Читать книгу La Venganza - Mayu Garcia - Страница 3

Capitulo 1

Оглавление

¿Alguna vez pensaste que podrías traicionar a tu propia sangre por amor? Todo comenzó cuando tenía diez años, mi padre me dijo que lo acompañara al supermercado, y yo no dude en ir ni un minuto porque cada ida al súper era un rico dulce para mí. Estábamos caminando por las calles de Londres hacía frío y estaba lloviznando, esa ligera lluvia hacía que en mis pestañas se formaran pequeñas gotas de agua que al pestañear caían por mi cara resbalando hasta mi barbilla, tomando la mano de mi padre cruzamos la calle hasta llegar a la otra acera, era mi héroe, solo lo tenía a él pues mi madre nos había abandonado cuando solo tenía tres años y desde entonces mi padre le había hecho de madre también, lo abrace de la cadera y el paso su brazo por mis hombros todo iba bien solo faltaban unas cuadras para que llegáramos. De la nada una camioneta negra se estaciono delante de nosotros mi padre se frenó en seco, apretándome fuertemente en mí hombro donde se encontraba su mano y cuando de la camioneta se bajaron unos tipos con armas mi padre me cargo en brazos y empezó a correr, no sabía lo que pasaba pero esos hombres nos estaban siguiendo, mi padre corría a toda velocidad pasamos por el cruce y logramos llegar a la otra parte de la calle antes de que los coches avanzaran, mi padre siguió corriendo hasta llegar a nuestra casa se metió por el recibidor, me bajo de sus brazos y me tomo de la mano, fuimos a la cocina me soltó de la mano y con una señal me dijo que esperara ahí, abrió un gabinete tiro de algo y se abrió un compartimiento que no sabía que existía, en ese compartimiento había varios cuchillos que estaba seguro que no eran de los que pones en la mesa y un arma, mi padre tomo el arma y se la puso atrás en la espalda y dos cuchillos, volvió a tirar de esa cosa y el comportamiento se cerró como si nunca hubiera estado ahí. Estaba asustado y no sabía qué hacer, mi padre me volteo a ver y como si me hubiera leído la mente se acercó y me cargo para darme un abrazo yo solo lo abrace más fuerte, luego me pego frente con frente y me dijo en voz baja y tranquila “Tranquilo, todo estará bien no dejare que nada te pase jamás, ¿de acuerdo?” yo solo asentí pues no podía hablar “¿Me harías un favor?” volví a asentir “Prométeme que no lloraras y que serás un niño fuerte pase lo que pase” lo mire a los ojos y le dije “Te lo prometo papi” el solo me dio un beso en la frente y corrió escaleras arriba conmigo en brazos, se metió en mi habitación y me dejo sobre la cama, al instante tome mí Tedy, quito mi mueble y detrás de él había un pequeño cuadro dibujado en la pared, mi padre saco uno de los cuchillos y lo paso por el marco de ese cuadro, cuando termino agarro de los lados el cuadro y lo separo de mi pared, en esa parte donde mi padre había quitado el pedazo era como una cueva había comida, aguas, un foco y juguetes, yo todavía no entendía lo que pasaba pero como se lo había prometido a mi papa no lloraría, después de terminar de hacer unas cosas fue hacía mí me volvió a cargar, tomo mi cobija, una almohada y me metió al hoyo de la pared, cuando se estaba alejando le tome la mano y lo jale conmigo, el negó con la cabeza me dio otro beso y me dio un abrazo.

“Dylan no podré quedarme contigo esta vez”

“Por favor papá no me dejes solo”

“Jamás te dejare solo pase lo que pase siempre estaré contigo”

“Me lo prometes” dije extendiéndole mi meñique

“Te lo prometo, ahora Dylan quiero que me pongas mucha atención, ¿ves esto?” dijo señalándome una cuerda que estaba pegada en la pared, asentí “Jala de ella cuando ya no haya peligro para que puedas salir, si es que yo no regreso no quiero que hagas ruido y que seas precavido” asentí “Te amo Dylan, siempre recuérdalo”

“Te amo también papi” me beso como diez veces por toda la cara y me abrazo fuerte y yo a él, mientras se paraba yo le tomaba la mano hasta que ya no alcanzaba, tome a mi Tedy y lo abrace, mi padre prendió el foco, me dio un último beso y cerro el hoyo con el pedazo de pared que había quitado, ahora estaba solo, tome la cobija, la almohada y me acosté, todo estaba en silencio, yo solo rezaba para que todo pasara y esto solo fuera una experiencia más, estaba acostado y pensaba en lo que pasaba, en la camioneta, en los hombres armados, en el gabinete oculto, en mi padre… y aunque había escuchado todo lo que me dijo lo que más se me quedo grabado fue el que si no regresaba, pero sabía que volvería el me lo había prometido, un fuerte golpe me espanto haciéndome saltar, estaba seguro que había provenido de abajo agarre con más fuerza mi oso y me hice chiquito, oía los pasos pesados en las escaleras y caminando por el corredor del piso de arriba, estaban cerca y yo temblaba, de repente esos pasos estaban en mi habitación se oí como caminaban por todo el piso de madera, yo solo me quede inmóvil casi ni respiraba.

“¿Los encontraste John?” dijo una voz ronca y grave

“No, pero algo me dice que no salieron de la casa” dijo otra voz grave pero esta sonaba con amargura y odio “Tom ve a ver en la habitación de él y revisa debajo de la cama”

“De acuerdo”

Se oyeron los pasos alejándose de un hombre mientras que los del otro se quedaban merodeando por mí recamara, se oyó el crujir de mi cama lo que significaba que se había sentado o acostado, me sobresalte cuando oí un gran golpe en la pared, pero después de ese fueron varios y yo me pegaba cada vez más a la pared, estaba muy asustado pero algo me hizo tirar las cosas que tenía en la mano, era la voz de mi padre la que se quejaba. Me pare y trate de buscar algo para ver, mi padre gritaba y yo no soportaba no poder hacer nada, hasta que al fin encontré un agujero, mi padre había tapado el cuadro de la pared con un mueble para que seguramente no vieran el rasgado, solo lograba ver una parte, pero mi padre estaba hincado con el labio roto y con la cara abierta en ciertas partes, el hombre que lo sostenía tenía el cabello rubio y una cicatriz que le pasaba por el ojo, mientras que el hombre que estaba parado enfrente de mi padre tenía el cabello negro y una cicatriza que le marcaba la mitad del rostro, el de cabello oscuro levanto la mano y le pego a mi padre en la cara, mi padre solo levanto la cabeza y escupió sangre.

“¿Qué es lo que quieren?”

“A ti, querido Sebastián”

“Yo no sé quiénes son ustedes”

“Pero nosotros sabemos quién eres tú”

“Tomen lo que quieran y déjenme”

“Es que lo que tenemos que tomar no es algo material, más bien es algo que solo tú tienes, por cierto… ¿Dónde está tu hijo?”

“No te atrevas a meterte con él”

Los ojos que tenía mi padre en ese momento nunca los había visto, me daban miedo era algo de lo que jamás había estado acostumbrado, mi padre era otro en ese momento pero lo que no entendía era por qué esos tipos y hombres lo conocían, estaba en estado de shock.

“De acuerdo entonces…” lo tomo del cuello “Será a ti, después de todo tú fuiste el que mato a nuestro padre”

“Si, y ahora pagaras”

“Daré lo que quieran pero dejen a mi hijo”

“Lo dejaremos, te lo prometo” saco la pistola “Y tu igual”

Dejaron la casa unos minutos después, jale del hilo, empuje el pedazo y el sillón con toda la fuerza que pude, tarde unos minutos pero al final logre ir con mi papá que yacía en el suelo con una mancha de sangre en el pecho, me hinque, tome su mano y me acosté a su lado. Me quede ahí inmóvil, sin poder pensar en el hecho de dejar a mi papa…

Unas horas después llegaron policías, paramédicos y mi abuelo, cuando me encontraron me encontraron a lado del cuerpo de mi padre, mi abuelo se acercó y me tomo para alejarme de mi padre, yo me pelee lo más que pude y cuando me estaban sacando lo último que pude decirle antes de que me llevaran fue…

“Papá te amo…”

Unas semanas después del funeral de mi padre, no había sido el mismo mi vida ya no era igual mi héroe ya no estaba a mi lado y todo por culpa de esos hombres, que no tuvieron compasión con él, quería venganza quería verlos sufrir. Estaba en mi vieja cama en la casa de mi abuelo, no había comido mucho y no pensaba más que en esa noche y lo que dijeron, mi padre no pudo haber matado a su padre, mi padre no sería capaz, o si?

Baje por las escaleras hasta encontrar a mi abuelo, estaba en el patio sentado fumándose un puro, él tampoco la estaba pasando bien pues yo había perdido a un padre pero el a su único hijo, fui con él y le tome la mano, me volteo a ver y me sonrió a lo que yo le conteste igual, me cargo y me puso en sus piernas. Me quede en silencio durante un rato largo hasta tomar el valor y preguntarle a mi abuelo, no sabía que decir, no había hablado mucho esta sería la primera vez en unas semanas.

“Abuelo…” mi voz sonó débil, rasposa como si no sintiera nada, y era cierto no sentía

“Dylan, ¿qué paso muchacho?” mi abuelo sonaba triste y sin aliento

“¿Por qué esos hombres dijeron que mi padre había matado al suyo? Y ¿Por qué lo mataron?” lo dije de un golpe de aire mi abuelo puso los ojos en blanco

“Hijo, no se… no sé cómo explicártelo, no quiero que cambies el pensamiento que tienes de tu padre por eso”

“Jamás nadie hará que cabe la idea de mi padre, él es mi héroe y siempre lo será”

“Eres pequeño Dylan, no sé qué pasara si te cuento todo”

“Abuelo ya no soy pequeño, y no hay nada más fuerte que ver a tu padre morir frente a tus ojos y no poder hacer nada para salvarlo” me trague las lágrimas pero no pude evitar que mi voz temblara

“De acuerdo, sígueme”

Nos levantamos y entramos a la casa, subimos por las escaleras hasta llegar al ático, todo tenía una ligera capa de polvo, pero había mucha historia había un equipo de futbol americano seguramente de mi padre, muchos libros y una cosa grande parecía un nuble que estaba tapado con una manta blanca mi abuelo destapo eso dejando ver un baúl viejo que estaba cerrado con un candado, mi abuelo se hinco frente a él y tomo una llave que tenía colgada en su llavero, al abrir el baúl una nube de polvo apareció haciéndonos toser por un momento, me acerque y lo que encontré adentro fueron puras fotos, documentos y archivos, cada portafolio tenía la foto de un señor con un tache rojo que los atravesaba.

“Esto es lo que hacía hijo…”

“No entiendo” y esperaba no creer lo que eran esos taches

“Tu padre era un agente personal, tú le dabas un objetivo y él tenía que eliminarlo” tome un archivo que estaba en la parte de arriba con una foto de un señor viejo que tenía la cara del hombre de cabello rubio pero los ojos del de cabello negro “Él es el padre de los hombre que mataron a tu padre, era un traficante de drogas que tenían que eliminar”

“Entonces mi padre no solo era mi héroe, también era el de muchos”

“Me alegra que pienses así”

“Abuelo y tu ¿cómo sabes todo esto?”

“Porque él siguió mi legado, antes de él era yo y antes de mi fue mi padre”

“Entonces el que seguiría sería yo, no?”

“Si, tu padre te lo iba a contar cuando tuvieras dieciséis, pero sucedió esto…” agacho la cabeza y se le llenaron los ojos de lágrimas, tenía en la mano una foto de él y mi padre cuando era pequeño, puse mi mano en su brazo y me volteo a ver

“Quiero que me enseñes” mi abuelo me vio y antes de que pudiera decirme algo hable “Es un legado como tú me dijiste y tarde o temprano mi padre me enseñaría solo que en este caso será temprano”

“De acuerdo, estás listo?”

“Si…”

La Venganza

Подняться наверх