Читать книгу El Origen del Sol - José Luis Villalba - Страница 20

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Antiguo paisaje

Así, con sus angostas calles empedradas,

sus viejos tejados ancestrales.

Con sus grandes portales, sus muros arenosos

y esos estrechos riachuelos claros.

Qué inspirado pintor atravesó la sombra de los siglos

para dejar eternizado éste paisaje?

Aquí donde la noche, a la cómplice luz de las farolas,

convoca los fantasmas de un pasado que lucha por quedarse.

El espíritu indómito del Samurai que vaga insomne

entre elementales rincones (cual si fuera un grabado de Hokusai)

al encuentro de su Daimyo ya perdido.

Oh, qué honorable congoja me atraviesa !

como flecha disparada desde la puridad de una plegaria.

Un rezo solitario y agraviado que se esfuma y se pierde

por los rincones perdurables de la aldea de Keisha.

El Origen del Sol

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