Читать книгу Utilitarismo, pensamiento liberal y salud pública - Luis Fernando Gómez Gutiérrez - Страница 6
PREFACIO
ОглавлениеEl utilitarismo y el liberalismo enfatizan la idea de un acceso privilegiado a un mundo interior de sentimientos, pensamientos y preferencias personales. Cuando este enfoque deriva en un individualismo extremo, la salud es asumida como un proyecto exclusivamente personal. Sin embargo, en el marco de estas dos corrientes filosóficas se identifican diversas vertientes, algunas de las cuales abogan por una visión mínima de Estado y son renuentes a aceptar acciones poblacionales para enfrentar la mayoría de los desafíos contemporáneos de la salud pública y la salud global; otras, por el contrario, destacan la necesidad de fortalecer el papel del Estado y de la comunidad internacional, sin generar afectaciones significativas en las libertades individuales básicas.
A pesar de sus limitaciones, el utilitarismo y el liberalismo contemporáneos siguen brindando orientaciones y cuestionamientos éticos relevantes al quehacer de la salud pública. Las evaluaciones económicas, las cuales hunden sus raíces filosóficas en el pensamiento utilitario, han permitido orientar la asignación eficiente y efectiva de recursos en el área de la salud. Por otra parte, el constitucionalismo moderno y la libertad de expresión han sido fundamentales en los procesos de abogacía política dirigidos a impulsar acciones poblacionales para promocionar la salud y prevenir la enfermedad. La democracia deliberativa brinda un enfoque en el área de la salud que permite rescatar las fortalezas del pensamiento liberal y superar sus limitaciones.
Tomando las palabras de Joseph Raz, los argumentos planteados en este libro son tentativos e incompletos. Deseo agradecer a mis estudiantes por las valiosas críticas y comentarios que me han formulado cuando he planteado los asuntos que abordo a lo largo de estas páginas. Agradezco asimismo las enseñanzas y orientaciones que me han brindado Vicente Durán Casas, Delfín Ignacio Grueso Vanegas y Giancarlo Buitrago Gutiérrez. Agradezco al equipo de la Editorial Pontificia Universidad Javeriana por su invaluable apoyo.