Читать книгу Arcoíris de emociones - Ivana Calamita - Страница 8
ОглавлениеQuizás, alguna vez, también tuviste miedo, como la Bella Durmiente; te atemorizaste por algo que pensabas que podía pasar; te asustaste porque te quedaste solo un ratito; a lo mejor hasta te aterrorizaste porque no te gusta la oscuridad y justo escuchaste un ruido. O sentiste miedo de que algo no te saliera o de no poder terminarlo a tiempo; o de que te mordiera un perro...
A veces, uno tiene tanto miedo que hasta llora o tiembla. Si tuviste miedo, ¿qué hiciste? ¿A quién pediste ayuda en ese momento o después? Porque por acá no hay hadas, pero siempre alguien está cerca: solo hay que mirar con atención para ver quién puede darnos una mano, un consejo, sugerirnos qué hacer para prevenir los temores, para vencer el miedo.
¿Está mal tener miedo?, ¿hay que avergonzarse cuando uno siente temor? No, todos tuvimos miedo alguna vez. Todos los adultos se atemorizaron cuando escucharon la maldición del hada enojada; la anciana que hilaba en la rueca se asustó cuando la princesa se pinchó la mano con el huso y ¿qué hizo?: pidió socorro. El príncipe, que era valiente, tuvo su poquito de miedo al atravesar los matorrales espinosos, pero se animó a seguir adelante venciendo su temor, porque quería llegar al castillo de la princesa. Muchos valientes han tenido miedo o miedazo o miedito. Valentía y miedo no son opuestos. ¿Y si les preguntas a los adultos que conoces a qué le tienen o tuvieron miedo?
Lo principal es que tratemos de darnos cuenta de qué cosas nos atemorizan y busquemos ayuda para que no nos vuelva a pasar: así nos sentiremos mejor.