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CAPÍTULO 1

VALORACIÓN FUNCIONAL DE LA COLUMNA VERTEBRAL

EVOLUCIÓN HISTÓRICA3

La evolución del ser humano desde una perspectiva filogenética explica que la adaptación de la blpedestación provoque la presencia de unas curvaturas fisiológicas. Estas curvaturas, en el transcurso de la evolución ontogenética, van variando según si el período es fetal, recién nacido, a los dos años o en la etapa adulta. Ésta sería la hipótesis de partida de la teoría congénita de Delmas.

Pero también es cierto, según la teoría de Henke, que la columna vertebral va a mantener una estrecha relación con las actividades del individuo, por lo cual va a adaptarse mecánicamente a unas curvaturas (desde una visión sagital), y así poder incrementar la resistencia de la misma, siguiendo el índice de Delmas.


Figura 1

ESTRUCTURA ÓSEA

Introducción

La columna vertebral está formada por una sucesión de elementos óseos denominados vértebras, separadas por unos discos cartilaginosos que se disponen entre las vértebras a modo de almohadilla amortiguadora.

Este eje central del cuerpo humano presenta unas funciones específicas:

-Está dotado de cierta flexibilidad como para proteger las funciones de la estructura que aloja en su interior. Los orificios vertebrales rodean a la médula espinal evitando cualquier riesgo de lesión. De la superposición sucesiva de estos agujeros vertebrales se forma el conducto raquídeo, en cuyo interior se alojará la médula espinal. Dicha estructura presenta la forma de cono invertido, ya que ios orificios vertebrales son muy pequeños en dirección distal, como consecuencia de la disminución del calibre medular por la salida en escalones superiores de todas las ramas nerviosas que se dirigen a proporcionar funcionalidad al ser humano.

-Permite los movimientos del tronco en todas las direcciones posibles, por lo cual la columna vertebral tiene una función de palanca, permitiendo movimientos de torsión, inclinación, flexoextensión o circunducción, sin riesgo para la integridad del ser humano.

-Soporta el peso de tres estructuras distintas: extremidades superiores, cabeza y tronco y, por lo tanto, le confieren una función de sostén a la columna. Esto además se ve favorecido por la estructura cónica de la disposición vertebral, producida por el peso del cuerpo del ser humano al adoptar la posición bípeda y provocar un incremento de volumen de las vértebras más caudales en relación a las craneales.

-Suministra inserciones a grupos musculares, aprovechando distintas zonas de su reducida anatomía: apófisis espinosas, apófisis transversas, láminas vertebrales, arco vertebral, etcétera.

-Amortigua las cargas, absorbiendo su acción y disminuyendo el riesgo traumático de lesión. La presencia del disco vertebral confiere a las articulaciones vertebrales una función hidráulica, por la propia idiosincrasia del disco, al albergar en su interior el núcleo pulposo.

En este sentido, la elección de unos programas físicos de salud se dirigirán a aumentar la resistencia de este eje central del cuerpo, a mejorar la eficacia de sus funciones y a reducir o a prevenir las posibles lesiones que de su actividad laboral, cotidiana o deportiva se deriven. Tanto es así que, en determinados países (EE. UU., Japón, etc.), la educación física del trabajador le posibilita realizar, incluso en los horarios laborales, unos programas de actividad física con la finalidad de obtener una mejor condición física, prevenir enfermedades y lesiones, reducir el número de bajas laborales y ser, en definitiva, más productivos.

En la columna vertebral podemos observar de 32 a 35 unidades vertebrales, dispuestas de la siguiente forma:

-7 cervicales.

-12 torácicas o dorsales.

-5 lumbares.

-5 sacras.

-2-5 coccígeas.

Tipos de curvaturas

Las vértebras sacras y coccígeas se solapan para formar un solo hueso: el hueso sacro y el cóccix. Las unidades vertebrales cervicales, torácicas y lumbares se disponen escalonadamente formando unas curvaturas fisiológicas (figura 2).


Figura 2

-Las curvaturas de convexidad posterior se denominan cifosis. Por lo tanto, al estar dispuestas las vértebras torácicas en esta dirección, esta zona presentará una cifosis dorsal fisiológica. El incremento desmesurado de dicha curvatura recibe el nombre de hiperclfosis.

-Las curvaturas de convexidad anterior se denominan lordosis.

Al estar dispuestas las vértebras cervicales y lumbares en esta dirección, se observarán unas lordosis cervicales y lumbares fisiológicas. La exacerbación de estas curvas se conoce con el nombre de hiperlordosis.

Estas desviaciones sagitales del raquis, como ha quedado visto en el apartado anterior, se disponen para ofrecer una mayor estabilidad a la columna.

No obstante, la columna vertebral, desde una visión frontal o anteroposterior, debe disponerse alineada, recta. Cualquier desviación lateral del raquis se conoce con el nombre de escoliosis.


Figura 3

Composición anatómica de la vértebra

La vértebra es un hueso corto, impar y simétrico situado ventralmente en relación al sistema nervioso y dorsalmente en relación al aparato digestivo. La vértebra tipo que se presenta en este estudio es la vértebra torácica o dorsal.

En esta vértebra pueden distinguirse las siguientes partes:

-Cuerpo. Zona central más voluminosa y maciza, situada en la parte ventral.

-Arco vertebral, que delimita el agujero vertebral.

-Agujero vertebral, por donde circula la médula espinal.

Cuerpo

Es un cilindro óseo de dos caras:

-Craneal o superior.

-Caudal o inferior.

Esta estructura presenta un reborde óseo compacto y una parte central esponjosa, por medio de las cuales se articula con el disco intervertebral.

Arco vertebral

Está formado por dos porciones simétricas que se dirigen dorsalmente a partir del cuerpo vertebral. Aquí, se unen en una línea medía dorsal dando origen a:


Figura 4

-Apófisis espinosa: situadas en posición dorsal están destinadas a Inserciones musculares.

-Pedículos: escotaduras acentuadas en su borde superior e inferior.

-Lámina vertebral: porción dorsal con unas prolongaciones craneales y caudales destinadas a articularse con las vértebras vecinas.

-Apófisis articulares: nombre con que se conocen también las prolongaciones craneales y caudales. Entre estas apófisis articulares, salen las apófisis transversas, con la cara articular para las costillas, y las zonas de inserción musculares.

Entre estos arcos se delimita el orificio de conjunción u orificio raquídeo.

Composición anatómica de las costillas

Las costillas son arcos esqueléticos que conforman la parrilla costal o tórax. Estos arcos esqueléticos están formados por:

-costilla ósea,

-costilla cartilaginosa.

En el ser humano se presentan doce costillas dispuestas simétricamente a cada lado. Las 7 primeras se articulan con el esternón y se denominan costillas esternales. Las otras cinco no llegan al esternón y se denominan costillas asternales. De éstas la 8a, la 9a y la 10a se unen entre sí por sus cartílagos, recibiendo el nombre de costillas asternales fijas. Las otras dos quedan libres y se denominan costillas asternales fluctuantes.

Una costilla es un hueso largo, por dimensiones y estructura, en el cual se distingue:

-Cabeza. Es el extremo más voluminoso del hueso, y que presenta una cara articular para la columna vertebral.


Figura 5: De Ferner, H.; Staubesand, J. (p. 37).

-Cuello. Es la porción ósea lateral más delgada de la epífisis proxlmal. Termina en un relieve óseo dorsal llamado tubérculo costal. Este relieve presenta una cara articular para la apófisis transversa vertebral.

-Cuerpo. Es el arco que se dirige vertebralmente, para conformar la parrilla costal. Se distinguen dos características:

•Un arco costal irregular (con ángulo costal).

•Un extremo ventral ovalado, rugoso y deprimido a causa de los cartílagos costales.


Figura 6: De Hoppenfeld, S. (p. 24).

El esternón es el hueso anterior del tórax. Está centrado y a él llegan todas las costillas, mediante los cartílagos costales. Las 7 primeras costillas se articulan mediante sus cartílagos costales directamente en el esternón, mientras que la 8a, la 9a y la 10a lo efectúan mediante un cartílago costal común en la última ¡ncisura costal esternal.

ESTRUCTURA ARTICULAR5

El estudio articular de este apartado debe realizarse en relación con las siguientes formas articulares que se presentan:

-Articulaciones vertebrales.

-Articulaciones costovertebrales.

-Articulaciones costoesternales.

Es necesario justificar que, aunque la estructura ligamentosa forma parte de las articulaciones, vamos a separarlas de las mismas para una exposición más didáctica.

Articulaciones vertebrales

Las articulaciones vertebrales se explican desde la visión conceptual de trípode que presentan.

En estas uniones cabe distinguir, por lo tanto, dos tipos de articulaciones:

-articulaciones intersomáticas,

-articulaciones intervertebrales o interapofisarias.


Figura 7: De Hoppenfeld, S. (p. 22).

Articulaciones intersomáticas

Las articulaciones intersomáticas son las uniones presentes entre los cuerpos vertebrales. Pertenecen a un tipo de articulaciones denominadas diartro-anfiartrosis y, por lo tanto, tienen poco movimiento.

-Superficies articulares. Cara superior de la vértebra inferior con la cara inferior de la vértebra superior.

-Cartílago articular. Rodea las superficies articulares.

-Cápsula. No posee.

-Sinovia!. No posee.

Entre los cuerpos vertebrales se presentan unas estructuras protectoras de los mismos y que tienen la función de amortiguar todos los movimientos que la columna efectúa. Son los discos vertebrales o intervertebrales.

El disco vertebral está constituido por un tejido fibroso dispuesto en discos concéntricos, formando los anillos fibrosos. Éstos rodean al núcleo pulposo, que tiene una configuración blanda semejante a un balón lleno de agua. El núcleo pulposo tiene unas paredes conjuntivas elásticas con un líquido viscoso en su interior.

El tejido fibroso impide que el núcleo pulposo reviente (ante esfuerzos máximos de la columna) desplazándolo anteroposteriormente e impidiendo los movimientos laterales.


Figura 8: De Kapandji, I.A. (p. 45).

Articulaciones intervertebrales o interapofisarias

Las articulaciones interapofisarias son las uniones vertebrales por los arcos. Son diartrosis (artrodias).

-Superficies articulares. Apófisis articulares superiores de la vértebra inferior con apófisis articulares de la vértebra superior.

-Cartílago articular. Recubrimiento de las superficies articulares.

-Cápsula. Rodea la articulación.

-Sinovia!. Recubre interiormente la cápsula y facilita los fenómenos lubricadores de la misma. Se permite cierto deslizamiento.


Figura 9


Figura 10: De Kapandji, I.A. (P. 29).

Los movimientos que presentan las articulaciones vertebrales son mínimos, pero la suma de todos ellos proporciona una gran movilidad al tronco. Es por ello por lo que pueden efectuarse movimientos de rotación, flexo-extensión e inclinación a expensas de estas articulaciones vertebrales. De todas formas cada zona vertebral tiene su especificidad:

-A expensas de las cervicales se pueden conseguir más grados de rotación.

-A expensas de las vértebras torácicas se pueden conseguir más grados de inclinación.

-A expensas de las vértebras lumbares se consiguen más grados de flexoextensión.

Articulaciones costovertebrales

Las costillas se articulan, dorsalmente, con las vértebras torácicas, de tal forma que la cabeza de las costillas lo hace con el cuerpo vertebral, y el tubérculo costal con la apófisis transversa. Por ello se consideran:

-Articulación costovertebral. Unión de la cabeza de la costilla con el cuerpo vertebral.

-Articulación costotransversa. Unión del tubérculo costal con la apófisis transversa.

Son articulaciones diartrósicas, y tienen una importancia fundamental en la respiración, ya que durante este proceso se incrementa el diámetro transversal y anteroposterior de las costillas para la entrada de aire en los pulmones.

Articulaciones costoesternales

Es la articulación de las costillas con el esternón. Esta unión se efectúa a través del cartílago costal, lo que explica que el tipo articular que estudiamos sea una sincondrosis, en la que no se aprecian movimientos.


Figura 11: De Hoppenfeld, S. (p. 22).

ESTRUCTURA LIGAMENTOSA

La estructura ligamentosa tiene una íntima relación articular y debería estudiarse en el apartado anterior. Pero para una visión más particularizada la desarrollamos separadamente.

Los ligamentos fijan las articulaciones vertebrales y limitan los movimientos. Desde un punto de vista funcional, los ligamentos pueden clasificarse en:

-Ligamentos largos. Propios de las articulaciones intersomáticas:

Ligamento longitudinal ventral, situado por delante del cuerpo vertebral.

Ligamento longitudinal dorsal, situado por detrás del cuerpo vertebral.

-Ligamentos cortos. Propios de las articulaciones intervertebrales:

Ligamentos interespinosos. Unen las apófisis espinosas.

Ligamentos intertransversos. Unen las apófisis transversas.

Ligamentos amarillos. Unen los arcos vertebrales.

ESTRUCTURA MUSCULAR

La estructura muscular del tronco tiene una importancia fundamental en la estabilidad de la columna vertebral, y por ello nuestro programa se dirige a la intervención muscular por el medio acuático, para intentar regular o compensar aquellas inestabilidades musculares provocadas por la desviación lateral o sagital del raquis.

En este sentido, nos hemos de referir a Fucci y Benigni6, para quienes la musculatura del tronco representa un conjunto de cables dispuestos arquitectónicamente para el sustento de la columna vertebral.


Figura 12

Estos autores defienden que la estructura esquelética se aguanta como el palo mayor de un velero que está fijo por un sistema de obenques y anclado a la cintura pelviana. Esta disposición presentaría la estabilidad y la conformación normal del tronco. En relación con esta teoría los autores se expresan así:

“La parte terminal del palo está estabilizada mediante una cruceta que podría compararse a la cintura escápulo-humeral del aparato locomotor. Este sistema de cables se opone claramente a la fuerza de la gravedad, que tendería a hacer caer al aparato locomotor. Tenemos, entonces, una función antigravltatorla. Esta función se obtiene por un sutil juego de tensiones musculares destinadas a tener siempre el baricentro sobre la base que lo soporta. También queda claro que una tensión mayor o menor de uno de los sectores musculares comporta un desequilibrio de la normal disposición de la columna, o sea, una curvatura o desviación. En efecto, la columna posee, fisiológicamente, una conformación no rectilínea, probablemente debida no sólo a las características de los cuerpos vertebrales sino también a una distribución oportuna del tono muscular. Estos dos factores contribuyen a proporcionar a la columna un aspecto curvilíneo (en la perspectiva lateral) en la que se Identifican 4 curvas características: la cifosis sacra, la lordosis lumbar, la cifosis dorsal y la lordosis cervical”.

Esta teoría muscular antigravltatorla explica que nos hayamos inclinado por el tratamiento muscular del tronco siguiendo las directrices de dichos autores; para ello, es necesario definir y estudiar las estabilidades que proporcionan la normal morfología en el ser humano:

1)Estabilidad cervical.

2)Estabilidad dorsal.

3)Estabilidad dorsolumbar.

4)Estabilidad lumbar.

5)Estabilidad paravertebral.

Estabilidad del raquis cervical

La estabilidad cervical está compuesta, principalmente, por los siguientes músculos:

-Trapecio (porción superior e inferior).

-Angular del omóplato.

-Romboides.

-Esternocleidomastoideo.

Trapecio superior

Origen: Base del cráneo y ligamento del cuello.

Inserción: A lo largo de una línea curva que pasa por el tercio externo del borde posterior de la clavícula.

Acción: Manteniendo inmóvil la cabeza y dejando en libertad de movimientos a la cintura escapular, la contracción de la primera porción del trapecio eleva la clavícula y la escápula; por lo tanto, eleva el hombro y da estabilidad a las cervicales.


Figura 13: Trapecio superior (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Trapecio inferior

Origen: Base del cráneo, ligamento del cuello y las apófisis espinosas de las vértebras, desde la séptima cervical hasta la duodécima dorsal inclusive.

Inserción: A lo largo de una línea curva que pasa por el tercio externo del borde posterior de la clavícula, la punta del acromion y el borde superior de la espina de la escápula.


Figura 14: Trapecio inferior (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Acción: Si toma punto fijo en origen provocará el descenso de la escápula y, por lo tanto, de las extremidades superiores. Si toma un punto fijo a nivel escapular, estabiliza la columna vertebral.

Angular del omóplato

Origen: Apófisis transversa de las primeras cuatro o cinco vértebras cervicales.

Inserción: Borde vertebral de la escápula, desde la columna hasta el ángulo superoexterno.

Acción: Elevador del hombro.


Figura 15: Angular del omóplato (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Romboides

Origen: En las apófisis espinosas de la séptima vértebra cervical hasta la quinta dorsal, inclusive.

Inserción: Borde vertebral de la escápula, desde la columna hasta el ángulo inferior.

Acción: Desciende el hombro y estabiliza el cinturón escapular, manteniendo la región cervical en su posición fisiológica.


Figura 16: Romboides (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Esternocleidomastoideo

Origen: Cara anterior del esternón y tercio interno de las superficies anterior y superior de la clavícula.

Inserción: La apófisis mastoides.

Acción: Actúa sobre la cabeza y la columna cervical como agonista de la flexión, es decir, de la flexión lateral y la rotación hacia el lado opuesto. Si la cabeza está estabilizada, puede actuar como accesorio de la respiración.


Figura 17: Esternocleidomastoideo (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Estabilidad del raquis dorsal

El mantenimiento de la actitud dorsal viene determinado por los siguientes músculos:

-Dorsal ancho.

-Iliocostal.

-Trapecio inferior (visto anteriormente).

Dorsal ancho

Origen: Las apófisis espinosas de las seis vértebras dorsales inferiores y todas las lumbares, el dorso del sacro, la cresta ilíaca y las tres costillas inferiores.


Figura 18: Dorsal ancho (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Inserción: El fondo de la corredera bicipital del húmero, por un tendón plano unido paralelamente a los tres cuartos superiores de la inserción del pectoral mayor.

Acción: El dorsal ancho es el músculo responsable de la aducción, la retroversion y la rotación interna.

Iliocostal

Origen: El dorso de la aponeurosis sacroespinal, por dentro de la cresta ilíaca, y la porción interna de la cresta ilíaca.

Inserción: Los bordes inferiores de los ángulos de las seis o siete costillas inferiores.

Acción: Músculo responsable de la flexión lateral y de la rotación hacia el mismo lado. Si ambos actúan juntos, son protagonistas de la extensión e hiperextensión de la columna vertebral.


Figura 19: Iliocostal (de Fucci’ S. y Benigni, M.).

Estabilidad del raquis dorsolumbar

La estabilidad del raquis dorsolumbar viene determinada, principalmente, por los siguientes músculos:

-Recto anterior del abdomen.

-Oblicuo mayor.

-Oblicuo menor.

Recto anterior del abdomen

Origen: La cresta del pubis.

Inserción: Los cartílagos costales quinto, sexto y séptimo.

Acción: Músculo responsable de la flexión de la columna; la contracción de un solo recto del abdomen contribuye a la flexión lateral del mismo lado. En posición erecta, con la pelvis fija, el recto tracciona hacia abajo la parte anterior del tórax, ejerciendo su fuerza sobre dos juegos de articulaciones: las de las costillas y las de la columna vertebral.


Figura 20 : Recto anterior del abdomen (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Oblicuo mayor o externo del abdomen

Origen: Mediante digitaciones, en las ocho costillas Inferiores, alternando con las del serrato mayor y el dorsal ancho.

Inserción: La mitad anterior de la cresta Ilíaca, el borde superior de la aponeurosis del muslo, la cresta del pubis y la línea alba (envolviendo y cubriendo por delante al recto anterior abdominal).

Acción: Músculo responsable de la flexión: de la flexión lateral hacia el mismo lado y de la rotación hacia el lado opuesto.


Figura 21: Oblicuo mayor o externo del abdomen (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Oblicuo menor o interno del abdomen

Origen: La aponeurosis lumbar, los dos tercios anteriores de la cresta ilíaca y la mitad lateral del ligamento inguinal.

Inserción: Los cartílagos costales octavo, noveno y décimo, y la línea alba (sirviendo de lecho al recto anterior del abdomen.

Acción: Músculo responsable de la flexión: de la flexión lateral hacia el mismo lado y de la rotación hacia el mismo lado.


Figura 22: Oblicuo menor o interno del abdomen (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Estabilidad del raquis lumbar

La estabilidad lumbar viene determinada por estos músculos:

-Cuadrado lumbar.

-Psoas ilíaco.

Cuadrado lumbar

Origen: La cresta ilíaca, el ligamento iliolumbar y las apófisis transversas de las cuatro vértebras lumbares inferiores.

Inserción: La apófisis transversa de las dos vértebras lumbares superiores y el borde inferior de la última costilla.

Acción: Músculo responsable de la flexión lateral hacia el mismo lado. Cuando ambos músculos actúan juntos deprimen las últimas costillas y contribuyen a mantenerlas deprimidas mientras se contrae el diafragma. Su función consiste principalmente en estabilizar la columna.


Figura 23: Cuadrado lumbar (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Psoas ilíaco

Psoas

Origen: Las caras laterales de los cuerpos de la última vértebra dorsal y todas las vértebras lumbares, mediante sus cartílagos intervertebrales. Las superficies anteriores y bordes inferiores de las apófisis transversas de las cinco vértebras lumbares.

Inserción: El trocánter menor del fémur.

Acción: Flexor de la cadera e hiperextensor de la columna vertebral lumbar.

Ilíaco

Origen: La superficie interna del ilion y parte de la superficie interna del sacro cerca del mismo hueso ilion.

Inserción: Su tendón se une con el del psoas, en el sitio donde éste pasa por delante de la pelvis, para insertarse con él en el trocánter menor.

Acción: Flexión de la articulación de la cadera.


Figura 24: Psoas Ilíaco (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Estabilidad paravertebral de la columna vertebral. Musculatura del estrato profundo

La estabilidad vertebral y paravertebral viene protagonizada por la musculatura del estrato profundo:

-Intertransversos.

-Interesplnosos.

-Eplesplnoso.

-Rotadores.

-Semiespinoso dorsal y cervical.

-Dorsal largo.

-Espíenlo de la cabeza y del cuello.

Intertransversos

•Unen las apófisis transversas de vértebras contiguas.

Se extienden desde el atlas hasta la primera vértebra lumbar.

Acción: Son protagonistas de la flexión lateral de la columna. Si ambos lados actúan juntos, son los responsables de la extensión e hiperextensión de la columna.


Figura 25: Intertransversos (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Interespinosos

•Unen las apófisis espinosas de vértebras adyacentes, situado uno a cada lado del ligamento interesplnoso. En la región cervical se continúan desde el axis hasta la segunda vértebra torácica y en la región lumbar desde la primera vértebra lumbar hasta el sacro.

Acción: Son los mùsculos responsables de la extensión e hiperextensión de la columna vertebral.


Figura 26: Interespinosos (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Epiespinoso

Origen: El dorso del sacro, el extremo dorsal de la cresta Ilíaca, las apófisis transversas de las vértebras lumbares y torácicas y las apófisis articulares de las vértebras cervicales cuarta a séptima.

Inserción: Las apófisis espinosas de todas las vértebras, excepto el atlas.

Acción: Contribuye al mantenimiento de la actitud erguida y secunda la acción extensora de los anteriores músculos.


Figura 27: Epiespinoso (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Rotadores (cortos y largos)

Origen: Las apófisis transversas de la columna vertebral.

Inserción: Las bases de las apófisis espinosas de la primera y segunda vértebras situadas por encima.

Acción: Músculos responsables de la rotación de la columna hacia el lado opuesto. Si ambos lados actúan juntos, secundan la extensión y provocan la hiper-extensión de la columna vertebral junto a la musculatura paravertebral expuesta.


Figura 28: Rotadores (cortos y largos) (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Semiespinoso dorsal y cervical

Dorsal

Origen: Las apófisis transversas de las vértebras torácicas sexta a décima.

Inserción: Las apófisis espinosas de las cuatro vértebras torácicas superiores y las dos últimas cervicales.

Acción: Músculo responsable de la flexión lateral y de la rotación hacia el lado contrario. Si ambos lados actúan juntos, son agonistas de la extensión e hiperextensión de la columna vertebral.


Figura 29: Semiespinoso dorsal y cervical (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Cervical

Origen: Las apófisis transversas de las cinco o seis vértebras cervicales superiores. .

Inserción: Las apófisis espinosas de la segunda a la quinta vértebra cervical.

Acción: Músculo responsable de la flexión lateral y la rotación hacia el lado opuesto. Si ambos lados actúan simultáneamente secundan, junto a los anteriores paravertebrales, la extensión y la hiperextensión de la columna vertebral.

Dorsal largo


Figura 30: Dorsal largo (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Origen: Mediante la aponeurosis sacroespinal, en las caras posteriores del sacro, las apófisis espinosas de las vértebras lumbares y la cresta ilíaca.

Inserción: Apófisis accesorias de las vértebras lumbares primera a quinta, apófisis transversas de las vértebras torácicas primera a quinta, y las costillas segunda a duodécima, entre los tubérculos y ángulos de las mismas.

Acción: Músculo responsable de la flexión lateral y de la rotación hacia el mismo lado. Si ambos lados actúan juntos, protagonizan la extensión e hiperextensión de la columna vertebral.

El músculo dorsal largo junto al ilio-costal forman el “erector spinae” o verticalizador de la columna, es decir, forman un complejo muscular indivisible que contribuye a mantener la estática vertebral y tensa, simétricamente, los obenques dorsales y paravertebrales profundos, por lo cual se consigue una correcta alineación vertebral.

Esplenio de la cabeza y del cuello

Cabeza

Origen: La mitad inferior del ligamento de la nuca y las apófisis espinosas de la séptima vértebra cervical y tres o cuatro primeras vértebras torácicas.

Inserción: El hueso occipital y la apófisis mastoldes del hueso temporal.

Acción: Músculo responsable de la rotación hacia el mismo lado y la flexión lateral de la cabeza y el cuello. Es también el músculo protagonista de la extensión de la cabeza y el cuello, cuando ambos espíenlos craneales actúan simultáneamente.

Cervical

Origen: Las apófisis espinosas de las vértebras torácicas tercera a sexta.

Inserción: Las apófisis transversas de las dos o tres vértebras cervicales superiores.

Acción: Músculo responsable de la flexión lateral y la rotación hacia el mismo lado. Si ambos lados actúan conjuntamente, son agonistas de la extensión e hiperextensión de la columna vertebral.


Figura 31: Esplenio de la cabeza y el cuello (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Descenso de la cintura escápulo-humeral

El descenso de la cintura escapular viene determinada por los siguientes músculos:

-Serrato lateral.

-Pectoral menor.

-Subclavio.

-Romboides (visto anteriormente).


Figura 32: Serrato mayor (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Serrato mayor

Origen: Las superficies externas de las primeras ocho o nueve costillas, en la parte lateral del tórax.

Inserción: Superficie anterior del borde vertebral de la escápula, desde el ángulo superior interno hasta el inferior.

Acción: Abducen la escápula hacia delante en su totalidad, sin rotación y contribuyen al descenso, indirecto, de la cintura escapular.


Figura 33: Pectoral menor (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Pectoral menor

Origen: Las superficies externas de la tercera, cuarta y quinta costillas en un punto situado un poco por fuera de la unión de éstas con los cartílagos costales.

Inserción: El extremo de la apófisis coracoides.

Acción: Desciende la articulación escápulo-humeral.

Subclavio

Origen: Superficie superior de la primera costilla, donde ésta se continúa con el cartílago costal.


Figura 34: Subclavio (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Inserción: Una depresión que corre a lo largo de la mitad interna de la superficie inferior de la clavícula

Acción: Desciende el hombro.

Elevación de la cintura escápulo-humeral

La elevación de la cintura escápulo humeral viene representada por los siguientes músculos:

-Angular del omóplato.

-Trapecio superior.

-Esternocleidomastoideo.

(Vistos anteriormente)

Abducción del brazo

La abducción del brazo está protagonizada, casi exclusivamente, por el músculo deltoides.

Deltoides


Figura 35: Deltoides (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Origen: A lo largo de una línea curva que sigue el tercio externo del borde anterior de la clavícula, la parte superior del acromion y el borde posterior de la escápula.

Inserción: En la “V” deltoidea, una rugosidad en la superficie externa del húmero y en la porción superior diafisaria.

Acción: Abducción.

Anteversión del brazo

La anteversión del brazo viene protagonizada por los músculos que, a continuación, se relacionan:

-Serrato lateral (visto anteriormente).

-Pectoral mayor.

-Subescapular.

Pectoral mayor

Origen: Los dos tercios internos del borde anterior de la clavícula, toda la longitud del esternón y los cartílagos de las primeras seis costillas, cerca de su unión con el esternón.

Inserción: En la cresta que forman el borde externo de la corredera bicipital del húmero, que desciende desde un poco más abajo de las tuberosidades de este hueso hasta casi la inserción del deltoides.

Acción: La porción clavicular del pectoral mayor es la responsable de la flexión y contribuye en la abducción, después de haber sido abducido el brazo hasta la horizontal. La porción esternal es agonista de la extensión y la abducción. Es un potente anteversor.


Figura 36: Pectoral mayor (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Subescapular

Origen: Toda la superficie interna, o cara ventral, de la escápula (junto a las costillas), excepto un pequeño espacio cerca de la articulación.

Inserción: El troquín del húmero.

Acción: Músculo respon sable de la rotación interna del humero.


Figura 37: Subescapular (de Fucci, S. y Benigni, M.).

Retroversion del brazo

La retroversión del brazo viene determinada por los siguientes músculos:

-Dorsal ancho (visto anteriormente).

-Redondo mayor.

Redondo mayor

Origen: Superficie externa de la escápula, en el extremo inferior de su borde axilar.

Inserción: La cresta que forma el borde interno de la corredera bicipital del húmero, paralela a la inserción del pectoral mayor.

Acción: Sus acciones sobre el brazo serían las mismas que las del dorsal ancho, es decir, contribuye a la retroversión, abducción y rotación interna.


Figura 38: Redondo mayor (de Fucci, S. y Benigni, M.).

3 Franco, A. “Columna vertebral y deporte”. En Comunicaciones técnicas de E.N.E. Año II, n° 5, pp. 53-65. Madrid, 1988.

4 Orts Llorca, F. Anatomía Humana. Ed. Científico Médica. Tomo I, pp. 507534. Barcelona, 1970.

5 Orts Llorca, F. Ibidem, pp. 507-534, 1970.

6 Fucci, S.; Benigni, M. Biomecánica de l'aparell locomotor aplicada al condicionament muscular. Ed. Doyma. p. 13. Barcelona, 1988.

Natación terapéutica

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