Читать книгу 50 historias de niños y niñas que cambiaron el mundo - Francisco Cid Fornell - Страница 9

INTRODUCCIÓN

Оглавление

Sentado en la soledad de mi despacho, ultimo los detalles de este libro mientras elaboro su introducción. Hacía tiempo, bastante tiempo, que quería hablar sobre estos locos bajitos que copan estas páginas. Cientos de tardes consultando archivos, libros, recortes de periódicos… dan para largo. Pero, sobre todo, dan para aprender, y mucho, de aquellos a los que cada mañana me empeño en enseñar.

Maestro de carrera, pero, fundamentalmente, de ilusión, me sigue fascinando el maravilloso mundo de la educación infantil. Su complejidad, el concepto que tienen los alumnos de lo que les rodea, la incapacidad para abstraer, para desligarse de la realidad… suponen un cúmulo de factores que hacen digno de estudio el tan magno cerebro de tan pequeñas personas.

Hace justo un año y medio acabé un libro llamado Cuestiones de interés, donde desarrollé una metodología reconocida y galardonada internacionalmente. Basada en las incógnitas de los pequeños, desvelaba los secretos de una manera de enseñar donde los padres y las madres trataban de resolver las dudas de sus hijos. Esas dudas, a mi juicio, son el motor del cambio. Aquello que produce el conocimiento de grandes y pequeños. El ser humano es curioso por necesidad y esa curiosidad es la que mantiene al cerebro en alerta y antepone el conocimiento. Si dejamos solo en una habitación a un niño de primaria con un regalo envuelto y una nota que pusiera: «No abrir», les garantizo que el infante no tardaría más de dos minutos en desoír la orden. Somos así, nuestra genética nos predestina a continuar con lo que hacíamos hace miles de años.

Cuando el pequeño abra el paquete, se puede encontrar con dos opciones: la aceptación o el rechazo del contenido. Si en el interior de la caja se encuentra varias gominolas, habrá aprendido que desobedecer produce consecuencias positivas. Si, por el contrario, al abrir el continente encontrase una nota que dijese: «Por desobedecer la orden, esta tarde te quedas sin plazoleta», la conclusión a la que llegaría el joven es la consecuencia negativa que tiene el hacer caso omiso a las indicaciones de un adulto.

Es lo que tienen los mecanismos de aprendizaje, que se pueden llevar a cabo desde distintas ópticas y a través de distintas vías. Se puede aprender con la malograda frase: «La letra con sangre entra» o, por el contrario, de lo cual soy fiel seguidor, a través de la emoción, el respeto y el cariño. Hoy en día, sigo encontrándome con casos que enseñan con los principios de la autoridad y la rigidez. Sin embargo, en cada congreso, fórum o reunión que asisto intento por todos los medios mostrar las bondades de la pedagogía del afecto.

El insulto, la tiranía y el grito no deberían emplearse cuando el receptor apenas puede defenderse. El niño es un ser tan maravilloso que debe conocerse para actuar en consecuencia. Y de eso tratan estas líneas, del conocimiento de niños y niñas que con sus actos o inacciones pasaron a la historia que conocemos hoy en día.

Al concluir el libro, me pregunté qué hubiera pasado si a un grupo de niños valientes no le hubiesen inoculado en sus frágiles cuerpos el virus de la viruela para contrarrestar la terrible epidemia que asoló el Nuevo Mundo en tiempos de Carlos IV. O qué hubiera pasado si el hijo pequeño del genial artista D. Angelo Bramante no le hubiese acompañado cuando el papa Julio II lo llamó a consultas en lo que sería el encargo del diseño de la genial bóveda de la Capilla Sixtina. Quizá, su belleza sería otra.

De eso trata este compendio de historias. Relatos narrados con un estilo alegre y fresco capaces de conectar con el lector tanto iniciado como neófito en el noble arte de la lectura. Historias breves que, sin duda alguna, serán la antesala de otras cincuenta historias más de niñas y niños que siendo eso, niños, lograron cambiar nuestro mundo.

En esta aventura me reúno con grandes amigos como Rafa Guerrero, psicólogo prestigioso de fama internacional que el destino quiso una vez que acabara unido a la filosofía de este aspirante a escritor. O qué me dicen de la genial reflexión de Manu Velasco, el maestro de maestros, al cual, y junto a los demás, le agradezco enormemente el haberme tendido la mano en esta nueva hazaña.

Quise ponerle un poco de magia a estas líneas y para ello conté con la ayuda del maestro mago Xuxo Ruiz, al cual no solo admiro como profesional, sino también por la excelencia de su persona. Y qué decir de mi hermano pedagógico Luis Aretio, psicólogo del corazón, que a la voz de ya estuvo en primera fila con la bondad del que nada quiere y, sin embargo, todo da. Cierro la obra con mi admirado Juan Sánchez Muliterno, presidente de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles, al cual le debo lo que soy, pedagógicamente hablando.

Toda esta obra no dejaría de ser un libro hecho con la razón sin las pinceladas de María Villalba, quien, con sus ilustraciones, ha convertido el libro en un instrumento hecho para el corazón.

Espero que el lector disfrute a la hora de leerlo tanto como yo lo hice al escribirlo. Solo me resta agradecer a todos esos docentes que consiguen cambiar el mundo de todos aquellos niños y niñas que tienen a su cargo. Quién sabe si entre esos pupitres estarán nuevos niños que copen nuevas historias que cambiarán nuestros mañanas.

En la Real Isla de León, una tarde lluviosa de 2019.

50 historias de niños y niñas que cambiaron el mundo

Подняться наверх