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Los dioses

A la vista del libro del profeta Ezequiel, Josef F. Blumrich, jefe del grupo técnico constructor de la Nasa en Huntsville, titular de numerosas patentes para la manufactura de grandes cohetes y portador de la Exceptional Service Medaille ha demostrado que en la época bíblica podía construirse una pequeña nave: —”De la descripción que hace Ezequiel puede deducirse el aspecto general de las naves. Es decir, que cualquier ingeniero podría inferir las características del aparato y reconstruirlo. Cuando uno comprueba que el aparato no solo es técnicamente posible sino que está bien resuelto y encuentra además en la descripción detalles y procesos técnicamente correctos, entonces comprende uno que ya no se puede hablar de simples indicios.

He aquí que la nave de Ezequiel tiene unas dimensiones muy plausibles:

Impulso Específico: Isp: 2.080 seg.

Peso de la Construcción: W0: 63.300 kg.

Combustible para el Regreso: W9: 36.700 kg.

Diámetro del Rotor: Dr: 18 m.

Potencia de Accionamiento del Rotor (total): N: 70.000 cv.

Diámetro del Cuerpo Principal: D: 18 m.

Estos datos denotan una nave no solo técnicamente factible sino idónea para sus funciones y su misión.

Sorprende encontrar un nivel técnico que no es en modo alguno fantástico sino que está ya a nuestro alcance. Además los datos apuntan a una nave utilizada en combinación con una nave nodriza situada en órbita alrededor de la Tierra.

Lo único fantástico es que semejante nave fuera una realidad descriptible hace más de 2.500 años”.