Читать книгу Поцелуй и другие легенды. Уровень 1 / El beso y otras leyendas - - Страница 4

El beso
Capítulo 3

Оглавление

Ya hace un rato largo que los habitantes pacíficos de Toledo cierran con llave las pesadas puertas de sus antiguas casas[27]. La campana gorda de la catedral anuncia la hora del toque de queda.

En lo alto del alcázar, convertido en cuartel, se escucha el último toque de silencio de los clarines. Diez o doce oficiales se han ido reuniendo en la plaza de Zocodover y toman el camino que lleva al convento donde vive el capitán[28]. Están animados, pero más por la esperanza de disfrutar las botellas prometidas que por el deseo de conocer la maravillosa escultura[29].

La noche está oscura y amenazante. El cielo está cubierto de nubes de color gris. El aire, atrapado en las estrechas y retorcidas calles, agita la tenue luz de los faroles o hace girar con un chirrido agudo las veletas de hierro de las torres.

Los oficiales ven la plaza donde se encuentra el alojamiento de su nuevo amigo[30]. El capitán, impaciente, sale a recibirlos. Después de intercambiar algunas palabras en voz baja, todos entran juntos en la iglesia. En el oscuro recinto, la débil luz de una linterna lucha con las sombras densas y espesas.

– ¡Por Dios! – exclama uno de los invitados, mira a su alrededor. – ¡Este lugar no es el más adecuado para una fiesta![31]

– En efecto, – dice otro, – nos traes aquí para conocer a una dama y apenas si vemos nuestros propios dedos. Es un sitio muy oscuro.

– Y, sobre todo, hace un frío que parece que estamos en Siberia[32], – añade un tercero, abrigándose en su capa.

– Calma, señores, calma, – interrumpe el anfitrión. – Todo se provee. ¡Eh, muchacho! – prosigue, dirigiéndose a uno de sus asistentes. – Busca un poco de leña por ahí y enciende una buena hoguera en la capilla mayor. Tengo el placer de presentaros a la dama de mis pensamientos[33]. Creo que convenís conmigo en que no exagero su belleza.

Los oficiales vuelven los ojos al punto que les señala su amigo, y una exclamación de asombro escapa involuntariamente de todos los labios.

En el fondo de un arco sepulcral revestido de mármoles negros, se arrodilla delante de un reclinatorio, con las manos juntas y la cara vuelta hacia el altar, ven, en efecto, la imagen de una mujer tan bella, que jamás sale otra igual de manos de un escultor, ni el deseo puede pintarla en la fantasía más soberanamente hermosa.

– ¡En verdad que es un ángel! – exclama uno de ellos.

– ¡Lástima que sea de mármol! – añade otro.

– No hay duda de que aunque solo sea la ilusión de estar junto a una mujer tan bella, es suficiente para no despegar los ojos en toda la noche[34].

– ¿Y no sabéis quién es ella? – preguntan algunos de los que contemplan la estatua al capitán, que sonríe satisfecho de su triunfo.

– Recordando un poco del latín que supe en mi niñez, consigo, con dificultad, descifrar la inscripción de la tumba, – contesta el capitán. – Y por lo que puedo comprender, pertenece a un título de Castilla, famoso guerrero que hizo la campaña de Italia con el Gran Capitán; he olvidado su nombre, pero su esposa, que es la que veis, se llama doña Elvira de Castañeda[35]. Por mi fe, si la copia se parece al original, debe ser la mujer más hermosa de su siglo.

Después de estas breves explicaciones, los invitados, que no pierden de vista el objetivo principal de la reunión, abren algunas de las botellas y se sientan alrededor del fuego. El vino empieza a circular entre ellos.

A medida que beben más y más, y el vapor de la burbujeante bebida comienza a afectar sus cabezas, la fiesta se anima[36]. Los jóvenes lanzan los cascos de las botellas vacías hacia las estatuas de piedra junto a los pilares, cantan canciones alegres y ruidosas, y algunos ríen a carcajadas, aplauden o discuten con palabras fuertes.

El capitán bebe en silencio, sin dejar de mirar la estatua de doña Elvira. Iluminada por el resplandor rojo del fuego y a través de la confusa nube que la embriaguez ha puesto frente a sus ojos, le parece que la figura de mármol se transforma a veces en una mujer real[37].

Piensa que ve cómo sus labios se abren como si estuviera murmurando una oración, cómo su pecho se levanta como si estuviera angustiado y sollozante, cómo cruza las manos con más fuerza y cómo sus mejillas se ruborizan, como si estuviera avergonzada ante ese espectáculo sacrílego y desagradable.

Los otros oficiales, que notan la tristeza callada de su amigo, lo sacan de su ensimismamiento y le ofrecen una copa, diciendo todos juntos:

– ¡Vamos, brinda tú que eres el único que no lo ha hecho en toda la noche!

El joven toma la copa, se pone de pie y la levanta en alto, mirando a la estatua del guerrero arrodillado junto a doña Elvira.

– Brindo por el Emperador y por la suerte de sus armas, gracias a las cuales podemos venir hasta el fondo de Castilla[38], – dice el joven.

Los militares reciben el brindis con aplausos, y el capitán va hacia la tumba.

– No… – dice a la estatua del guerrero, con una sonrisa tonta propia de la embriaguez… – no creas que te guardo rencor porque te veo como un rival…[39] Al contrario, te admiro como un esposo paciente, un ejemplo de paciencia y mansedumbre, y también quiero ser generoso. Tú serías un bebedor por ser soldado… no puedo permitir que mueras de sed mientras vaciamos veinte botellas… ¡toma![40]

Diciendo esto, lleva la copa a sus labios, se humedece los labios con el líquido que contiene y luego arroja el resto en la cara de la estatua[41]. El capitán suelta una carcajada ruidosa al ver cómo el vino cae sobre la tumba, goteando de la barba de piedra del guerrero inmóvil.

– ¡Capitán! – exclama en ese momento uno de sus camaradas en tono burlón, – ten cuidado con lo que haces… Recuerda que estas bromas con la gente de piedra pueden salir caras…[42] Recuerda lo que le pasó a los húsares del 5.º en el monasterio de Poblet… Se dice que los guerreros del claustro, una noche, empuñan sus espadas de granito y causan problemas a aquellos que se entretienen en pintarles bigotes con carbón.

Los jóvenes acogen esta ocurrencia con risas, pero el capitán, sin prestar atención a sus risas, continúa inmóvil, siempre enfocado en la misma idea.

– ¿Creéis que yo le hubiera dado el vino si no supiera que se lo traga al menos el que le cae en la boca… ¡Oh!.. no! Yo no creo como vosotros que esas estatuas son un pedazo de mármol tan inerte hoy como el día que lo arrancaron de la cantera. Indudablemente, el artista, que es casi un Dios, le da a su obra un soplo de vida que no logra hacer que ande y se mueva, pero que le infunde una vida incomprensible y extraña; vida que yo no me explico bien, pero que la siento, sobre todo cuando bebo un poco.

– ¡Magnífico! – exclaman sus camaradas, bebeт y prosigueт.

El oficial bebe, y fijando los ojos en la imagen de doña Elvira, prosigue con una exaltación creciente:[43]

– ¡Miradla!.. ¡Miradla!.. ¿No veis esos cambiantes rojos de sus carnes mórbidas y transparentes?.. ¿Parece que por debajo de esa ligera piel azulada y suave de alabastro circula un fluido de luz color de rosa?..[44] ¿Queréis más vida?.. ¿Queréis más realidad?

– ¡Oh! sí, seguramente, dice uno de los que le escuchan; quisiéramos que fuera de carne y hueso.

– ¡Carne y hueso!.. ¡Miseria, podredumbre!.. – exclama el capitán. – Quiero besar a esta hermosa mujer[45]. ¡Oh!.. sí… un beso… solo un beso tuyo podrá calmar.

– ¡Capitán! – exclaman algunos de los oficiales al verle dirigirse hacia la estatua como fuera de sí, extraviada la vista y con pasos inseguros… – ¿Qué locura vais a hacer? ¡Basta de broma y dejad en paz a los muertos![46]

El joven ni oye siquiera las palabras de sus amigos y, tambaleándose y como puede, llega a la tumba y se aproxima a la estatua, pero al tenderle los brazos, resuena un grito de horror en el templo. Arrojando sangre por ojos, boca y nariz, ha caído desplomado y con la cara deshecha al pie del sepulcro[47].

Los oficiales, mudos y espantados, ni se atreven a dar un paso para prestarle socorro.

En el momento en que el capitán intenta acercar sus labios a los de doña Elvira, han visto al inmóvil guerrero levantar la mano y derribarle con una espantosa bofetada de su guantelete de piedra[48].

Упражнения

1. Вставьте следующие глаголы по смыслу в предложения:


Creo, traga, da, dan, calmar, provocan, dar, levanta


1. Yo no ____________________ que las estatuas un pedazo de mármol inerte.

2. El artista le ____________________ vida a su obra.

3. El vino se ____________________ en la boca.

4. Las cambiantes rojas de sus carnes ____________________ a la estatua un aspecto peculiar.

5. Necesitamos un soplo de brisa del mar para ____________________ nuestra frente calurosa.

6. Esas mujeres materiales me ____________________ con su fantástica hermosura.

7. Los oficiales no se atreven a ____________________ un paso para prestarle socorro.

8. El inmóvil guerrero ____________________ la mano y derriba al capitán.


Запомните, как спрягается глагол saber (знать, уметь) в Presente de Indicativo:


yo sé

tú sabes

él/ella/Ud. sabe

nosotros sabemos

vosotros sabéis

ellos/ellas/Uds. saben


2. Вставьте глагол saber в нужной форме в Presente de Indicativo:

1. Yo ____________________ hablar inglés y francés.

2. Tú ____________________ tocar el piano muy bien.

3. Él ____________________ la respuesta a la pregunta.

4. Nosotros ____________________ dónde está el restaurante.

5. Vosotros ____________________ nadar muy rápido.

6. Ellos ____________________ mucho sobre historia.

7. Ella ____________________ cocinar platos deliciosos.

8. Ustedes ____________________ bailar salsa.


3. Переведите предложения из предыдущего упражнения на русский язык:

_______________________________

_______________________________

_______________________________

Ответы

1.

1. creo

2. da

3. traga

4. dan

5. calmar

6. provocan

7. dar

8. levanta


2.

1. Yo sé hablar inglés y francés.

2. Tú sabes tocar el piano muy bien.

3. Él sabe la respuesta a la pregunta.

4. Nosotros sabemos dónde está el restaurante.

5. Vosotros sabéis nadar muy rápido.

6. Ellos saben mucho sobre historia.

7. Ella sabe cocinar platos deliciosos.

8. Ustedes saben bailar salsa.


3.

1. Я умею говорить по-английски и по-французски.

2. Ты умеешь играть на пианино очень хорошо.

3. Он знает ответ на вопрос.

4. Мы знаем, где находится ресторан.

5. Вы умеете плавать очень быстро.

6. Они много знают о истории.

7. Она умеет готовить вкусные блюда.

8. Вы умеете танцевать сальсу.

27

Мирные жители Толедо уже запирают тяжелые двери своих старых домов на замок.

28

Десять или двенадцать офицеров собрались на площади Сокодовер и направились по дороге к монастырю, где живет капитан.

29

Они воодушевлены, но больше от надежды насладиться обещанными бутылками, чем от желания увидеть чудесную скульптуру.

30

Офицеры видят площадь, где находится пристанище их нового друга.

31

Это не очень подходящее место для праздника!

32

– И кроме того так холодно, будто мы находимся в Сибири.

33

Рад представить вам даму, которая является причиной моих дум.

34

– Нет сомнений, что, даже если это только иллюзия, быть рядом с такой красивой женщиной достаточно, чтобы не отрывать глаз от нее всю ночь.

35

По тому, что я могу понять, она принадлежит к знатному титулу Кастилии, известному воину, который участвовал в итальянской кампании с Великим Капитаном; я забыл его имя, но его жену, которую вы видите, зовут донья Эльвира де Кастанеда.

36

По мере того, как они пьют все больше и больше, и пары пузырькового напитка начинают влиять на их головы, праздник оживляется.

37

Освещенная красным сиянием огня и сквозь смутное облако, которое опьянение создало перед их глазами, кажется, фигура из мрамора иногда превращается в реальную женщину.

38

– Я поднимаю бокал за Императора и за удачу его оружия, благодаря которому мы можем добрать до самых отдаленных мест Кастильи.

39

– Нет… – говорит он каменной статуе воина с глупой улыбкой, характерной для пьяного состояния… – не думай, что я питаю к тебе злобу, видя в тебе соперника…

40

Ты, будучи солдатом, должно быть, умеешь пить… я не могу позволить, чтобы ты умер от жажды, пока мы опустошаем двадцать бутылок… пей!

41

Сказав это, он подносит бокал к губам, смачивает губы жидкостью внутри и затем выплескивает остаток в лицо статуи.

42

Помни, что такие шутки с каменными людьми могут дорого стоить…

43

Офицер пьет и, уставившись на образ доньи Эльвиры, продолжает с растущим восторгом:

44

Кажется, что под этой голубоватой и гладкой алебастровой кожей течет розовый световой поток?..

45

Я хочу поцеловать эту прекрасную женщину.

46

Что за безумие вы собираетесь совершить? Пора закончить с шутками и оставить мертвых в покое!

47

Изо рта, глаз и носа льется кровь, он с искалеченным лицом падает без сознания у подножия гробницы.

48

В тот момент, когда капитан пытался приблизить свои губы к губам госпожи Эльвиры, они видели, как неподвижный воин поднял руку в перчатке из камня и сбил его ужасным ударом.

Поцелуй и другие легенды. Уровень 1 / El beso y otras leyendas

Подняться наверх