Читать книгу Hombres, masculinidades, emociones - Juan Carlos Ramírez Rodríguez - Страница 3

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Presentación

Pocos hombres que hayan estudiado a los propios hombres y las masculinidades han llamado la atención sobre la vida emocional de los hombres, a veces como un reclamo, otras como una oportunidad para generar espacios relacionales proclives a la igualdad con las mujeres y otras para tener una mejor comprensión de cómo nos asumimos como sujetos de género (Galasinski, 2004; Kaufman, 1994; Seidler, 1989, 1994, 2000, 2005, 2006, 2007). También es pertinente dejar constancia de la recurrente mención de los hombres como poco expresivos emocionalmente, que parece tener una connotación de estigma, como si fuera una tara hereditaria. Las emociones se mencionan de manera recurrente en muchos estudios, pero no se analizan ni son el foco de atención y pasan prácticamente desapercibidas, como si fueran parte del paisaje. Por fortuna, esto empezó a cambiar desde hace poco tiempo y se puede identificar un número en ascenso de esfuerzos por entender el papel que juegan las emociones, analizadas como construcciones sociales (López Gallegos, 2008; López Gallegos y Ramos Tovar, 2018; Montes, 2013; Salguero Velázquez, 2018; Thagaard, 1997) y no como procesos intrapsíquicos, en la vida relacional de los hombres. Puede decirse que los aportes de las ciencias sociales (Kemper, 1990; Turner y Stets, 2009; Le Breton, 2009) empiezan a calar de manera sistemática en el subcampo de los estudios de género de los hombres y las masculinidades. Los trabajos reunidos en este volumen se enmarcan en este contexto.

Ana Josefina Cuevas, profesora de la Universidad Autónoma de Colima, puso en marcha en el año 2015 una iniciativa de seminario que denominó «Emociones y Ciencias Sociales». El seminario se estructuró en seis sesiones, iniciando en marzo y prolongándose hasta diciembre. Profesorado y estudiantado de distintas universidades nos dimos cita de manera alterna entre el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) y el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), ambos de la Universidad de Guadalajara (UDG). El propósito del seminario fue propiciar la discusión teórica sobre emociones desde las ciencias sociales.

Aprovechando esta coyuntura y teniendo en marcha el proyecto «La construcción social de las emociones y la masculinidad en el contexto de las relaciones laborales y familiares», financiado por SEP-CONACYT CB-2014-01 (No. de proyecto: 236531), se desarrolló un seminario paralelo (Seminario sobre Masculinidad y Emociones) en el que se discutía bibliografía específica sobre emociones y género, con énfasis en hombres y masculinidades, como parte de las actividades del Programa Interdisciplinario de Estudios de Género (PIEGE), del Departamento de Estudios Regionales – INESER, (CUCEA-UDG) y del Cuerpo Académico: Estudios de Género, Población y Desarrollo Humano (CA-429-CUCEA-UDG), articulado con el programa de Doctorado en Ciencias de la Salud Pública del Departamento de Salud Pública del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la UDG. En este seminario la discusión estaba centrada en resultados de investigación empírica. De esta manera, se empezó a desarrollar una reflexión tanto teórica, alimentada por el seminario «Emociones y Ciencias Sociales», como de aplicación de la teoría, pasando por análisis de orden metodológico. Entre los participantes del seminario de masculinidad y emociones nos encontrábamos profesores que mantenemos interés en esta temática particular, y estudiantes que desarrollaban su tesis. En todos los casos las discusiones trataban de alimentar los trabajos de tesis o investigaciones específicas del profesorado.

Concluido el seminario, en el año 2016, continuamos con una revisión de la bibliografía en extenso sobre hombres, masculinidades y emociones que devino en el artículo colectivo intitulado «Masculinidades y emociones como construcciones sociales: una revisión bibliométrica» (Ramírez Rodríguez, Gómez González, Gutiérrez de la Torre y Sucilla Rodríguez, 2017). A la par se estableció un trabajo de colaboración con Giovane Mendieta Izquierdo, académico de la Universidad Militar Nueva Granada en Colombia, junto a su equipo de trabajo, con el que inició una investigación sobre hombres en condiciones de desempleo y su vínculo con la experiencia emocional en la ciudad de Bogotá.

Durante el primer semestre de 2019, en el marco del PIEGE y del proyecto financiado por SEP-CONACYT, se organizó un segundo seminario denominado «Seminario de Emociones y Género», para continuar revisando de manera crítica literatura que discutía la intersección de estos dos campos de conocimiento.

Como resultado de los seminarios y de los trabajos de investigación que se vinieron desarrollando durante este período se presenta en este volumen una parte de los mismos. En el texto introductorio, Ramírez presenta una discusión que tiene como propósito tanto identificar como alentar temas de debate sobre hombres, masculinidades y emociones, con base en una revisión de la literatura, y discute la manera en que se utiliza la categoría masculinidad hegemónica, ampliamente referida en el subcampo de los estudios de género de los hombres, y en este caso en las aproximaciones empíricas al análisis de las emociones. Asimismo, explora en los distintos estudios las emociones como dispositivos en el ejercicio de relaciones de poder-resistencia-contrapoder, que es un elemento nodal en la producción y reproducción de asimetrías en las relaciones entre hombres y mujeres, pero también entre grupos de hombres. Los aportes teóricos sobre las emociones desde las ciencias sociales y humanidades han evidenciado entre otras, una faceta que se ha denominado como trabajo emocional, una forma de regular las emociones que implica la inversión de energía emocional. En este sentido se plantean preguntas y se proponen algunas posibles respuestas al siguiente cuestionamiento ¿la regulación o trabajo emocional es constitutivo de las diversas configuraciones de masculinidad? Si esto es así ¿qué implicaciones tiene para los hombres y las masculinidades? Por otra parte, se cuestiona la utilidad del análisis de las emociones como constelaciones, o como conjuntos de emociones que pueden parecer contradictorias en una misma situación.

Desde hace tiempo, las violencias son parte de la cotidianidad mexicana. La multiplicidad de su ejercicio y las repercusiones, a fuerza del golpe tras golpe, entumecen la percepción y las conciencias. Pérez Gutiérrez, esquivándolos a veces, soportándolos en ocasiones y rechazando el entumecimiento, se adentra y escarba en la vida de hombres jóvenes, al igual que en las maneras en las que han incorporado las violencias como un modo de asumirse como sujetos de género, o sujetos masculinos subyugados por las violencias que son calificadas como de alto impacto: homicidio, secuestro, parricidio, violación y extorción. En su búsqueda encuentra distintas dimensiones del fenómeno, entre ellas la emocional, que si bien se aludían en distintos planteamientos sociológicos como un componente de la violencia en que se involucran los jóvenes, no se desarrollaba un análisis particular, menos vinculado con la configuración de masculinidades. Las emociones relatadas por los hombres jóvenes que cometen delitos de alto impacto tienen un vocabulario emocional particular, entretejido con las prácticas de violencia, no como resultado, sino como dispositivo para la acción social.

Quizás uno de los temas más estudiados sobre los hombres y las masculinidades sea la paternidad (o las paternidades). Gómez y Sucilla muestran dos facetas de su práctica en dos grupos de hombres con grandes diferencias y que prácticamente han pasado desapercibidos. Uno lo conforman aquellos que no tienen la custodia de sus hijas(os) y cuya única posibilidad es hacerlo bajo supervisión, como si estuvieran encarcelados, modo en que alguno de ellos lo refiere. Las tácticas que ponen en juego los hombres que desean convivir con sus hijas(os) para resistir el ejercicio de poder de quienes ostentan la custodia develan una faceta poco estudiada, ubicada en los márgenes. Las emociones están a flor de piel. El proceso judicial por la custodia, por acceder a convivir, aunque sea de manera supervisada, y finalmente conseguir pasar juntos al menos un ratito cada semana, está plagado de sinsabores y algunas alegrías. El otro grupo es el de los hombres adolescentes que se topan con la sorpresa de que serán papás, o que pese a su corta edad acuerdan y buscan con su pareja tener hijas(os). Asumir el hecho, hacerse responsables, enfrentar las reacciones de las respectivas familias de origen (de ella y de él), mirarse carentes de recursos, ver potencialmente coartadas sus aspiraciones escolares, entre otras, son las circunstancias que se evalúan y como parte de tal proceso entran en un circuito de valoraciones en las que las relaciones con los sujetos de su entorno posibilitan el surgimiento y expresión de emociones que contribuyen a tomar decisiones. Dos grupos de hombres con ejercicio de paternidades, por sus circunstancias, hacen más patente la importancia de las emociones en la vida como sujetos genéricos.

Mendieta y Cuevas evidencian la tensión en que se encuentran los hombres en condiciones de desempleo. La tensión envuelve la amistad con el grupo de pares. No es lo mismo tener recursos económicos para compartir con los amigos que pedirles prestado. Aislarse es un recurso para no verse expuesto ante la censura de aquellos que le demandan cumplir mandatos de una masculinidad que estos hombres se obligan a replantear, a resignificar. Recurrir al apoyo familiar, asumir tareas que consideraban inapropiadas para un hombre. Este acercamiento nos propone un juego de espejos, una confrontación de los sujetos entre el yo y el tú que se modifica en función de los sujetos con los que se relaciona en circunstancias que no son favorables para un sujeto masculino que ha crecido asumiendo como mandato trabajar y proveer.

Los textos reunidos convocan a una reflexión en este tema todavía secundario en los estudios de género de los hombres y que poco a poco va ganando un espacio propio por la centralidad que juega en la vida, al igual que en las relaciones de los hombres entre ellos y con las mujeres.

Queremos agradecer las observaciones y sugerencias de evaluadores externos anónimos que favorecieron el enriquecimiento de las versiones iniciales y que ahora en este texto final se ponen a la consideración del lector.


Bibliografía

Galasinski, D. (2004). Men and the language of emotions (Primera ed.). Nueva York, Estados Unidos: Palgrave McMillan.

Kaufman, M. (1994). Men, feminismm, and men’s contradictory experiences of power. En H. Brod y M. Kaufman (Eds.), Theorizing masculinities (pp. 142-165). Thousand Oaks, Estados Unidos: Sage Publicacions.

Kemper, T. D. (Ed.). (1990). Research agendas in the sociology of emotions.Nueva York, Estados Unidos: State University Of New York Press.

Le Breton, D. (2009). Las pasiones ordinarias. Antropología de las emociones. Buenos Aires, Argentina: Nueva Visión.

López Gallegos, A. M. (2008). Masculinidad y emociones: la ansiedad, la tristeza y la vergüenza en hombres desempleados en la ciudad de Saltillo. (Doctorado). Saltillo, México: Universidad Autónoma de Nuevo León.

López Gallegos, A. M., y Ramos Tovar, M. E. (2018). La pérdida del empleo y su efecto en la identidad y afectividad masculina. En R. Enríquez Rosas y O. López Sánchez (Eds.), Masculinidades, familias y comunidades afectivas, (pp. 93-119). Guadalajara, México: Universidad Nacional Autónoma de Mexico, Facultad de Estudios Superiores Iztacala / Instituto Técnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).

Montes, V. (2013). The Role of Emotions in the Construction of Masculinity: Guatemalan Migrant Men, Transnational Migration, and Family Relations. Gender & Society, 27(4), (pp. 469-490). <doi:10.1177/0891243212470491>.

Ramírez Rodríguez, J. C., Gómez González, M. D. P., Gutiérrez de la Torre, N. C., y Sucilla Rodríguez, M. V. (2017). Masculinidades y emociones como construcciones socioculturales: una revisión bibliométrica.Masculinidades y cambio social, 6(3), (pp. 217-256). <doi:10.17583/mcs.2017.2734>.

Salguero Velázquez, M. A. (2018). Emociones y masculinidades: vivencia y significado en los varones. En R. Enríquez Rosas y O. López Sánchez (Eds.), Masculinidades, familias y comunidades afectivas (pp. 73-91). Ciudad de México, México: Universidad Nacional Autónoma de Mexico, Facultad de Estudios Superiores Iztacala / Instituto Técnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).

Seidler, V. (1989). Rediscovering masculinity reason, lenguaje and sexuality. Londres, Reino Unido: Routledge.

Seidler, V. (1994). Recovering the self morality and social theory. Nueva York, Estados Unidos: Routledge.

Seidler, V. (2000). La sinrazón masculina. Masculinidad y teoría social. Ciudad de México, México: Paidós / UNAM-PUEG / CIESAS.

Seidler, V. (2005). Young men & masculinities. Global cultures and intimate lives. Nueva York, Estados Unidos: Zed Books.

Seidler, V. (2006). Transforming Masculinities. Men, cultures, bodies, power, sex and love. Oxon, Reino Unido: Routledge.

Seidler, V. (2007). Masculinities, Bodies and Emotional Life. Men and Masculinities, 10(1), (pp. 9-21).

Thagaard, T. (1997). Gender, Power, and Love: A Study of Interaction between Spouses. Acta Sociologica, 40(4), (pp. 357-376). <doi:10.1177/000169939704000402>.

Turner, J. H., y Stets, J. E. (2009). The sociology of emotions. Nueva York, Estados Unidos: Cambridge University Press.



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