Читать книгу Guía esencial de mitología - Jérôme Lefebvre - Страница 5
ОглавлениеLos mitos continúan entre nosotros
Las heroínas y los héroes míticos dejan huella en la imaginación del hombre y de ahí que hayan sido inspiradores de doctrinas religiosas, leyendas, costumbres, supersticiones, cuentos infantiles, poesías. También inspiraron la tragedia clásica e infinidad de obras de arte. Convertidos en símbolos que se transmitieron de generación en generación, han quedado grabados para siempre en la memoria de la humanidad. De esta manera, hondamente arraigados en el imaginario humano, perduran los mitos con una vitalidad extraordinaria. Nacen, viven, evolucionan con las épocas y los países, sobreviven bajo nombres o aspectos distintos. Pero siempre vuelven a aparecer rodeados de su aura de leyenda, capaces de maravillarnos y de poblar nuestros sueños. ¡También perduran en las raíces de muchas de las palabras que utilizamos a diario! Los relatos aventureros o fantásticos de la mitología hacen vibrar una cuerda sensible en el fondo del psiquismo humano. Despiertan o mantienen el afán de superación que distingue al ser humano de los animales, y satisfacen la sed de lo maravilloso, cuyas raíces retrotraen a los orígenes de la humanidad, a ese «grano de locura» que se esconde siempre en el fondo del alma humana. Por eso nunca dejan de estar de actualidad, y el hombre moderno se reconoce a sí mismo en esos personajes legendarios.
De aquí que el tema del héroe mitológico y sus hazañas se repita constantemente. Para citar sólo un ejemplo de protagonista legendario, es posible que Hércules sea para usted un desconocido, pero ha reencarnado infinidad de veces en esos barbianes dotados de valentía sobrehumana e intrepidez sin límites de películas y series de televisión de todos los países, capaces de salir airosos de las misiones más imposibles... Y ahora no llevan carro volador tirado por bestias fabulosas, pero sí coches y helicópteros equipados con los adelantos más sofisticados de la electrónica, o transbordadores cósmicos con los que realizan las piruetas más inverosímiles en los espacios siderales. Y hay aparatos inteligentes, a veces incluso dotados de palabra y susceptibles de sentir emociones casi humanas. En cuanto a las diosas griegas, descendientes de las grandes deidades femeninas cretenses, adoradas en Delos, Delfos, Eleusis, bien sean caracterizadamente femeninas, tiernas o ferozmente celosas, frecuentadoras de las alcobas celestiales, amantes o indiferentes, sumisas o rebeldes, brujas o encantadoras..., ¿acaso no describen a la mujer de todos los tiempos, el eterno femenino bajo todos sus aspectos? Ellas tuvieron sobre los dioses la misma influencia beneficiosa o nefasta que la mujer moderna ejerce sobre el hombre del siglo XX y siguen fascinándonos bajo sus disfraces de heroína «biónica», amazona de los tiempos modernos y otras criaturas imaginarias generosamente ofrecidas a través de las pequeñas pantallas. ¡Muchos héroes mitológicos se presentan dotados de rasgos específicos de los temperamentos que describe la caracterología moderna, o pueden identificarse en su comportamiento las tendencias neuróticas o psicóticas que postula el psicoanálisis!
Este libro constituye un vínculo entre el mundo invisible y el mundo visible que aprehende a diario nuestros sentidos. Habla en un lenguaje esotérico, el de nuestros remotos antepasados, que ha ido sedimentando poco a poco en el depósito de la memoria que Jung llamó el inconsciente colectivo, fondo común de toda la humanidad, herencia rica y preciosa en la que podemos sumergirnos para extraer de ella, tal vez, el conocimiento, puesta así en nuestras manos la sabiduría de los antiguos. Cada número entre paréntesis remite a una obra de la bibliografía citada al final de este volumen, y la segunda cifra indica la página.