Читать книгу El periplo del Ángel - LΩbΩ Fantasma - Страница 7
ОглавлениеPOR AMOR SE PRODUCEN
LAS PEORES CAÍDAS
Loados seáis mortales. Veo que a pesar de todos mis intentos por ocultar mi presencia habéis encontrado mi crónica. Por lo que lo más correcto es que me presente como es debido: Aunque actualmente mi nombre es Jhon Dusk, antaño fui conocido como Dekkar’iël; y efectivamente mi nombre original era el de un ángel. Sí, fui uno de ellos y lo puedo decir orgulloso y con el pecho henchido, o como os gusta decir a vosotros: «con la boca llena».
Os estaréis haciendo la pregunta más obvia: ¿Cómo es posible que anteriormente fuese un ángel y ahora no sea más que un mono de barro como vosotros? Como habéis podido comprobar ya, mis ojos son de color dorado. A pesar de lo que algunas historias paganas hayan podido contar para desfigurar la verdad, el color de los ojos dorado es una señal inequívoca de que son los de un ángel, al igual que el rojo y sus distintas mezclas y variantes son los de un demonio. Me crearon con un único cometido: custodiar el alma que me fuese designada en el camino de su «penitencia». Existen muchas teorías al respecto sobre la reencarnación y los castigos que supuestamente elegimos antes de nacer como humanos para expiar nuestros pecados. Ciertamente, eso sólo se les concede a unos pocos privilegiados, el resto debemos morar bajo los designios escritos en los renglones torcidos de Dios. Toda esta historia y otras tantas quizás las revele en un futuro… por ahora sólo me centraré en mi «caída» y mi periplo.
Como he dicho, mi cometido era custodiar y vigilar cada paso de la persona que me asignaron. Podía inspirarla y alentarla con mi esencia y luz cuando sus días fuesen más oscuros, pero se me prohibió terminantemente intervenir en su vida o influenciarla para que tomase una decisión u otra; debía respetar su don único como persona humana, don y regalo supremo de Dios: el libre albedrío.