Читать книгу ¿Campesinos, indígenas y migrantes? - Julieta Martínez Cuero - Страница 7

INTRODUCCIÓN

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Los Altos de Chiapas es una de las regiones de mayor riqueza cultural de todo México, se encuentra entre montañas y es descrita como mágica y enigmática, capaz de atraer la atención del mundo entero. La convivencia histórica entre indígenas, mestizos y extranjeros ha sido motivo de distintas investigaciones. En este libro se analiza, desde la economía y la antropología, la coexistencia y articulación de distintos modos de producción en los casos de San Juan Chamula, San Pedro Polhó y San Cristóbal de Las Casas. La región es un crisol pluricultural con desigualdades económicas entre los diferentes sectores de la población que se explican por un cúmulo de procesos históricos que han marcado distintas formas de inserción del capitalismo en la región. En Chiapas existen nueve regiones socioeconómicas y es en Los Altos en la que se concentra el mayor porcentaje de población indígena de la entidad. En los municipios en los que enfoca el estudio, la población indígena tzotzil es porcentualmente significativa con 98%, mientras que en San Cristóbal de Las Casas confluye población indígena de distintas etnias, población mestiza y un elevado contingente de población internacional. La actividad económica está orientada principalmente al sector agropecuario con 74% de la población económicamente activa (PEA). De toda la región, San Cristóbal de Las Casas es el único municipio que está orientado al sector servicios, con 68% de la PEA. La elección de la zona de estudio responde a estas características y a la inquietud por comprender las causas y los efectos de la reconfiguración de las relaciones sociales de producción considerando, además, los crecientes flujos migratorios de indígenas campesinos hacia Estados Unidos.

El objetivo general de este libro es recuperar una cuestión aparentemente culminada en la década de 1970; es decir, los procesos de confrontación, integración y absorción de las economías no capitalistas por el sistema dominante. El núcleo de la investigación, considerando la actual reconfiguración del espacio rural, está centrado en validar la pertinencia de regresar a los estudios del campesinado mediante la recuperación del concepto “modo de producción” como elemento analítico. Se trata de un análisis cuantitativo y cualitativo en el que se establece un constante diálogo entre la teoría y la evidencia empírica. Los objetivos particulares del trabajo son cuatro. El primero, tratar de paliar la ausencia de investigaciones dedicadas a problemas contemporáneos de las comunidades campesinas indígenas en la literatura económica, contemplando que los estudios enfocados a la población indígena han sido ignorados por los economistas y/o relegados a otras disciplinas, como la antropología o la sociología. El segundo, validar la vigencia y pertinencia del uso de la categoría teórica “modo de producción” en la explicación de las nuevas realidades del campo mexicano y de los escenarios de la confrontación actual, abordando temas como la crisis agrícola, el proceso de desagrarización, la nueva ruralidad y los flujos migratorios internacionales, entre otros. El tercer objetivo es dar cuenta de la coexistencia y confrontación de distintos modos de producción en Los Altos de Chiapas. Para alcanzar este objetivo se atienden tres aspectos: a) la especificación del modo de producción dominante en cada uno de los tres casos de estudio: San Juan Chamula, San Pedro Polhó y San Cristóbal de Las Casas; b) las contradicciones surgidas a partir de la articulación, en diferentes niveles, de distintos modos de producción, y c) la persistencia del rezago económico de las comunidades indígenas como efecto de dicha confrontación. El cuarto objetivo es de orden teórico y práctico; es decir, establecer un método de análisis interdisciplinar entre la economía y la antropología.

No obstante, vale la pena señalar que establecer la coexistencia de distintos modos de producción y el análisis de la cuestión agraria no es lo novedoso de este trabajo. La originalidad estriba en dar cuenta de los nuevos escenarios en los que dichos modos de producción coexisten y se transforman. De esa manera, se trae al presente la esencia de la discusión de la década de 1970, pero reconfigurándola mediante la construcción de argumentos actuales. Así, por ejemplo, se especifica al modo de producción dominante en los tres casos de estudio a partir del examen de las relaciones sociales de producción y de sus funciones de control, reparto y organización de las fuerzas productivas y de los frutos del trabajo. Al mismo tiempo, se analizan las relaciones con el sistema dominante en diversos niveles: local, regional, nacional e internacional. Se presentan aspectos relevantes en la articulación diacrónica y sincrónica entre San Juan Chamula, San Pedro Polhó y San Cristóbal de Las Casas, con especial atención en los efectos que supone la confrontación en cada uno de los modos de producción. De esta forma, se verifica la vigencia del concepto modo de producción, concebido por Marx e interpretado por Godelier, como instrumento analítico en la explicación de una problemática concreta.

El trabajo se divide en cinco capítulos. En el primero, se reflexiona sobre la validez de regresar a los estudios del campesinado mexicano a través de la óptica de la articulación-confrontación de distintos modos de producción, explicando la operatividad y especificidad que permite el concepto mismo de modo de producción. En el segundo, se exponen las bases teóricas para el estudio del campesinado, retomado la discusión surgida en la década de 1970, las teorías de la articulación, el debate científico sobre el concepto de campesino, estudios previos sobre la cuestión agraria en México y, finalmente, se presenta un marco teórico-analítico conformado por los conceptos de “campesinos”, “capitalismo” e “indígenas”. En el tercero, se exponen los hallazgos de la investigación bibliográfica y de campo especificando los modos de producción coexistentes en San Juan Chamula, San Pedro Polhó y San Cristóbal de Las Casas. En este apartado se sientan las bases para un posterior examen crítico acerca de la articulación y/o confrontación de distintos modos de producción en Los Altos de Chiapas. En el cuarto capítulo, se da cuenta de los nuevos escenarios de una vieja discusión, abordando la articulación de distintos modos de producción como una confrontación histórica pero con transformaciones constantes al interior y exterior de las comunidades indígenas. Además, se atienden los procesos de una nueva ruralidad y de los flujos migratorios que ilustran los diferentes grados de articulación entre la región y la economía global. En este punto se recurre a la antropología simbólica, presentando los resultados a través de grupos de transformación. En el quinto capítulo se exponen algunas ideas que, lejos de pensarse como conclusiones, buscan ser una invitación a continuar reflexionando sobre la confrontación de distintas formas de producir, organizar y consumir. Finalmente, es importante mencionar que este trabajo, de casi cinco años de investigación, se realizó a partir de una propuesta metodológica interdisciplinar estableciendo un diálogo constante entre la economía y la antropología con el fin de integrar tanto al hombre antropológico como al hombre económico.

¿Campesinos, indígenas y migrantes?

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