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LOS «CONTEXTOS»
DEL TEXTO PONTIFICIO

Para leer bien y para comprender con exactitud un texto es preciso situarlo dentro de su propio contexto. La Exhortación GE, del papa Francisco, tiene tres contextos prevalentes:

1. Se sitúa dentro del proyecto de reforma eclesial y eclesiástica iniciada por el papa.

2. Pretende implementar un aspecto importante del Concilio Vaticano II.

3. Se propone actualizar el mensaje espiritual de la Iglesia.

1. Dentro del proyecto de reforma eclesial y eclesiástica

Hoy en día deben de ser muy pocos los que duden de que el pontificado del papa Francisco pasará a la historia por ser un pontificado de reforma.

a) Reforma eclesiástica

La reforma eclesiástica, singularmente de la Curia romana, «va en serio», según expresión de uno de los cardenales que componen el Consejo de cardenales (el C-9) ³, y ya es una realización en parte conseguida: piénsese en la reestructuración de las estructuras económicas centrales de la Iglesia, con suficientes buenos resultados por el momento ⁴.

Según anuncios oficiosos, ya se trabaja en la redacción de la que será la bula de reforma de la Curia romana, que sustituirá a la normativa actual, proveniente de la bula Pastor bonus (28 de junio de 1988) ⁵.

b) Reforma eclesial

La reforma del papa Francisco no es solo eclesiástica (de las estructuras e instituciones de la Iglesia), sino también eclesial, es decir, de la forma de vida de todo el pueblo de Dios. Dentro de esta vertiente de reforma eclesial es patente el cambio que se está operando en la forma de entender y, sobre todo, de realizar el ministerio petrino, es decir, la función del papado.

Se aleja de nosotros cada vez más el ideal del papa rey absolutista para encarnar, en la situación presente, la forma evangélica del servidor de todos: la del servus servorum Dei («siervo de los siervos de Dios»), según la feliz fórmula del papa san Gregorio Magno (590-604).

Ha llamado la atención que el papa Francisco haya utilizado, por seis veces hasta ahora, la expresión «primado diaconal» para referirse al ministerio petrino ⁶.

c) Reforma espiritual

Ahora bien, todas las auténticas reformas de la Iglesia –tanto las eclesiásticas como, sobre todo, las eclesiales– han venido precedidas, acompañadas y continuadas por una reforma espiritual.

También hoy la renovación espiritual constituye un elemento esencial dentro del programa reformador en curso dentro de la Iglesia católica. La Exhortación apostólica GE es, pues, una pieza necesaria en el proyecto de reforma del papa Francisco.

Lo resumió adecuadamente la revista Ecclesia en un editorial titulado «La santidad, camino ineludible y fecundo para las reformas y para la misión».

El editorialista comenzaba formulando varias preguntas:

- «¿Por qué Francisco ha querido dedicar su quinto gran documento magisterial a la santidad?

- ¿Cuál es su significado, alcance e interpretación?

- ¿Qué aporta la Exhortación apostólica Gaudete et exsultate al plan pastoral del papa, en el que la renovación y la misión son sus objetivos prioritarios?

- ¿Cómo encaja este documento con la Iglesia pobre y para los pobres, con la Iglesia samaritana, misionera y en salida que reiteradamente nos propone?».

Y continuaba dando la respuesta:

Muy sencillo: la clave de todo esto está en la santidad. Porque no hay renovación, ni reforma, ni conversión pastoral y misionera, ni servicio evangelizador de la caridad, sin conversión personal y comunitaria, sin conversión del corazón, que no es sino dar respuesta a la llamada universal a la santidad ⁷.

2. Actualización de un aspecto importante del Concilio Vaticano II

El papa Francisco no ha tenido una preocupación especial por indicar cómo han de ser interpretados los textos del Concilio Vaticano II. Su interés se ha concentrado en proponer las estrategias y las tácticas adecuadas para actualizar el Vaticano II, es decir, para poner en práctica las orientaciones de ese concilio decisivo para la Iglesia de los tiempos modernos.

El texto de la Exhortación GE tiene su contexto adecuado si es leído e interpretado a la luz del documento conciliar Lumen gentium, y más concretamente del capítulo V de esa Constitución dogmática conciliar.

Hasta el momento actual ⁸ no ha surgido una propuesta tan certera como la presente Exhortación apostólica del papa Francisco para concretar las dos grandes afirmaciones de citado capítulo V del texto conciliar:

- Existe un derecho (y el correspondiente deber) de todo cristiano a la santidad: «Todos los cristianos, de cualquier estado o condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección del amor» (LG 40).

- Esa santidad es la misma para todos los cristianos, ya que consiste en la realización de la caridad: «En los diversos géneros de vida y ocupación, todos cultivan la misma santidad» (LG 41).

La Exhortación apostólica GE se mueve dentro de esas dos coordenadas:

- La santidad es una llamada para todo cristiano.

- Por otra parte, el contenido de la perfección cristiana se halla en el Evangelio y es igual para todos.

3. Tener en cuenta la nueva situación sociocultural del mundo de hoy

Si la primera parte del subtítulo de la Exhortación apostólica GE indica el contexto precedentemente anotado –la llamada a la santidad–, la segunda parte nos ofrece el tercer contexto o la tercera clave de interpretación: en el mundo actual.

El texto pontificio pretende hablar de la santidad no de forma atemporal, sino teniendo en cuenta la situación social y las condiciones culturales de los cristianos de hoy. Este interés de aggiornamento de la espiritualidad cristiana no se fija tanto en los fundamentos teológicos, en las expresiones religiosas o en los métodos de escuela cuanto en las generales y comunes condiciones en que hoy día ha de realizarse la llamada a la santidad.

De ahí que el texto pontificio tenga en cuenta la peculiaridad de la cultura actual, con sus inconvenientes (rapidez, superficialidad, etc.), pero también con sus ventajas (aprecio de toda persona, valoración del sentimiento, etc.).

También toma en consideración los medios o instrumentos técnicos de que disponemos hoy. Si la aparición del libro, fruto de la imprenta, agrandó las posibilidades para acrecentar el contenido de la espiritualidad, ahora el acceso a las redes sociales mediante el smartphone y el ordenador agranda inmensamente más las posibilidades y las opciones con tal de que el usuario sepa discernir entre los medios y el fin.