Los monfíes de las Alpujarras
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Fernández y González Manuel. Los monfíes de las Alpujarras
PRIMERA PARTE. LOS AMORES DE YAYE
CAPITULO PRIMERO. El edicto del señor emperador
CAPITULO II. De cómo un hombre puede amar por caridad á una mujer, y de cómo, á veces, puede parecer la caridad amor
CAPITULO III. De cómo puede haber reyes sin reino conocido, y abdicaciones de las cuales no se hace cargo la historia
CAPITULO IV. Lo que eran los monfíes. – Yuzuf cuenta su historia á Yaye
CAPITULO V. Del encuentro que tuvieron en el camino antes de llegar á Granada nuestros caminantes
CAPITULO VI. En que se presentan nuevos é interesantes personajes
CAPITULO VII. En que se relatan extraños é importantes sucesos
CAPITULO VIII ¡El emir se ha perdido!
CAPITULO IX. En que se sabe lo que hicieron con Miguel Lopez don Diego y don Fernando de Válor
CAPITULO X. Del resultado que tuvieron las investigaciones de Harum
CAPITULO XI. Hasta donde habia llegado doña Elvira, arrastrada por su amor á Yaye
CAPITULO XII. De cómo Dios premió la constancia de Yaye
CAPITULO XIII. De cómo la caridad era una virtud peligrosísima para el poderoso emir de los monfíes Muley-Yaye-ebn-Al-Hhamar
CAPITULO XIV. En que se sabe por qué habia dejado su casa el capitan estropeado
CAPITULO XV. De cómo el capitan Sedeño hizo traicion á todo el mundo
CAPITULO XVI. La venganza de don Diego de Córdoba y de Válor
CAPITULO XVII. Cómo se encontraron el rey del desierto y el capitan estropeado
CAPITULO XVIII. Continuacion del anterior
CAPITULO XIX. De cómo la justicia fue á cerrar la casa del capitan, dejándola enteramente deshabitada
CAPITULO XX. Estrella
CAPITULO XXI. Los xeques del Albaicin
CAPITULO XXII. Del tristísimo y horrible encuentro que tuvo un caballero al entrar en Granada
CAPITULO XXIII. Los desfiladeros de Dar-al-Huet
CAPITULO XXIV. De cómo, á causa del levantamiento del Albaicin, cometió Yaye su primera infamia
CAPITULO XXV. Cómo encontró Yaye á su padre
CAPITULO XXVI. Procedimientos judiciales
CAPITULO XXVII. De cómo fué el casamiento de Yaye
SEGUNDA PARTE. EL MARQUESITO Y LA DUQUESITA
CAPITULO PRIMERO. Tres notabilidades de la córte del rey don Felipe
CAPITULO II ¡La hermosa duquesita se ha perdido!
CAPITULO III. De cómo un niño puede ser el dedo de Dios
CAPITULO IV. La fuerza de la mujer
CAPITULO V. De cómo el marquesito dió una prueba de que estaba perdidamente enamorado de Amina, pensando en casarse con ella
CAPITULO VI. Del medio que eligió el marquesito de la Guardia para irritar el amor de Amina
CAPITULO VII. La una por la otra
CAPITULO VIII. Zelos italianos
CAPITULO IX. De la no menos extraña aventura que sucedió al marquesito mientras rondaba á la hermosa duquesita
CAPITULO X. Lo que oyeron la duquesita y el marquesito
CAPITULO XI. Lo que puede el amor de una mujer
CAPITULO XII. Lo que hizo la princesa arrastrada por sus zelos
CAPITULO XIII. De cómo la princesa y Cisneros, fueron la dama y el galan de una escena de comedia
CAPITULO XIV. De cómo la princesa descubrió que era mas fácil su venganza que lo que habia creido
CAPITULO XV. De cómo se conjuraba todo contra el emir de los monfíes
CAPITULO XVI. Continuan las contrariedades del emir
CAPITULO XVII. Quien era el príncipe Lorenzini Maffei
CAPITULO XVIII. Complicaciones
CAPITULO XIX. De cómo se vieron obligados á salir de la córte algunos de nuestros personajes
CAPITULO XX. De cómo el rey don Felipe y la Inquisicion se convencieron de que no podian todo lo que querian
CAPITULO XXI. De lo que pasó en un calabozo de la Inquisicion de Madrid
CAPITULO. XXII. Que sirve de epílogo á esta segunda parte
TERCERA PARTE. LA REBELION
CAPITULO PRIMERO. El castillo y la atalaya
CAPITULO II. El peregrino y el ermitaño
CAPITULO III. La recua, el carro y el ginete
CAPITULO IV. El corral del Carbon
CAPITULO V. De lo que vió y oyó Diego Lopez en el poco tiempo que estuvo en la hospedería del Carbon
CAPITULO VI. En que continúa un asunto suspendido en el anterior
CAPITULO VII. De como hasta el fin del capítulo no pudo sacar nada en claro Aben-Aboo acerca de sus inquilinos
CAPITULO VIII. El panderete de las brujas
CAPITULO IX. De cómo por el amor se olvida la amistad
CAPITULO X. En que se trata de lo que pasó entre la sultana Amina y Aben-Aboo
CAPITULO XI. Alianza de sangre y lodo
CAPITULO XII. De cómo fue la proclamacion de Aben-Humeya
CAPITULO XIII. Cómo estaba gobernada la villa de Cádiar
CAPITULO XIV. El licenciado Juan de Ribera
CAPITULO XV. Lo que iba á hacer á Cádiar Aben-Jahuar-el-Zaquer
CAPITULO XVI. De qué manera servia á quien le pagaba, Maese Barbillo
CAPITULO XVII. El capitan Diego de Herrera
CAPITULO XVIII. El palacio encantado
CAPITULO XIX. El exámen de doctrina cristiana
CAPITULO XX. De cómo fue el casamiento del marqués de la Guardia
CAPITULO XXI. Continuacion del anterior
CAPITULO XXII. Lo que hicieron contra el emir Aben-Aboo y Aben-Jahuar
CAPITULO XXIII. Cómo trataba Yaye á sus parientes
CAPITULO XXIV. De cómo se encontraron reunidas de una manera extraña, personas que se creian muy separadas
CAPITULO XXV. De qué modo satisfizo Mari-Blanca la honra de su padre
CAPITULO XXVI. De cómo fue para la villa de Cádiar y para otras muchas en las Alpujarras, una noche muy mala la Noche-Buena de 1568
CAPITULO XXVII. Continúa el asunto interrumpido en el anterior
CAPITULO XXVIII. Continúan las escenas de sangre
CAPITULO XXIX. De lo que aconteció aquella misma noche en Granada
CAPITULO XXX. Complemento del anterior
CAPITULO XXXI. De cómo supo Yaye que su mala estrella se le hacia cada vez mas enemiga
CAPITULO XXXII. En que se ve que se estrechan las distancias entre nuestros personajes
CAPITULO XXXIII. En que el autor deja la historia para tomar otra vez la novela
CAPITULO XXXIV. De cómo puede parecer feliz y aun serlo á medias un desgraciado
CAPITULO XXXV. El reverso de la medalla
CAPITULO XXXVI. En que el autor descubre donde estaban los que se habian perdido
CAPITULO XXXVII. En que se cuentan sucesos horribles
CAPITULO XXXVIII. En que empieza á desenlazarse nuestra historia, con la salida pera la eternidad de dos de sus principales personajes
CAPITULO XXXIX. De cómo se perdieron de nuevo Amina y el marqués
CONCLUSION. LA VENGANZA DE LOS MONFIES. CAPITULO XL. En qué estado se encontraba la guerra de las Alpujarras algunos meses despues de los sucesos anteriores
CAPITULO XLI. De lo que aconteció á los moriscos de Granada la víspera de San Juan de 1559
CAPITULO XLII. De cómo empezaba Harum á vengar al emir
CAPITULO XLIII. De cómo la princesa Angiolina Visconti volvia á ser un instrumento manejado por Harum
CAPITULO XLIV. De cómo los capitanes turcos sirvieron á Aben-Aboo ó creyeron servirse á sí mismos
CAPITULO XLV. En que volvemos á encontrar al perdido marqués de la Guardia, y se sabe cómo escapó del subterráneo de la princesa encantada, y la escena que tuvo con su antigua amante
CAPITULO XLVI. De cómo fue la muerte de Aben-Humeya
CAPITULO XLVII. Reseña de la continuacion de la guerra de las Alpujarras hasta su terminacion
CAPITULO XLVIII. En que se sabe entre otras muchas cosas importantes, de qué muerte murió Aben-Aboo
CAPITULO XLIX. En que se cuenta lo que pasó en las cuevas del castillo de Vérchul
EPILOGO
I
II
Отрывок из книги
El dia 30 de mayo del año de 1546, una inmensa multitud de gentes de todos clases y condiciones, llenaba en Granada la estrecha plazuela comprendida entre la Capilla Real, sepulcro de los Reyes Católicos, la Casa de la Ciudad y las desembocaduras de algunas callejas, que desde aquel punto conducen al Zacatin, á la plaza de Bib-al-Rambla, y á la parte alta de la ciudad.
Entre aquella multitud abundaban los pintorescos trages de los moriscos, á los que se mezclaban los justillos y las calzas castellanas, y los coletos de ámbar y los castoreños con plumas de los soldados de los tercios viejos del rey.
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– ¿Y por qué Isabel es hermana de los renegados te has sobrepuesto á tu amor… al suyo… y acaso la has despreciado?
– Anoche, señor, dijo Yaye confundido por el ronco acento de su padre, he resistido á su amor, la he dejado anegada en llanto, sentenciada á un destino horrible… porque… Isabel ha preferido perderme y ser infeliz, á dejar la religion cristiana; porque yo musulman no podia ser esposo de la cristiana hija de los renegados.
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