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ОглавлениеINTERCAMBIO DE TESTIGOS EN LA CARRERA DE RELEVOS
Todo empieza con la idea del poeta como chasqui:
peligro y belleza en el delivery de versos
en zonas de barrancos. Un emisario que cruza
montañas y desiertos sin linternas ni parafernalia.
¿Te acuerdas de la maratón de garzones?
Bueno, es algo así: meseros con bandejas de pan y vino
que avanzan veloces como por una cuerda floja
en pleno terremoto y otros que intentan
tomar buses hacinados hacia una casa ajena
o un auxiliar sudoroso y en ayunas
que corre con papeleo burocrático
de miles de ñoquis, policía financiera
y delincuentes de traje.
Hay info esencial sin embargo,
menos prosaica si se quiere. ¿Te acuerdas
de los ciclistas con la lata de película?
Rompían récords de velocidad para llegar
de un cine a otro con la copia única.
Pelados rasos y peones. Mas de su habilidad
y de las llantas de sus bicicletas
dependía el cine: la ilusión de la audiencia.
Recuérdalos, y a la amiga que entregaba
la carta a la chica del otro curso
El que escribe es un jugador que da pases
y el poema es sólo el sudoku
y los comics que damos a hijo
en un viaje tan largo, y la pampa.
Recuerdo que Sergio traía
libros frescos de eua el deefe lima bs as
de autores que no conocíamos.
Quizás de eso se trata todo esto;
si vas a Magallanes, mermelada de ruibarbo,
aceitunas picantes de Azapa.
¡Quisiera tomar esos mates repletos
de hojas de coca en tazones enormes!
¡No un té de coca con un par de hojas
ni coca de sachet!
¡Un mate de coca repleto!
Pero no se puede pasar kilos de hoja
desde Bolivia: es orgánica,
el Servicio Agrícola y Ganadero
prohíbe su ingreso.
Todo empieza con la imagen de los cadetes
que elongan y precalientan,
con el olor a ungüentos
y friegas de mentol en camarines.
La preparación del cocaví. El balazo al aire
que convierte a los atletas en guepardos,
carteros mozos recaderos mercurios,
pelados rasos y cinturones blancos
en el camino de las manos vacías.
CHASQUI
El sol ilumina los senderos
pero tras una alfombra roja
de gala, retirada y rayo verde
el sol nos abandona
y hay un lapso de oscuridad
–cuaresma y recogimiento–
antes de que comience a asomar
la luna tras la montaña: una madre
con una enorme linterna mágica.
El sol y la luna nos dejan ese lapso
para que tomemos conciencia
de nuestro eventual desamparo,
para que no perdamos el instinto,
para aprender a sobrevivir
para chequear el cuerpo
revisar víveres, agua, comida.
Los que se sientan bien
y los más audaces y equipados
pueden avanzar algo en la tiniebla;
los demás –si es breve el lapso–
se detendrán a esperar y ordenarse
tras alguna roca o árbol
sin que el cuerpo se enfríe.
Peligro y belleza en el delivery de versos
en zonas de acantilados y barrancos.
El poeta es un chasqui.
SOLANUM CRISPUM
La flor de natre da la bienvenida
La flor de natre de precordillera
hermosa pero amarga a recagarse
como toda hierba hay que usarla
con asesoría seria y cuidado extremo.
Las flores de montaña son tozudas
y nacen de las grietas más heladas
de las rocas con rostro de demonio.
Las alstroemerias salvajes p ej
o esas flacas que parecen modelos
o esas morenas aterciopeladas.
O la puya chilensis o chagual:
un ramo entero de flores azules:
una pagoda una pausa UN TEMPLO
en un pique tan largo y el cerro.
QUÉ VAN A HACER ALLÍ, ALLÍ NO HAY NADA
tomamos el transbordador a Porvenir,
nombre irónico para estas ventolerías
que ni dios estipulara y sin embargo
me viene lo mismo a la cabeza que anda a saber
qué pionero con cara de loco que bautizó este lugar
o que la croatada sedienta de oro.
Porvenir. Futuro. Fortuna.
Un corazón que de tan inflado
declara cara de raja:
AQUÍ PODRÍAMOS SER FELICES
en estos andurriales en el fin
de la galaxia. Por qué no.
Nos fuimos a recorrer esos confines
a ver si el corazón aguantaba o se rajaba.
CONSTELACIÓN DEL PERRO
La primera vez que escuché la palabra Canícula
fue a Juan Preciado. Algunos sostenían
que el descenso a Comala era una metáfora
del descenso al infierno, o algo así: mucho calor
y bajar y bajar como perros. A Pisagua.
APAMILCA
qué vienen a hacer aquí si aquí no anda ni dios
caseríos que se lleva el agua con metales pesados
quebradas que la minería acorrala.
solo un anciano con lentes ray ban:
estatua que mira al vacío
muerto o vivo no sabemos
pero en la madrugada parecen nipones
que cultivan alegres ajo y zanahorias
con una limosna de hilo de agua.
nos regalaron una trenza de ajo
e hicimos un pan fragantísimo en un fogón
con papel alusa y mantequilla.
CONTROL DE IDENTIDAD
Porvenir comienza a tomar forma
al igual que todo en este territorio:
como una avanzada policial en 1883,
un vulgar retén para que no se masacraran a balazos
los buscadores de migajas de oro.
No sólo Dawson y Pisagua. Todo aquí
por momentos parece un calabozo:
detención por look, criminalización de la pobreza
y controles de identidad. “¡Qué identidad
me van a controlar a mí
si no tengo ninguna o tengo cientos!”.
Eso vociferaba el poeta Aníbal Saratoga
y blandía desafiante un enorme jarro schopero
como si fuera el martillo
de la hoz no sé una cosa así
“¡Creen que trafico con mi identidad,
que la uso para que me estudien
cual un Moai los hijos de la remil!
¡Pues no soy pasto de papers y crítica cultural!”.
Saltaba espuma de su schop incluso
y sin distraernos de su arenga
nos pusimos en guardia para no recibir gotas.
“¡La única patria del poeta es su lengua!”
–continuaba–
“¡y los únicos palafitos son los dedos de la mujer que amo
que inspeccionan mi corazón con sospecha
como si fuese una casa pobre
en la que no quiere vivir,
una casa hedionda a soledad de macho triste,
una escultura fallida o un Buddha mal hecho
que ella inspecciona en sus dedos
en forma de la copa mundial de fútbol
una especie de profesora estricta
o anticuaria con cara de sospecha
ante una esfera de cristal barato
que va a romper con rabia contra el muro!”.
NOTAS
No hace falta ir a Pisagua ni a Tierra del Fuego,
allegado en muchas casas
y mochilero en su propia ciudad
su silbido de pobre perfora los sueños
de quienes duermen.
Una académica habla de nomadías
con 11 propiedades registradas a su nombre
incluyendo una en NY
y otra en Barrio Norte, Bs As.
Él habla de métrica y latín
¡Sabrá lo que es un clavo de 4”!
Es la opción por los pobres de este jesuita
educado en el Verbo Divino
que maneja una institución bancaria de la Iglesia
encargada de dar créditos blandos a los pobres
–un tetcho para tchile, esas cosas–
Y cómo no, escribe poesía.
VENTOLERÍAS
Pisagua. Porvenir. Quebrada de Camiña.
Cómo te gusta venir en pleno invierno
a los lugares más Marte del territorio
en donde los milicos relegaban a la gente.
¿Quieres llenar cada espacio del mundo,
como en The Cantos? ¿Bendecirlos?
¿Filmarlos? ¿Darles tarjeta verde, visa de existencia?
“No quiero llenar el mundo con mi presencia,
me busco y te busco en esos lugares. En la intemperie
se escucha mejor el propio rezo, aunque no sé rezar
y creo que cuando uno cree hacerlo
en realidad una se habla a sí misma”.
No hay que ocupar cada palabra existente. Para qué
¿De dónde nace esa idea colonialista y atropelladora?
Voracidad. Samsara. Mejor
siente el viento. Te lo traduzco:
NO HAY QUE OCUPAR PALABRASSS
HAY QUE OCUPAR PALASSSSSSSSSS
HAY QUE OCUPAR LUGARESSSSSSS
como Pisagua o Porvenir.
Tomas. Conquistas. Equipos. Visitas.
El sol ilumina el lenguaje por dentro
El sol es un gato montés luminoso
que enciende los senderos a su paso
Ustedes se reúnen a trabajar y a comunicarse.
A meditar y a trabajar el cuerpo.
De la palabra al cuerpo.
De la palabra a la acción.
A terreno.
Cuerpo y terreno.
¿Quieres dejar en cada rincón la luz
de tu presencia?
¿Quieres iluminar los lugares sombríos con tu presencia?
¿Por eso incluso estás conmigo?
¿por el contraste brutal con mi grisura?
Aquí no manda dios sino el viento
y da la impresión que no hay nadie
en las casas. Por ahí un niño juega solo.
Hay un pequeño museo croata:
los instrumentos rústicos, rifles y botellas de whisky
de gente aperrada y loca que buscaba
migajas de oro en el fin de la galaxia.
SOBRE LA AMISTAD
Cuando nos subimos al ferry que sale
desde Punta Arenas a Porvenir, Tierra del Fuego
conocimos a un anciano con muletas
que llevaba flores a un amigo muerto.
Apenas caminaba.
Traía además paltas y hortalizas
que había sembrado en la zona central.
Eran para su amigo, pero ahora
eran para la familia del difunto
a quienes ni siquiera conocía
y con quienes iba a recordarlo.
–¿Quién, todo viejo y patuleco
se manda tamaña travesía
al fin de la galaxia?
En estas ventolerías le había hablado
de su huerto en la zona central
y ahora, viejo y cojo, vino a cumplir.
Quizás era un señor muy solo
o tal vez los hijos que lo amaban
lo apoyaron para cumplir esa promesa.
BAGUALES
En Porvenir no hay mucho
pero si uno se aleja
puede ver baguales,
criaturas esquivas y soberbias
que huyen lo más lejos posible
como nosotros.
Pingüinos-rey, cisnes,
aves, toninas, focas leopardo,
elefantes marinos
y la casa del criminal de guerra
Walter Rauff que come su strudel
con un earl grey y mira
sereno y altivo el Estrecho.
Quizás te quedó la costumbre
de huir lo más lejos posible
del tiempo en que éramos amantes.
Un chacal de la zona
cazaba y faenaba baguales
y vendía carne, piel y crin.
No sé si lo habrán agarrado.
Esto está lejos de todo.
Luego de caminar bajo el viento
dimos con una picada chilota
donde había una estufa y comida caliente.
LA CIUDAD NOS VOMITA
Podríamos parafrasear “la ciudad nos vomita”
de las siguientes maneras:
a) la civilización o la modernidad
nos vomitan o expulsan
o
b) la ciudad vomita sobre nosotros.
La ciudad nos vomita
no sólo a las poblaciones infectadas
de gárgolas que fuman pasta base
en una muerte larvaria.
¿Se acuerdan, Juan, Gastón, cuando fuimos
al festival de cine Feciso en Bajos de Mena
y demolían los departamentos
con la gente dentro?
Era como un bombardeo en Medio Oriente.
La ciudad nos vomita
no sólo hacia sus propios márgenes
sino a los extremos del país:
Comala, Luvina;
Pisagua y Porvenir
en los dos extremos de este territorio.
Ahí llega alguna gente que ya no puede
trabajar en otra cosa. En Pisagua
buzos que están muy viejos p ej
y buscan ganarse la vida en el mar.
Sobreviven, no son fantasmas.
¿Y si me fuera a esos lugares?
¿Y si todos cara de raja nos instaláramos
en esas lejanías como colonos o pioneros aperrados
con ropa adecuada de segunda
comprada en la calle Bandera
obligados al trabajo duro?
PISAGUA
Un hombre se fugó de la cárcel de Pisagua. Su intención no era escaparse, no hay cómo: mar por un lado, desierto por el otro. Se fugó para no darles el gusto de ser torturado y hablar, o presenciar torturas. Lo encontraron en el muelle, en cuyos pilares se posan hoy los cormoranes y le dieron un tiro. De alguna manera, fue su triunfo.
En las orgías de Heliogábalo, había un caballo de bronce hueco en donde éste metía a un esclavo o esclava. Luego recalentaba con fuego el caballo para que los alaridos agónicos de la víctima fueran la música de fondo de la orgía y dieran la impresión de relinchos. Hubo uno de esos esclavos que no quiso ser la música de fondo, y se obligó a no emitir sonido alguno. Murió sin dar ese gusto a Heliogábalo. Similar al fugitivo de Pisagua, ese fue su triunfo.
El pueblo está lleno de automóviles abandonados, de los años 70 y 80 deportivos, de colección. Se echaban a perder y como Iquique está lejos, hay cuestas y es difícil el transporte a Pisagua, salía más a cuenta dejarlos abandonados y comprar uno nuevo en Iquique, zona libre de impuestos. La aerodinámica en estos automóviles espera la carcoma del tiempo de la misma manera que en Porvenir –al otro extremo del país– se oxida un barco. Porvenir, donde van a buscar trabajo los que no lo encuentran en ningún otro lugar, y que son capaces de habitar el frío y tener aptitud para la inmensidad. No aptitud para alardear con la inmensidad ni para intentar reproducir su extensión y su inefabilidad sino para interiorizarla, un espacio que se reproduzca dentro de la mente.
EL FARO DEL FIN DEL MUNDO
Una pareja hace el amor en la Patagonia
en el faro más austral del mundo.
Luego miran en 180 grados
el Estrecho y la inmensidad de la pampa.