Читать книгу Resumen Completo: Haz El Trabajo (Do The Work) - Basado En El Libro De Steven Pressfield - Libros Maestros - Страница 6

La resistencia es invisible. La resistencia no se puede ver, escuchar, tocar u oler, pero se puede sentir. La experimentamos como un campo de energía que irradia desde centro, desde un foco. La resistencia es una fuerza repelente UY negativa. Su objetivo es alejarnos, distraernos, impedirnos hacer nuestro trabajo. La resistencia es insidiosa, te dirá cualquier cosa para evitar que hagas hagas lo que tienes que hacer. Engatusa, seduce, intimida y te fabrica excusas que te dices a ti mismo y a los demás. La resistencia es proteica, asume cualquier forma, para acomodarse a lo que se necesite para engañarte. La resistencia razonará contigo como un abogado o mete una nueve milímetros en tu cara para hacerte sentir atrapado. La resistencia no tiene conciencia, prometerá cualquier cosa para conquistarte, para que le des la razón y bajes la guarda. Entonces te apuñalará tan pronto como le des la espalda.

La resistencia siempre miente. Es impersonal, está fuera de tu alcance personalmente, no sabe quién eres y no le importa conocerte ni ayudarte, porque su meta es derrotarte. Es una fuerza de la naturaleza, actúa objetivamente, no se fija a quién afecta, porque arremete contra todos. De hecho opera con la indiferencia de la lluvia y transita por el cielo con las mismas leyes que las estrellas.

Cuando reunimos nuestras fuerzas para combatir la resistencia, debemos recordar que es como una aguja magnetizada que flota sobre una superficie de aceite, siempre señala indefectiblemente al norte verdadero. Esto significa que es el llamado o la acción lo que la atrae, porque quiere evitar que lo escuchemos y que lo realicemos. Podemos usarla como brújula, podemos navegar por la resistencia, dejando que nos guíe a ese llamado o propósito que debemos seguir antes que todos los demás. y como regla general, cuanto más importante es una llamada o acción a la evolución de nuestra alma, tendremos más resistencia.

La resistencia es universal, nos equivocamos si creemos que somos los únicos que luchan contra ella. Todos los que tienen un cuerpo y una mente experimentan resistencia. En otras palabras, el miedo no es propiedad de nadie, sino que afecta a todos. El guerrero y el artista viven según el mismo código de necesidad, que dicta que la batalla debe librarse de nuevo cada día.

El objetivo de la resistencia no es herir o deshabilitar, la resistencia tiene como objetivo matar la evolución, el crecimiento, el desarrollo. Su objetivo es el epicentro de nuestro ser: nuestro genio, nuestra alma, lo más valioso que un ser humano tiene dentro de sí, lo que lo hace ser único.