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La Unidad de Estudios Solidarios (unes): una experiencia innovadora en la producción de conocimiento para elaborar contenidos de docencia y extensión y en la gestión de la investigación

The Unidad de Estudios Solidarios (unes): An Innovative Experience in the Production of Knowledge to Develop Teaching and Extension Content and in Research Management

Miguel Ricardo Dávila Ladrón de Guevara

¿Cómo citar este capítulo?How to cite this chapter?Dávila Ladrón de Guevara, M. R. (2020). La Unidad de Estudios Solidarios (UNES): una experiencia innovadora en la producción de conocimiento para elaborar contenidos de docencia y extensión y en la gestión de la investigación. En C. Pérez Muñoz e I. Hernández Arteaga (Eds.), Economía social y solidaria en la educación superior: un espacio para la innovación (tomo 3) (pp. 25-62). Bogotá: Ediciones Universidad Cooperativa de Colombia. DOI: https://dx.doi.org/10.16925/9789587602425

Resumen

El capítulo se inicia mostrando los fundamentos teóricos, epistemológicos y operativos que sustentan la experiencia de la Unidad de Estudios Solidarios (unes), la cual se desarrolla bajo la idea de impulsar un pensamiento crítico que permita proponer otros modos de producir conocimiento y su difusión, a manera de educación y formación de los sujetos investigados, en lo que se denominó un proceso de investigación participativa, fundamentado en una episteme comprometida y consciente de la importancia del territorio donde se origina la producción de conocimiento. Luego, se exponen los aportes y resultados obtenidos en el desarrollo de la experiencia, ordenados así: primero, los que son de carácter científico, relativos a la producción de conocimiento y su difusión; y segundo, los que corresponden al carácter académico, así como los que se han utilizado en los procesos de trabajo con la comunidad y aquellos que corresponden a la innovación en la gestión de la información. Finaliza el capítulo con un apartado de conclusiones en el que se relacionan los aportes realizados y las lecciones aprendidas, y se plantean las limitaciones del documento presentado.

Palabras clave: episteme comprometida, economía solidaria, investigación participativa, producción de conocimiento, trabajo con comunidad.

Abstract

The chapter begins by showing the theoretical, epistemological and operational foundations that support the experience of the Unidad de Estudios Solidarios (unes), which are developed under the idea of promoting critical thinking that allows us to propose other ways of producing knowledge and its dissemination, by way of education and training of the subjects under investigation, in what was called a participatory research process, based on an episteme committed and aware of the importance of the territory where knowledge production originates. Then the contributions and results obtained in the development of the experience are presented, ordered in terms of those of a scientific nature, related to the production of knowledge and its dissemination, and then, those that correspond to the academic character, as well as those that have been used in the processes of working with the community and those that correspond to innovation in information management. The chapter ends with a separate section of conclusions in which the contributions and the lessons learned are listed, and the limitations of the document presented are discussed.

Keywords: committed episteme, solidarity economy, participatory research, knowledge production, community work.

Antecedentes

La Unidad de Estudios Solidarios (unes) surgió como producto de una tradición y experiencia de carácter interdisciplinar, relacionada con la investigación y la docencia, que se inició en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (fcea) de la Pontificia Universidad Javeriana a finales de los años setenta, orientada a crear un espacio de producción de conocimiento, educación y comunicación en busca de otras maneras de producir conocimiento, en las que se tuvieran en cuenta las condiciones particulares y específicas de los territorios en donde se estaba produciendo dicho conocimiento y de la cultura de los habitantes que los ocupan. Esta experiencia nació

[…] alrededor del interés por el estudio del sector rural y su problemática, que tenía un grupo de profesores-investigadores vinculados por planta y servicios a esta facultad. En sus inicios, hicieron parte del Comité de Investigación de la facultad (1978-1982), posteriormente conformaron la Unidad de Estudios Rurales, al interior del Departamento de Investigación (1982-1986), e hicieron parte del Programa de Investigación (1986-1991) en esta facultad, y en 1991 se constituyó en el Instituto de Estudios Rurales, el cual, a partir de 1998, se integró a la recién creada Facultad de Estudios Ambientales y Rurales. Hoy en día, el ier es una unidad académica de carácter interdisciplinario e investigativo y para el desarrollo de su quehacer se apoya en los grupos de investigación de la facultad. (Dávila, s. f., p. 1)

En la medida en que la Unidad de Estudios Rurales (uer) y el Instituto de Estudios Rurales (ier) consolidaron este espacio académico y de producción de conocimiento, alrededor de la sociedad y la economía campesina en la universidad, simultáneamente se realizaban estudios de caso sobre las cooperativas que, en el sur de Santander, venían operando como ejecutoras de un plan de desarrollo integral que impulsaba el Secretariado de Pastoral Social de la Diócesis de San Gil2.

Gracias a este quehacer investigativo, se consolidó un equipo de profesores de planta y por servicios3 que, con el paso del tiempo, dio lugar a la creación de un grupo de investigación, la unes, en 1994, que orientó su trabajo científico, académico y de servicios alrededor de las cooperativas y la economía solidaria. A finales de los años noventa, se registró como un grupo de investigación avalado por la universidad, en el marco de la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales (fear), que en los años posteriores fue reconocido por Colciencias siendo clasificado como grupo categoría B.

La unes se caracterizó por la puesta en práctica de un proceso interactivo entre la investigación, la docencia y el servicio, propuesta que identificó su desarrollo a lo largo de su ciclo de vida y que fue uno de los grupos más activos que tuvo el ier a partir de 1995.

La propuesta epistemológica y teórica desarrollada por la unes

Estos temas se desarrollaron con la idea de impulsar un pensamiento crítico para introducir otras maneras de producir conocimiento y su difusión, a modo de educación y formación de los sujetos investigados, en lo que se denominó un proceso de investigación participativa:

[…] la metodología de la investigación participativa no tiene que partir de una hipótesis muy fuerte previa y de unas variables precisas ajustadas y unos indicadores previamente determinados, que es el método positivista […] Tenemos que adquirir conciencia de que estamos innovando y las innovaciones tienen resistencia. (Pérez, 2006, p. 77)

El planteamiento epistemológico

La unes, como heredera de una propuesta de investigación participativa que se desarrolló en la Universidad Javeriana durante la década de los ochenta (Ávila, 1998; Silva y Dávila Ladrón de Guevara, 2006), puso en práctica una metodología fundamentada en la consideración del sujeto investigado como un sujeto de conocimiento, con la idea de consolidar la propuesta de construir un “entramado cultural alternativo” caracterizado por señalar el paso de una cultura de subordinación a una cultura de coordinación.

Cómo lo expreso Ávila (1998, p. 41) en el estudio que hizo sobre el Instituto de Estudios Rurales:

Esta cultura de la coordinación se expresó en la construcción de una nueva forma de relación social entre investigadores y los sujetos investigados y en un conjunto de cambios actitudinales. Los investigadores, por lo tanto, se esmeraron en construir una relación social con los habitantes rurales en la que estos no quedaran reducidos a la condición de meros informantes o ejecutantes de órdenes. Para lograr construir esta forma de relación social y de cultura cooperativa, los investigadores debieron promover cambios actitudinales, tales como deponer su actitud altiva de autosuficiencia frente al asociado, la búsqueda de un lenguaje asequible a todo el equipo de investigación y el esforzarse en comprender y traducir mutuamente las imágenes del mundo.

Con este fin, la unes consideró como “habitantes rurales” a los asociados de las cooperativas y lo que se pretendía, en este espacio de estudios sobre los temas solidarios y cooperativos, era continuar con la propuesta de construir un intelectual orgánico que creyera en la capacidad de estos asociados, como sujetos de conocimiento, para empoderarse e impulsar ellos mismos los procesos de reflexión, análisis y acción sobre su realidad, aportándoles una metodología apropiada para este fin.

Esta metodología fue la propuesta de investigación-capacitación, entendida como el desarrollo de un diálogo de saberes entre el investigador y el sujeto estudiado, en el que cada uno de los sujetos participantes tenía que aprender del otro, el investigador debía aprender del conocimiento que tenía el sujeto y el sujeto debía aprender del conocimiento que traía el investigador.

Epistemológicamente, la unes impulsó la idea de un tipo de investigación a partir de tener una “imagen clara del tipo de conocimiento a producir”. Un conocimiento que partiera de la realidad a la teoría y para ello utilizó el “diálogo de saberes”, que se convirtió en uno de los elementos principales de su acción investigativa. A este se le denominó como una “episteme comprometida”:

La episteme comprometida significó, también, una visión de la ciencia preocupada por los problemas locales y cómo resolverlos, más que acostumbrarse a obedecer al mandato de una comunidad científica internacional que poco reconoce la cultura y los valores locales. Sobre esta episteme se generó un proceso de construcción simbólica de la organización universitaria y una trama de significación que reguló tanto las concepciones como las prácticas de los miembros del ier (y de la unes) en el trabajo académico. De ahí surgió la propuesta de trabajo colectivo para el abordaje de la interdisciplinariedad y el enfoque de metodologías participativas. De la episteme comprometida surgió una contracultura, una controversia y una forma de debate. (Dávila, s. f., p. 3)

Si la necesidad de un conocimiento endógeno reconocedor de los campesinos como sujetos de conocimiento fue el presupuesto básico que acompañó el inicio y el desarrollo de la experiencia de los estudios rurales y campesinos en la fcea de la Pontificia Universidad Javeriana, la unes lo consideró fundamental para el caso de los estudios solidarios y cooperativos, en razón a que el conocimiento que se trataba en los procesos educativos y capacitadores que se realizaban en el marco de la acción cooperativa y solidaria del país se basaba primordialmente en un conocimiento exógeno procedente del pensamiento eurocéntrico que imperaba en el territorio americano durante el siglo xx.

Otra manera de hacer economía

La perspectiva teórica y conceptual en la cual se enmarcó esta propuesta epistemológica fue la corriente de pensamiento denominada “otras maneras de hacer economía”, que proveniente del sur del continente americano, irrumpía con fortaleza al finalizar el siglo xx y rescataba la propuesta de Polanyi (2007) de valorar otras relaciones de intercambio y no solamente las de carácter mercantil, así como la idea del mercado como un constructo de carácter social y la economía sustantiva.

Guerra (2018, pp. 6, 14, 16), uno de los representantes de esta corriente de pensamiento y acción, la define así:

Gestar un marco teórico alternativo para dar cuenta de formatos económicos que muestran una racionalidad, motivaciones y uso de instrumentos que se diferencian tanto de la economía capitalista como de la economía estatal. […] Dicho de otra manera, el estudio plural de los mercados y una concepción amplia de la economía nos permiten concluir que muchos de nuestros comportamientos económicos son solidarios (y no egoístas como creen los seguidores de Smith), algunos de los cuales se expresan incluso en el mercado (tanto en su variante como lugar físico así como sistema). Llamemos a este primer nivel de análisis “estudio de la solidaridad en la economía […] Basta a los efectos de este trabajo reconocer la existencia de lógicas empresariales que actúan movidas por fines sociales y solidarios lo suficientemente relevantes como para distinguirlas tanto de las empresas capitalistas como de la empresa estatal.

En esta corriente, se integraban los planteamientos de Varsavsky (1972, citado en Dávila, s. f., p. 3), quien proponía unas ideas que se pueden resumir en los siguientes tres principios:

El principio de realidad; entendido como la relación entre ciencia y las condiciones de producción en las cuales se debe generar este conocimiento. El científico debe tener claras las coordenadas de su ubicación histórica, ya que la ciencia es un producto humano que se encuentra condicionado a su situación histórica y a un tipo determinado de sociedad. El investigador debe comprender que cada tipo de sociedad requiere de su propio estilo de vida, el cual difiere al de otros países y regiones por su contenido y sus problemas prioritarios.

El principio de la autonomía: según este principio el científico social debe crear un estilo de ciencia propio que, nutriéndose en las leyes generales, encuentre en lo particular el sentido de su propia existencia. Este principio le reconoce al científico el derecho a la autorregulación de sus prácticas por medio de otros criterios y otras normas que legitimen la validez de su producción científica. Este principio queda reflejado en la idea de comprender el conocimiento como una interpretación creativa del mundo humano […] El principio de la pertinencia: este principio está relacionado con la idea de lograr la correspondencia deseable entre el conocimiento producido y las necesidades surgidas de nuestra propia forma de vida. Lo que se investiga debe tener sentido para que produzca resultados positivos. No es el conocimiento por el conocimiento, sino el conocimiento como un medio para mejorar las condiciones de vida de la sociedad. Este principio tenía que ver con la necesidad de lograr la verificabilidad social del conocimiento que se produce.

Desde esta perspectiva, se presentan a continuación los principales aportes que la experiencia expuesta ofrece a los aspectos teóricos, conceptuales y metodológicos.

Principales resultados obtenidos4

Los resultados alcanzados a lo largo del devenir de la experiencia se exponen presentando, en primer lugar, los relacionados con el desarrollo de mecanismos de visibilización; luego se muestran los aportes y logros conseguidos; y en tercer lugar, se exponen los aportes de carácter conceptual, metodológico, académico y los relacionados con la gestión de la investigación.

Desarrollo de mecanismos de visibilización

Los desarrollos de mecanismos de visibilización se ordenan en cuatro aspectos, a saber: i) la presencia en las regiones y el trabajo directo con los actores institucionales y productivos, ii) la difusión de resultados de investigación, iii) la participación en redes internacionales y nacionales, y iv) la concreción y participación efectiva en la creación de la fear.

Presencia en las regiones y trabajo directo con actores institucionales y productivos

Una de las características importantes del trabajo realizado por la unes desde su creación y en su fase anterior fue la relación directa que tuvo con los territorios, las comunidades y los actores y agentes que en dichos territorios impulsaban las formas solidarias, en particular las cooperativas.

Esta situación se asumió como parte de la tradición que se comenzó a desarrollar a finales de la década de los setenta:

El trabajo directo en campo y con los actores regionales y locales ha sido una característica de la investigación que se ha mantenido desde los orígenes del grupo de investigación rural en la fcea. Este mecanismo ha sido clave para su articulación con las regiones y los problemas concretos de nuestro país. A su vez, esto se ha convertido en una estrategia de generación de conocimiento regional y nacional. (Corrales, 2012, p. 126)

Evidencia de esta situación, que puede definirse como la construcción de laboratorios sociales en territorios concretos para la creación de conocimiento, educación y comunicación, fueron: i) los proyectos realizados con Dancoop, Indecol, Sepas/Coopcentral y el Departamento de Investigación de la fcea en los años 1984-1986 (Dávila y Forero, 1987); ii) el proyecto de investigación internacional sobre “Éxito e innovación en la gestión cooperativa”, impulsado en el marco de la Red Interman5, que se inició con el estudio de caso de Coopcentral (Dávila y Silva, 1996) y continuó con los estudios de caso de las cooperativas de La Granja (Sucre), Santander (Lobo, 2001), Socorro (Bucheli, 2002), Barichara (Dávila, 2002a), Valle de San José (Dávila, 2004), Villanueva (Medina, 2002) y Guadalupe (Dávila, 2004); y iii) el proyecto de investigación internacional en el marco del Comité Científico de la Red Unircoop6, que estudió dos casos en Colombia, uno en Ecuador, uno en Chile y otro en Venezuela (Dávila et al., 2005), que contaron con el apoyo económico, científico y académico que se logró gracias al trabajo en red desarrollado por el convenio del ier con el irecus de la Universidad de Sherbrooke, Canadá.

Difusión de los resultados de investigación

Un aspecto al que se le dio importancia desde los primeros proyectos de investigación fue la difusión de los resultados de los proyectos culminados, ya que se tenía claro que era necesario crear y sostener “una cultura de la publicación que debe acompañar a la realización de las investigaciones, la que hasta ahora se mantiene” (Dávila, 2006, citado por Corrales, 2012, p. 37); y para ello, se apoyó la creación de la revista Cuadernos de Agroindustria y Economía Rural (hoy en día, Cuadernos de Desarrollo), manteniendo una sección de presentación de resultados en el tema asociativo, cooperativo y solidario en la revista, y se apoyó la publicación de artículos en la revista Cuadernos de Administración. Ambas publicaciones de la fcea.

Esta visión se complementó con la publicación de libros (Bucheli y Dávila, 1998; Silva y Dávila, 2002; Dávila, 2004; Silva y Dávila, 2006), de textos de uso docente7, de capítulos de libros (Dávila, 2012; Dávila, Huertas y Castillo, 2010; Silva, 2010; Dávila, 2008a; Dávila, 2008b; Bucheli, 2007b; Silva, 2007; Dávila y Forero, 1993), de artículos en revistas indexadas y de decenas de ponencias presentadas en eventos nacionales e internacionales.

De igual manera, se tuvo clara la relación de la investigación con la docencia, pues se consideraba que los contenidos a exponer en la docencia, en los temas relacionados con la economía solidaria, debían provenir de la investigación realizada por el equipo o por otros investigadores, así como de los contenidos a trabajar con la comunidad y sus cooperativas. Se consideraba como una unidad indisoluble aquella existente entre la investigación y la docencia, y esta última, como el medio propicio para difundir los resultados obtenidos. Idéntica visión se tenía con la extensión y el trabajo con la comunidad8.

También fue una preocupación permanente, desde el inicio, la participación en todo tipo de eventos académicos y científicos tales como seminarios, congresos, simposios, mesas redondas, foros, conversatorios, conferencias, etc., ya fuera como ponentes u organizadores o como miembros de los comités científicos de los eventos. Fuimos innovadores en realizar los congresos internacionales de las redes Panamericana y Unircoop realizados en Colombia, en el marco del convenio ier-irecus, en los territorios donde se encontraban las cooperativas estudiadas (Bucheli y Dávila, 1998).

Una síntesis cuantitativa de estos resultados es la siguiente: 45 proyectos de investigación (diecinueve internacionales), diez libros, trece textos universitarios, 25 artículos en revistas indexadas, 22 capítulos de libros, un video, decenas de ponencias y conferencias en eventos nacionales e internacionales, quince seminarios internacionales, cuatro Semanas Internacionales de la Economía Social y Solidaria y cuatro de los siete Congresos Nacionales de Investigadores de la Economía Solidaria (ier y unes, 2015).

Participación en redes internacionales y nacionales

Una característica de gran importancia en el desarrollo de la unes y en la producción de conocimiento fue la participación en redes internacionales y nacionales. La primera acción investigativa en este sentido se llevó a cabo en el marco de la Red Interman9 (Silva y Dávila, 2006, p. 205) en 1993, la cual aceptó la participación de la unes para investigar sobre la innovación y el éxito en la gestión cooperativa y solidaria; se estudiaron ocho casos en cooperativas nacionales (Silva y Dávila, 2002; Dávila, 2004) y en una fundación de origen campesino (Pérez et al., 2000), y se hicieron tres estudios de caso internacionales y dos nacionales (Dávila et al., 2005).

La experiencia más importante del trabajo en redes internacionales se dio a partir de 1995, cuando se firmó el convenio ier-irecus de la Universidad de Sherbrooke, en Canadá10 para realizar un trabajo de investigación, docencia, extensión y difusión de las experiencias cooperativas en relación con el desarrollo local, que se llevó a cabo hasta el año 2007.

Un resultado importante de este trabajo en la red Unircoop fue el desarrollo de comunidades de conocimiento orientadas por el Comité Académico de la red para la realización de proyectos conjuntos de investigación entre profesores de diferentes países y universidades miembros de las redes, alrededor de temáticas específicas relacionadas con la temática central.

Durante este tiempo, se realizaron diez estudios de caso nacionales y diecinueve proyectos de investigación internacional. Los primeros estudios fueron publicados en el 2002 (Silva y Dávila, 2002); también se publicaron artículos en la revista Cuadernos de Desarrollo Rural (Coque, 2001; Dávila, 2002b; Huertas, 2005; Bucheli, 2007c) y en la revista Unircoop (Dávila, 2003; Farah, 2006). Así mismo, se produjeron capítulos de libro (Bucheli, 2007b; Rodríguez, 2007; Ariza, 2007)

La unidad operativa fue designada por el ier para actuar como coordinadora del Nodo Andino de la red y como ejecutora de los proyectos de investigación propiciados por la red. En estos proyectos no solo participaron los profesores de la unes, sino que además se invitó a profesores de los otros grupos de investigación de la facultad. Con el apoyo de la Unión Europea, se participó en las dos redes alfa a partir del año 2003, en Economía Social y en Desarrollo Rural (Silva y Dávila, 2006, p. 206).

A nivel nacional, la unes propició la creación de la red Unicossol en el año 2004, que durante doce años funcionó de manera informal, conformada por dieciocho profesores organizados en cuatro nodos (Bogotá, Antioquia, Santander y Valle) y que pertenecían a doce universidades del país. En el 2016, se formalizó en la Corporación Red Unicossol, que hoy en día cuenta con 25 miembros pertenecientes a diez universidades, tres organizaciones del sector y una entidad gremial. En el año 2008, la unes colaboró igualmente en la creación de la red Ciriec Colombia.

El trabajo con las redes fue producto de una política de investigación que se hizo con una visión a mediano y a largo plazo y una visión de articulación con la comunidad y las organizaciones, a través del desarrollo de procesos cortos de investigación (un año) consensuada con las organizaciones y comunidades, articulados a la temática central que se estaba trabajando. Y su mayor logro fue el de colaborar en la conformación de una masa crítica profesoral relacionada con el tema de la economía solidaria en el país.

Concreción y participación efectiva en la creación de la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales

Como un resultado conclusivo de las actividades y los procesos realizados por la unes, se considera que la unidad cumplió una tarea de impulso, apoyo y complementación fundamental en la consolidación de un área de estudios que culminó con la creación de la fear en 1997, como la unidad más dinámica en el interior del ier. No solo contribuyó a la realización de proyectos de investigación y de material académico y científico (como los que se mencionaron en los párrafos anteriores), sino también por tener como miembro fundador de la unes a la persona que impulsó —desde sus inicios en la fcea de la Pontificia Universidad Javeriana— la apertura y posterior conformación del área de los estudios rurales y ambientales.

Así lo anota Corrales (2012, p. 111) en su estudio de caso sobre la fear cuando se refiere al grupo seminal que inició la apertura del área de investigación en los temas rurales:

El grupo que da origen a lo que hoy es la fear llega en un momento donde sus intereses confluyen con los de la Universidad […] Es así como a finales de los años setenta se vinculan al trabajo coordinado por Ricardo Dávila los profesores investigadores León Zamosc, Juan Manuel Silva, Francisco González, Juan Gaviria y, en 1980, Pierre Raymond, Beatriz Bayona y Martín Ardila.

Aportes y logros

En este apartado, se van a presentar los principales aportes y logros que la experiencia de la unes ha conseguido a lo largo de su ciclo de vida, como resultado de la aplicación de su propuesta de investigación, docencia y extensión, y en relación con diferentes actores (comunidad, estudiantes, organizaciones solidarias) y en diferentes contextos (territorios solidarios, academia), ordenados de la siguiente manera: i) los relativos al posicionamiento conseguido en el interior de la universidad, ii) los que tienen que ver con la generación de conocimiento útil, iii) los referidos a la vinculación de estudiantes y iv) los concernientes a la creación y el mantenimiento de líneas de investigación.

Posicionamiento del tema solidario en la universidad

Uno de los principales aportes de la unes fue lograr el posicionamiento del tema de las cooperativas y la economía solidaria en la universidad, darle visibilidad y conseguir que se reconociera y avalara el grupo de investigación: la Unidad de Estudios Solidarios como un grupo de investigación reconocido por Colciencias y avalado por la universidad.

Producto de este reconocimiento fue la aprobación de la Especialización en Gestión de Empresas del Sector Solidario (egess), como programa de posgrado en la fcea que inició actividades en 1995.

Otro elemento de gran importancia fue la creación de la Coordinación de Educación Continua, responsable de los estudios cooperativos y solidarios, que comenzó a funcionar en 1990 en el ier bajo la conducción de la unes y que durante 25 años fortaleció las relaciones del grupo con las organizaciones, los asociados y los territorios solidarios.

Esta área se inauguró en la fear, bajo la tutela del ier y la dirección académica de la unes, con un diplomado para directivos, dirigentes, asociados, gerentes y empleados de las cooperativas cafeteras, contratado por la Federación de Cafeteros y de grata recordación en el sector agropecuario. Fue una experiencia innovadora al ser programada como una acción combinada con diplomados presenciales y de educación a distancia para lograr una cobertura nacional. El programa duró tres años y dio lugar a la publicación de una colección de textos educativos ordenados en la colección Biblioteca de Estudios Solidarios11.

Generación de conocimiento útil para los actores con los cuales se desarrolló la investigación

Desde los inicios de la experiencia de investigación orientada a los estudios sobre cooperativas y economía solidaria, la principal preocupación fue la de producir un conocimiento que tuviera utilidad para resolver los problemas que estaban viviendo las comunidades y las organizaciones que participaban en los procesos investigativos, docentes y de extensión. Por esta razón, se propuso trabajar con una episteme comprometida (mencionada antes), en el sentido de investigar para apoyar las posibilidades de resolución de problemas y no para enaltecer la fama y el reconocimiento de los investigadores.

Infortunadamente, el impulso que Colciencias dio al proceso de reconocimiento, registro y calificación de los investigadores y grupos de investigación llevó a una serie de tensiones y cambios que afectaron los procesos de investigación que se venían produciendo y la lógica con que se motivaba al investigador:

[…] como se piensa el plan de trabajo, como se piensa la participación en los proyectos […] Los sistemas de evaluaciones, la forma de puntuar los trabajos colectivos, en general todo apunta a la excelencia del individuo, y no a la excelencia colectiva en una Facultad que aborda problemas complejos […] con muchos componentes, promover la competencia como método de trabajo acaba destruyendo la cooperación. (Baptiste, 2010, citado por Corrales, 2012, p. 132)

Estas presiones externas por parte de la entidad estatal encargada de la ciencia y la tecnología, sumadas a la prevalencia de la lógica administrativa sobre la lógica científica y académica en la universidad, terminaron por erosionar las propuestas de investigación, docencia y extensión orientadas más al beneficio colectivo que individual; la visión a mediano y a largo plazo se limitó a los procesos inmediatistas y a corto plazo que no superan una visión más allá de un año que exigían los planes de trabajo impulsados por la administración académica de la universidad.

En este aspecto, conviene resaltar lo que planteó Sánchez (2016, pp. 205-206) en su tesis doctoral en relación con la unes:

El trabajo de investigación-docencia-extensión realizado por el grupo de investigadores y docentes es emblemático del momento de desarrollo y crecimiento de la Economía Solidaria en el país. Los diferentes proyectos de cooperación con entidades internacionales y nacionales, el fomento y fortalecimiento de redes nacionales e internacionales (unicossol, unircoop, rulescoop, entre otras) hacen de la unes un punto de referencia para el estudio e investigación de la Economía Solidaria en el país y en la región.

El trabajo del grupo de investigación se centra en el análisis y acompañamiento del desarrollo de las organizaciones de la Economía Solidaria en el departamento de Santander y otros departamentos considerados “territorios solidarios”, que presentan experiencias exitosas en la cooperación, la solidaridad y el asociacionismo empresarial y social. Los casos analizados por Ricardo Dávila y el grupo de investigadores de la unes se refieren fundamentalmente a cooperativas de primer grado, con carácter multiactivo y local con especialización en servicios financieros con impacto en el desarrollo local gracias a la capacidad de organizar a diferentes actores locales. El éxito de las experiencias y casos analizados por la unes conjugan tres elementos indispensables para el éxito del desarrollo solidario; empresa, asociación y comunidad.

Igualmente, conviene mencionar el comentario que autores del estudio realizado en Fedesarrollo12, titulado Reflexiones sobre el aporte social y económico del sector cooperativo colombiano, hicieron en relación con los estudios de caso llevados a cabo por la unes:

La revisión bibliográfica y las entrevistas realizadas en el marco de este estudio señalaron además la existencia de multiplicidad de casos en los cuales las cooperativas representan mucho más para sus afiliados y las comunidades, en particular las pequeñas. Sin embargo no encontramos un marco conceptual que permitiera cuantificar, medir o estimar el impacto del sector a nivel macroeconómico. En la literatura estos esfuerzos de medición se limitan a estudios de caso, que analizan cualitativamente el impacto de las cooperativas a nivel local e imposibles de extrapolar y generalizar a un nivel más agregado. Tal vez el trabajo más completo es el realizado por el equipo de la Universidad Javeriana, que realiza estudios de caso para cinco cooperativas de diversos tipos para evaluar el impacto de estas organizaciones en el desarrollo local. (Arango, Cárdenas, Marulanda y Paredes, 2005, p. 16)

Los estudios de caso a que hacen referencia se encuentran publicados en el libro Gestión y desarrollo: la experiencia de las cooperativas en Colombia (Silva y Dávila, 2002).

Vinculación de estudiantes a los procesos de investigación y trabajo con la comunidad

Otro aporte importante fue la vinculación de estudiantes a los procesos investigativos y de extensión. Uno de los primeros logros, al inicio de la experiencia, fue la consolidación de un seminario teórico y práctico alrededor de la economía rural que se instituyó en 1978 para las carreras de Economía y Administración, y que durante el primer quinquenio de la década de los ochenta se consolidó en la carrera de Economía (Cuadernos de Agroindustria y Economía Rural N.° 3, 1979). En la lógica de aprender a investigar haciendo investigación, el primer proyecto de investigación que se llevó a cabo contó con la participación activa de los estudiantes del seminario, quienes bajo la dirección del director del proyecto tuvieron a su cargo la realización de las encuestas en el municipio.

Estas experiencias se retomaron con mayor intensidad en 1994, cuando la universidad decidió impulsar el semestre social como una actividad que hacía parte del currículo de formación del estudiante javeriano, quien durante un semestre completo debía entrar en relación con realidades urbanas o rurales. Así, durante trece años, los procesos de investigación y extensión realizados en el marco de las redes Panamericana13 y Unircoop contaron con la presencia de estudiantes de diferentes carreras (Ecología, Administración, Psicología, Comunicación) que se integraban a las cooperativas como parte de un equipo de apoyo para complementar su accionar, a la vez que colaboraban con los procesos de investigación.

Gracias al programa Intercampus14, de intercambio cultural, que surgió en 1994 por iniciativa del Gobierno español para profesores y estudiantes de pregrado o posgrado que estuvieran vinculados a las universidades del convenio firmado entre los dos países, se logró la participación de nueve estudiantes y un profesor en los procesos de investigación, docencia y extensión que se venían realizando, con una permanencia de uno a tres meses por cada participante vinculado al programa.

Creación y mantenimiento de líneas de investigación

Desde los inicios de la experiencia en el campo cooperativo, se constituyeron líneas de investigación. Así fue como a mediados de los años ochenta una de las seis líneas de investigación que tenía el Departamento de Investigación de la fcea fue la línea de Estudios cooperativos, y cuando se creó el Programa de Investigación (en 1987) y el ier (en 1991), se añadió la línea de Éxito e innovación en 1993, en el marco del proyecto internacional que impulsaba la Fundación Interman.

Las líneas creadas tenían una perspectiva a mediano y a largo plazo, y un profesor responsable de su desarrollo. Posteriormente, y cuando ya existía la fear, se fueron agregando nuevas líneas de investigación en el área de los estudios solidarios y cooperativos: Modelos emergentes de desarrollo, y Política pública y desarrollo local.

Hoy en día, y dado el proceso de relevo generacional, se mantiene la línea de Investigación en economía social y solidaria como parte del programa de Doctorado en Estudios Ambientales y Rurales, a cargo de dos profesores de planta que representan tiempo y medio de dedicación (uno de tiempo completo y otro de medio tiempo).

Aportes conceptuales concretos

Algunos de los aportes conceptuales principales que se han producido son los siguientes:

Núcleo básico

Se denominó núcleo básico al colectivo conformado por las personas responsables de la dirección, el control y la toma de decisiones en el interior de la organización solidaria. Pero en sus inicios se tuvo una visión más amplia del concepto: “El núcleo básico es la expresión del trabajo de un equipo de personas, que impulsados por uno o varios líderes, asume la responsabilidad de conducir la cooperativa. Es un estilo de gerencia colegiada” (Dávila, 2002, p. 42).

Este colectivo está conformado por los asociados nombrados para pertenecer al órgano responsable de la dirección, el consejo de administración o la junta directiva, al órgano del control, la junta de vigilancia o comité de control social, además de la gerencia y los diferentes comités de apoyo, como el comité de educación.

Introducción al tema de gobierno cooperativo

El tema de gobierno, que había sido tratado abundantemente en el caso de la empresa de capital, pero no en el caso de la empresa cooperativa, fue abordado a principios de este siglo como resultado de estudios de caso realizados en los últimos cinco años de trabajo de investigación en la provincias del sur de Santander, en el marco del programa Intercampus.

Los resultados de estos estudios se publicaron en la revista Revesco:

El gobierno de una organización está constituido por el conjunto de instrumentos de poder y control que se ejercen en ella. Es un asunto que tiene especiales características en las cooperativas, donde las mismas personas (los socios) son, simultáneamente, capitalistas y usuarios. A partir de un estudio empírico realizado en Colombia con un grupo de cooperativas rurales, el artículo presenta un análisis sobre las diferentes vías de participación de los socios en el gobierno cooperativo. (Coque, Dávila y Mataix, 2000, pp. 71-90)

Y se publicó un libro recogiendo la experiencia:

Hablar de gobierno cooperativo es hablar de la participación del asociado […] El Gobierno Cooperativo se expresa correctamente en el núcleo básico que está conformado por los asociados directivos y la gerencia. Constituye el colectivo que asume la responsabilidad de la conducción de la cooperativa. En este núcleo reside la autoridad y a través de él se realiza la gestión. (Dávila, 2004, pp. 40-41)

La transferencia solidaria: cómo medir el impacto de la organización solidaria en la base social

En las últimas décadas del siglo xx, apareció la necesidad de comprobar los beneficios que obtenían los asociados de una organización, como dueños y usuarios de una empresa que no tienen la motivación de la rentabilidad económica como elemento central de la relación que entablan con su empresa. Esta necesidad no se satisfacía suficientemente con la propuesta del balance social cooperativo que, por entonces, se estaba proponiendo en el sector, y por esta razón, desde la unes se impulsó un proyecto de investigación dirigido por Castillo (2007), titulado “La transferencia solidaria: una aproximación teórica y empírica a la ventaja cooperativa”, cuyo resultado fundamental fue exponer la explicación teórica y el soporte empírico de dicha formulación.

La transferencia solidaria se define “como el mayor ingreso que recibe un asociado vinculado a una cooperativa con respecto a los ingresos que puede recibir un individuo que no está asociado a ninguna” (Silva, 2012), y se mide así:

En síntesis, el escrito explica la ecuación: Yd = Y + Tr – Tx + Trs donde Yd es el ingreso disponible de un asociado a una empresa solidaria; Y es el ingreso o salario del asociado; Tx es el impuesto que paga el asociado a una empresa solidaria y Trs es la transferencia solidaria, la cual es la parte del ingreso de ese asociado o miembro del grupo que se ahorra por consumir determinados bienes y servicios a precios más bajos que los precios del mercado, gracias al sistema de precios que maneja su empresa solidaria, por ejemplo, una cooperativa. (Castillo, 2007, p. 1)

De esta manera, con la propuesta de cuantificación de los beneficios tangibles e intangibles que reciben los asociados de las organizaciones solidarias, se comenzó a llenar un vacío preocupante que tiene el sector solidario para mostrar el impacto en sus bases sociales y se convirtió en un complemento ideal para sustentar el balance social que hoy se propone por parte de la Superintendencia de Economía Solidaria.

La cooperativa como activo agente de desarrollo local

Terminando el siglo xx, el tema del desarrollo local se comenzaba a posicionar como un tema en pleno desenvolvimiento y de vital importancia para comprender la potencialidad y capacidad de competitividad de los territorios para asegurar mejores condiciones de vida para sus habitantes. En este marco, el cooperativismo, a pesar de las experiencias exitosas y fallidas que mantenía en el sector rural, no tenía conciencia clara del importante papel que estaba jugando.

La unes, como uno de los grupos de investigación del ier, responsable de la línea de investigación de Política pública y desarrollo local y la de Éxito e innovación en la gestión, impulsó una serie de estudios de caso e investigaciones sobre el tema en colaboración con profesores invitados y estudiantes extranjeros, tanto en el marco del programa Intercampus de la Agencia Española de Cooperación, como en el marco del Comité Académico de la red Unircoop con apoyo de la Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional (acdi).

Fueron estudios e investigaciones que culminaron con la realización de tesis doctorales: “Compartir soluciones: las cooperativas como factor de desarrollo en regiones desfavorecidas” (Coque, 2005); así como trabajos de grado de maestrías: “Cooperativas de ahorro y crédito: impacto en el desarrollo local. Caso cooperativa de ahorro y crédito agropecuario Coagranja Ltda.” (Lobo, 2001), y proyectos de investigación con participación de profesores de diferentes universidades y países: “Éxito e innovación en la gestión: las cooperativas como agentes del desarrollo local” (Dávila et al., 2005) y de la unes: “Gestión y desarrollo: la experiencia de las cooperativas en Colombia” (Silva y Dávila, 2002).

Estos estudios permitieron precisar el atributo de las cooperativas como activos agentes y actores del desarrollo local:

El equipo de la unes ha pretendido presentar a lo largo de este trabajo una nueva visión del cooperativismo […] por la importancia de su experiencia a escala local y provincial, se debe rescatar y describir el papel que han jugado y continúan haciendo las cooperativas como jalonadoras de las economías locales y regionales. (Silva y Dávila, 2002, p. 10)

El interés de estudiar el caso cooperativo en sus diferentes manifestaciones, proviene del deseo de difundir los importantes resultados que las cooperativas están logrando en las comunidades rurales y urbanas de las que hacen parte, como activos agentes de desarrollo local y rural, situación que en muchos casos es desconocida, por parte de los gobiernos que impulsan políticas públicas y sociales. (Dávila et al., 2005, p. 12)

Construcción del concepto de sector solidario y propuesta de criterios para clasificar a las organizaciones de carácter solidario

Uno de los aportes importantes que se generó en las alianzas con entidades del Estado (en este caso, con el Dansocial15) fue el de impulsar un proceso de debate conceptual alrededor de términos que al comenzar el siglo xxi se estaban usando con frecuencia en el país en razón de la aparición de la Ley 454 de 1998, que instauró el sistema de economía solidaria.

A partir de este momento, se comenzaron a utilizar conceptos como economía solidaria, economía de la solidaridad, socioeconomía solidaria, tercer sector, sector solidario, sector sin ánimo de lucro, pero como si fuesen conceptos sinónimos, sin adentrarse a examinar las diferencias y semejanzas existentes entre ellos, razón por la cual era muy difícil caracterizar una organización para que pudiera identificarse como parte de dicho sector.

Con este objetivo, se contrató un estudio con el ier/unes para que definiera el concepto y planteara las características que debía tener una organización para hacer parte del sector solidario, en el cual se concluyó que:

Dado que en la literatura no es posible reconocer una organización absoluta para una definición absoluta de sector solidario, la propuesta de la unes es de reconocer que las formas organizacionales colectivas, propuestas en la literatura, guardan ciertas coincidencias que en este texto se denominarán <como> las hipótesis o elementos no negociables […] para que una organización del sector solidario proponga acciones sobre las hipótesis mencionadas, es preciso entender <que> la formulación de la estrategia debe guardar una coherencia y una congruencia entre el contenido teórico <el qué> de la estrategia y la forma <el cómo> que esta tome en la acción. (Bucheli, 2007a, pp. 61, 64)

Las hipótesis o elementos no negociables de las organizaciones que deberían pertenecer al sector solidario que Bucheli definió fueron las siguientes; 1. Mantener un grado de autonomía; 2. Sostener la democracia en la gestión; 3. Tener una política de distribución de excedentes; 4. Mantener una política de servicios hacia el patrimonio de la comunidad, hacia la sociedad, hacia el asociado; 5. Realizar una gestión donde prime la persona sobre el capital; 6. Mantener la libre adhesión y 7. Promover la formación de organizaciones jurídicas o de hecho que sostengan las hipótesis. (Bucheli, 2007a, pp. 65-76)

También definió cuatro posiciones o maneras que deben asumir estas organizaciones, a saber: posición económica, posición política, posición social y posición ideológica y una propuesta de instrumento, un cuadro de referencia que permitiría clasificar y ordenar la información en un proceso de investigación con las organizaciones y empresas solidarias que se encontraran en el territorio nacional. (Bucheli, 2007a, pp. 63-64, 76-77)

El Programa de Apoyo al Municipio y a las Formas Asociativas (pamyfas)

La experiencia de trabajo con asociados, directivos, gerentes y empleados de las cooperativas de ahorro y crédito y las cooperativas multiactivas presentes en las provincias del sur de Santander, permitió agregar el componente educativo y comunicacional adicional a la propuesta de investigación-capacitación. Se consolidó así en la unes, desde mediados de los años noventa, una propuesta que contenía “un elemento de carácter científico para la producción de conocimiento y otro elemento, de carácter educativo, necesario para dinamizar la participación social en los procesos de desarrollo” (Dávila, s. f., p. 2).

Este fue un aporte que la unes le dio al ier en su proyecto de trabajo con el sector rural y que se convirtió en el Programa de Apoyo al Municipio y a las Formas Asociativas (pamyfas), que fue un modo de entender la manera de aplicar el principio educativo cooperativo y solidario, y hacerlo efectivo en la práctica y no solamente en el discurso (Dávila, s. f.)

Creación de programas de educación formal y no formal

Esta fue otra actividad en la que la unes fue particularmente productiva. Como se mencionó antes, a partir de su creación en 1994 se dedicó a la preparación de una especialización dirigida a directivos, dirigentes, gerentes y empleados del sector, con el ánimo de colaborar en una mejor formación y capacitación del talento humano, y así fue como se lanzó en 1995 la primera cohorte de la egess.

Cuando se creó la fear, en 1997, el programa se compartió con el Departamento de Administración de la fcea, lo cual no estuvo exento de algunas dificultades relacionadas con este proceso de compartir responsabilidades administrativas entre dos facultades, propuesta que no era común en el ámbito de la universidad. La unes respondía principalmente por el contenido de las asignaturas. En el 2016, el programa entró en un proceso de reestructura al ser asumido en su totalidad por la fear, a fin de incluir en su malla curricular temas que trataba la facultad y que no estaban presentes en el programa.

La otra actividad importante fue la creación de la Unidad de Educación Continua relacionada con la economía solidaria, que inició sus actividades en la década de los noventa en la fcea y que continuó en la fear, bajo la responsabilidad administrativa del ier y académica de la unes. Esta Unidad de Educación Continua tuvo un desarrollo destacado tanto por el ofrecimiento de programas de diplomado, cursos y talleres orientados al desarrollo de capacidades y habilidades en relación con la gestión de empresas solidarias y en la formación de los asociados, como en la generación de recursos económicos. En el año 2016, fue trasladada a la Vicerrectoría de Extensión y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, en donde se encuentra desarrollando su actividad en la actualidad.

También son de destacar las asignaturas electivas creadas y ofrecidas en los programas de pregrado, en la carrera de Ecología y posgrado y en la maestría en Desarrollo Rural, para la fear. En el ámbito internacional y en el marco del proyecto fodepal, la unes coordinó en conjunto con la Universidad de Chile el curso virtual de Políticas Públicas para el Fomento del Asociativismo y el Desarrollo Rural – ppa16, que tuvo cuatro cohortes y generó material para publicar un artículo en la revista Cuadernos de Desarrollo Rural.

Reconocimientos

A lo largo de su ciclo de vida, la unes fue objeto de varios reconocimientos. Como parte del ier, se pueden mencionar las siguientes:

En 1997 el reconocimiento externo de todo este trabajo se cristaliza, por un lado, en la entrega al ier del premio de excelencia a la investigación por parte de Colciencias. Por otro lado, la experiencia del proceso ier se convierte en tema de una investigación externa en torno a la gestión de la investigación en la Universidad, la cual fue publicada en 1998 bajo los auspicios de Colciencias17. (Corrales, 2012, p. 123)

Otro reconocimiento que se hizo al trabajo realizado por la unes fue el ya mencionado en el estudio “Reflexiones sobre el aporte social y económico del sector cooperativo colombiano” (Arango et al., 2005), realizado por Fedesarrollo18. En el año 2013, en el marco de la iii Semana Internacional de la Economía Solidaria y Social, evento desarrollado en Bogotá, el Dansocial le hizo un reconocimiento a la unes por la labor realizada en pro del sistema de economía solidaria del país.

Conclusiones

Las principales conclusiones que se pueden deducir de la actividad desarrollada por la unes son las siguientes:

Como se mencionaba en un documento elaborado en años anteriores y que conviene volver a retomar por su actualidad e importancia, el resultado más importante que ha proporcionado esta experiencia ha sido demostrar que la posibilidad de articular los resultados de investigación a un proceso de desarrollo y a la vida de una comunidad en un territorio, ofreciendo una solución alternativa, es un suceso evidente y posible de llevar a cabo, y que para ello se requiere un compromiso, de quienes realizaron el proceso de investigación, de ejecutarlo en un contexto donde los sujetos investigados puedan ser tenidos en cuenta (investigación concertada), a través de un diálogo de saberes (investigación participativa) que propicia y permite una visión y un diálogo interdisciplinario.

Otra conclusión a tener en cuenta como lección aprendida y aplicada con resultados de gran importancia, como se ha mostrado a lo largo de este capítulo, fue confirmar que el trabajo en red, nacional e internacional, generó un aumento de la productividad de los profesores e investigadores vinculados a la unes, ya fueran de planta o por servicios, además de añadir un valor agregado, representado en el incremento de relaciones de carácter académico, científico y social con pares académicos de diferentes universidades y países. Esta productividad se expresó en el intercambio de conocimientos y saberes a través de los eventos locales, regionales, nacionales e internacionales realizados para la difusión de resultados de investigación, el conocimiento de experiencias interesantes de organizaciones solidarias, así como la realización de proyectos de investigación y de publicaciones conjuntas, y la participación en pasantías en el país y en el exterior.

La experiencia de la unes demostró que para consolidar los procesos de investigación en la universidad se necesita, fundamentalmente, del compromiso y la voluntad de los profesores investigadores para realizar su tarea y superar los obstáculos que a estas labores de investigación, docencia y extensión generan las burocracias privadas y públicas con las que tienen que enfrentarse en el desarrollo sus labores cotidianas.

La rigidez de las estructuras académicas y administrativas, derivada de la sistematización de los procesos administrativos de la universidad, generó la aparición de obstáculos relacionados con la imposibilidad de reconocer las dinámicas sociales vividas en los territorios e incluirlas en los softwares diseñados. Esta situación terminó poniendo la lógica administrativa por encima de la lógica académica y científica, con impactos de diversa índole que erosionaron las dinámicas que se tenían.

La experiencia vivida demostró, igualmente, que se puede producir una acción innovadora en los aspectos de cómo y por qué hacer investigación bajo otras pautas diferentes a la propuesta del método positivista. Una propuesta diferente e innovadora que cubrió tanto los aspectos científicos, producción de conocimiento, como aspectos académicos relacionados con la generación de contenidos basados en esta producción de conocimiento y el diseño y la elaboración de programas académicos de posgrado.

Pero también fue una propuesta innovadora en cuanto al modo de dirección basado en la idea y la práctica “del poder para hacer y no para dominar” y en el impulso de la autogestión como elemento básico que asegurara la mayor capacidad productiva del talento humano frente a las escasez de recursos monetarios existente bajo la consideración de la primacía del ser humano sobre el capital.

La lección aprendida más importante a mencionar y para tener en cuenta en cualquier tipo de experiencias similares a la expuesta es la siguiente y la he denominado así:

El péndulo: de la visibilidad a la invisibilidad aparente

A pesar de que esta experiencia tiene un ciclo de vida que osciló entre 25 y 40 años, en la actualidad la unes se encuentra en estado de hibernación. ¿Qué quiere decir esto?, que ante un proceso de relevo generacional vivido en la universidad, la unes quedó conformada por una sola profesora de planta de la fear, doctora en Administración, a partir del año 2016, ya que los profesores de planta que la conformaban se pensionaron o se retiraron o por exigencias de las unidades académicas a las que pertenecían tenían que hacer parte de grupos de investigación vinculados con su unidad y no con otras unidades académicas19, como era la unes, y por lo tanto en la convocatoria de ese año, que abrió Colciencias, la unes no se pudo presentar por no tener el número mínimo requerido.

La lección aprendida se puede definir en cortas palabras: “no hay nada eterno en la vida”. Sin embargo, algunos de los profesores que conformaron la unidad y que se habían retirado por diversas causas (jubilación, trabajo independiente en consultoría, por ejemplo) mantienen una relación activa con el trabajo académico e investigativo alrededor del tema de la economía solidaria siendo miembros activos de la Corporación Red Unicossol.

Para finalizar este capítulo, es necesario hacer la siguiente advertencia. Como la unes ha sido una experiencia de carácter colectivo, con la puesta en acción de un liderazgo colectivo que se caracterizó porque lideraba quien tenía el dominio del tema a tratar, hay que tener en cuenta que lo expuesto en este material corresponde a la visión de uno de sus participantes, que si bien lideró la apertura del área en la universidad, dirigió el Departamento de Investigación (1982-1987) y el Programa de Investigación de la fcea (1987-1991), además de ser el fundador y director del Instituto de Estudios Rurales durante diecisiete años y fundador de esta Unidad y de la fear y, por lo tanto, fue un actor activo en el proceso, puede no representar la opinión de los otros miembros de la unes o considerar que hay planteamientos, resultados y conclusiones que no se exponen.

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2 El proyectó lo financió el dancoop y lo desarrolló el Departamento de Investigación de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Javeriana, en conjunto con Indecol y Sepas/Coopcentral en los años 1985 y 1986, y se realizaron cuatro estudios de caso correspondientes a las cooperativas de los corregimientos de La Granja y La Sabana en el municipio de Sucre, en Villanueva, y Suaita.

3 Los profesores que impulsaron estos procesos de investigación y capacitación en cooperativismo fueron Ricardo Dávila, director del Departamento de Investigación en ese momento e impulsor de la investigación y la docencia en los estudios rurales y campesinos, y Jaime Forero, economista experto en el tema de la economía campesina y en la metodología de investigación-capacitación, con base en la cual se desarrolló el proyecto.

4 Los resultados obtenidos por la experiencia de la unes se ordenaron siguiendo la propuesta de sistematización que se utilizó en el estudio titulado “La interdisciplinariedad en la universidad contemporánea; reflexiones y estudios de caso”, en el que se analizó el caso de la fear con el ánimo de posibilitar la agregación de resultados y logros y la realización de estudios de carácter comparativo, en razón a que la unes fue producto de esa experiencia.

5 La red interman (International Management Development Network) inició en 1991 un proyecto internacional de investigación basado en estudios de caso sobre el tema de éxito e innovacion en la gerencia, que se realizó en diecisiete países de América Latina, Asia y África, y efectuó más de 450 estudios de caso. En Colombia, el ier por medio de la unes asumió la responsabilidad de realizar diez estudios de caso relacionados con la innovación y el éxito en la gestión cooperativa.

6 La red Unircoop (Red Universitaria de las Américas en Estudios Cooperativos y Asociativos) reunió 22 universidades del continente organizadas en cinco nodos, y contó con la financiación de la acdi y de cada una de las universidades participantes. Se desarrollaron comunidades de conocimiento orientadas por el Comité Académico de la red para la realización de proyectos conjuntos de investigación entre profesores de diferentes países y universidades. La unes participó en diecinueve de los 45 proyectos que se realizaron durante el periodo 2002-2007 que duró la red, y fue la unidad operativa que designó el ier para actuar como coordinadora del Nodo Andino de la red y la ejecutora de los proyectos de investigación propiciados por la red. En estos proyectos no solo participaron los profesores de la unes, sino que también se invitaron profesores de los otros grupos de investigación de la facultad.

7 Comenzando el siglo xxi y como producto del diplomado a distancia realizado con la Federación de Cafeteros de Colombia, se publicó la Biblioteca de Altos Estudios Cooperativos, compuesta por diez tomos que circularon ampliamente en el país. Estos aparecen referenciados en la sección de bibliografía de la Biblioteca de Altos Estudios Cooperativos.

8 El Programa de Apoyo a los Municipios y a las Formas Asociativas (pamyfas), que se llevó a cabo en el periodo 1993 a 2007 por la unes en el marco del ier, es un claro ejemplo de este resultado.

9 La red interman impulsó desde 1991 un proyecto internacional de investigación alrededor del tema de innovacion y éxito en la gerencia, en el que participaron universidades de diecisiete países de América, Asia y África y se realizaron más de 450 casos.

10 Este convenio dio origen a la conformación de la red Reseau Universitaire Panaméricain de Gestion et Developpement des Organisations Solidaires, que se llevó a cabo entre los años 1995 y 2000, con la participación de cinco universidades americanas y fue coordinado por el ier en cabeza de la unes. Realizaba un evento internacional anual donde se presentaban resultados de investigación y las experiencias de trabajo con la comunidad. La unes innovó allí la idea de hacer estos encuentros en los territorios solidarios (Silva y Dávila, 2006, p. 205) y la red Unircoop ya mencionada (ver nota al pie 5).

11 Los textos que conformaron la Biblioteca de Estudios Solidarios se encuentran en la bibliografía bajo el subtítulo Textos de la Biblioteca de Altos Estudios Cooperativos.

12 La Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo) es una entidad privada sin ánimo de lucro, establecida en 1970. Se dedica a la investigación de temas de política económica y social.

13 La red Reseau Universitaire Panaméricain de Gestion et Developpement des Organisations Solidaires, que se llevó a cabo entre los años 1995 y 2000, con la participación de cinco universidades americanas y fue coordinado por el ier en cabeza de la unes.

14 Intercampus fue un programa de intercambio de profesores y estudiantes españoles y latinoamericanos que operaba en doble vía. El ier y la unes en particular recibieron nueve estudiantes y un profesor que fueron vinculados a los proyectos de investigación y extensión que, en el marco del pamyfas, se venían desarrollando en el sur de Santander en el periodo 1994-2007.

15 El Departamento Administrativo Nacional de la Economía Solidaria (Dansocial) fue la entidad del Estado que sustituyó al Dancoop, anterior organismo estatal responsable de la promoción y supervisión de las cooperativas propuesto por la Ley 454 de 1998.

16 Fuente: http://www.fao.org/tempref/GI/Reserved/FTP_FaoRlc/old/proyecto/fodepal/cursos/PPAsem05/PPA.htm

17 La investigación sobre el ier se realizó como trabajo de grado de la Maestría en Dirección Universitaria de la Universidad de los Andes.

18 La Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo) es una entidad privada sin ánimo de lucro, establecida en 1970. Se dedica a la investigación de temas de política económica y social.

19 La unes no solo estaba conformado por profesores de planta de la fear, sino de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (1), Psicología (1) y Arquitectura (1).


Economía social y solidaria en la educación superior: un espacio para la innovación (Tomo 3)

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