Читать книгу Las azulejerías de la Habana - Inocencio V. Pérez Guillén - Страница 6

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QUIERO EXPRESAR mi más entrañable recuerdo y mi sincero agradecimiento a Leandro S. Romero Estébanez que fue Director del Gabinete de Arqueología de La Habana y que me brindó desde el primer momento su apoyo incondicional. A medida que yo lo convencía de la importancia extraordinaria de las azulejerías habaneras y le confirmaba lo que él había intuido desde años atrás, más me animaba a llevar a cabo el trabajo –árduo– de inventariar y sistematizar este conjunto cerámico único. Mi llegada al Gabinete fue tan sorprendente para mí –a la vista de lo que allí se conservaba– como para él, que tenía un cúmulo de informaciones erróneas al respecto, llegadas, hay que decirlo, de fuentes hispanas. Su generosidad, proporcionándome cuantos datos poseía, sin contrapartidas, acompañándome físicamente en mis periplos habaneros para facilitar mi trabajo, además del placer del descubrimiento de lo inédito, ha dejado en mí una huella de afecto imborrable.

Pero el libro no hubiera sido posible sin la aportación decisiva de Roger Arrazcaeta Delgado, que sucedió a Romero en la dirección del Gabinete de .Arqueología. Me proporcionó nuevos datos, me abrió todas las puertas de otros museos e instituciones, me concedió todas las facilidades para que los importantes fondos de la institución que dirigía pudieran ser estudiados por mí sin traba alguna. Compartimos duras jornadas de trabajo de campo; duras para mí por el clima de La Habana en agosto, por la edad y la premura, pero placenteras sin medida por su ayuda y compañía; me mostró con erudición y profundo respeto –mútuo– muchos lugares inéditos, incluso aquellos a los que acceder suponía riesgos que por fortuna no se cumplieron.

Agradezco también al pueblo de La Habana su generosidad sin límite; casi nunca se nos impidió el acceso a los ámbitos más privados y casi siempre sus moradores fueron amables y pacientes, proporcionando todo tipo de informaciones –salvo en una ocasión– a pesar de las duras condiciones en las que en algún caso se tomaron los datos y la evidente incomodidad a la que sometimos a muchos de ellos.

Mi reconocimiento ha de extenderse también a quienes han posibilitado la publicacón del libro tal como yo lo había deseado siempre: el Museu del Taulell d’Onda y su director Vicente Joan Estall i Polés; el consistorio del que directamente depende esta institución, presidido por D. Enrique Navarro Andreu y la Universitat de València, especialmente su Vicerrector de Cultura Dr. Rafael Gil Salinas.

IV. PÉREZ GUILLÉN

Las azulejerías de la Habana

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