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Introducción

Voy a permitirme iniciar este relato con una frase del escritor estadounidense considerado el autor de autoayuda y superación más prestigioso del mundo, Napoleón Hill: «El roble más fuerte del bosque no es el que está más protegido de la tormenta y escondido del sol. Es el que está al aire libre, donde se ve obligado a luchar por su existencia contra los vientos, las lluvias y el sol abrasador».

Cuando te enamoras de un proyecto, de una idea o de un sueño y te comprometes a darle vida, a hacerlo realidad, transitas por un arduo camino de altibajos, aciertos, desaciertos, innumerables decisiones fáciles y muy duras de tomar. Sin embargo, esa es la esencia del emprendedor, vivir todas estas experiencias.

Si alguna vez en la vida has iniciado un proyecto y ha culminado de una manera no deseada, déjame decirte que el mundo de los negocios se trata de caer, levantarse y aprender o, incluso, aceptar la pérdida así no estuviese contemplada en tus planes, aunque como diría Robert Kiyosaki en su libro Retírate joven y rico: «Una estrategia ganadora debe incluir perder».

Errar es parte de la naturaleza innata del ser humano para lograr un aprendizaje. Las personas menos arriesgadas, las que suelen tener poca iniciativa de cambio en su vida, las que temen salir de su zona de confort, desconocen de alguna manera lo que es perseverar en un objetivo y prefieren no intentar por muchas razones: miedo, desconfianza o prudencia. Por el contrario, las personas que están constantemente asumiendo responsabilidades, retos, innovando y redescubriendo tienen una mayor probabilidad en su vida de experimentar decepciones, pero este tipo de personas son las que normalmente logran maravillas en su vida, siempre y cuando se lo propongan, permanezcan fieles a sus metas, aprendan de sus errores y se eduquen a diario con los que han logrado sus objetivos en la vida.

La palabra fracaso es la que predomina en el argot popular cuando una persona no progresa en su negocio. Lo que la mayoría desconoce es que no se trata de fracaso, se trata de experiencia; siempre aprendes algo, incluso cuando tu negocio se hace exitoso, tomarás decisiones que te beneficiarán o perjudicarán, lo importante es que te decidas a emprender, sin miedo.

La educación es fundamental a la hora de emprender, bien sea a través de libros o de personas que se desempeñen como mentores; el desconocimiento te hace miedoso, inseguro. El emprendedor debe aprender de todo, saber poco de muchas cosas y mucho de algo, que es lo que precisamente va a explotar. Desarrolla tus fortalezas y tus debilidades delégalas a otro para quien ese punto sea su fuerte, y en la medida de lo posible sé reservado con tu proyecto, solo comunícalo a los potenciales inversores o personas que se comprometan a aventurarse contigo.

Entonces, si estás pensando en emprender y aún no lo has decidido, lee, indaga, pregunta a los mejores y encamínate a esta gran aventura, pero recuerda que no es sino en ese preciso momento cuando te pones manos a la obra que aprenderás realmente, porque cada experiencia es diferente, pero la esencia de factores como amor y compromiso por lo que haces es la misma para todos los casos de emprendimiento.

La conferencista, escritora y Miss Universo 1986 Bárbara Palacios, autora de varios libros inspiracionales basados en su experiencia con la fe cristiana, hizo referencia a algo muy importante: «Estamos llamados a inspirar a otros con cada reto, caída o victoria. Tu historia tiene poder si deseas ser mejor que ayer». Por ello, espero con gran anhelo y entusiasmo que este libro sea beneficioso para tu vida; te equivocarás pocas o muchas veces, pero es la única manera de corregir y perfeccionar la técnica. En este relato analizo concienzudamente el desarrollo de los laboratorios de genética que construí a fin de extraer el aprendizaje y transmitírselo a mis lectores. Les daré un recorrido desde el surgimiento de la idea, pasando por la conformación de la sociedad, diseño del laboratorio y desenlace de lo que pudo ser, según mi visión, el mayor referente en genética de ese país: el desarrollo de una empresa sólida y perdurable que pasara de generación en generación a través de la constante innovación y que trajera un beneficio inconmensurable para el mundo.

En la vida hay algo peor que el fracaso: el no haber intentado nada. Franklin Delano Roosevelt

El laboratorio

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