Читать книгу Porque Leo Escribo - María del Pilar Martinez Nandin - Страница 11

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Con la variedad se adorna la naturaleza.

Mateo Alemán.

¿En tu casa hay un jardín?

Creo que en todas las casas los hay. No importa que sean 3 macetas o varios metros de verde.

El jardín es vida y reconocer la vida en árboles, plantas y flores te ayuda a recobrar aliento.

Cuidar un jardín es excelente terapia.

Encuentras plantas que sufren con la tierra agrietada y seca y probablemente pienses… ¿Estará así mi alma?

Al compadecerte de tus plantitas crece algo en ti—la importancia de tus manos—que dan agua al sediento y con ello reavivan tu propio corazón…Ahí en el mucho o poco espacio de tu jardín conviven las rosas y algunas florecitas silvestres que te apuras a cortar como si no las valoraras, olvidando que todos tenemos derecho a vivir.

Los cactus son espinosos no me acerco mucho, se parecen a esas personas con las que es difícil la convivencia. Con todo y eso no los abandono, porque también ellos florecen, flores raras exóticas que hacen contraste con las elegantes azucenas y los encendidos tulipanes.

Cortamos la buganvilia, la tijera del jardinero echo abajo algunas ramas. Como vidas jóvenes que se apagan, se marcharon llenas de flor.

Mis nogales están tristes, tienen plaga ¿les habré contagiado la depresión?

La higuera contribuye a que regrese la alegría, sus higos son ¡tan dulces! Y al amanecer cubiertos de rocío saben a gloria.

Veo un árbol seco donde no cantan los pájaros, pero los árboles de al lado le prestan los trinos.

Que convivencia tan armónica hay en mi jardín: abejas, avispas, hormigas, mariposas, ardillas y caracoles todos lo disfrutan.

Cultivarlo me torna humilde, me llena de paz…

Porque Leo Escribo

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