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ALIMENTACIÓN CARNÍVORA

Los largos y afilados colmillos y las poderosas y cortantes muelas, delatan su dieta carnívora. El lobo captura tanto animales grandes como pequeños, aunque sus presas preferidas sean los grandes herbívoros como el alce, el reno o el caribú. En definitiva, este excelente cazador atrapa las presas disponibles en la zona en que habita. Por ello, para saber de qué se alimentan los lobos de un lugar determinado se analizan los excrementos o incluso el contenido de su estómago. Así, puede comprobarse que además de atacar a animales de gran tamaño, como renos o ciervos, también caza corzos, rebecos, jabalíes, castores e, incluso, pequeños ratones, ardillas, conejos y liebres. Aunque en menor proporción, el lobo también captura aves, reptiles e insectos o, en caso necesario, come carroña. En otoño, complementa su dieta exclusivamente carnívora con algunas bayas y frutos, como bellotas, uvas o moras.

Tampoco los animales domésticos, de granja o el ganado (como las gallinas, cerdos, vacas, ovejas o perros) escapan a su instinto depredador. Incluso, si el alimento escasea, realiza incursiones a vertederos de zonas habitadas por el hombre en busca de comida.

Se calcula que un lobo adulto consume entre dos y cuatro kg de carne al día si hay abundancia de caza y, en caso de carencia, es capaz de devorar mucho más de una sola vez.


Cráneo de lobo en el que pueden apreciarse los molares trituradores y los dientes carniceros.


Diferentes presas que puede capturar un lobo.


Si ha capturado más de una presa o ésta es muy grande, el lobo entierra los restos y, más tarde, regresará para finalizar el festín.


Grupo de lobos devorando una presa.

Los Lobos

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