Читать книгу Ser Filiberta (I Want to be Philberta) - Mar Pavón - Страница 10

Оглавление

Mucho más tarde, en el parque, dos viejecitos conversaban sentados en un banco. En estas que uno de ellos, en un arrebato de sinceridad, le confesó al otro:

—¡Quiero volver a ser joven!

La respuesta del otro no se hizo esperar:

—¡Toma! ¡Y yo quiero que mi difunta Celedonia resucite!

María, que casualmente estaba sentada en el suelo, frente al banco, leyéndole un cuento a un precioso gatito, interrumpió su lectura para exclamar entusiasmada:

—¡Y yo quiero ser Filiberta!

Ni que decir tiene que los viejecitos, olvidándose de inmediato, el uno de enamorar a una jovencita y el otro de los deliciosos platos que cocinaba su mujer, creyeron al instante que a aquella niña le faltaba algún tornillo; ¿cómo podían entenderse, si no, sus extrañas palabras? Y, por si fuera poco, ¿en qué cabeza cabía leerle a un minino?

Ser Filiberta (I Want to be Philberta)

Подняться наверх