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CAPÍTULO 1
LOS SECRETOS PARA GESTIONAR DE LA MEJOR MANERA LA OBRA
CAP. 1: LOS SECRETOS PARA GESTIONAR DE LA MEJOR MANERA LA OBRA
1.03: ORGANIZARSE A SÍ MISMO PARA ORGANIZAR A LOS
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Bienvenidas sean la creatividad y las soluciones geniales, a condición de que aporten resultados concretos, que se puedan utilizar enseguida.
No os podéis “tirar al ruedo” sin un plan, es un gran error. Un resultado debe ser preparado con cuidado, lógica, intención y tenacidad.
La ayuda más grande viene de nosotros mismos, de nadie más: hacedlo lo mejor posible, dedicaos en cuerpo y alma a una cierta tarea, todo esto parece que no tiene fin y representa un proceso en continua evolución.
Debéis tener disciplina y centraros en el resultado final de vuestro trabajo: cuando lo veáis realmente en vuestro pensamiento, entonces podréis tomar las decisiones apropiadas para obtener los resultados concretos, que son dignos de existir.
El plan para organizar la obra debe tener en cuenta estas preguntas:
1) ¿Cómo podríais optimizar el tiempo de cada persona?
2) ¿Tengo las personas adecuadas en el puesto adecuado?
§ Los secretos para alcanzar los resultados previstos
SECRETO 1: Las mayor rentabilidad, sobre todo hoy en día, se alcanza añadiendo valor a lo que se tiene.
Podéis tener mucho entre las manos y todavía no lo estáis utilizando.
El secreto no es cuánto, sino cómo.
A menudo nos centramos en ver el resultado final pero subvaloramos la evolución que hay detrás, desde la concepción de la idea hasta lo que finalmente vemos. Pensad, por ejemplo, en Martin Cooper, el inventor del teléfono sin hilos; según vosotros aquel primer teléfono móvil, desde el que se hizo la primera llamada, ¿correspondía realmente a la idea de libertad sin hilos y de comunicación que tenía en la cabeza?
SECRETO 2: Mejor la mitad de un proyecto terminado totalmente que un proyecto complejo acabado a la mitad..
MOTIVO 1: Los proyectos complejos, a menudo, son diseñados a largo plazo y nadie tiene tanta perseverancia para esperar un resultado que finaliza en un tiempo tan lejano. Mejor proceder por niveles.
MOTIVO 2: Los grandes proyectos, realizados a medio y largo plazo, a menudo son ejecutados mal o dejados a la mitad para a continuación ser redimensionados. Si aspiramos a la perfección en un gran proyecto incurriremos inevitablemente en el error de subestimar algunos puntos y no conseguir hacer otros. Resultará un proyecto complejo hecho a mitad (por lo tanto, mediocre).
A menudo tendemos a la perfección, tanto por nosotros como por los que están cerca: ¡Es una pena que no pueda suceder de esta manera y que perseguirla con orgullo sea la forma perfecta para alimentar las desilusiones y pesares!
SECRETO 3: En vez de la perfección buscad el mejoramiento continuo.
Tended a la perfección pero sólo lo indispensable.
¿En qué área podéis sustituir la búsqueda de la perfección con la búsqueda del perfeccionamiento?
Subdividid la obra en diferentes fases de ejecución para convertirla en operativa lo antes posible. Esto os ayudará incluso a rebajar el nivel de estrés porque no sentiréis la presión de las cosas que hay que hacer y os encontraréis comprometidos sólo con los trabajos importantes, pero que no son todavía urgentes.
Dosificad vuestras energías y usadlas para subir, progresiva y constantemente, en una escala ideal que os llevará a la meta.
SECRETO 4: Cerrar los paréntesis abiertos.
No obstante el cerebro es un instrumento muy potente tiene la capacidad de concentrarse sólo sobre pocas cosas de una vez.
Pensando que estáis haciendo vuestros deberes, en realidad estáis haciendo menos. Los paréntesis son todas aquellas ideas, situaciones, proyectos y cambios que habéis comenzado y que todavía no habéis terminado y que están ahí, en la cabeza, y de vez en cuando os acordáis de ellas y decís: “debo hacer esto… ¿por qué no lo hago?”
Debéis saber que ese momento estáis perdiendo energía, enfoque, capacidad y productividad y es por esto por lo que os parece que vais más lentos.
¿Cuáles son los paréntesis que podréis comenzar a cerrar primero?
Haced una lista y seguidla, cerrad primero los paréntesis, todos si es posible, luego, si acaso, abrid otros nuevos.
Cada vez que alcancéis una meta intermedia sacadla de las cosas que tenéis que hacer, sólo de esta manera mantendréis el ritmo de vuestras acciones y permaneceréis perseverantes y motivados.
Las cosas comenzarán a suceder con mucha más frecuencia, con más profundidad, con más resultados tangibles, veloces y duraderos.
¡No puedes esperar tener éxito si intentas cambiar veinte cosas a la vez!
Mimi Silbert
§ Cómo mejorar el propio puesto de trabajo
El puesto de trabajo no es algo que os encontráis, es algo que creáis.
Vosotros creáis la realidad en la que vivís.
Pensadlo bien, aunque trabajéis para alguien sois vosotros los que creáis vuestro ambiente de trabajo, sonreíd, estad disponibles, colaborad, o no participéis, no colaboréis, quejaos de mala manera.
De todas formas, sed vosotros los artífices de las condiciones en las que trabajáis. Aunque si en vuestro puesto de trabajo tienen lugar decisiones que no estáis autorizados a tomar, vosotros podréis hacer comprender qué es lo necesario para convertir en más eficiente y soportable el mundo en que trabajáis
Convertid en estable y confortable el espacio que administráis: resolved en él una cosa de cada vez, permaneced activos, porque, si os paráis a escuchar el caos de hoy os asustaréis y no merecéis perder.
Tomad ejemplo de estos cuatro conceptos:
1) Trabajad haciendo lo que os gusta: la satisfacción es el primer sueldo, quizás el único. Si no estáis satisfechos os estresáis, aunque llevéis a casa dinero. Escoged manifestar incluso en el trabajo aquello que os gusta, ¡dejad vuestra huella! En todas las cosas, es importante olvidar la propia “mente” y fundiros en uno con el trabajo que estáis desarrollando.
2) Poned pasión en todo lo que hacéis: no hay nada seguro en el mundo y no se debe dar nada por supuesto. Tenemos recursos, somos ingeniosos y vosotros podéis convertir el lugar en el que trabajáis en un paraíso o en un infierno, en función de si escogéis ser serenos, constructivos y éticos o si os gusta ser polémicos y obstruccionistas.
3) Reforzad vuestros puntos fuertes: haced mejor lo que sabéis hacer bien; es necesaria una formación continua porque el ambiente evoluciona y vosotros debéis seguir el ritmo de las novedades, para poder continuar a inyectar en vuestro puesto de trabajo competencia y pasión. Convertíos en excelentes en vuestra profesión: si incluso cerrase la empresa para la que trabajáis, si también desapareciese nuestro sector, vosotros sabréis, siempre y de todos modos, que tenéis una base óptima, tenéis carácter, estáis entrenados, sabéis sobresalir y con estas certezas podréis comenzar una nueva actividad, incluso en otro sector, con óptimas perspectivas de éxito.
Lo esencial es hacer las cosas, no los resultados de ellas. No existen actores, sólo las acciones, como no existe un sujeto que experimenta, sino sólo la experiencia.
Bruce Lee
4) Descansad de vez en cuando: dejad vuestro puesto de trabajo por lo menos cada 50 minutos para una breve pausa en la cual os moveréis, respiráis, hacéis estiramientos y os relajáis a vuestra manera; ¡el cerebro es un músculo y necesita relajarse de vez en cuando!
§ Cómo desarrollar la propia memoria
¿Qué ocurriría si tuvieseis la capacidad de memorizar, incluso a largo plazo, la información vital (de vuestro trabajo o de vuestro estudio) y, por lo tanto, os encontraseis que aumentaréis también vuestra capacidad de conexión?
Os respondo: tendríais las soluciones más rápidamente, acceso inmediato a una base de datos de información muy amplia (intentad pensar en todas las cosas que habéis aprendido con el tiempo), posibilidad de elección, la capacidad de gestionar de la mejor manera vuestro tiempo y aumentaríais, en consecuencia, vuestra productividad; vuestra hora de estudio o de trabajo produciría mucho más de lo que produce ahora.
¿Cómo se puede hacer, entonces, para mejorar la memoria?
Hagamos un experimento práctico.
Leed esta palabra
¿Qué significa?
No lo sabéis, ¿verdad? Es normal, no es nuestro idioma. Está escrito en coreano (y significa, te amo).
Si alguien no habla nuestra lengua es difícil comprenderlo, ¿verdad?
¿Entonces por qué para memorizar nos obstinamos en usar una lengua que no es la del cerebro?
¿Qué lengua habla el cerebro?
Para nuestro cerebro las palabras son sólo una cosa completamente abstractas.
El cerebro habla el lenguaje de las imágenes y de las emociones Intentad pensar: ¿seriáis capaces de recordar un evento importante que os ha sucedido de niños (trayendo a la mente imágenes y sensaciones) pero quizás no recordáis qué os ha dicho vuestro compañero ayer por la mañana, verdad?
He aquí una manera para mejorar la memoria (hablando la lengua del cerebro):
•Escoged una persona de la que queréis recordar el número de teléfono;
•Imaginad mentalmente su cara (o una imagen suya que os resulte familiar);
•En la misma imagen yuxtaponed visualmente su número de teléfono.
Unos segundos de atención y ¿sabéis lo que sucede? Que la próxima vez no deberéis recordar el número, os bastará leerlo sobre la imagen que habéis creado.
Vale, de acuerdo, hoy en día hay agendas para los números de teléfono, celulares, etc., y la memoria no sirve para mucho. ¿Pero cuántas otras cosas podréis recordar con este sencillo método?
§ Consejos para optimizar los resultaos
Hay personas que con las mismas 24 horas, las mismas oportunidades en potencia, obtienen mejores resultados que otros.
He aquí algunos consejos que os ayudarán a maximizar los vuestros.
CONSEJO 1: 15 minutos.
En nuestro trabajo son muchas las actividades que se pueden hacer en 15 minutos pero, dado que se dejan para otro momento, siguen dando vueltas en nuestra cabeza (como con los paréntesis abiertos). Cread enseguida una lista de todas las cosas o actividades que podéis poner en marcha en 15 minutos. Ponerlas por escrito liberará vuestra cabeza y cuando tengáis los famosos “15 minutos” sabréis ya qué hacer, porque, recordad que dejar paréntesis abiertos en la cabeza os quitará, incluso inconscientemente, muchas energías.
CONSEJO 2: Hacer o no hacer.
Aislaos, nada de teléfono, nada de correos electrónicos, nada de distracciones. Si comenzáis algo, terminadlo. Las medias tintas no funcionan.
CONSEJO 3: Actuad con organización.
Para motivarse necesitamos saber qué sucederá, qué nos espera, en caso contrario os arriesgáis a quedar bloqueados, por lo tanto usad un plan escrito, se hace de esta manera cuando se proyecta una gran obra: está bien que programéis los trabajos de la obra incluso anualmente pero dedicaros sobre todo a los que son más inminentes.
Haced planes a tres meses vista e intentad hacerlo lo más detalladamente posible. Quien es eficiente utiliza este método: por la noche programa el día siguiente, sobre la base del plan general que había predispuesto.
CONSEJO 4: ¡Haced las cosas enseguida!
Una buena manera para tener más tiempo es hacer más cosas… aunque parezca una contradicción, sin embargo, si debéis hacer tres trámites y os asignáis cuatro, con un aumento del 25% de vuestras obligaciones, os ponéis en marcha, os organizáis mejor y rendís más.
CONSEJO 5: ¡Dejar de sentiros bajo presión!
El estrés significa al menos dos cosas:
1) No sois lo suficientemente buenos, debéis continuar aprendiendo, por lo tanto, debéis optimizar vuestra manera de actuar: se trata de coger confianza y control en vuestras tareas, de manera que no sean una carga; 2) Estáis haciendo algo que no se corresponde con vuestra auténtica vocación.
En ambos casos el hecho de que os sintáis bajo presión depende sólo y exclusivamente de vosotros: ¡no es una cuestión de falta de tiempo sino de cómo invertís el tiempo que tenéis!
CONSEJO 6: Estableced tiempo para la ejecución.
De la misma manera que es importante establecer qué hacéis, por medio de objetivos y subobjetivos, de la misma manera es importante establecer cuándo lo haréis, en caso contrario pospondréis la ejecución para un momento indeterminado y os encontraréis metidos en el caos.
Tened en consideración el tiempo que necesitáis para llevar a cabo vuestro objetivo, no os fiéis sólo y exclusivamente del despegue inicial.
Mantened la palabra dada, esto es importantísimo, no os comprometáis si no estáis seguros de poder acabarlo y haced todo lo posible para terminarlo cuando os habéis comprometido.
CONSEJO 7: Intentad permanecer el máximo posible en el cuadrante Q1.
El Q1, come se evidencia en el esquema de abajo, es donde pasáis el tiempo de calidad. Anticipad, por lo tanto, los trabajos importantes antes de que se conviertan en urgentes; es inútil que os diga que las cosas no importantes deben tener poco espacio en vuestra jornada… ¡no tenéis tiempo!
Cuadrantes tiempo/bienestar
Saber no es suficiente: debemos aplicar lo que sabemos.
Querer no es suficiente: ¡debemos Actuar!
Bruce Lee
§ “No tengo tiempo” es sólo una excusa
¿Sois también vosotros de aquellos que piensan a menudo que no tienen suficiente tiempo?, yo también lo pensaba, no os preocupéis, sin embargo he comprendido lo siguiente: intentad por lo menos utilizar el poco tiempo disponible de la manera apropiada, porque si se utiliza mal es, justo entonces, cuando tienen lugar los fracasos.
Lo primero que debéis empezar a pensar es que lo que hacéis lo hacéis por vosotros, para vuestro crecimiento profesional y no por un sueldo a fin de mes o para tener la aprobación de alguien.
Tenemos la estresante sensación de que el tiempo no nos llega porque mientras hacemos una cosa estamos pensando en otra, ¡no me digáis lo contrario!
Por esto aconsejo, empezad a pensar que lo hacéis por vosotros mismos, de esta manera las cosas más aburridas formarán parte del trabajo global de vuestro proyecto. Permaneced concentrados en lo que hacéis, reconoced el sentido de vuestras acciones, descubriréis que es útil y de esta manera pasaréis mejor la jornada.
Llegad con anticipación al trabajo: os conviene hacerlo (incluso si le robáis tiempo al sueño), porque cuando llegáis antes comenzáis la jornada con calma, evitando correr detrás de los trabajos que os esperan. Os da la ventaja de que relaja y tiene más valor la calma que media hora de sueño..
La diferencia entre el éxito y el fracaso se ve a menudo en los pequeños detalles..
He aquí tres pasos que darán como resultado el conseguir más tiempo y sobre todo lo convertirán en más productivo.
(Por el momento hacedlo de la manera que os he dicho, más adelante veréis que después de un tiempo todo os resultará más natural).
PASO 1: PLAN (5 minutos)
Antes de comenzar vuestra jornada, sentaos con un trozo de papel y escribid las actividades que convertirán vuestra jornada en más productiva (podéis empezar a imaginarlas en cuanto os despertéis), identificad y escribid las prioridades, ¡pensad en vuestro mejor día y recordad introducir el aspecto emotivo para comunicaros con el cerebro!
PASO 2: RECAPACITAR (1 minuto en cada hora)
Poned una alarma en vuestro reloj, cuando suene, preguntaos: ¿en la última hora he gastado mis minutos de manera productiva?
PASO 3: RESUMEN (5 minutos)
Al final de la jornada, rememorad aquellos que han funcionado, dónde habéis puesto más atención y dónde os habéis distraído. “¿Habéis hecho aquello que queríais?”, “Si no, ¿qué podríais hacer mejor al día siguiente?”.
Tened en cuenta el tiempo… reconoce la utilidad de tus pensamientos y de tus acciones y actúa en consecuencia.
§ La capacidad para resolver pequeños y grandes problemas
¡Haced que surja una buena idea!
Muchas veces sucede que nos encontramos delante de un problema que resolver pero no sabemos qué hacer..
Quizás sólo tenemos que hacer algo nuevo, cambiar nuestra forma de actuar. El problema, de hecho, es que seguimos pensando con la cabeza. No es que penar con nuestra cabeza no sea correcto, el problema es que las ideas, las auténticas, escapan del círculo normal de la racionalidad. Es posible tener ideas con la racionalidad, sin embargo, a menudo, esto requiere tiempo, esfuerzo y, sobre todo, con ella emergen ideas que están confinadas a nuestra manera de pensar (no es algo completamente nuevo).
La locura es hacer la misma cosa esperando resultados distintos.
Albert Einstein
He aquí un juego en tres puntos para que se os ocurra una bonita idea (¡de las auténticas!)
Si debéis salir del círculo de la racionalidad para idear algo totalmente nuevo, debéis estar dispuestos a jugar, ¿estáis de acuerdo?
PUNTO 1: Escribid un problema que hay que resolver.
Por ejemplo: ocuparse de una reunión, encontrar una solución a un error en el trabajo, resolver un problema en la empresa, crear un nuevo método para optimizar los tiempos, etc.
PUNTO 2: Analizad el método y las estrategias usadas hasta el momento.
Preguntaos ¿qué puedo hacer de distinta manera? Comenzad a poneros en el lugar de nuevos personajes (los primeros que se os ocurran) y haceos la siguiente pregunta: ¿Cómo resolvería XXX este problema? ¿Qué idea se le ocurriría a XXX?
(Escribir el mayor número de personajes posibles: por ejemplo compañeros de trabajo más expertos, quizás incluso muy distintos entre ellos, es más, si son muy distintos, mejor).
PUNTO 3: Escribid todo aquello que os venga a la mente.
Dejad que el bolígrafo corra sobre el folio y escribid todo aquello que os venga a la mente. Escribid sin juzgar (incluso las cosas que os parezcan más extrañas). Poned enseguida en práctica las nuevas ideas y sobre todo…
¡divertíos!
Sólo quien actúa aprende, la experiencia es la peor maestra: primero te da la lección y luego te la explica.
Oscar Wilde
Este juego es necesario para estimular la fantasía. Es uno de los métodos más rápidos para cambiar de punto de vista y encontrar enseguida nuevas ideas.
Tomad, por ejemplo, la imagen utilizada en psicología de la percepción que, según como miréis, puede parecer una mujer o un saxofón. Si continuáis observando, vuestra cabeza seguirá viendo una o el otro.
Usad el juego (y la cabeza de los demás) para que surjan nuevas ideas, esto significa asumir nuevos puntos de vista.
¡Sed hábiles para crear las soluciones que necesitáis!
Publio Escipión tenía un gran problema que resolver.
Incluso a vosotros os habrá sucedido tener que resolver un problema, ¿verdad?
Muy bien, entonces probad a poneros, por un minuto, en el puesto de Publio Escisión porque esta historia os puede proporcionar consejos importantes para resolver vuestros problemas.
Estamos en torno al año 200 a.C. y Escipión debía parar a Aníbal que, marchando desde España a través de los Pirineos, había descendido hasta Italia superando los Alpes y, una vez que llegó, había vencido a las legiones romanas en cuatro batallas principales.
¿Su arma secreta? Además de su agudeza militar tenía consigo unos elefantes que, como podéis imaginar, representaban un gran problema, un enorme problema. Nadie por ningún medio había conseguido jamás resistir a su fuerza
Delante de un ejército tan fuerte y voraz, ante una manada de elefantes, ¿qué habríais hecho?
Escipión podía continuar buscando nuevas armas para vencer a Aníbal y sus elefantes (como habían hecho muchos otros, incluso su padre, perdiendo) o intentar imaginar nuevas soluciones.
He aquí, entonces, que tuvo dos corazonadas.
En vez de defenderse decidió atacar Cartago: de esta manera obtuvo la primera ventaja en la competición. Aníbal fue obligado a volver atrás, a todo correr, para defender su ciudad.
¿Y con respecto a los elefantes? Nada de armas. Escipión se dio cuenta de que los elefantes eran incitados contra las tropas y daban lugar a feroces enfrentamientos. ¿Sabéis lo que hizo? Instruyó a sus tropas para abrir brechas. De esta manera, cuando los elefantes cargaron, las tropas se abrieron, los elefantes continuaron corriendo en el vacío y simplemente se dispersaron.
Digámoslo, a nadie le gustan los problemas y nadie tiene la varita mágica para resolverlos al momento. Se pueden hacer dos cosas para encontrar la solución:
1) Trabajar para que surjan en el menor tiempo posible;
2) Adoptar nuevas estrategias para encontrar nuevas soluciones (justo como Escipión).
¿Qué corazonada, capaz de desbloquear una situación y abrir nuevos caminos, necesitaríais en este momento? Es esto lo que debéis preguntaros.
Un concepto fundamental: ¿cuáles son las decisiones más importantes?
Son las pequeñas decisiones, las que tomamos cada día, las más importantes. Es el no tomar pequeñas decisiones lo que hace que se acumulen y se conviertan en grandes (y entonces, sí, son difíciles de tomar).
Tomar y llevar a buen término cada pequeña decisión desencadena una serie de dinámicas que te impulsan hacia el éxito.
Ejercicio: ¿de qué manera os podéis acercar a vuestro objetivo?
1) Pensad en vuestro objetivo;
2) ¿Qué pequeña decisión podéis tomar en este momento?
Podría ser una llamada de teléfono, una búsqueda en Internet. Cualquier pequeña cosa..
Entrenaos en tomar pequeñas decisiones. Son ellas las que moldean nuestro destino.
Anthony Robbins