera contactos permanentes y múltiples relaciones. Así podríamos identificar en algunas obras históricas, además de las marcas del género dominante, rasgos de uno o incluso más géneros secundarios.

Esta idea que aparece esbozada ya en los manuales que podríamos llamar «clásicos» de historiografía latina, puede ser útil para encuadrar la obra de Eutropio, quien se nos presenta como uno de los representantes más importantes de este género historiográfico que es el epitome o breuiarium , términos sobre los que quisiera detenerme un poco.

La obra de Eutropio lleva por título, en los manuscritos que nos la han conservado, el término de Breuiarium 22 , que podríamos traducir en español simplemente por «breviario», pero que he preferido a lo largo de esta introducción mantener en latín, ya que no tiene en nuestra lengua el sentido exclusivo que tienen en otras lenguas modernas abrégé o summary , aplicado especialmente a escritos históricos 23 . Esta voz breuiarium es la misma utilizada por Festo (Breuiarium... de breuiario rerum gestarum populi Romani) 24 , mientras que Floro se sirve del término epitoma , tomado del griego (Epitomae de Tito Liuio... libri II) 25 .

A todos ellos, en mi opinión, bien podemos llamarles «compiladores» o sirviéndonos de una perífrasis: «autores de resúmenes», ya que no existe en nuestra lengua ningún término idóneo relacionado con breviario 26 , que, por otra parte, acabo de desechar por las razones ya expuestas. En principio, el epitome (epitoma) o breuiarium , términos utilizados en latín, el primero procedente del griego y el segundo de raigambre claramente latina, parecen usarse indistintamente en los estudios sobre historiografía, aunque siempre puede existir una mayor o menor predilección por uno de ellos. Tal es el caso del citado E. Cizek, que parece preferir el de epitome , al que dedica un apartado de uno de los capítulos del libro ya citado 27 ; aunque hay también quien distingue entre breuiarium y epitome , utilizando el primer término para referirse a una síntesis personal procedente de varias obras y el segundo para designar el resumen de una obra ya elaborada 28 .

Para E. Cizek hubo dos tipos de epitome: uno más técnico, el resumen de un autor, y otro de mayor envergadura. Al primer tipo pertenece, sin duda, el Epitome (o epitoma) que hace Floro de la obra de Tito Livio; al segundo los breuiaria de Eutropio y Festo.

El hecho es que el género historiográfico del epitome o breuiarium tuvo un gran éxito en Roma, pues se trataba efectivamente de un género pedido por el público. Tres razones se sumaban 29 para explicar esta demanda. En primer lugar, los lectores preferían las obras breves, especialmente cuando se trataba de la larga historia de su civilización, pues querían conocer lo esencial. En segundo lugar, la difusión de la cultura, tenía como consecuencia el aumento del número de copias manuscritas y evidentemente era más fácil publicar obras más breves. Por último, la enseñanza se extendía a todos los niveles, de manera que se necesitaban manuales, y no hay que olvidar que los breuiaria de historia lo eran realmente.

Pero volvamos a la obra de Eutropio y al género historiográfico en que podemos encuadrarla. Evidentemente se trata de un breuiarium , como ya se ha dicho, y éste es el término que utilizan los manuscritos que nos han transmitido este texto, como se ha dicho también, pero por la propia estructura de la obra, a la que me referiré un poco más adelante, también puede considerarse que en la segunda parte, dedicada a los emperadores, nos encontramos con una serie de biografías. Conviene recordar aquí lo dicho ya anteriormente: entre los diferentes géneros hubo contactos permanentes y múltiples relaciones, de manera que podríamos identificar en algunas obras históricas, además de las marcas del género dominante, rasgos de uno o incluso más géneros secundarios.

Ésta es precisamente la opinión de E. Cizek 30 : la obra de Eutropio sería una unión de breuiarium y biografías o, dicho de otra manera, el género dominante es el del epitome o breuiarium , pero el secundario sería el de la biografía, en el que Eutropio insertaría siguiendo el modelo de Suetonio la información sobre época imperial. Toda la historia del Imperio aparece narrada a modo de retratos biográficos de los distintos emperadores; en estos retratos que no siguen la narración cronológica de los acontecimientos, se ve la inspiración en el modelo de Suetonio. El esquema seguido en todas es el mismo: origen, vida privada del César en cuestión, formación militar, política interior, retrato (costumbres, cultura, gustos literarios...), la muerte, duración del reinado, elogio o condena del emperador. Esta técnica biográfica es aplicada sobre todo hasta la muerte de Alejandro Severo, mientras que las biografías de los Severos se encadenan rápidamente, con excepción hecha de los grandes emperadores; las últimas biografías imperiales parecen seguir una narración más cronológica 31 .

Fuentes del «Breuiarium»

Si en otro tipo de obras históricas parece obligado plantearse qué tipo de fuentes (directas o indirectas, literarias, epigráficas...) fueron utilizadas por el historiador, este tipo de reflexión es imprescindible en un caso como el Breuiarium de Eutropio en el que, según he señalado, una de las características del género es que los autores de breuiaria realizan una síntesis personal procedente de varias obras.

Con relación a la monarquía y a la época republicana, filólogos e historiadores coinciden en la necesidad de situar a Eutropio en la tradición de Livio 32 . Ciertamente, cualquier autor que hubiese querido tratar, aunque fuera someramente, la historia de época arcaica y republicana de Roma, no podía prescindir de la obra de Livio o de sus compiladores, dada la cantidad de noticias y el prestigio del que gozaba este autor en época imperial. Esta dependencia de Eutropio respecto a Livio podría ser directa, como sostenía en el siglo pasado W. Pirogoff 33 , o indirecta a través de un epítome de Livio, que no ha llegado a nosotros y en el que estarían contenidas las noticias que se encuentran en Eutropio, pero no en Livio 34 .

Pero también podría haber utilizado alguna otra fuente. De hecho, menciona en una ocasión a Fabio Píctor: «... según narra el historiador Fabio, que participó en esta guerra» (Breu . III 5). Se trata de un senador que tomó parte en la segunda guerra púnica y escribió una Historia de Roma desde los orígenes hasta sus días. Si Eutropio se sirvió de esta historia de Fabio Píctor directamente o si la cita es de segunda mano, es algo que no podemos asegurar con certeza 35 . W. den Boer sostiene, por otra parte, que Eutropio conoció y utilizó como fuente la obra de Floro, quien escribió una Historia de Roma desde la monarquía hasta época de Augusto, basada en un epítome de Livio. Otra es la opinión de C. Wagener: tanto Floro como Eutropio habrían utilizado una fuente común además del epítome de Livio, perdido y al que ya hemos hecho alusión 36 .

No se pueden rastrear fácilmente las fuentes utilizadas por Eutropio para la monarquía y época republicana, y quizás lo único evidente es que se sitúa, como ya se ha dicho, en la tradición de Livio.

Para época imperial el problema de las fuentes es diferente. Para intentar explicar los errores comunes y las coincidencias entre el Breuiarium de Eutropio, el Liber de Caesaribus de Aurelio Víctor y algunas partes de la Historia Augusta , en el siglo pasado A. Enmann 37 , aplicando el método de Lachmann como si se tratara de explicar la relación entre tres manuscritos, supuso que estas obras procederían de una fuente común perdida. A este arquetipo —o subarquetipo— literario le llamó Kaisergeschichte . Esta historia de los emperadores que no se nos habría conservado y que justificaría las coincidencias entre las obras anteriormente citadas, llegaría hasta el reinado de Diocleciano o quizás hasta el 337 o 357 38 .

Como se puede suponer, no todos los investigadores han aceptado esta propuesta de A. Enmann, aunque todos necesariamente han de referirse a ella y en ocasiones el que citen como fuente del Breuiarium de Eutropio «la Kaisergeschichte de Enmann» se presta no poco a confusión. A pesar de las críticas que no han faltado, esta historia perdida sigue siendo, un siglo después de la publicación del artículo de este estudioso alemán, un punto de referencia con respecto a las fuentes de Eutropio para época imperial; así, todavía en 1952 A. Alföldi aceptaba la existencia de esta obra compuesta por biografías de emperadores y escrita a mediados del s. IV , y en 1968 R. Syme daba por sentado que Aurelio Víctor y Eutropio utilizaron una fuente común, considerando la Kaisergeschichte como una hipótesis válida 39 . En el otro extremo, W. den Boer califica a esta supuesta historia de emperadores de «manufactured en 1874» 40 y P. Dufraigne la rechaza como una obra fantasma que no aparece atestiguada en ninguna parte 41 .

Naturalmente, a estas fuentes literarias hay que añadir la propia experiencia personal del autor. Podría, por ejemplo, saber la extensión de la Dacia por sus tareas administrativas, conocer el lugar donde murió Aureliano por sus viajes oficiales o tener noticias de las razones con las que se intentó explicar la muerte de Joviano, simplemente por las discusiones con los oficiales que acompañaban al emperador 42 .

Para poner punto final a este apartado sobre las fuentes del Breuiarium sería conveniente recordar la opinión de W. den Boer 43 , quien mantiene que en la mayoría de las ocasiones no sabemos con seguridad dónde obtuvo su información Eutropio y asegura que la investigación sobre las fuentes implica aceptar la existencia de demasiados factores desconocidos. Nos movemos siempre en un terreno resbaladizo, en el que la especulación es muchas veces lo único posible.

Lengua y estilo del «Breuiarium»

Todos los autores que han escrito sobre la lengua de Eutropio insisten en que se sirve de un latín claro y sencillo. Esta claridad, buscada posiblemente pensando en los posibles lectores del Breuiarium , quienes preferirían leer un resumen de inspiración liviana antes que al propio Livio, y pensando quizás también en el propio emperador Valente, a quien el autor dedica la obra, hace que en la narración se prefiera casi exclusivamente la parataxis o la coordinación, las enumeraciones simples y las formas impersonales; el vocabulario es sencillo, técnico en ocasiones, reflejo de la documentación oficial que maneja. Veamos estas cuestiones con un poco más de detalle 44 .

En el campo sintáctico se muestra en toda la obra de Eutropio una inclinación evidente hacia la parataxis y un gusto por la yuxtaposición de participios, lo cual hace que el argumento esté dividido en varias frases coordinadas que facilitan su lectura y explica el uso de la obra de Eutropio para el aprendizaje de la lengua latina. Como ejemplo muy conocido de uso de participios yuxtapuestos tenemos la descripción de Trajano que aparece en Breu . VIII 4 en la que se acumulan once: exhibens... frequentans... habens... sedens... laedens... agens... ditans... augens... aedificans... tribuens... agens . Se da también una tendencia al uso de la pasiva impersonal, que encontramos en frases como a Camillo... Gallis superuentum est (I 20) o successum est ei a C. Mario (IV 27). Pueden señalarse también otros usos sintácticos propios de nuestro autor, como el genitivo epexegético, debidos quizás a un deseo de especificar típico del funcionario, como ad spectaculum ludorum (I 2) o philosophiae scientiam (VIII 9).

El léxico sólo difiere del clásico por algunos vocablos novedosos (dubietas, medietas, nimietas...) , por algunas nuevas iuncturae (corpus militare) o por algunas recientes accepciones de vocablos ya existentes (exsequiae) . También ha sido señalado el uso de nombres de agente en -tor o -sor , propios del latín tardío: receptor, corrector, affectator, locupletor, repressor ... Encontramos también en el Breuiarium otros términos que no son clásicos; la mayoría aparecen en los capítulos dedicados a época imperial, por lo que pudieron ser tomados por Eutropio de la fuente imperial que manejara, quizás la Kaisergeschichte , pero los incluidos en el prefacio y la narración de época republicana deben ser del propio autor 45 .

En general, en el campo del léxico, parece que Eutropio no utiliza un vocabulario diferente del que hubiera podido leer en los documentos de su scrinium . En algunos casos la relación con su actividad de funcionario de la administración imperial es evidente también en el vocabulario empleado y en las expresiones estereotipadas o notariales a que acude 46 .

Era de esperar que Eutropio dejara vislumbrar en su lengua el proceso que estaba sufriendo el latín literario y que acabaría dando origen siglos más tarde a las lenguas romances. En este sentido, el fenómeno quizás más frecuente es la transposición de los tiempos del verbo sum en las formas perifrásticas, también hay que señalar el uso de un pluscuamperfecto con habeo + participio de pasado como ubi milites congregatos habebat (VI 19) o genituram filiorum ita cognitam habuit (VII 20) y el uso de quod en completivas con verbos de habla, indicio del proceso que acabará sustituyendo los infinitivos por conjunciones en las lenguas romances.

Para finalizar este apartado, en el que sólo queremos dejar constancia de algunas de las características señaladas en relación a la lengua y estilo de nuestro historiador, hay que subrayar que la preocupación principal de Eutropio es la breuitas , alcanzada con elipsis de distinto tipo, construcciones participiales y asíndeton; pero, también, un cierto deseo de uariatio , especialmente en los últimos cinco libros: algún pleonasmo, ejemplos de quiasmo, paralelismo buscado en algunas frases y algunas expresiones poéticas 47 .

Por último, parece importante señalar que, aunque casi todos los investigadores tratan de la obra de Eutropio en su conjunto, su último editor 48 ha tratado convincentemente de mostrar cómo se pueden distinguir estilísticamente dos bloques en el Breuiarium , en correspondencia con las diferentes fuentes utilizadas: un epítome de Livio desde el libro I al VI y para los libros VII al X, de carácter biográfico, la Kaisergeschichte postulada por Enmann y obras afines, a que nos hemos referido ya; tal diferencia es, en última instancia, el reflejo de una distinta forma de composición entre ambas partes.

3. INFLUENCIA DE EUTROPIO

El que la obra sea un resumen junto con la simplicidad de su lengua, son razones que explican la gran popularidad que alcanzó el historiador. Esta opinión, desarrollada de una u otra manera, haciendo más o menos hincapié en sus cualidades didácticas, ha sido expresada prácticamente por todos los investigadores que han abordado este asunto 49 .

Si el Breuiarium de Festo fue usado por distintos autores, desde Amiano Marcelino o la Historia Augusta hasta Isidoro, mayor fortuna aún tuvo el Breuiarium de Eutropio y tan amplia difusión que fue casi el único medio durante los siglos del Medievo de conocer la historia de Roma 50 . El éxito del que gozó empezó pronto, con la traducción al griego por Peanio hacia el año 380, cuando todavía vivía el autor. Poco antes, en el 378, había muerto el emperador Valente, a quien Eutropio había dedicado su obra en el 369 o poco después, como hemos visto al tratar la biografía del historiador. Que ya en vida del autor y unos años después de la publicación de la obra se tradujera al griego, es un indicio del éxito que alcanzó en una época en la que la difusión de los textos distaba mucho de ser la actual: que de una obra histórica, un resumen de historia de Roma, publicado en el 369, o poco después, aparezca unos diez años más tarde, posiblemente en el 380, una traducción al griego es una sorpresa, incluso pensando en la difusión de la literatura en la actualidad.

La traducción de Peanio 51 , aunque hecha con cierta libertad 52 , es de capital importancia por su antigüedad y la tradición que representa, para la constitución del texto de Eutropio, a pesar de que algunas omisiones y las explicaciones añadidas la convierten en una obra independiente, en cierto sentido, del original. Más tarde, en el s. VI , de nuevo vio la luz en griego una traducción del Breuiarium , hecha por Capitón de Licia, más libre y elegante 53 y encontramos, por último, rastros de otra traducción distinta en la Cronografia de Teófano el Confesor. Estas tres traducciones griegas, la de Peanio incluso realizada en vida de nuestro autor, son la mejor muestra de la importancia —y el éxito consiguiente— que el Breuiarium de Eutropio tuvo en el mundo griego. Porque tales versiones griegas son una excepción a la actitud general del helenismo frente a la latinidad, que se caracteriza por el escaso número de traducciones antiguas del latín al griego. La razón es conocida: el poco interés de los griegos por la lengua latina, en contraste con la actitud de los romanos hacia la griega, debida a la aspiración de los latinos por hacer suya la cultura helénica y por trasplantar a Roma los géneros literarios que habían nacido en la lengua de los griegos 54 .

Y si la obra de Eutropio encontró eco entre los griegos, el éxito no fue menor entre los latinos, de forma que no se encuentran casi historiadores o escritores que rocen temas históricos, que no hayan leído o conocido de alguna manera la obra de este historiador. Hacia el 380 Jerónimo la usó para sus additamenta a la Cronica de Eusebio; a principios del s. V la utilizaba Orosio y de él se valía el anónimo autor del Epitome de Caesaribus . Más adelante se sirvieron de la obra de Eutropio tanto Casiodoro como Isidoro para sus crónicas y Beda para su Historia ecclesiastica gentis Anglorum .

Conviene recordar la importancia para la historia de este texto que tiene la ampliación del Breuiarium hecha por Paulo Diácono hacia el año 800, sirviéndose de Orosio y de Jerónimo, para uso de Adelperga, mujer del duque de Benevento. La culta dama no estaba satisfecha de la lectura de Eutropio que el propio Paulo le había recomendado, tanto por la brevedad excesiva como por la falta de sentimiento cristiano 55 , por lo que Paulo escribió para ella su Historia Romana que continuaba hasta el año 552. Esta ampliación del Breuiarium tiene además una gran importancia desde un punto de vista de crítica textual para el establecimiento del propio texto, importancia de la que carece la siguiente ampliación que hace de la historia de Paulo Diácono hacia el año 1000 Landolfo Ságax 56 .

En toda la Edad Media, tanto los escritores de historia sagrada como profana siguieron estudiando y utilizando como fuente a Eutropio: Flodoardo de Reims en su Historia Remensis , Enrique de Huntingdom en su Historia Anglorum , Vicente de Beauvais en su Speculum Doctrinale ... Desde el s. X Eutropio aparece en casi todos los catálogos de bibliotecas: de iglesias y monasterios, de pontífices y príncipes. Parece que su Breuiarium llegó a ser un libro de texto en la Edad Media, tanto en el Occidente como en el mundo bizantino a través de sus traducciones griegas, y cumplió los mismos objetivos que se le atribuyen en la actualidad a los libros de texto: informar, divulgar conocimientos, enseñar, y lo que no es menos importante, servir también como modelo.

La popularidad de Eutropio continuó hasta los s. XVIII y XIX en que aparecen numerosas ediciones acompañadas de vocabularios y notas gramaticales. Todavía a principios de nuestro siglo se han publicado ediciones escolares de Eutropio, aunque más recientemente el interés por este autor haya disminuido y su obra se utilice fundamentalmente como fuente secundaria para el estudio de la historia de Roma 57 .

4. LA TRANSMISIÓN DEL «BREVIARIVM » DE EUTROPIO . TRADICIÓN MANUSCRITA Y EDICIONES

La transmisión manuscrita de la obra de Eutropio corre pareja al éxito que tuvo ésta desde la Antigüedad, al que me he referido en el apartado anterior. Se han conservado unos ochenta manuscritos, de los cuales dieciséis son anteriores al s. XV 58 . Ha llegado a nosotros también un número similar del Breuiarium de Festo, el otro compilador contemporáneo de Eutropio, pero sólo se nos han conservado dos del De Caesaribus , escrito por otro contemporáneo de Eutropio, Aurelio Víctor. La llamativa diferencia entre los códices conservados de estos autores o de ambos autores si nos centramos en Eutropio y Aurelio Víctor, ha sido puesta de manifiesto por H. W. Bird 59 , quien intenta explicarla, entre otras razones, porque la obra de Eutropio abarca la totalidad de la historia de Roma hasta el año 364, mientras que la obra de Aurelio Víctor ofrece información sólo sobre época imperial.

En cualquier caso, es evidente que el gran número de manuscritos de esta obra sólo puede justificarse, como ya queda apuntado, por el éxito de la obra de este autor desde la Antigüedad, incluso ya en vida, como demuestra la versión griega de Peanio. Ésa puede ser la razón fundamental de que existan copias manuscritas en Italia, en Alemania, en Francia, en Inglaterra, en España..., y de que, como ya se ha señalado, la obra de Eutropio aparezca en casi todos los catálogos de las bibliotecas, tanto eclesiásticas como privadas desde el s. X 60 .

Las primeras ediciones de Eutropio aparecen en el s. XVI : son las de Egnatius (Venecia, 1516), de Schoonhoven (Basilea, 1546 y 1552) y otra de Schoonhoven con adiciones de otros estudiosos (Basilea, 1559). Entre 1564 y 1877 siguen publicándose ediciones: doce según la relación de C. Santini 61 ; a partir de esa fecha parecen ser los eruditos alemanes los más interesados en editar el Breuiarium y a finales del siglo pasado ven la luz las ediciones de W. Hartel (Berlín, 1872), H. Droysen (Berlín, 1879; reimpr. 1961), C. Wagener (Leipzig, 1884) y F. Ruehl (Leipzig, 1887). En opinión de W. den Boer 62 la de H. Droysen es la más valiosa en su tratamiento de aspectos filológicos, aunque la de F. Ruehl es la más usada.

No parece casual que la última edición de Eutropio publicada en Teubner (Leipzig, 1979) corra a cargo de un italiano, C. Santini. El artículo de E. Malcovati 63 en que abordó de manera magistral los breviarios del s. IV , ofreciendo una interesante visión de conjunto, parece que despertó entre sus compatriotas un mayor interés por la obra de este autor: M. Capozza, N. Scivoletto, G. Bonamente y P. Venini se han ocupado de distintos aspectos de la obra de este historiador, hasta C. Santini, el último editor ya citado, quien había publicado también algunos trabajos con anterioridad a la edición 64 .

A estos nombres hay que unir en estos últimos años el de H. W. Bird, autor de importantes estudios sobre nuestro historiador que culminan en su traducción inglesa del Breuiarium , que incluye también introducción y un muy útil comentario, amén de los correspondientes índices y bibliografía.

5. ALGUNAS PRECISIONES SOBRE ESTA TRADUCCIÓN

La presente traducción se basa en el texto de Eutropio establecido por C. Santini (Eutropius: Breuiarium ab Vrbe condita , Leipzig, Teubner, 1979). Ha sido de gran utilidad la reciente traducción inglesa y el comentario que la acompaña, de H. W. Bird (Eutropius: Breuiarium , Liverpool University Press, 1993).

No conocemos ni tenemos referencias de ninguna traducción en nuestra lengua, por lo que nos hemos propuesto ofrecer una versión en español de la obra de este historiador, que esperamos sea de utilidad a los interesados en la historia de Roma y en la historiografía latina. Las notas que se han incluido, son fundamentalmente la datación de los distintos consulados en época republicana y las fechas correspondientes a los reinados de los emperadores; pretenden servir de guía para situar cronológicamente al lector. No hemos querido someter el texto de Eutropio a una amplificatio innecesaria acumulando notas sobre distintos aspectos históricos; se trata —no lo olvidemos— de un Breuiarium , un compendio de la Historia de Roma, desde Rómulo al emperador Joviano. No parece imprudente presentar al posible lector la obra tal como fue concebida: como un útil resumen.

El Puerto de Santa María, agosto de 1998.


1 G. Bonamente ofrece una detallada relación de los trabajos en los que se intenta reconstruir la biografía del historiador. Aquí me limito a citar a los autores que han abordado esta cuestión desde el siglo pasado, añadiendo entre paréntesis la fecha de publicación: H. NISARD (1845), W. PIROGOFF (1873), H. DROYSEN (1879), O. SEEK (1883 y 1906), C. WAGENER (1886), A. SCHULTEN (1906), P. GENSEL (1907), W. HARTKE (1932), E. MALCOVATI (1942), T. DAMSHOLT (1964), A. H. M. JONES (1964), A. CHASTAGNOL (1967), W. DEN BOER (1968) y J. MATTHEWS (1975). Cf. G. BONAMENTE , «La dedica del “Breuiarium” e la carriera di Eutropio», Giornale Italiano di Filologia 8 (1977), 274-297; 275.

2 G. BONAMENTE , art. cit . y «La biografia di Eutropio “lo storico”», AFLM 10 (1977), 159-210.

3 Entre otros trabajos sobre este historiador, hay que recordar el que dedica a su biografía (H. W. BIRD , «Eutropius: his Life and Career», Échos du Monde Classique / Classical Views 32.7 [1988], 51-60) y el ca pítulo correspondiente de la introducción a su traducción (Eutropius: Breuiarium , Liverpool University Press, 1993).

4 Expuestas por G. BONAMENTE en su artículo ya citado «La biografia di Eutropio...», 166-167.

5 EUTR ., Breu . VIII 7, 12; X 16.

6 EUTR ., Breu . VIII 10.

7 EUTR ., Breu . X 8.

8 Sobre los scrinia imperiales en esta época, véase A. H. M. JONES , The Later Roman Empire , II, Oxord, 1964, págs. 575-586.

9 H. W. BIRD , Eutropius: Breuiarium , Liverpool University Press, 1993, pág IX.

10 AM . MARC ., XXII 2.4 ss.

11 Cf. H. W. BIRD , Eutropius: Breuiarium , pág. XI.

12 Sigo la última edición de la obra de Eutropio, la de C. SANTINI , Eutropius: Breuiarium ab Vrbe condita , Leipzig, Teubner, 1979.

13 G. BONAMENTE , «La dedica del “Breuiarium” e la carriera di Eutropio», Giornale Italiano di Filologia 8 (1977), 274-297.

14 «...Eutropius was promoted to the position of Secretary of State for General Petitions (magister memoriae) in the East» , H. W. BIRD , Eutropius: Breuiarium , pág. XIII.

15 El entramado burocrático era complejo y las funciones estaban distribuidas entre los tres scrinia de manera, aparentemente, arbitraria; para las funciones e importancia de los scrinia , véase A. H. M. JONES , op. cit ., II, págs. 575-576.

16 Cf. G. BONAMENTE , «La biografia di Eutropio “lo storico”», Annali della Facoltà di Lettere e Filosofia. Università di Macerata , 10 (1977), 161-210; esp. 164.

17 E. MALCOVATI , «I breviari del IV secolo», Annali della Facoltà di Lettere e di Filosofia. Università di Cagliari 21 (1942), 1-22; en concreto desarrolla esta idea y ofrece ejemplos en págs. 6-10.

18 AM . MARC ., XXIX 1.36.

19 H. W. BIRD , Eutropius: Breuiarium , pág. XVIII.

20 Cf. R. SYME , The Prosopography of the Later Roman Empire , Cambridge, 1971, pág. 317, n. 40, y T. R. GLOVER , Life and Letters in the Fourth Century , Londres, 1901, págs. 108-109, ambos citados por H. W. Bird como opiniones extremas y dispares sobre el historiador (cf. H. W. BIRD , Eutropius: Breuiarium , pág. XVIII).

21 E. CIZEK , Histoire et historiens à Rome dans l’Antiquité , Lyon, 1995. El autor dedica un capitulo de su libro a desarrollar esta idea: «I’historiographie, fédération de genres», págs. 12-19.

22 Con algunas variantes y cambios de género en el término: incipit breuiarium Eutropii, incipit breuiarius Eutropii ... El término empleado por el último editor de Eutropio, C. SANTTNI , es el de Breuiarium .

23 En español el primer significado que registra el DRAE en su última edición es uno de carácter religioso («libro que contiene el rezo eclesiástico de todo el año»), que puede todavía anteponerse en el recuerdo, al menos en personas de mi generación, al sentido más general de «epítome o compendio», recogido en el DRAE como segunda acepción. Para evitar las connotaciones que se derivan de la primera acepción del vocablo, mantengo el término latino.

24 Éste es el comienzo de la obra en el códice Bambergensis . Sobre el posible significado de la expresión breuiarium de breuiario , véase W. DEN BOER , Some Minor Roman Historians , Leiden, 1972, págs. 173-174.

25 Ése es el título que encabeza la edición de la Teubner de O. ROSSBACH , L. Annaeus Florus, Epitomae de Tito Liuio bellorum omnium annorum DCC libri II , Leipzig, Teubner, 1896.

26 E. Malcovati emplea en alguna ocasión abbreviatori (le figure dei due abbreviatori...) y el término I breviari (cf. E. MALCOVATI , art. cit ., 12).

27 E. CIZEK , «I’épitomé», en el cap. IX: «I’historiographie latine après Suétone», op. cit ., págs. 285-287.

28 Así lo recoge recientemente I. Moreno en un capítulo dedicado a este asunto, cf. I. MORENO , «Los autores de resúmenes», en C. CODOÑER (ed.), Historia de la literatura latina , Madrid, 1997, págs. 700-709.

29 E. CIZEK , op. cit ., pág. 272.

30 E. CIZEK , op. cit ., pág. 289.

31 E. CIZEK , op. cit ., págs. 288-289. Para la estructura del Breuiarium , vid. H. W. BIRD , «Structure and Themes in Eutropius’ Breuiarium», Classical Bulletin 66 (1990), 87-92.

32 Concretamente para la época de la monarquía, el estudio más detallado es el de M. CAPOZZA , «Nota sulle fonti di Eutropio per l’etá regia», Atti e Memorie dell’Accademia Patavina di Scienze, Lettere ed Arti 75 (1962-63), 349-385.

33 W. PIROGOFF , De Eutropii Breuiarii ab Vrbe condita indole ac fontibus , Berlín, 1873, pàgs. 39-40; pero el propio Pirogoff no descartaba que Eutropio hubiera podido servirse de un chronicon del s. IV derivado de Livio.

34 Esta última hipótesis es la que ha prevalecido desde época de Mommsen, cf. M. CAPOZZA , art. cit ., 349.

35 H. W. BIRD , op. cit ., págs. XLVI-XLVII.

36 Cf. W. DEN BOER , op. cit ., págs. 138-139 y C. WAGENER , «Eutropius. Jahresberichte», Philologus 45 (1886), 510 ss.

37 A. ENMANN , «Eine verlorene Geschichte der römischen Kaiser und das Buch De uiris illustribus Vrbis Romae», Philologus 4 (1884), 337-501.

38 A. Enmann consideraba que la Kaisergeschichte abarcaría hasta el reinado de Diocleciano y que la obra habría sido continuada posteriormente hasta el 357. Al fechar ahora la Historia Augusta a finales del s. IV , ello permitiría que la Kaisergeschichte hubiera llegado hasta el 337 o 357. Cf. H. W. BIRD , «Further Observations on the Dating of Enmann’s Kaisergeschichte», Classical Quarterly 23 (1973), 375.

39 Cf. A. ALFÖLDI , A Conflict of Ideas in the Late Roman Empire , Oxford, 1952, pág. 98, y R. SYME , Ammianus and the Historia Augusta , Oxford, 1968, pág. 106.

40 La idea de este comentario, «manufactured en 1874», es clara: para W. den Boer esta historia habría sido «elaborada» por el propio Enmann en 1874, pero no he conseguido averiguar por qué se refiere a esta fecha y no a 1884, que es cuando se publica el artículo en Philologus . La fecha de 1874 aparece tanto en el libro de W. DEN BOER (Some Minor Roman historians , Leiden, 1972, pág. 21) como en el de H. W. BIRD (op. cit ., pág. XLVII).

41 P. DUFRAIGNE , Aurelius Victor: Livre des Césars , París, 1975, pág. XXVII.

42 Son todos ejemplos aducidos por H. W. BIRD , op. cit ., pàg. LVIII. La posibles razones de la muerte de Joviano que aparecen en Breu . X 18, parecen demostrar que Eutropio no se encontraba allí, pero pudo haber tenido noticias personalmente de este hecho.

43 W. DEN BOER , op. cit ., pág. 116.

44 Sigo en este apartado, fundamentalmente, el trabajo del último editor de Eutropio: C. SANTINI , «Per una caratterizzazione stilistica del “Breuiarium” di Eutropio», Giornale italiano di filologia 31 (1979), 1-16. También se recogen algunos ejemplos citados por E. MALCOVATI , art. cit ., 19, y por H. W. BIRD , op. cit ., págs. LI-LII.

45 H. W. Bird ofrece una relación de estos términos, entre ellos: crystallinus, monetarius, purpura (con el sentido de poder), vehiculum, vespillo ..., cf. H. W. BIRD , op. cit ., pág. LII.

46 Véanse algunos ejemplos recogidos en C. SANTINI , art. cit ., 5-6.

47 Cf. E. MALCOVATI , art. cit ., 19.

48 Cf. C. SANTINI , art.cit ., 10.

49 Esto explica que hace algún tiempo el estudio del latín comenzara en algunos lugares por la lectura de Eutropio, según señala E. CIZEK , Histoire et historiens à Rome dans l’Antiquité , Lyon, 1995, pág. 289; aunque no ofrece más precisiones sobre dónde y cuándo, es de suponer —por el lugar de publicación de su obra— que E. Cizek se refiera a la situación que se daba en Francia hace algunos años, donde parece vivir, pero podría también referirse a Rumania donde publicó sus primeras obras. Por nuestra parte, sabido es que en España generaciones de alumnos desde, al menos, los años sesenta han aprendido los rudimentos de la lengua latina traduciendo la Guerra de las Galias de CÉSAR . Quisiéramos aquí apuntar la posibilidad —aunque quizás no sea el lugar más apropiado— de que se alternara o sustituyera ocasionalmente con la lectura de textos de Eutropio, que por un lado no presentan grandes dificultades para la traducción y por otro ofrecen una visión más general de la historia de Roma.

50 E. MALCOVATI , art. cit ., 16 (y sobre la influencia de Eutropio, págs. 16-19).

51 Publicada por H. DROYSEN en la edición de Eutropio: Eutropi Breviarium ab Vrbe condita , en Monumenta Germaniae Historica , Berlín, 1879 (reimpr. 1961).

52 E. MALCOVATI , art. cit ., 16-17.

53 E. MALCOVATI , art. cit ., 16; publicada también por H. DROYSEN en el mismo volumen de su edición de Eutropio.

54 Para un sugerente desarrollo de estas ideas y un detalladísimo estudio de las traducciones griegas de Eutropio véase el artículo de E. MALCOVATI , «Le traduzioni greche di Eutropio», Rendiconti dell’Istituto Lombardo di Scienze e Lettere 77 (1943-1944), 1-32. Más recientemente sobre la actitud de los romanos hacia la cultura griega, pueden verse los trabajos publicados en E. FALQUE , F. GASCÓ (eds.), Graecia capta. De la conquista de Grecia a la helenización de Roma , Huelva, 1995.

55 Eutropio es un autor pagano que no dice nada de la conversión de Constantino ni de los progresos hechos por el cristianismo, que va avanzando en este siglo, lo cual ha sido puesto de relieve por casi todos los investigadores. En opinión de E. MALCOVATI , art. cit ., 20-21, este comportamiento es común a los escritores paganos y en general a toda la sociedad pagana de su tiempo. Sobre el paganismo de Eutropio, véase el trabajo, más reciente, de G. BONAMENTE , «11 paganesimo di Eutropio: le testimonianze di Niceforo Gregora e di Peter Lambeck», Annali della Facoltà di Lettere e Filosofìa. Università di Macerata 18 (1985), 257-272.

56 La llamada Historia miscella , cf. E. MALCOVATI , art. cit ., 17-18.

57 H. W. BIRD , Eutropius: Breuiarium , pág. LVII.

58 El cómputo general es de H. W. BIRD , op. cit ., págs. LV-LVI, aunque el número de códices anteriores al s. XV está tomado del Conspectus siglorum et notarum de la edición de C. Santini , de los que exceptuamos obviamente los perdidos y los excerpta; cf. Eutropii Breuiarium ab Vrbe condita , ed. C. SANTINI , Leipzig, Teubner, 1979, pág. XVIII.

59 H. W. BIRD , op. cit ., págs. LV-LVI.

60 E. MALCOVATI , art. cit ., 19.

61 Para una relación detallada de las ediciones de Eutropio, véase el Conspectus editionum en pág. XVII de la citada edición de C. SANTINI .

62 W. DEN BOER , Some Minor Roman Historians , Leiden, 1972, págs. 170-171. La edición de F. Ruehl fue reeditada por Teubner (Stuttgart, 1975). El libro de W. den Boer es anterior a la edición de C. Santini de 1979.

63 E. MALCOVATI , «I breviari del IV secolo», Annali della Facoltà di Lettere e di Filosofia. Università di Cagliari 21 (1942), 1-22. Poco después publicó la Prof. Malcovati otro artículo sobre Eutropio ya citado: «Le traduzioni greche di Eutropio», Rendiconti dell’Istituto Lombardo di Scienze e Lettere 77 (1943-44), 1-32.

64 Todos estos trabajos aparecen citados en la Bibliografia final que acompaña a esta introducción.

Breviario. Libro de los Césares

Подняться наверх