Читать книгу Identidades musicales - Ik'Balam Moyrón Castillo - Страница 11
ОглавлениеApuntes sobre la afinación de los instrumentos del son jarocho
Los ejemplos y análisis siguientes van enfocados hacia la familia de la guitarra de son y jarana, principalmente porque son los instrumentos que ejecuto y conozco, pero la información puede aplicarse al arpa jarocha, marimbol, percusión y canto; para esos casos, los ajustes deben hacerse respondiendo a las características propias de construcción, afinación y ejecución de cada uno.
Por ejemplo, para el arpa jarocha usar o no clavijas con maquinaria permite la transportación musical hasta cierto punto. Para el marimbol, la cantidad de flejes y su distribución influyen para tocar en todos los tonos. La percusión jarocha puede afinarse en cierta medida, como es el caso de los panderos, por la piel y sus cascabeles. La tarima puede tener diferentes rangos dependiendo de su tamaño y por la manera de bailar pueden obtenerse sonidos que sean graves, medios o agudos. Lo mismo para las quijadas o mandíbulas de burro y caballo, donde el sonido también depende de la soltura de los dientes y si se toca con palo de madera, cuerno u otro material para ejecutarla.1
Respecto al canto, es muy común escuchar en las voces la quinta justa de la tonalidad, ya que puede utilizarse sobre el primer grado y quinto grado sin problema, aparte de tener mucho brillo y ayudar a la proyección de sonido dentro del fandango o grupo, sea el son en tonalidad mayor o menor. Incluso, sin entrenamiento auditivo o teoría musical, dicha selección es la más común entre cantantes de son jarocho. Esta práctica influye en la elección de las tonalidades de los sones, pues es muy común que se juzgue la altura de las tonalidades a partir de si es posible o no cantar la quinta justa con facilidad. Si se tuviera conocimiento de teoría musical, se sabría que pueden utilizarse otras notas para cantar que no sean las quintas justas de la tonalidad.2
La guitarra de son y la jarana jarocha tienen varias maneras de afinarse y encordarse. Algunos de los factores que han contribuido a esta diversidad son la ubicación geográfica, el clima, el carácter del son, actitudes positivas o negativas entre los ejecutantes (como poner a prueba la habilidad auditiva y capacidad técnica de alguien externo al fandango), investigación personal, y más recientemente, los materiales artesanales o industriales con los que se construyen las cuerdas o mecanismos de afinación.
Por otro lado, la didáctica del son jarocho de finales de 1970 y principios de 1980 en adelante ha propiciado el uso de ciertas afinaciones, lo que ha generado una estandarización, resultando en desinformación y desconocimiento por parte de los aprendices de las diferentes maneras de afinar los instrumentos. Por otra parte, algunos maestros o talleristas sí comparten información sobre el tema, pero en muchos casos sin teoría musical; quienes tienen una afinación base para enseñar y cuando cambian la afinación buscan las tonalidades que ya se conocen. Entonces, se termina con opciones para tocar los tonos de siempre, aunque parezca que se están conociendo nuevas tonalidades.
A esto se le suma la falta de conocimiento musical, teórico y práctico, por lo que el fandango se ha vuelto plano auditivamente en lo que concierne a la tonalidad, ya que el cambio de un tono a otro es prácticamente inexistente. En contradicción, algo que caracterizaba al son tradicional es que había variedad en las tonalidades que se usaban para tocar y cantar entre un son y otro.
Se ha vuelto recurrente pasar todo un fandango sin cambiar las tonalidades mayores o menores, y si esto se hace, se debe a que hay ejecutantes más experimentados que proponen o piden tocar en cierta tonalidad y ahí se genera la variedad. Si removemos esta particularidad, el cambio de tonalidad puede que no ocurra en el fandango.
Al recorrer las regiones del estado de Veracruz donde se toca son jarocho, se pueden ver otras maneras de afinarse. Hacia el sur se afina más alto que en la parte centro, y puede encontrarse que los músicos digiten las mismas pisadas, pero estas representan un sonido que está medio tono arriba, un tono arriba o en medio de esos intervalos.
La popularización del nailon en lugar de las cuerdas de tripa ha propiciado también la estandarización de afinaciones, así como el uso de afinadores electrónicos donde se utilizan los 440 Hz como referencia, perdiéndose así las variaciones tonales del son jarocho tradicional. Existen grabaciones, sobre todo en las antiguas, donde se puede escuchar, por poner un ejemplo, un son en la menor, pero más bajo que el 440 Hz, creando el efecto de estar entre la menor y sol sostenido menor. Estos cambios sonoros son más comunes de encontrar en las grabaciones comerciales y de campo del siglo XX, y/o en contextos apegados a las costumbres del son jarocho tradicional, como en las rancherías, campos o poblaciones semiurbanas, que no tienen mucha influencia de las prácticas de las ciudades.
En los instrumentos de cuerda, la ejecución tradicional ha favorecido las afinaciones que permiten utilizar con amplitud las cuerdas al aire, ya que se pueden usar con facilidad los bordones en el requinto jarocho o en guitarras grandes, así como las notas pedales en las jaranas jarochas. Para poder tocar a profundidad en todas las tonalidades, es necesario utilizar la cejilla de manera parcial o completa, y esto hace que, algunas veces, cambie la proyección de sonido del instrumento siendo mayor o menor, ya que la cualidad de las cuerdas al aire se modifica. Por otro lado, si el instrumento no está bien construido o calibrado, el ejecutante requerirá más esfuerzo para poder tocar los pasajes a lo largo del diapasón dificultando el uso de la cejilla.
Es igual de importante tener conocimiento sobre la variedad de afinaciones para los instrumentos, como entender a detalle la afinación que se elige principalmente para tocar. Con esto me refiero a poder tocar un son jarocho en todas las tonalidades, sus figuras, tangueos, registros, acordes, inversiones, escalas, posiciones, etc., pues se ha llegado a manejar información donde se dice que es imposible tocar completamente un son en otra tonalidad sin cambiar la afinación. Este punto carece de sustento porque de nueva cuenta se hace a un lado la teoría musical, ya que, si se conociera sobre el tema, se sabría que pueden transportarse y ajustarse las notas para seguir cumpliendo las funciones armónicas dentro de una tonalidad sin cambiar o modificar la afinación. Que se prefiera cambiar de afinación por otros motivos es un punto completamente diferente.
A partir de la afinación media bandola y un pequeño análisis de esta, puede entenderse la función armónica y melódica de las notas para tocar en todos los tonos. Aclaro que la referencia siguiente es a nivel tonal, ya que, si se habla desde lo modal, el análisis se volvería más amplio y presentaría nuevas posibilidades.
Si se tiene un requinto jarocho de cinco cuerdas afinado por media bandola con las siguientes notas: la, re, sol, do, fa, estas al aire pueden tocarse sin problema en la tonalidad de do mayor o en el sentido de las tonalidades con bemoles y en la tonalidad de mi bemol mayor, ciertos cambios en las pisadas comienzan a ocurrir. Hacia el lado de los sostenidos, las cuerdas tendrían que modificarse de sol mayor en adelante. En cuanto a su uso en las tonalidades menores, los cambios en la digitación dependerán de si esta es menor natural, menor armónica, menor melódica, etcétera.
Al tener en cuenta los puntos anteriores, se pueden realizar ciertas transportaciones. Por ejemplo, en un son en re mayor con la configuración previa de notas, la nota la es el quinto grado de la tonalidad o dominante, re es tónica, sol es el cuarto grado o subdominante, do es la séptima menor y fa es la tercera menor.3 Entonces, las cuerdas a las que debe prestarse atención al digitar serían do y fa, ya que estas no se encuentran en la tonalidad de re mayor, aunque si se toca un son que tiene una progresión armónica donde hay un dominante del cuarto grado, do es válido al ser la séptima menor del acorde de D7 que resuelve a G. Profundizando más, dándose el caso de que se esté alternando entre la tonalidad mayor y menor paralela (como en ciertos casos del son jarocho tradicional), re mayor y re menor, la cuerda con la nota fa es la tercera menor en re menor.
En conclusión, sí se pueden tocar los sones jarochos en todos los tonos con una misma afinación realizando el análisis y estudio del diapasón pertinente.
Hay afinaciones que permiten o facilitan tocar de ciertas formas, y dependiendo del estilo que se desarrolle es que se eligen o favorecen. El nombre de estas varía por región y por el maestro que la use y nombre, generando cierta confusión, pudiendo encontrarse el mismo nombre, pero con diferente relación de intervalos.4
A continuación, presento la recopilación de afinaciones para requinto jarocho y jarana jarocha que he encontrado a lo largo de los años en talleres y fandangos o intercambiando información con colegas músicos. Están escritas en notación musical con sus respectivos nombres, notas transportadas y en concierto, debido a que los instrumentos de cuerda de son jarocho son transpositores, esto quiere decir que la jarana y el requinto se escriben en clave de sol, pero, dependiendo de su registro, este comprenderá la clave de sol y clave de fa, donde se encuentran sus alturas reales. Las notas en paréntesis del requinto jarocho indican la nota que se debe agregar en un requinto jarocho de cinco cuerdas y los paréntesis en la jarana indican que las notas pueden octavarse si el instrumento y la cuerda lo permiten.
Afinaciones para guitarra de son
La afinación por cuatro es muy conocida en las familias de cuerda del son jarocho, en cuanto a su uso en la guitarra de son, esta se construye con los intervalos de segunda mayor, cuarta justa y cuarta justa. Las notas al aire de esta afinación generan un acorde sus2.
Figura 1. Afinación por cuatro (guitarra de son).
La afinación por dos tiene la misma relación de intervalos que la afinación por cuatro, pero transportada una quinta justa ascendente. Las notas al aire de esta afinación generan un acorde sus2. También es posible encontrar esta afinación una octava abajo en requintos jarochos de cinco cuerdas.
Figura 2. Afinación por dos (guitarra de son).
La afinación media bandola para requinto jarocho está construida exclusivamente por intervalos de cuarta justa y es completamente simétrica. Esto quiere decir que el dibujo o patrón de digitación de un intervalo, escala o acorde será el mismo en cualquier juego de cuerdas o sección del diapasón. Las notas al aire de esta afinación generan un acorde por cuartas. El uso de este acorde dependerá de la nota que se elija como raíz.5 Otro rasgo importante es que todas las notas de esta afinación son diferentes, situación que no ocurre en las demás. Esto hace que un requinto jarocho de cinco cuerdas tenga la misma cantidad de notas que una guitarra de seis cuerdas, donde esta última tiene cinco notas, pero seis cuerdas.
Figura 3. Afinación media bandola (guitarra de son).
La afinación bandola de requinto jarocho tiene la siguiente relación de intervalos: quinta justa, cuarta justa y cuarta justa. Las notas al aire de esta afinación generan un acorde sus4 o 7sus4 en requintos jarochos de cinco cuerdas.
Figura 4. Afinación bandola (guitarra de son).
Las afinaciones comentadas pueden utilizarse o encontrarse en la familia de la guitarra de son, como son los requintos primeros, jabalinas, guitarra de son, requintos punteadores con órdenes dobles, guitarra tercera o cuarta, y también en la guitarra grande, leona, león, leoncita o cualquiera de la familia de la guitarra de son comprendida en el registro medio a registro grave.
Cada una de ellas presenta diferentes posibilidades y puede decirse de manera general que:
La afinación por cuatro es apta para tocar sones en tonalidades donde la tónica y el quinto grado quedan en las notas más graves, o bordones, ya que estos son los puntos armónicos importantes en el son jarocho. Lo mismo para la afinación por dos.
Sobre la afinación de media bandola, esta permite tocar de manera efectiva en todos los tonos por su cualidad simétrica. Cualquier digitación que se utilice permanecerá igual en todo el diapasón. También permite utilizar acordes en bloque de manera accesible, ya que, a diferencia de las demás afinaciones donde estas digitaciones son muy abiertas y pocas veces prácticas para esta tarea, las disposiciones de los acordes son accesibles y fáciles de memorizar.
La afinación de bandola permite ampliar el autoacompañamiento a través del tangueo, y amplía el registro medio grave del instrumento. En contextos modernos de son jarocho, como pueden ser los grupos musicales, esta afinación sirve para suplir ciertos papeles como el de la guitarra grande o marimbol, si se da el caso.
Existen otras afinaciones para guitarra de son como tono chinalteco, tono huayapeño, tono obligado y cuarta bandola. Algunos ejecutantes de guitarra de son, como don Esteban Utrera, utilizaban la afinación por cuatro, así como don Andrés Vega. Se tiene entendido que don Francisco “Chico” Hernández conocía y utilizaba diferentes afinaciones.6 Don Cirilo Promotor empleaba en su requinto jarocho la afinación por cuatro y también utilizaba el capotrasto para tocar en otras tonalidades. Octavio Vega utiliza en su requinto punteador la afinación por dos. Félix “Liche” Oseguera es conocido por emplear la afinación bandola en sus requintos jarochos.
En cuanto a las guitarras de son o requintos jarochos de cinco cuerdas, la nueva nota que se agrega puede ir una cuarta justa ascendente, a partir de la nota más aguda, y/o una segunda mayor descendente, a partir de la nota más grave. Por ejemplo, al agregar una cuerda hacia los agudos, se hace más accesible tocar las notas que se encuentran del traste seis en adelante, ya que ahora estas se encuentran a partir del primer traste del diapasón. En caso de que se agregue una cuerda hacia los graves, este registro crecería.
Afinaciones para jarana jarocha
Sobre las afinaciones de la jarana jarocha, las más empleadas (al igual que en la guitarra de son) corresponden a por cuatro, y por dos. También son conocidas las afinaciones por cruzado, por primera mayor, por chinanteco y por re o tono de Chacalapa.
La afinación por cuatro se construye a partir de los siguientes intervalos: cuarta justa, tercera mayor, cuarta justa y segunda mayor. En las jaranas con cinco órdenes o que tengan cuerdas con la misma nota en los extremos, esa es la correspondencia. En jaranas con cuatro órdenes se omite el intervalo de segunda mayor. El acorde o sonoridad generado con las cuerdas al aire es un acorde mayor con sexta mayor o acorde menor con séptima menor. Este análisis depende de la nota que se elija como raíz y/o cómo estén distribuidas las cuerdas, sea en octavas o en unísono. Las notas en paréntesis suelen octavarse.
Figura 5. Afinación por cuatro (jarana jarocha).
La afinación por dos se construye a partir de los siguientes intervalos: cuarta justa, tercera mayor, cuarta justa y segunda mayor. Es la misma relación de intervalos que la afinación por cuatro, pero transportada una cuarta justa ascendente, consecuentemente, se puede aplicar el mismo criterio que con la afinación por cuatro. Si en una jarana afinada por cuatro se hace cejilla completa en el traste cinco, se obtienen las notas de la afinación por dos.
Figura 6. Afinación por dos (jarana jarocha).
La afinación por cruzado se construye con los intervalos de quinta justa, cuarta justa, tercera mayor y tercera mayor. El acorde o sonoridad con las cuerdas al aire generan una tríada mayor. Tanto las tonalidades mayores y menores paralelas con notas en común brillan y proyectan bastante con esta disposición.
Figura 7. Afinación por cruzado (jarana jarocha).
La afinación por chinanteco se construye con los intervalos de cuarta justa, cuarta justa, tercera mayor y tercera mayor. Es similar a la afinación por cruzado y el acorde o sonoridad que generan las cuerdas al aire es de tríada mayor con novena añadida.
Figura 8. Afinación por chinanteco (jarana jarocha).
La afinación por primera mayor se construye con los intervalos de cuarta justa, tercera mayor, cuarta justa y segunda mayor. Es igual a la afinación por cuatro, pero transportada, en este caso, una quinta justa. La sonoridad o acorde que generan las cuerdas al aire es un acorde mayor con sexta mayor o acorde menor con séptima menor. Si en una jarana afinada por cuatro se hace cejilla en el traste siete, se obtienen las notas de la afinación por primera mayor.
Figura 9. Afinación por primera mayor (jarana jarocha).
La afinación por re o tono de Chacalapa se construye con los intervalos de cuarta justa, tercera mayor, cuarta justa y segunda mayor. La relación de intervalos es la misma que la afinación por cuatro, pero transportada una segunda mayor ascendente. El acorde o sonoridad generado con las cuerdas al aire es de acorde mayor con sexta mayor o acorde menor con séptima menor.
Figura 10. Afinación por re o tono de Chacalapa (jarana jarocha).
En las descripciones anteriores de cada afinación, la dirección de los intervalos dependerá de la encordadura y variará según el tamaño de jarana que se utilice como son el chaquiste, mosquito, jarana primera, segunda, tres cuartos, tercera y tercerola. Debido a las nuevas aportaciones de la laudería jarocha, es posible encontrar instrumentos que transitan entre estos tamaños o intercambian características, como puede ser cuerpo de jarana primera, pero con brazo y diapasón de jarana segunda, o guitarra de son con todos los órdenes dobles propios de los requintos punteadores de menor tamaño.
Otra particularidad de las afinaciones en los instrumentos de cuerda del son jarocho es la repetición de notas en unísono u octava, sea aguda o grave la duplicación. Por esto es que suenan diferente los acordes o permiten cierto tipo de saltos de intervalos que en otros instrumentos sería más complejo realizar o que no se pueden hacer. Un ejemplo de ello sería tratar de duplicar un acorde de jarana jarocha en el piano o de requinto punteador, ya que estos instrumentos pueden repetir la misma nota en unísono y/o octavas, pero el piano solo puede en octavas. El siguiente gráfico muestra una selección común para octavar una jarana tercera, haciendo que la nota más grave sea do. Esto hace que el sentido cambie al tocar escalas en la jarana, porque la nota más grave queda “en medio” del diapasón, por lo que se tiene que digitar de otra manera si se quiere mantener el orden convencional para tocar escalas.
Figura 11. Disposición real de las notas en jarana jarocha de 8 cuerdas.
En cuanto al orden de las cuerdas, en los instrumentos de son jarocho estas se enumeran al revés de otras prácticas musicales. Por ejemplo, en el violín se cuenta de agudo a grave, la primera cuerda es la nota mi, la segunda cuerda es la, la tercera cuerda es re y la cuarta cuerda es sol. En la guitarra de son, el orden es de grave a agudo, en la afinación por cuatro el do grave es la primera cuerda, la nota re es la segunda cuerda, la nota sol es la tercera cuerda y la nota do es la cuarta cuerda. Lo mismo sucede con la guitarra grande y jarana jarocha.
Estas son algunas de las afinaciones que se han difundido, pero puede haber más que todavía no se comparten, o que se han perdido y caído en desuso. Como se ha mencionado que la investigación personal forma parte de las afinaciones, puede darse el caso de que los músicos utilicen otras afinaciones que ellos y su círculo cercano conocen, pero todavía no se difunden ampliamente.
Son varios los factores a considerar para algo tan primordial como es la afinación de los instrumentos de cuerda del son jarocho; puede decirse que al identificar la relación de intervalos es posible construir la misma afinación a partir de cualquier nota musical que se quiera, considerando que la construcción del instrumento y las cuerdas lo permitan.
1 Es posible encontrar ahora “quijadas de burro” hechas de madera que presentan una variante sonora.
2 Algunos cantantes experimentados de son jarocho han entendido esto, y si llama la atención o gusta su fraseo se debe a que justamente cantan notas diferentes como la novena, undécima o decimotercera de la tonalidad o del acorde, lo que genera otros colores o variaciones sonoras.
3 Estas dos notas pueden considerarse como blue notes en contextos diferentes al del son jarocho tradicional.
4 Inclusive, para algunos ejecutantes, el término afinación significa en realidad variación.
5 Lo mismo sucede para las demás afinaciones, donde la nota que se elija como raíz determina su uso o categoría. En este caso, la denominación de los acordes la realicé a partir de la nota más grave de la afinación.
6 Además, Francisco “Chico” Hernández fue quien implementó el uso del requinto de cinco cuerdas, configuración que fue retomada y popularizada a finales del siglo XX.