Читать книгу Catalogo de los Objetos Etnologicos y Arqueologicos Exhibidos por la Expedición Hemenway - Jesse Walter Fewkes - Страница 2

CATÁLOGO GENERAL

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1. – Fragmento de una campana que pertenecía á una de las iglesias de la Misión de Tusayán. Este fragmento fué hallado y conservado por los indios de Wál-pi. La Misión fué destruída hacia el año 1700, y la de A-wá-to-bi quemada por los otros muchos pueblos porque era powako ó bruja (cristiana). Este único fragmento de la campana fué hallado entre los escombros en el lugar que ocupó la iglesia, y lleva señales de la acción del fuego. Es uno de los pocos restos que se conservan de las antiguas Misiones que fueron destruídas por completo, si bien se encuentran vigas de los tejados de varias, en construcciones modernas. La fotografía detrás de la campana representa el estado actual de la antigua Misión del pueblo de Zuñi; ha sido tomada desde la entrada y mirando hacia el altar.

2. – Imitación de un telar indicando la manera de tejer, hecho con el propósito de enseñar las diferentes piezas empleadas. Las mantas las usaban los hombres, y no las mujeres. En las paredes del cuarto están colgadas mantas de los Navajos.

3. – Colección de antiguas lesnas de hueso, puñales y agujas, de las cuales empleaban indudablemente algunas para tejer. Proceden de las excavaciones de los cuartos de las ruinas de A-wá-to-bi, destruído en 1700. A. D.

4. – Cesta para llevar alimentos ó agua. Estas cestas las emplean generalmente lo mismo los indios nómadas que los sedentarios, y las hacen los Kohonino, que habitan cerca del Gran Cañón, en la parte Suroeste de Arizona.

5. – Tabaco Nativo (Nicotina attenuata), utilizada en las ceremonias. Los indios de Tusayán fuman plantas de diferentes clases y géneros y emplean en sus prácticas religiosas varias mezclas. En dichos actos el que enciende la pipa, que es un funcionario importante, debe encenderla y luego entregarla al Jefe, cruzándose entre ambos palabras amistosas.

El jefe despide de su boca el humo que ha aspirado, hacia los cuatro puntos cardinales Norte, Sur, Este, Oeste, Arriba, Debajo y encima del altar.

Creen que el humo es la nube por él simbolizada, y estas ceremonias en que se fuma tienen alguna relación oculta con las ofrendas hechas á los dioses de la lluvia. Con sumo cuidado hacen las mezclas de tabaco que han de servir para este uso sagrado, y la pipa tiene que encenderse con fuego producido de la manera indicada por el rito. Toda ceremonia ó reunión de consejo de jefes empieza y concluye por esta fraternal fumada.

6. – Putc-ko-hu; palos para matar conejos. Estos palos encorvados sirven para cazar conejos, de los cuales hay muchos en los llanos que rodean los pueblos de Tusayán. Estas armas son unas veces encorvadas, otras veces derechas, y se tiran horizontalmente. Las pinturas negras que llevan en los lados los más trabajados simbolizan el correr del conejo. Las cacerías de conejos son prácticas religiosas. Las muchachas tienen una especial. Al volver al pueblo adornan los conejos conforme lo requiere la ceremonia, después de salpicarlos con harina les cortan un pedazo y lo tiran al fuego.

Los que toman parte en estas cacerías van á caballo y tiran los palos encorvados tan lejos que se ha observado nunca vuelven á recuperarlos sus dueños.

7. – Gne-las. Palos encorvados con los cuales las muchachas se peinan, formando dos grandes verticilos encima de las orejas. Estos rizos mantienen el pelo en su sitio y el tamaño del verticilo se aumenta con el modelo núm. 7.a, sobre el cual queda rizado. Los n.os son trozos de un cordel hecho con pelo humano, y procede de las ruinas de A-wá-to-bi. Servía para sujetar el pelo. Fué hallado en un nicho de la pared de un cuarto cerca de la iglesia. Las mujeres casadas llevan el pelo en dos trenzas que llevan colgando, y no en rizos, pues este peinado es exclusivamente el de las solteras. El especial peinado de las solteras simboliza la calabaza aún sin madurar, y lo representan en muñecas con apéndices de madera combinados con barras formando radios y hebras de lana.

8. – Manta de ceremonias, de algodón nativo, con figuras simbólicas. Es regalo del marido á la recién casada, á quien sirve para las ceremonias. También se las ponen los hombres para los bailes sagrados en que representan ellos á Ka-tci-na-ma-nas, ó Ka-tci-na, ó muchachas solteras. Para hacer estas mantas, que tienen gran valor, se necesitan varios meses. Los triángulos que llevan en el borde, y la muchacha y figura roja, representan simbólicamente la mariposa.

9. – Diferentes géneros de flechas de las que emplean los Ho-pi en sus cazas. Estos indios son agricultores y pacíficos, siendo sus cacerías insignificantes y el juego de poco interés.

10. – Zapatos de varias clases para adultos y niños. Lo que ofrece mayor interés es el par hecho de piel de Felis concolor (gato multicolor), que se emplea raramente para esto.

11. – Cucharones de cuerno de cabra salvaje. Antes muy comunes; ahora escasean mucho entre los indios de Tusayán, puesto que el animal ya mencionado, con cuyos cuernos se hacían, ha desaparecido casi por completo de esta región.

12. – Pi-lan-ko-ku. Mecha para encender lumbre por los procedimientos antiguos. Se emplea en la fumada religiosa en una fiesta de la luna de Diciembre llamada Na-ác-nai-ja.

13. – Arco y flechas, juguetes de los niños indios. Se las regalaban al celebrar la ceremonia religiosa llamada el Adiós de la Ka-tci-na.

14. – Regalo de boda del marido á su mujer en el momento de casarse. Sirve para las ceremonias religiosas como la consagración de los niños al sol. También las usan los solteros Ka-tci-na-ma-nas ó Ka-tci-nas en los bailes sagrados.

15. – Cucharas de cuerno de cabra salvaje.

16. – Cráneo procedente de las ruínas del cementerio de A-wá-to-bi. Enterraban á los muertos en montículos de arena movediza, quedando de cuando en cuando en descubierto los esqueletos bajo la acción del viento. Al cadáver se le colocaba en la posición de un hombre sentado, con las rodillas á la altura del pecho y los brazos junto al cuerpo. Al mismo tiempo que al muerto enterraban un plato con comida ó alguna vasija con alimentos. Los actuales Ho-pi entierran á sus muertos entre las rocas que hay al pie de las alturas de las mesas donde viven, y aún siguen colocando junto á ellos vasijas con comida, si bien es verdad que generalmente estas vasijas están rotas. Sobre la sepultura colocan un palo como los que emplean en las plantaciones y al cual atan plumas. Antes del entierro lavan á los muertos y les ponen harina sagrada sobre la cara y diferentes partes del cuerpo, y de la misma manera les colocan plumas, algunas de las cuales sobre el corazón.

17. – Accesorios del traje para los bailes sagrados.

18. – Moccassins, zapatos indios.

19. – Perforador para cuerpos duros, como conchas, piedras, turquesas, etc.

20. – Cinturones de mujer hechos con lana nativa, con colores naturales, su uso es universal y los hacen indistintamente hombres y mujeres.

22. – Manta de los sacerdotes en la celebración del baile de la Serpiente. La adornan la imagen de la gran Serpiente emplumada y dibujos simbólicos de patas de pato y de rana. Las líneas paralelas de arriba y abajo representan el arco iris.

23. – Brazaletes, adornos de los sacerdotes en el baile de la Serpiente.

24. – Varias clases de Pa-ho, ú ofrendas hechas con la ceremonia debida y depositadas sobre altares durante la práctica religiosa. La clase de estos objetos varía desde pedacitos de sauce de un dedo de largo hasta cilindros de madera, siendo algunas veces una tablilla con figuras dibujadas. Los palos redondos son generalmente dos atados uno con otro con hebras de algodón nativo. Se les llama macho y hembra, siendo esta última la que tiene una figura pintada en el lado plano. Generalmente se les ata un puñadito de harina sagrada envuelta en una cáscara de maíz. Creen los indios que la harina sagrada es el alimento de los Pa-ho. También les unen una pluma de halcón y una plantita. Estos Pa-hos se colocan en el suelo y luego se les rocía con harina sagrada. El disco blanco con manchas verdes es una ofrenda á todos los dioses de los cuatro puntos cardinales, que se coloca sobre los altares al marcharse los Ka-tci-nas, ó dioses, en las fiestas de la luna de Agosto.

Los últimos palos de la derecha son Pa-hos precolombinos hallados en una cueva cerca de unas ruínas. Los cilindros de madera, muy gastados por los cambios atmosféricos, son ofrendas para pedir la maduración de las calabazas, y proceden del altar de una ruína. Todavía se hacen estas ofrendas, para lo cual existen ceremonias apropiadas.

El Pa-ho en zigzag es una ofrenda al Relámpago, que, según creen los indios, fertiliza la tierra y engendra la vida.

25. – Cuatro cestas de mimbre de formas distintas para transportar alimentos y agua. Los Ho-pi no suelen emplearlos, pero sí llevan generalmente muchas los Navajos nómadas. La cesta, untada interior y exteriormente de pez, es una jarra para agua.

26. – Amuleto de panocha de maiz simbolizando el remolineo de las nubes y la hembra de la Serpiente relámpago. Un amuleto igual está colocado á la cabeza del dibujo de la hembra de la Serpiente relámpago en el mosaico de arena. (N.o 104).

27. – Ta-pu-i-pa-hos. Estas tablillas se llevan en la mano durante la celebración del baile sagrado llamado Mana-zzan-ti, y están dispuestas por pares; como lo indica la fotografía. Tienen emblemas simbólicos; se pintan de nuevo cada año. La ceremonia del Mam-zrau se verifica siempre en Septiembre, y las tablillas sirven el último día de los nueve que dura la fiesta. Los dibujos son simbólicos de la antílope Sa-li-ko, y en lo posible representa la familia del que la lleva. El dibujo de al lado reproduce Ta-pui-pa-hos y el libro contiene únicamente la descripción de esta ceremonia. Esta práctica religiosa de mujeres la observaba antes el pueblo de A-wá-to-bi, y al ser destruído se la enseñó á los Walpis uno de los miembros de la familia de la Serpiente, cuyo descendiente y maternal representante es ahora una de las principales sacerdotisas de la práctica. En los números siguientes van indicadas los diversos accesorios de trajes y objetos utilizados en la ceremonia llamada baile de la Serpiente, dura nueve días y nueve noches, se celebra cada dos años, y es una interesantísima leyenda puesta en acción. La representan dos hermandades de sacerdotes, los de la Serpiente y los de la Antílope.

De los nueve días, siete son secretos, y consisten en ceremonias privadas que se verifican en un cuarto sagrado y subterráneo llamado Kib-vas. Durante estas fiestas, los indios cogen culebras venenosas, y se verifican varias prácticas, en las cuales las manosean impunemente. Pero la más importante es la del baño de las culebras, y la fabricación del antídoto de su veneno. Los sacerdotes del Antílope dedican también á los dioses de los cuatro puntos cardinales un altar de arena y les hacen ofrendas.

El día noveno, los celebrantes llevan en la boca culebras vivas durante el baile, terminado el cual las vuelven á soltar.

Las mantas y otras partes del traje de los sacerdotes de la Serpiente son lo mismo que los que se llevan en el baile, y en la colección se halla un traje completo imitando una serpiente.

28. – Paquete de plumas de halcón teñidas de rojo con óxido de hierro llamado cú-ta. El rojo es el símbolo de la guerra. En la extremidad de estas plumas están atadas otras de pájaro azul. Este manojo de plumas lo llevaba en la cabeza un sacerdote en el baile de la Serpiente en el mes de Agosto de 1891.

Las plumas de pájaro azul conmemoran un episodio de la historia leyenda del héroe Serpiente, antiguo personaje mitológico que visitó el interior de la tierra guiado por el sol. Estos paquetes de plumas se colocan alrededor de los altares y dibujos de arena durante la celebración de la ceremonia privada en la fiesta de la Serpiente.

29.– El sacerdote de la Serpiente guarda cuidadosamente de un año para otro las plumas que le sirven de adorno, disponiéndolas en un paquete y atándolas con una tira de pellejo de gamo, conforme está este modelo.

30. – Dibujo de los montantes del altar de la ceremonia Mam-zrau-ti. Este altar lo forman tablillas de madera sobre las cuales se extiende una piel de gamo adornada con pinturas simbólicas, representando la nube y otros dioses. El paño que está detrás de estos montantes, lleva pintados los dioses, nubes y Serpientes relámpagos. Los dos fetiches colocados horizontalmente enfrente del paño son los Mam-zrau, muchacho y muchacha, los principales ídolos de la ceremonia.

En el suelo, enfrente del altar, hay una hilera de fetiches colocados en un surco de arena. Estos tienen facultades distintas, según se describe en el libro que acompaña al dibujo.

En el suelo, delante del altar, están representados en un dibujo de arena tres nubes y dos culebras relámpagos. Los cuerpos derechos cónicos que están en el suelo, entre la hilera de fetiches y el dibujo de arena, son los palladia del sacerdocio de Mam-zrau-ti.

Este altar se quita después de terminada la ceremonia, y se procura que no lo vea ninguno que no esté iniciado. Es muy antiguo y considerado como muy sagrado. (Para la descripción de la ceremonia Mam-zrau-ti, véase The American Anthropologist, Abril, 1892.)

31. – Piel de un mamífero pequeño, que llevan en la cintura los sacerdotes durante la ceremonia del baile de la Serpiente. Todas las partes del traje son simbólicas y las pieles empleadas son de animales citados en la leyenda de las aventuras del héroe Serpiente en su viaje bajo tierra.

32. – Bandolera que se ponen los sacerdotes de la Serpiente durante el baile, como preservativo de las mordeduras de las culebras venenosas. Es de piel de gamo teñida con óxido de hierro, y se pone en el hombro derecho. Las bolitas que contienen los sortilegios están atadas á todo el dorso de la bandolera, donde empiezan las franjas. El fetiche se compone de arcilla humedecida con un líquido preparado con gran ceremonia, y sobre el cual se cantan los cantos tradicionales.

Este pedazo de arcilla se amolda con la mano y la uña del dedo pulgar para que simbolice la gran Serpiente emplumada. Cada sacerdote lleva durante el baile varios sortilegios.

33. – Cinturón encarnado de los sacerdotes en el baile de la Serpiente. Sirvió para la ceremonia de 1891.

34. – Moccassins, zapatos con botones de plata, de los sacerdotes de la Serpiente. Sirvieron en la ceremonia de 1891.

35. – Pulseras que se ponen en los tobillos los sacerdotes en el baile de la Serpiente.

36. – Guardapuño empleado en el baile de la Serpiente. El objeto de ese aparato es el impedir que la cuerda del arco dé contra el puño después de haber lanzado la flecha. Ahora se adorna con varios metales el guardapuño, que antes era únicamente de plata.

37. – Saco de medicinas, conteniendo harina sagrada, que llevan los sacerdotes cuando van á coger culebras. También un mango de látigo de los que sirven para encantar serpientes. Lleva pintada una culebra, y sirvió en el drama de la Serpiente en 1891.

38. – Nack-tci, ó tablillas de las que llevan en la cabeza las mujeres en el baile de la Mariposa. En la colección figuran nueve modelos distintos, todos adornados con símbolos apropiados, entre los cuales merecen ser nombrados el Sol, la Nube y el crecimiento del maíz.

39. – Cinturón blanco de algodón con nudos, que se ponen los que toman parte en los bailes sagrados.

40. – Liga de lana, que se pone como adorno más arriba de la rodilla para los bailes religiosos.

41. – Piel de zorra, que llevan por detrás colgando de la cintura los que toman parte en los bailes religiosos. La piel de zorra recibe una preparación muy esmerada con este motivo y es uno de los adornos más importantes de los llamados Ka-tci-nas ó dioses. También se cuelga en la entrada del cuarto sagrado durante las prácticas secretas, para indicar que las ceremonias religiosas se están verificando.

42. – Adorno especial de cabeza para los bailes sagrados.

43. – Manta que se pone en la cintura para el baile de la Serpiente. Está hecha de algodón nativo hilado y tejido por los indios y teñido con óxido de hierro. Del borde inferior de esta falda, según se ve en el adjunto modelo, cuelgan unos pequeños conos metálicos imitando campanitas, que suenan cuando el que las lleva se menea bailando.

44. – Corona. Símbolo de la nube que se pone la directora en el La-la-kon-ti, baile, pidiendo la fructificación de las cosechas y fecundidad de los animales. En esta ceremonia, á la cual se dedica gran atención y que dura nueve días y nueve noches, la primera sacerdotisa hace con arena el dibujo del Sol tal cual está en medio del cuarto (603). Es una invocación pidiendo la fructificación de las plantas y fecundidad de los animales y raza humana.

45. – Tablilla que llevan en la cabeza las mujeres para el baile Hám-po-ney. La figura central representa el sol, las cruces de encima y debajo, las estrellas. Las maderas triangulares dispuestas en escalinata, simbolizan las nubes.

46. – Casco que llevan los sacerdotes de los cuernos ó guerreros, cuando en la fiesta de Diciembre encienden el fuego nuevo en las estufas. Los cuernos son imitación de los de las cabras salvajes. Durante esta celebración los jóvenes entran á formar parte de los sacerdocios. La Na-ac-nai-ja, bautismal lavado de cabeza, debe su nombre á una parte de la ceremonia de iniciación.

47. – Tablilla de madera representando el relámpago; se lleva sobre el casco, ó se coloca encima de los altares durante las ceremonias. El relámpago lo simboliza la Serpiente, y lo representan como macho y hembra en los altares y mosaicos de arena.

48. – Uñas de un oso pequeño, que sirven en los sortilegios y ceremonias en que se preparan las medicinas sagradas.

49. – Pito con pinturas imitando relámpagos. Sirve en las ceremonias para imitar el silbido del viento y el ruído del trueno. También sirven para impedir que los indiscretos se introduzcan donde se está verificando alguna ceremonia. El silbido de este pito es parecido al del viento, y está relacionado con las invocaciones á los vientos.

50. – Siete sonajeros, distintos de los que llevan los Ka-tci-nas en los bailes sagrados. Son de calabaza con signos simbólicos. Todos estos símbolos son de gran interés, mereciendo especial mención la nube, el Ó-mou-uh con la lluvia y la cruz swastica. Consisten estos sonajeros en una calabaza con un mango de madera, y contiene granos de maíz ó piedrecitas. Los que toman parte en el baile los llevan en la mano, y los agitan en compás con sus cantos. También se hacen de barro, y muchos cucharones de barro contienen piedrecitas dentro de los mangos, pudiendo, por lo tanto, servir de sonajeros.

51. – Careta original, de las que se pone en los bailes sagrados la Ka-tci-na Wu-pá-mo. Esta es la principal de las Ka-tci-nas y toma parte en las fiestas de Diciembre.

52. – Careta que se ponen los sacerdotes que en los bailes sagrados representan mujeres. El pelo rojo de encima de los ojos reproduce un antiguo peinado actualmente en desuso. Las Ka-tci-na-ma-nas ó Ka-tci-na (vírgenes) aparecen con iguales caretas en todos los bailes que se verifican desde Diciembre hasta Julio.

53. – Adorno de cabeza que llevan los miembros de la Hermandad del Cuerno en la ceremonia que se celebra en Diciembre para encender el fuego nuevo.

54. – Cuernos de calabaza que se ponen en la cabeza los sacerdotes de la Congregación llamada la Kwa-kwan-ti.

55. – Casco con careta muy antiguo que se empleaba en los bailes sagrados. Antes era el casco de piel de bisonte; pero ahora suele ser de cualquier clase de cuero, existiendo muchos hechos con el cuero de las sillas de montar españolas. La parte alta representa el arco iris. Las pinturas de la caza son simbólicas y varían según los bailes. Los que llevan estos cascos personifican dioses y forman un coro en los bailes sagrados.

El apéndice que el casco tiene en el lado izquierdo representa la flor de la calabaza.

56. – Tabla que se lleva en la cabeza en el baile del maíz Ka-tci-na (Sió-hu-mis-ka-tci-na). Los símbolos que lleva son los de la nube, del arco iris, crecimiento del maiz y flor del gira-sol.

El conjunto se llama nak-tci y representa una nube.

57. – Disco de piel de gamo en el cual están pintadas la luna y una estrella, y que se coloca cerca del altar en las ceremonias religiosas.

58. – Instrumentos primitivos de música que servían en los bailes sagrados. Los palos que tienen entalladuras se colocan en una calabaza seca y hueca, frotándolos con el hueso adjunto, obteniéndose como resultado un sonido producido por el roce. Esta música tiene que ir acompasada con el baile, y la tocan los hombres que en los bailes hacen de mujeres.

59. – Sonajeros de concha de tortuga que tienen atadas pequeñas pezuñas de oveja. Se atan en la pantorrilla izquierda debajo de la rodilla, y con el movimiento de la pierna produce un sonido acompasado con los cantos de los que bailan.

60. – Sonajero de concha de tortuga, parecido á los anteriores, con las pezuñas de oveja por fuera.

61. – Banda de cabeza de un Jefe en el baile sagrado.

62. – Bandas con dibujos simbólicos de nubes, que se ponen en los talones las Ka-tci-nas en los bailes sagrados.

Catalogo de los Objetos Etnologicos y Arqueologicos Exhibidos por la Expedición Hemenway

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