Читать книгу Amigos Peludos en la Montaña - Max Marshall - Страница 6

Un día, cuando el sol asomó por el horizonte, Eduardo y Fernando despertó con una sensación de emoción hormigueo en sus bigotes. Se había tomado una decisión trascendental: que iban a embarcarse en una aventura de escalar alto en los majestuosos Alpes.

Después de un abundante desayuno de pescado y la leche, los dos hermanos se establece en su gran viaje. El aire fresco de la montaña saludaron mientras salían de la ciudad por detrás y se aventuró en el vasto campo abierto. Cambiar el paisaje de colinas altas cumbres, y los gatos sintió una oleada de expectación a medida que se acercaba a los magníficos Alpes.

A medida que subía, el ambiente se volvió más delgado, y el frío de la montaña envolvió. Pero Eduardo y Fernando presión, su determinación inquebrantable. Se fue brincando de roca en roca, sus ágiles cuerpos llevando más y más alto, hasta llegar a un impresionante mirador.

Desde esta posición elevada, se miraron a cabo en un impresionante panorama de picos nevados, brillantes lagos y verdes valles. La belleza del mundo natural tuvo su aliento, y por un momento, se perdieron en el esplendor de todo.

Pero su aventura apenas había comenzado. Con renovado vigor, los hermanos continuaron su ascenso, la navegación a través de sinuosos caminos y terrenos rocosos. Cada paso acercado a su objetivo, y se alentó a cada salto y se enlazan.

Finalmente, después de un largo y arduo ascenso, llegaron a la cumbre. El mundo se extendía ante ellos como un magnífico tapiz, y el sentido de la realización llenó sus corazones de alegría. Habían conquistado los Alpes, y la vista desde la parte superior era una recompensa más allá de la medida.