Читать книгу El trabajo como bien escaso y la reforma de su mercado - Manuel Alonso Olea - Страница 4
Prólogo
ОглавлениеA mediados de 1982 pronuncié, invitado por mi colega Fernando Suárez, y se publicó, una conferencia cuyo título, El trabajo como bien escaso, está incluido en el de este libro; aporté una versión ampliada de ella, repitiendo el título, a las Jomadas Universitarias que a finales del mismo año 1982 se celebraron en Córdoba, auspiciadas por su Facultad de Derecho. Se publicó esta segunda versión en 1983; es la que reproduzco ahora, sin modificación, para mantener su carácter de hija, modesta, de su tiempo.
Tiempo en el que se estaban ya más que presagiando los fenómenos que quise compendiar bajo la expresión El trabajo como bien escaso y que hoy, trece años después, son una realidad imponente sin la cual no son explicables los problemas sociales de nuestro tiempo. Quizá esto sirva para dar cuenta del éxito impensado y sostenido de su expresión compendiosa.
Desde luego, sin la escasez de empleos —más por los que dejan de crearse que por los que destruyen— no tienen explicación plausible la flexibilización ni la «desregulación» de las relaciones de trabajo, ni la tendencia a su individualización en la «post-modernidad» industrial, ni la invasión desbordante de contratos de trabajos atípicos, ni la disgregación en especies mil del convenio colectivo ni, sobre todo y para concluir, los índices persistentes y elevados de paro forzoso.
Esto, que se intenta explicar en El trabajo como bien escaso, explica a su vez el origen, el contenido y el tiempo de promulgación de las usualmente denominadas Leyes de Reforma del Mercado de Trabajo. A ellas —en especial a las Leyes 10 y 11 de 1994, después refundidas en los textos de 1995 del Estatuto de los Trabajadores y de la Ley de Procedimiento Laboral—se dedican los otros dos trabajos de este libro, uno publicado en este año 1995, inédito el otro, que abordan distintos aspectos de los variados y complejos preceptos de aquellas leyes.
La conexión, pues, entre lo escrito en 1982-83 y en 1995 no creo que necesite argumentación mayor; si alguna necesitara ninguna mejor que la que nos proporciona el párrafo con el que se abre la exposición de motivos de la Ley 10/1994: «la gravedad de la situación económica y su incidencia en el mercado de trabajo concede prioridad a la necesidad de acometer, de manera decidida y urgente, la reforma de las relaciones laborales con el objetivo de luchar contra el paro y potenciar nuestra capacidad generadora de empleo».
Lo que también sirve a su autor para justificar que traiga ahora a colación un escrito de hace décadas y que lo una a otros dos contemporáneos.
Manuel Alonso Olea