Читать книгу El saxofonista sordomudo - Max Marshall - Страница 7

Capítulo 3: Un accidente en la carretera

Оглавление

Familia Jackson atravesado el sinuoso camino hacia California, la emoción burbujea dentro de ellas, como una olla en la estufa. Bethany miró por la ventana, sus ojos bailando con anticipación ya que ella imaginó las aventuras que les esperaba en el soleado estado.

Pero, de repente, un fuerte grito atravesó el aire, seguido de un estruendo ensordecedor. El coche se sacudió violentamente, y de Betania del corazón se saltó un latido como ella se aferró a su cinturón de seguridad, sus ojos dilatados por el miedo.

El padre Patrick cerró de golpe los frenos, los nudillos blancos como él luchó para recuperar el control del coche. Pero ya era demasiado tarde. Con un crujido repugnante, un enorme camión se salió en su coche, el envío de girar fuera de la carretera como un juguete en las manos de un niño travieso.

El mundo parecía girar a su alrededor como el coche volcó, el suelo corriendo hasta su encuentro con la velocidad aterradora. Bethany del estómago dio un vuelco como ella se sentía a sí misma de ser arrojado como un muñeco de trapo, su mundo al revés en un instante.

Y entonces, con un rugido ensordecedor, el coche estalló en llamas.

«Mamá! Papá!» Bethany gritó, su voz temblando de miedo como el humo llena el aire alrededor de ellos. Ella llegó a la desesperada, su mano en la búsqueda de sus padres en el caos.

Pero estaban allí, a su lado, sus brazos envueltos alrededor de su protección, ya que se preparaba a sí mismos para lo que vendría después.

Con una fuerte colisión, el coche finalmente llegó a una parada, rodeado por las llamas y el humo. El padre Patrick rápidamente desabrochado su cinturón de seguridad, sus manos temblando mientras él alcanzó para la manija de la puerta.

«Mantente cerca, Betania,» él susurró, su voz llena de determinación. «Vamos a conseguir a través de esto juntos.»

Con un último esfuerzo, el Padre Patrick patada abre la puerta, y juntos, se asomó a los restos del coche, tos y falta de aire. El mundo alrededor de ellos fue un desenfoque de sirenas y luces intermitentes, como la ayuda corrieron a su lado.


El saxofonista sordomudo

Подняться наверх