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LAS CRÍAS ROMPEN EL CASCARÓN

Durante la época de la reproducción, que en muchos casos es en primavera, los machos buscan pareja.

Para atraer a las hembras, los machos realizan curiosas danzas de cortejo, que pueden prolongarse durante horas.

Una vez finalizado el ritual, el macho y la hembra enlazan sus colas y se produce la fecundación.

La mayoría de las serpientes son ovíparas, es decir, ponen huevos. Éstos son alargados y su número varía según las especies y el tamaño de la hembra. Unas semanas después del apareamiento tiene lugar la puesta.

Las hembras depositan sus huevos en el suelo, entre la vegetación, bajo piedras, en troncos o en algún agujero. Después de la puesta, la mayoría de las serpientes abandonan los huevos y no se ocupan más de ellos.

Las pitones y algunas cobras incuban y protegen sus huevos; la hembra se enrosca alrededor de éstos para calentarlos.

Durante el acoplamiento, el macho se enrosca alrededor de la hembra y la muerde en el cuello, para retenerla; a continuación, enlazan las colas y juntan las cloacas u órganos sexuales.

Una vez incubados los huevos 1, las crías rompen la cáscara 2 y 3 y salen totalmente formadas 4.