Читать книгу Balam, Lluvia y la casa - Julio Serrano - Страница 6
ОглавлениеLa grama del jardín
Un día capturé varias luciérnagas en una botella.
Me quedé maravillada viéndolas caminar
por la pared transparente,
subiendo con sus patitas malabaristas
y luego cayendo de nuevo,
generando ese suave sonido que hacen las luciérnagas
cuando caen al fondo de una botella.
Encendían su luz,
pero cada vez la encendían menos.
Encendían su luz ante mis ojos,
hasta que dejaron de hacerlo.
Y en poco más de un día
también dejaron de moverse.
Madre me preguntó qué sentía.
Yo le dije que las pequeñas luces
deberían estar siempre en los caminos
y nunca en una botella.
¿Y las estrellas, Lluvia?,
volvió a preguntarme mamá.
Han de estar en un gran camino,
le respondí,
mientras dejaba caer
los cuerpos de las luciérnagas
sobre la grama.