Читать книгу La nueva radio - Iván Tenorio Santos - Страница 10
Una situación incómoda
ОглавлениеLos grandes grupos mediáticos, necesarios, por otra parte, independientemente de nuestra opinión sobre el sistema de consumo en el que nos vemos envueltos, seguirán teniendo el futuro asegurado, ya que todos los contenidos necesitan de una infraestructura y plataformas para poder seguir llegando a los usuarios finales. Además, las grandes empresas dan estabilidad al mercado, asegurando y potenciando, según su capacidad de adaptación, el nacimiento de nuevos contenidos. En todo caso, lo que sí peligrará será el puesto de trabajo de aquellos ejecutivos de despacho que serán obligados a dejar su flamante sillón si no saben adaptarse a todos estos cambios.
Los que quieran mantener su puesto de trabajo deberán ser perfectos conocedores del sector de la comunicación, amantes del medio y visionarios por defecto, y deberán creer en compartir los conocimientos adquiridos en pro de una vocación de servicio y beneficio a la sociedad. Sólo así las empresas serán capaces de transmitir valores positivos con los que el usuario final pueda identificarse y ver reflejados en ellas sus capacidades individuales de formación, entretenimiento y crecimiento.
En un mundo conectado en red, con la digitalización como medio para alcanzar un fin, un solo comunicador o usuario puede tratar de tú a tú a una gran cadena de radio, sin ningún tipo de complejo ni motivo para tenerlo. El abaratamiento de los costes en la producción digital y las posibilidades de difusión y promoción de los contenidos hacen de seres individuales germen potencial de tendencia de mercado. Y este lenguaje, el de mercado, sí que lo entienden las grandes empresas y grupos de comunicación.
Esto marca un antes y un después en el desarrollo de las políticas de actuación de las grandes empresas. Éstas deberán tener el control sobre la distribución de contenidos y la experiencia en el gobierno de las estrategias de marketing al servicio de éste. De este modo los profesionales potenciarán los contenidos y el potencial de las personas que los desarrollan.
Recordemos que en el fondo ya no será tan fácil controlar la capacidad final de decidir sobre lo que los usuarios desean consumir.
Sobre la materia prima de los contenidos habría motivos para escribir enciclopedias completas y nos quedaríamos cortos. Pero, desde el punto de vista de creador, podríamos decir que para gustos colores, y lo más importante sigue siendo ser uno mismo y creer en lo que se hace. En esto último la condición humana sigue siendo la misma por mucho que pasen los siglos. Y si la naturaleza aún nos mantiene la misma capacidad cerebral que la del primer Homo sapiens que pisó la tierra, es que todavía no la hemos desarrollado en su totalidad.