Читать книгу Las dos cabritas - La Fontaine - Страница 5

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Lo pensaron un poco, pues aquella semana ya habían jugado a casi todos los juegos que conocían. Y al final, decidieron jugar al escondite.

Fue a la cabrita a la que le tocó parar la primera.

Mientras ella apoyaba una pata en un árbol para taparse los ojos, los demás se escondieron en los alrededores, procurando no alejarse demasiado del claro del bosque donde estaba situada la escuela.

Y cuando la cabrita hubo contado hasta diez, empezó a brincar de un lado a otro, buscando a sus compañeros.


Después de pensarlo un poco, pues ya habían jugado a casi todos los juegos que conocían, decidieron jugar al escondite.

Le tocó parar a la cabrita. Contó hasta diez, y luego empezó a brincar de un lado a otro buscando a sus compañeros.

Las dos cabritas

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