Читать книгу De Andalucía a La Habana - Juan Antonio López Fernández - Страница 15
ОглавлениеVI. La vida
Hoy te miro y te admiro.
Cuántos momentos vividos
en un suspiro.
Has sido mi amiga,
mi gran enemiga.
Los años contigo
no fueron perdidos,
Aquellas primaveras eternas,
que abrían paso al verano
con el infierno en las manos
y esos otoños a tu lado,
siempre tiernos,
escribiendo notas en el cuaderno,
dulces y amargas,
de noches largas
y efímeras mañanas,
viendo pasar el tiempo
desde la ventana,
asomado a tu juventud,
mientras el camino eterno
expiraba entre invierno e invierno.
Y sopla el viento
azotando las sienes
pobladas de nieve,
cansado por dentro
y feliz de estar aquí,
contigo, casi sin aliento.
Ahora que el tesoro furtivo,
cuidado y cautivo,
tornó envejecido
como oro perdido,
los propósitos perpetuos
eclipsan con su luz a las estrellas,
persiguiéndolos tras ellas
en busca de los sueños
de tu ansiada primavera,
y el verano inalcanzable
colándose deprisa
con el otoño de la mano,
empujado por ese oscuro y frío invierno
cada día más cercano.
Juan Antonio Almanado