Читать книгу Rosario de sonetos líricos - Miguel de Unamuno - Страница 21
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ОглавлениеTus ojos son los de tu madre, claros, antes de concebirte, sin el fuego de la ciencia del mal, en el sosiego del virgíneo candor; ojos no avaros de su luz dulce, dos mellizos faros que nos regalan su mirar cual riego de paz, y á los que el alma entrego sin recelar tropiezo. Son ya raros ojos en que malicia no escudriña secreto alguno en la secreta vena, claros y abiertos como la campiña sin sierpe, abierta al sol, clara y serena; guárdalos bien, son tu tesoro, niña, esos ojos de virgen Magdalena. |
B. IX 10.