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LA LUNA

La Luna es nuestro único satélite natural y es perfectamente visible tanto de día como de noche. Su tamaño, 4775 km de diámetro, la convierte en el satélite natural del sistema solar más grande en relación con su planeta.

La Luna está situada a unos 385 000 km de la Tierra. La distancia entre la Luna y la Tierra fluctúa, y se sabe a ciencia cierta porque en 1969 los astronautas americanos dejaron un espejo tecnológico que apuntaba hacia la Tierra. Desde aquí se proyecta un rayo láser que, al rebotar en el espejo y volver a la Tierra, nos dice, exactamente, a qué distancia está nuestro satélite natural en cada momento.

Los científicos no se acaban de poner de acuerdo sobre cómo se formó la Luna. La hipótesis más aceptada es la de la gran colisión. Se cree que, en los primeros momentos de la formación de nuestro sistema solar, hace unos 4500 millones de años, un protoplaneta del tamaño de Marte chocó contra la Tierra y se desintegró. En la colisión se fundió parte de la corteza terrestre y se vertió materia al espacio. Este material, junto a los restos del protoplaneta, formó un anillo alrededor de la Tierra. Con el tiempo, y con este material, se formó la Luna.

La Luna, en sus orígenes, estaba mucho más cerca de la Tierra y la Tierra giraba, sobre su propio eje, mucho más deprisa. Actualmente sabemos que se aleja de nosotros unos 4 cm al año. A medida que se ha ido alejando, también ha ralentizado la rotación de nuestro planeta y la ha dejado en 24 horas. Está claro que la Luna nos influye. La Luna deforma indiscutiblemente a la Tierra; de manera evidente en los mares y océanos (mareas) y de manera más discreta en tierra firme.

Caminar sobre la Luna no es tarea fácil, porque en nuestro satélite solo hay 1/6 de la gravedad terrestre. Los astronautas caminaban dando saltitos. También fue muy complicado diseñar los trajes espaciales, porque, además de la ausencia de aire en la Luna, los protegían de las radiaciones solares y de las altísimas temperaturas. Hay una diferencia de más de 250 °C entre el día y la noche. En sus diferentes viajes, los astronautas trajeron más de 400 kg de rocas lunares para su estudio en la Tierra.


Se han hallado indicios de agua congelada en el fondo de algunos cráteres lunares, donde nunca llega la luz de Sol. Todas las sondas que se envían hoy en día a la Luna llevan sensores para confirmar esta suposición. Si finalmente encontrásemos agua en la Luna, sería mucho más fácil instalar una base lunar permanente, pues el agua nos permitiría obtener oxígeno para respirar, hidrógeno como combustible y agua para beber.


Fases lunares. Autor: NASA

Ahora ya sabe unas cuantas cosas sobre la Luna, pero, a efectos prácticos, ¿qué se puede observar a simple vista?

La Luna, en función de su posición relativa con el Sol y la Tierra, presenta diferentes fases: Luna nueva, cuarto creciente, Luna llena y cuarto menguante. A pesar de las diferentes fases, siempre nos enseña la misma cara. Y no lo hace por timidez, sino porque el movimiento de rotación de nuestro satélite es igual a su movimiento alrededor de la Tierra, unos 29 días. Aunque cada mes hay una pequeña fluctuación, llamada libración, que nos permite ver pequeñas y estrechas franjas de la parte oculta de la Luna a lo largo de los meses.

La libración es un aspecto que se ha de estudiar con telescopios y prismáticos, pero la observación de las fases de la Luna le permitirá en un futuro planificar sus observaciones astronómicas. Una noche de Luna llena no permite observar con comodidad objetos de cielo profundo. El intenso brillo de nuestro satélite esconderá las nebulosas, los cometas y las galaxias más débiles, pero no perjudica a la observación de los planetas, estrellas dobles y cúmulos globulares más brillantes.

Si quiere hacer fotografía de gran campo, de la Vía Láctea o una circumpolar, mejor que no esté la Luna en el firmamento.

Eclipse lunar

Cuando es la Tierra la que se interpone entre el Sol y la Luna, se puede producir un eclipse de Luna. Son tan raros como los de Sol, a causa de la excentricidad del plano orbital de la Luna, pero son muy bonitos de ver. La Luna se empieza a oscurecer por un extremo, primero de manera suave, después de manera más oscura, hasta que queda totalmente cubierta por la sombra de la Tierra. En este punto, la Luna se comienza a ver de color rojo anaranjado.

Este fenómeno se debe a la refracción, pues la luz del Sol atraviesa la atmósfera terrestre y se filtra, solo llega la luz roja a la superficie lunar. Cada eclipse de Luna es diferente al anterior y los matices rojo-anaranjados son infinitos. Hay eclipses totales, parciales y penumbrales (estos últimos muy difíciles de observar a simple vista). Acostumbran a producirse en fechas próximas a los eclipses de Sol.


Eclipse de Luna. Mataró, 21 de enero de 2019. Autor: Jordi Lopesino


Fotografía de la totalidad del eclipse de Luna de 21 enero de 2019. Autor: Jordi Lopesino


Eclipse parcial de Luna. Mataró, 16 de julio de 2019. Autor: Jordi Lopesino


Eclipse penumbral de Luna. Mataró, 10-11 de febrero de 2017. Autor: Jordi Lopesino

Al contrario que los eclipses solares, los de Luna tienen la condición de ser vistos en cualquier lugar del mundo desde donde se vea nuestro satélite. Su observación es simple. No es necesario el uso de telescopio. A simple vista, y si se siguen las efemérides, se observará la entrada de la umbra; cuando llega la totalidad, la Luna empieza a enrojecer. Es un acontecimiento fácil de fotografiar.

Para saber cuándo y dónde se producirán los eclipses, le recomiendo unas aplicaciones para el móvil: Eclipse Calculator 2.0, Solar&Lunar Eclipses, Lunar Eclipses… y, si busca un poco, seguro que salen muchas más.

Y para calcular las fechas de las observaciones, le harán falta otras aplicaciones como Fases de la Luna, Moon Phase Calendar, Fases de la Luna Lite… entre otras.

PROPUESTAS DE OBSERVACIÓN A SIMPLE VISTA DE LA LUNA

Observe diariamente la superficie y comprobará que siempre enseña la misma cara. Con la ayuda de una aplicación, empiece a programar sus observaciones astronómicas al ritmo de las fases de la Luna. Los mejores días, cuando la Luna esté nueva y días próximos. Los primeros días de creciente, la Luna se pone muy pronto y también le permitirá hacer observación astronómica a oscuras. Los peores días, Luna llena y días próximos. En cuarto menguante, la Luna sale muy tarde y le permite observar las primeras horas de la noche.

Siga el camino de la Luna por el firmamento. Compruebe cuán alejado está del camino que sigue el Sol. Verá que, cuando el Sol está muy alto en el cielo, época estival, la Luna está más baja; y viceversa: cuanto más baja está la eclíptica, más alta va la Luna.

¿Por qué la Luna parece mayor cuando está cerca del horizonte? Mida el diámetro lunar con la ayuda de una cartulina. Comprobará que la Luna mide igual en el horizonte que en el cenit.

La fluctuación en la distancia Tierra-Luna provoca que en determinadas ocasiones la Luna aumente o disminuya de tamaño. Cuando la Luna está más cerca de la Tierra, decimos que está en el perihelio, por lo que parece un tanto por ciento mayor que en la media. Cuando la Luna está en el punto más alejado de la órbita, decimos que está en el afelio, por lo que parece un tanto por ciento menor que la media.

Fotografía de eclipse lunar de gran campo: No necesita un gran equipo para fotografiar la Luna. Una cámara, un trípode y un objetivo gran angular o de formato mediano le permitirán (con el debido control de la exposición) fotografiar la Luna en multiexposición (varias Lunas en el mismo fotograma). Con ello conseguirá inmortalizar todo el eclipse en una sola fotografía.

Un consejo: Ensaye este tipo de fotografía antes del eclipse. La Luna llena del mes anterior le será de ayuda. En función del tipo de objetivo fotográfico, la Luna saldrá más o menos grande. Haga las pruebas oportunas antes del eclipse y calcule si tendrá suficiente espacio en la imagen para todo el eclipse. Eso dependerá del objetivo utilizado.

Material para realizar las propuestas de observación de esta sección

• Cámara fotográfica. Con gran angular o teleobjetivo, en función del tipo de fotografía. La cámara del móvil también sirve.

• Aplicaciones gratuitas tipo. Fases de la Luna, Moon Phase Calendar… Y para los eclipses: Eclipse Calculator 2.0., entre otras.

• Trípode. Para sujetar la cámara y evitar vibraciones.

• Disparador remoto para la cámara o disparo retardado. Para evitar vibraciones.

• Cielos despejados.

Astronomía. Aprenda a utilizar su telescopio

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