Читать книгу La menopausia - Fabienne Travers - Страница 6

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Introducción

Vayamos al grano: la menopausia sigue siendo un tabú. De ella se habla poco o de manera deprimente, o incluso nada en absoluto, hasta en el entorno más cercano, como si reconocer que estás menopáusica o que lo vas a estar fuese algo de lo cual debas avergonzarte. Sucede lo mismo con la regla: no vamos aireando por ahí que la tenemos.

Una mujer menopáusica, a la que ya no le viene la regla, que ya no puede parir, ¿es una vieja?, ¿es estéril?, ¿está para el desguace?

Esta es la imagen que durante mucho tiempo ha tenido la sociedad de la mujer menopáusica. Hace tan solo algunas décadas, una mujer de 50 años ya era vieja, se la consideraba una abuela, se presuponía que ya no pensaba en sexo, porque ¡eso son cosas de jóvenes!

Todavía hoy, algunas mujeres viven mal la menopausia: porque ya no pueden parir, porque creen que ya no tienen ninguna función en la sociedad, porque consideran que para ellas la vida se ha terminado. Se sienten inútiles, menos deseables, ignoradas y apartadas del juego de la seducción. Pero ¿quién dice que una mujer ya no sirva para nada desde el momento en que ya no puede tener hijos?

Otras mujeres, en cambio, sienten que la menopausia les abre las puertas a una nueva vida y supone una verdadera liberación: en cuanto consiguen identificar y tratar las molestias de la perimenopausia, se acaba la regla (y todo lo que acompaña a los síntomas premenstruales), la contracepción, el yugo impuesto por las hormonas, las migrañas y demás hinchazones… ¡a vivir una nueva vida!

• Una etapa que superar

Independientemente de cuál sea tu acercamiento a la menopausia, no cabe duda de que se trata de una etapa que superar. Supone un cambio físico y psíquico. Es un periodo que hay que pasar sin demasiados baches. Estás en la mitad de la vida. Es un cambio monumental… Y, por qué no, un nuevo comienzo.

De la misma manera que la adolescencia marca el paso de la infancia a la vida adulta, la menopausia marca el final de un ciclo vital, ¡no es el final de la vida!, y deja paso a otro ciclo. Si se tienen algunas molestias (y, es verdad, no a todas nos tocan las cosas por igual), hoy en día hay soluciones conocidas y, sobre todo, controladas para poner remedio a las molestias en cuestión.

Los puntos negativos de la menopausia, PERO que pueden tratarse y aliviarse:

Está todo patas arriba, es un verdadero caos emocional que a su paso lo deja todo del revés: humor, fatiga, sueño, piel, pelo, vida sexual, dolores, aumento de peso… Un cuadro que da miedo, pero que, una vez más, es provisional y puede mitigarse.

¿Y si le quitamos un poco de hierro al asunto? La menopausia también tiene cosas positivas, y bastantes.

Por lo general, cuando estás menopáusica, sueles estar rozando los 50 años, ya tienes a los hijos crecidos –se acabó la tríada fatídica de las noches sin dormir, los biberones y los pañales– y estos ya son más o menos autónomos. También, en la mayoría de los casos, ya has encontrado tu camino profesional: tienes un trabajo más o menos satisfactorio y estable, ya no necesitas demostrar nada a nadie aunque a veces te sientas amenazada por los jovencitos ambiciosos; tienes un marido o un compañero con quien estás bien; un grupo de buenos amigos, y, sobre todo, con el paso de los años, sabes lo que quieres y lo que no, y simplemente te sientes a gusto contigo misma.

Después de todos estos años de vida activa, de ir corriendo a todas partes, sobre todo por los demás (llenar la nevera para toda la familia, hacer la comida, poner la enésima lavadora, llevar al pequeño al pediatra, al mayor a su clase de violín, cargar con el suplicio de los deberes, la gestión del día a día, organizar las vacaciones, etcétera), te mereces por fin tener un poco de tiempo para ti misma. La edad hace que estés mejor organizada que antes, puedas ver las cosas con perspectiva y sepas decir «no».

Te viene de perlas, porque, precisamente, la menopausia es la excusa ideal para revisar tus prioridades y por fin ocuparte de ti misma, de tu salud, de tu belleza, de tu silueta. Si, al final, envejecer un poco y tener algunas arrugas más implica decirle adiós de una vez por todas a la regla y decirte a ti misma «Oye, tú, te he tenido un poco olvidada últimamente, pero, estate tranquila, que ahora tú y yo vamos a ser superamigas», no me negarás que es un buen canje, ¿no?

• El porqué del cómo

Fue al salir de un encuentro con el doctor Horwitz Guérin cuando sentimos que teníamos una misión de verdad: ¡se acabó lo de mirar a la mujer menopáusica con derrotismo y vergüenza! Porque, en nuestra opinión, una mujer menopáusica ¡es, sencillamente, una mujer liberada!

El propósito de este libro es acompañarte en esta nueva etapa de tu vida. Porque la menopausia no es más que una etapa, como lo fueron la pubertad o el embarazo. Y, si esta etapa se prepara bien, es un pasaporte para una nueva vida, más simple, más ligera y serena. La menopausia es EL PLAN para ocuparte de ti misma, por fin, y envejecer lo mejor posible.


La menopausia

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