Читать книгу Un viaje sin viajero: relato de extranjeras en Calcuta - Lorena Botero Carvajal - Страница 7
ОглавлениеAgradecimientos
• I •
Esta publicación es el resultado del apoyo institucional de la Universidad Autónoma de Occidente, en especial, nuestro agradecimiento a la doctora Magdalena Urhan (Q.E.P.D. 2018) por su comprensión al acoger y haber hecho viable esta iniciativa, alentando horizontes de oportunidad para apostarle a lo aparentemente “no útil”. Su visión y amplia hospitalidad para forjar caminos, más allá de las “presiones” y afanes utilitaristas que atrapan el diario vivir de las organizaciones, en el engranaje del sistema universitario; se convirtió en el aliciente para embarcarnos en esta ruta de aprendizajes. También apoyaron este proceso las siguientes personas; Delly Johanna Bueno, Karen Tatiana Ledezma Aguirre, Lina Marcela Caicedo, Adriana Anacona y María Eugenia de Jesús Sánchez Jiménez. Diego Fernando Otero, quien con su ilustración para la carátula supo interpretar a través de una metáfora gráfica los avatares del viaje sin viajeros. A todas ellas nuestra gratitud.
• II •
Agradecer a las personas que de alguna u otra forma estuvieron involucrados con este proyecto desde sus inicios. Gracias a Alex Sterling, por su trabajo de edición. Gracias por sus ideas y sugerencias. De modo similar, agradezco a quienes “me leyeron” por medio de esbozos de versiones preliminares: Clara Palacio, Álvaro Martínez, Elizabeth Carvajal y Álvaro Botero. Los últimos, mis padres a quienes les agradezco tantos sacrificios y esfuerzos incansables por darme siempre lo mejor. Gracias a mi tía Brenda por contribuir a hacer de mi viaje a India, una realidad. Maira Martelo, por ser mi bastón en momentos de debilidad. Gracias por aconsejarme durante mi experiencia en Calcuta. Agradecimientos a Mauro Montoya por siempre apoyar esta idea y ser testigo directo de mis frustraciones en el camino. Agradezco su compañía y la de su familia mientras escribía retazos de Anabel.
Finalmente, gracias a Orlando Puente, co-autor del libro, por su fe intacta en volver la experiencia de Anabel Reina, una publicación valiosa con miras a proyectar su uso en aulas universitarias. El haber elevado la idea de una vivencia en este lejano país hasta viabilizar y convertirla en un proyecto editorial; ha sido él quien ante la exaltación de una inquietud inicial de mi paso por Calcuta me animó a desalojar el estado de indignación de un desafortunado episodio vivido, contribuyendo a encausarlo en un ejercicio reflexivo de escritura, sin perder de vista el carácter controversial, para recuperar y colmar de tonalidades los aprendizajes de la experiencia del viaje. Agradecer, su empeño permanente en los ires y venires del proceso y posibilitar el intercambio de saberes e ideas que labraron este andar; que aunque largo y dispendioso, estuvo acompañado de matices, enseñanzas y “luces en el camino”.